Juan Manuel Cotelo asegura que desde la zona de confort no se puede crear nada que merezca la pena
Lo conocí hace más de 10 años y me impactó su personalidad arrolladora y su capacidad de comunicar. Un curso de guionistas sencillo en una casa religiosa, pero me acuerdo del curso como si fuese hoy, de todos sus consejos y slogans, romper el saque, prohibido aburrir…etc…y me acuerdo de un genial anuncio publicitario de Siemens. Fue justo antes de rodar La Última Cima…pero ya se veía que su estilo era diferente. Con todos ustedes Juan Manuel Cotelo.
Le agradezco infinitamente que me conceda esta entrevista y, como decía Pablo Domínguez, espero no decepcionar demasiado…
No se preocupe, porque no son las preguntas las que pueden defraudar, sino las respuestas. Así que, adelante. Dispare.
Infinito +1, poco a poco, está cumpliendo ya años, ¿en qué medida la productora está colmando sus expectativas de infinitud?
¡Me encanta la primera pregunta! A veces me preguntan por mis expectativas desde el punto de vista numérico: cuántos espectadores, cuántos países, cuánto éxito del que puede medirse en cifras. Y créame: ese análisis es superficial. INFINITO + 1 no nació para llegar a la masa, sino para llegar al espectador individual, a cada persona. Cuando hacemos una nueva película, me gusta engañarme a mí mismo pensando que solamente habrá un espectador que la verá. Y mi expectativa más alta es servir a esa persona, para que la película no sólo le guste o le entretenga, no sólo le resulte interesante… sino que aspiro a algo más profundo: a que la película suponga una invitación potente a su transformación personal.