22.04.21

Impactante testimonio de la Hermana que cuidó a Monseñor Guerra Campos

La obediencia, me envió como enfermera, a cumplir con esta honrosa misión de cuidar al que fue Obispo de Cuenca, D. José Guerra Campos.

Llegué a Madrid desde Sentmenat con el P. Turú el 4 de Mayo. Oí por primera vez su bien timbrada voz a través del portero automático: “Sííí", así contestaba siempre al descolgar el teléfono, al oír el timbre o golpes en su puerta. Se abrió la del 6º D y apareció el Sr. Obispo sonriente, bajo su prominente nariz. Siempre con la prestancia de su sotana; ‘¡Ah, Antonio! ¿Qué tal hicieron el viaje?’. Su aspecto era enfermizo, ¿cansancio?, ¿sufrimiento?, las dos cosas. Alrededor de su esbelta figura, y alumbrado por una tenue luz, aparecían montones de papeles, libros, cajas, objetos de recuerdo … La humedad y el polvo habían hecho mella, también en las paredes y techos. Denotábase así la pobreza y el desprendimiento con que vivía, pues, siendo como era tan ordenado y pulcro en todo, se vió obligado a habitar el piso en esas condiciones por las prisas del traslado. Y ahora ni él, ni su prima Mª del Pilar que le acompañaba, podían hacer más.

A través del pasillo nos condujo a la habitación de Dª Mª del Pilar, pero antes de llegar abrió la puerta anterior a la suya y visitamos a Nuestro Señor. Sin dejar de sonreír hizo las presentaciones debidas y después, bajando los ojos, nos explicó la historia clínica de su prima y su estado actual, pausadamente y con todo detalle, como hacía siempre. D. Antonio se marchó al día siguiente y yo empecé mi misión. A las 21h terminé la primera jornada y concluí con un ‘diagnóstico’ claro de la situación. Mª del Pilar tenía una demencia senil galopante que estaba acabando con las fuerzas físicas y anímicas de D. José . Primero fue su marcha de Cuenca en Junio, rápida e inesperada porque así le obligaron a hacerlo, después su dolencia cardiaca, que se alivió con la implantación de un marcapasos en el mes de Abril, pero de cuya intervención no pudo recuperarse debidamente por verse obligado a atender a su prima. Se volcó en ella, abandonándose a sí mismo por completo. Dª Mª del Pilar se puso al servicio de D. José cuando éste ejercía sus ministerios en Santiago, luego le siguió a Madrid, Cuenca y ahora… otra vez aquí; a su misión se entregó en cuerpo y alma, compartía y luchaba a su lado en todo y por todo.

Los días pasaban y la situación se hacía insostenible. Ella extremadamente inquieta, hablando sin cesar de día y de noche y él soportando alegre y mansamente esta inestabilidad. Yo estaba las doce horas del día junto a la cama de Mª del Pilar, que no podía andar, y si me ausentaba en algún momento por alguna razón de necesidad inmediatamente me llamaba (con otros nombres), hasta que acudía. Rezábamos Laudes, Vísperas, el Rosario, le leía a Sta. Teresita … Algunos días me seguía, incluso a veces eso le tranquilizaba y se dormía, pero sólo algunos días … D. José solía estar en su despacho y en cuanto ella le llamaba: D.José, acudía pacientemente, le hacía algunas reflexiones o le hablaba de sus cosas en Cuenca, como ignorando su desequilibrio mental, le escuchaba al principio pero luego seguía su ritmo otra vez … Muy a menudo se sentaba encima de su cama (porque nunca consintió que yo le cediera mi hamaca de playa, el único asiento que había en la habitación) y hablábamos; aunque él me preguntaba cosas, era yo la que normalmente le escuchaba y en ocasiones se me encogía el alma mientras le oía, con la emoción , al ver que vivía en una pobre habitación de un piso también pobre de Madrid. Estas idas y venidas de su despacho a la habitación eran frecuentes en un día. Nunca dejó de acudir a la llamada de Mª del Pilar.

