25.08.20

La brutal política antirreligiosa que supuso ruptura entre España y el Vaticano y que desembocó en el asesinato de Canalejas

Aunque vista desde nuestros días, la política de hace un siglo, en el período llamado de la Restauración, parece muy moderada y casi conservadora, lo cierto es que ya existían grandes enfrentamientos políticos entre la izquierda y la derecha y la influencia masónica entre el bloque político de las izquierdas ya quedaba patente.

En aquella época los grandes partidos hegemónicos eran el Conservador y el Liberal, que salvando las distancia vendrían a ser como el PP y el PSOE de nuestros días. Las dinámicas políticas de principios del siglo XXI, ya se anticipaban hace un siglo.

El Partido Liberal, que en teoría representaba a la izquierda moderada, ya llevaba a cabo una política antirreligiosa para la época y solía aliarse con la izquierda radical representada por los republicanos y el PSOE, que vendría a ser lo que es Podemos ahora. Eso se vio muy claro en 1909, cuando el presidente conservador Antonio Maura fue obligado a dimitir por Alfonso XIII ante las presiones de la izquierda.

Su sucesor como presidente del Gobierno fue el liberal y masón Segismundo Moret, el cual representaba una política de alianzas con la izquierda radical. Sin embargo en febrero de 1910, el Partido Liberal, profundamente dividido entre su ala más moderada y su ala más izquierdista, obligó a dimitir a Moret, el cual fue sustituido por otro líder liberal como presidente del Gobierno, José Canalejas, curiosamente natural de El Ferrol.

Canalejas estaba considerado como un representante del ala moderada del Partido Liberal, sin embargo se vio obligado a llevar a cabo una política laicista y antirreligiosa para compensar el haber cortado sus alianzas con los revolucionarios. Una de las cuestiones por las que más se recuerda a Canalejas como presidente del Gobierno fue la famosa Ley del Candado, por la cual se impedía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España y se limitaba la capacidad de las existentes para la enseñanza. Por lo tanto se ponían las bases para una enseñanza estatal laica y no religiosa.

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20.08.20

El conceptualismo y el nominalismo establecen la filosofía inmanentista de la Modernidad

En estos tiempos en donde la confusión y el error ponen en peligro la salvación de nuestra alma es muy importante que los católicos nos formemos de manera sólida y recta, con una buena filosofía y teología. Es algo muy saludable para nuestra santificación y para llevar a muchas personas a Dios. Si no estamos bien formados en los grandes ideales católicos es muy fácil caer en el indiferentismo religioso o dejarse seducir por las ideologías e incluso por las sectas.

D. Fernando Suárez, profesor de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, es licenciado en Historia. Imparte clases de Perspectiva Filosófico-Pedagógica y Epistemología e Historia de las Ciencias Sociales. Nos explica en esta entrevista los criterios para discernir entre la recta filosofía, que nos lleva a Dios, de las ideologías que ciertamente nos alejan de él y son un gran obstáculo para nuestra salvación.

¿Por qué toda sabiduría humana dimana de la Sabiduría Eterna?

Saber es algo profundo. Un animal, por ejemplo, conoce; pero es completamente incapaz de sabiduría. Por su parte Dios es el infinitamente sabio. El hombre, entonces, gracias a su capacidad de apertura al ser, tiene una tensión hacia el saber total. Por ello se equivocaba Kant cuando pretendía recortar las pretensiones de la razón más allá de lo empírico. El hombre puede y desea conocerlo todo. Por supuesto, nunca tendrá en stricto sensu la categoría de sabio, y esa es la razón por la que, interrogado por el tirano Leonte acerca de su oficio, Pitágoras le contesta: Sabio no soy, sino filósofo. Es decir, soy un amante del saber. Esto explica la relación de la Filosofía con la Sabiduría como una pasión nunca satisfecha de conocer la verdad.

Este hecho nos ilustra sobre la dependencia del filósofo con respecto a las verdades divinas. Ni siquiera el filósofo más ateo puede abandonar la tópica teológica en sus consideraciones, que es la cúspide del saber (Aristóteles, Metafísica). Nietzsche y Sartre, cuyas filosofías podrían calificarse más apropiadamente como discursos ideológicos, están obsesionados con la existencia de Dios, y todo su esfuerzo se encuentra en derivar su “filosofía” a una Antiteología. Sartre lo dice expresamente: parto de la base de que Dios no existe. El existencialismo ateo que yo represento es más coherente que el pensamiento de tantos otros, afirma, y esta coherencia significa que la inexistencia de Dios implica la total libertad del hombre. Gravísimo error que Sartre pagó con la pérdida total de su libertad personal, la esclavitud de todos los vicios y una muerte miserable, como atestiguó su inseparable compañera Simone de Beauvoir en Las ceremonias del adiós.

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12.08.20

REZAR en FAMILIA, una iniciativa, en medio del confinamiento, para llevar el Rosario a los hogares

Imma Molas es madre de familia numerosa @los.dam. Licenciada en Publicidad y Relaciones públicas por la Universidad Ramon Llull de Barcelona, desde hace 17 años dedicada a la dirección de centros educativos. Cofundadora y colaboradora del canal de podcast Familias puntocom junto con su marido Álex de Anta. Nos habla en esta ocasión de Rezar en familia, una iniciativa apostólica que tanto fruto está dando.

¿Es verdad lo que siempre se dijo de que familia que reza unida permanece unida?

Así lo dijo el Padre Peyton, ahora Siervo de Dios y conocido como el “sacerdote del Rosario”. La verdad es que es reconfortante y bonito ver a lo largo de los años, que efectivamente es así.

¿Ustedes que son familia numerosa experimentan lo bueno que es rezar en familia?

Pues a veces sí y a veces no; como la vida misma. En casa solemos rezar el Rosario juntos, pero a veces vienen todos; otras estamos Álex y yo; otras, aparece uno con una intención nos la dice y se va… Y no pasa nada. Sin embargo, lo que sí tienen claro, es que la Virgen siempre les va a escuchar. Por otra parte, también vemos que cada hijo reza distinto. A unos no les importa rezar delante de todos y otros tal vez se sienten más cómodos rezando solos. Como padre o madre intentas dar ejemplo pero ellos son los que eligen; porque hay que educarlos en libertad, ¡qué importante es esto! Nuestros hijos deben sentirse libres para vivir la Fe en plenitud, a su ritmo; y qué distinto es que lo hagan teniendo modelos y una base, o sin tenerla, ¿verdad?

Y aquí es donde está nuestra responsabilidad como padres. Si Álex y yo tenemos el don de la Fe es gracias a que nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros bisabuelos y demás antepasados, la fueron transmitiendo responsablemente, de generación en generación. Y ahora nos toca a nosotros mantenerla y enseñarla a nuestros hijos, para ser también sólidos eslabones de esta larga cadena. ¡Menuda responsabilidad!

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10.08.20

La cortesía, un legado cristiano y una virtud olvidada

César Félix Sánchez Martínez es profesor de filosofía del Seminario Arquidiocesano de Arequipa (Perú), del que fue director académico entre 2015 y 2017. En esta ocasión nos habla de la cortesía, una virtud que desgraciadamente cada vez es menos frecuente.

¿Cómo podemos definir la cortesía?

Creo que la mejor definición de cortesía cristiana es la del padre Roger Dupuis S. J en su famoso libro La cortesía de Cristo: «La cortesía es a la caridad lo que la liturgia es a la oración: el rito que la expresa, la acción que la encarna, la pedagogía que la suscita. La cortesía es la liturgia de la caridad fraterna». La caridad fraterna por el prójimo expresa una reverencia, tanto a su dignidad ontológica –nacida de nuestra imagen y semejanza divina– como a su dignidad moral o jerárquica, de ahí que, por ejemplo, deba prestarse una deferencia especial a los padres y a los ancianos.

¿Pero cuál sería entonces lo propiamente cristiano en la cortesía cristiana que usted menciona?

Muy buena pregunta. Todas las culturas tradicionales han desarrollado una cortesía propia. Variará –y varía– de acuerdo a la experiencia histórica y temperamento de los pueblos, pero siempre tendrá un fondo común de piedad natural: honrar a los padres y a los superiores. Este fondo común ya de por sí es muy loable; solo el Occidente decadente de nuestros días hace de la impiedad un signo de liberación.

Pero yendo a la materia de la pregunta, la diferencia entre la cortesía natural de esas sociedades y la cortesía que se desarrolló en la Cristiandad bajo el impulso de la gracia reside en un factor bastante significativo: la deferencia especial hacia los pobres, los débiles y los que sufren. No por nada uno de los sinónimos de la cortesía lleva la huella de la institución quintaesencial de la Cristiandad medieval: caballerosidad.

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6.08.20

Javier Barraycoa afirma que la revolución rusa sólo se puede explicar como un caso de posesión diabólica colectiva

Javier Barraycoa es profesor universitario, sociólogo y escritor sobre numerosos temas políticos e históricos. Acaba de publicar su última obra: “Eso no estaba en mi libro de historia de la revolución rusa” (Editorial Almuzara) donde desvela la cara oculta de una revolución que fue ensalzada por buena parte de la intelectualidad del siglo XX y que provocó millones de muertos. La obra sorprenderá por su ingente cantidad de datos y relatos que nos aportan una visión estremecedora del comunismo.

¿Cómo definiría la Revolución rusa?

El Arzobispo católico de Lvov, la definió como un caso que “sólo se puede explicar como un caso de posesión diabólica”. La Revolución rusa fue una sorpresa que nadie esperaba. Los bolcheviques eran una minoría que no hubiera podido derrocar al gobierno burgués de Kerensky (que había hecho abdicar al zar) si no hubieran contado con el apoyo económico de la banca judía norteamericana. El gran intermediario fue Jacob Schiff. Tras el triunfo bolchevique, estos -paradójicamente recibieron ayuda económica y tecnológica norteamericana. Las grandes corporaciones como la Standard Oil de los Rockefeller adquirieron derechos de explotación del petróleo del Cáucaso. El capitalismo y el comunismo conjuntaron muy bien.

¿Entonces el mito de la participación judía en la revolución es realidad?

Desde el propio Marx, cuyo verdadero nombre era Kissel Mordekay, era hijo de un rabino, converso al luteranismo pues los judíos no podían estudiar Derecho, hasta Trotsky. En el libro de Robert Wilton, Los últimos días de los Romanov, el autor proporciona los nombres de 556 líderes bolcheviques de primer orden, de los cuales 457 eran judíos. En la Checa, también, buena parte de los dirigentes eran judíos. También es cierto que todo se trastocó con la llegada de Stalin. Odiaba a los judíos e inició numerosas purgas de esta comunidad. Creó la Región Autónoma Judía de Birobidjan, en Siberia y fue recluyendo ahí a muchísmos judíos. Su intención era acometer un genocidio.

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