Poco a poco fui descubriendo su exquisita sensibilidad por las cosas de Dios, que se traducía en una gran caridad con el prójimo. Nada más abrirme la puerta por la mañana me preguntaba si había descansado y cenado bien y si había hecho bien el viaje hasta allí, pues tenía que andar un trozo desde la parada del autobús y eso no le gustaba. Cada día, sin excepción, me lo preguntaba. Una tarde estaba yo planchando, aprovechando media hora que Mª del Pilar se quedó dormida, en una habitación donde estaban los muebles del comedor … y más cosas, entre ellas una montaña de ropa para planchar; la planchadora estaba colocada de manera que yo quedaba de espaldas a la puerta, con la persiana entreabierta se veía a media luz. De repente se encendió la lámpara, me giré y me encontré con el Sr. Obispo: “Aquí hay muy poca luz", dijo, dio media vuelta y volvió a su despacho, que estaba situado en el otro extremo del pasillo. Otro día estaba en la cocina lavando los platos, con agua fría, e inesperadamente apareció su mano por delante de mi y abrió el grifo de la caliente. Me quedé tan gratamente sorprendida que cuando quise darle las gracias ya había desaparecido. Pensaba luego cómo se habría dado cuenta, miré hacia arriba…¡claro!, el calentador estaba apagado. Cada minuto pasado a su lado ha sido un ejemplo de vida. Mª del Pilar y yo oíamos su Misa desde la habitación. El levantaba la voz y salía al pasillo para leer las lecturas. Luego venía a darnos la paz y la Comunión (a ella sólo cuando estaba en condiciones). El primer día le dije que no comulgaría porque ya lo había hecho por la mañana. Sin embargo me ofreció la Sagrada Forma mojada en la Sangre Divina, diciéndome: “Está Vd ejerciendo un servicio especial". Y así todos los días. Vivía pobremente, no porque no pudiera hacerlo mejor, sino porque era verdadero discípulo de Cristo que nació, vivió y murió pobre. Lo único que le importaba, como me dijo un día, era buscar el Reino de Dios y su Justicia, enseñándome que ésta no es otra cosa que la verdadera caridad con el prójimo.

Yo, en mi ignorancia, le apunté: ‘Sí, Sr. Obispo, pero no olvide que Vd. también es el prójimo’” se echó a reir y contestó, queriendo eludir el tema, “No entremos ahora en disertaciones teológicas". Una tarde, después de haber pasado un mal día con Mª del Pilar, acudió a su llamada y luego siguió hasta la cocina, donde le oí llorar desconsoladamente. Me produjo una gran tristeza y pensé en los que decía Sta. Teresa: “No me extraña, Señor, que tengas tan pocos amigos si los tratas así". Lo había dado todo por la Iglesia y por España y ahora, en sus últimos meses de vida le tocaba vivir la noche oscura, sin duda otra más de las que ya habría vivido. Ese día decidí encomendarme a todos los santos para que cambiara la situación y encontrásemos un sitio adecuado donde pudiera estar Mª del Pilar bien atendida en todos los aspectos, material, humano y médico. Pero bastó con uno. A la mañana siguiente fui a Misa, como otros días, a la iglesia de los Jesuitas de la C/.Claudio Coello (donde asesinaron a Carrero Blanco) y al entrar en el claustro vi, con alegre sorpresa, la tumba del P. José Mª Rubio S.J., que me había pasado, hasta entonces, inadvertida. Enseguida me vino a la mente Mª del Pilar y decidí empezar allí mismo la novena. Al noveno día me llamó Sor Carmen, hermana de D. Román Pedreira, sacerdote muy amigo del Sr. Obispo, y me dijo que hojeando las páginas amarillas se encontró un cartel con letras grandes: ‘Residencia Madre Maravillas’. Justamente a ella le habla confiado el asunto. Así que las dos concluimos que ese debía ser el nuevo hogar de Mª del Pilar. Además estaba situada al pie del Cerro de los Angeles, al que, tanto el Sr. Obispo como ella, tenían gran devoción. Ahora era él quién debía decidir. Por cierto que el 4 de Mayo, día en que llegamos a Madrid, era la fiesta del P. Rubio…

El P. Antonio Turú, con una solicitud admirable, no dejaba de llamarme cada noche interesándose por la marcha de las cosas y cuando lo creyó oportuno se trasladó a Madrid de nuevo para encontrar el sitio adecuado para Mª del Pilar. Fueron tres días de no parar, recorriendo la ciudad de punta a cabo y de continuas llamadas telefónicas. El Sr. Obispo se mantuvo alegre y paciente en todo momento, a pesar de su debilidad física, interesándose y preocupándose por las necesidades de las almas que iba encontrando, sin prisas, como si en aquel momento no le importara nada más. Siempre cedía el paso al entrar o salir y él pasaba el último. Al llegar a los sitios nunca se sentaba hasta que todos teníamos asiento. En cada uno de los lugares que visitamos le recibieron con los brazos abiertos, religiosos y seglares, se hacía “todo a todos". Ya sólo nos quedaba por ver la primera que habíamos encontrado, ‘Madre Maravillas". Allí se quedó, y allí sigue estando, cuidada estupendamente en todos los aspectos.

Durante la última semana que pasamos en Madrid le atendía sólo a él. No me dejaba hacer grandes trabajos, como hubiera sido p.e., ayudarle a ordenar su despacho. Decía que eso era demasiado para mí y que “además en esta ciudad hay un polvillo negro que lo impregna todo y se pondría Vd. perdida". Era la delicadeza personificada. Así que, aunque fueron días de tristeza e incertidumbre por una parte, por otra disfruté y me enriquecí estando a su lado. Nunca me mandó nada que fuera para beneficio suyo. Siempre sugería o pedía, e incluso daba explicaciones de por qué lo pedía. Sólo mandaba cuando era para bien de los demás, “Cómase esto", “Siéntese", “Márchese ya, que tiene que descansar". Entonces era firme y quería que se cumpliera lo que mandaba. Un día, en que Mª del Pilar estaba muy agitada vino a la habitación y me mandó a comprar un enchufe, que no necesitaba en ese momento. Lo hizo para que me despejara un rato. Era obediente con todos, porque era humilde. Una mañana entré en su despacho a decirle algo. Corrían días fríos. El ambiente era gélido. Le dije: “Sr. Obispo aquí hace mucho frío, se va a quedar helado, debería encenderse una estufa". Me marché, y al cabo de una hora volví a entrar; sin decirme nada, antes de que yo empezara a hablar, me señaló a su derecha una estufita eléctrica encendida, esbozando una sonrisa de “niño travieso” … Casi se me olvidó lo que iba a decirle. Otro día le sugerí que se cambiara la sotana porque la que llevaba estaba manchada y se la lavaría. Así lo hizo, al día siguiente me la dio y Mª del Carmen, que les asistía desde que se trasladaron a vivir a Madrid, se encargó de lavarla. Ya no me acordé más del tema. Cuando días más tarde hacíamos entre los dos la maleta para viajar a Sentmenat, le pregunté si no quería llevarse otra sotana. Me contestó: “Sí, la que Vd. me mandó que me cambiara, la tiene Mª del Carmen en su casa". Ese mismo día la trajo ella.

Las sobremesas eran lecciones de Teología, Moral, Historia, Literatura… Sabía de todo. Historias de su vida edificantes y graciosas que contaba con toda naturalidad y sencillez. Amaba a su tierra, Galicia, entrañablemente, a pesar de los años que hacía que la dejó. Hablaba de ella con admiración y cariño. Se le notaba que disfrutaba también hablando de sus años de soldado (así se consideró hasta el final de sus días) durante la guerra española, en el bando de los “malos", decía irónicamente. Vivió desde dentro los años de la transición en España, por eso conocía perfectamente a todos los “personajes” y “personajillos” que en ella intervinieron, tanto políticos como eclesiásticos. Los trató de cerca y muchos de los que entonces le apreciaban luego le traicionaron, al traicionar a la Patria. Hablaba de todos con gran caridad, sin reproches, ni rencores, simplemente exponiendo los hechos, la verdad. Todo dicho con un lenguaje perfecto, sobrio y elegante, igual que sus gestos, demostrando un perfecto dominio de sí mismo.

Ahora necesitaba descansar, sobre todo físicamente. Y para eso le ofreció el P.Turú nuestra casa del Colegio de Sentmenat. Le costó decidirse, principalmente porque no quería que Mª del Pilar pudiera sentirse abandonada. Pero gente buena que le quería, como Mª del Carmen, el portero de su casa y su sobrino el Dr. José Manuel Castro, se comprometieron a visitar a su prima frecuentemente y le animaron a que aceptara el ofrecimiento de D. Antonio.

A los pies del Sagrado Corazón de Jesús, cuya fiesta era ese día, del Cerro de los Ángeles nos despedimos de Madrid. Y a la mañana siguiente, fiesta del Corazón Inmaculado de María, viajamos y llegamos a Sentmenat. Las sombras de la noche cubrían ya el Colegio que lleva Su nombre. “Vamos a visitar al Señor", dijo, después de los saludos de llegada y, antes de entrar, al pasar por delante de la capillita de la Virgen de Lourdes, a quién profesaba gran devoción, rezó un Ave María en acción de gracias. Llegó de noche, en las horas en que Jesús gustaba comunicarse con sus amigos más íntimos… Venía contento, seguro de que iba a encontrarse con seres queridos que le acogían como a un padre. Y convencido de estar haciendo la voluntad de Dios. Así nos lo explicaba en la homilía de su primer Domingo aquí, a raíz del Evangelio que nos habla de cuando le dijeron a Jesús: “Aquí fuera están tu madre y tus hermanos que te esperan” y el Señor responde: “Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen".

Le acondicionamos una habitación para despacho y otra, contigua, de dormitorio, sencillas y austeras, como era él. Enseguida se encontró a gusto aquí. Gozaba disfrutando de la naturaleza que le rodeaba: la sombra de los pinos, la brisa de la mañana, el canto de los pájaros, las puestas de sol, los paseos al atardecer … con su espíritu franciscano vela a Dios en todas las cosas. La compañía y conversación de nuestros Padres Directores le hacia feliz y contemplaba con ilusión a los seminaristas, viéndoles como la esperanza de un futuro mejor, identificándose con ellos recordando sus años en el seminario y después en Roma. Un día me preguntó: Cuando decís “el Padre", os referís al P Alba ¿no?, Sí, contesté. Desde entonces el también le llamó así. Se abandonó por completo en manos de la Providencia, desprendido totalmente de las cosas de la tierra y, siguiendo la norma de S. Ignacio, se ocupaba de todo sin preocuparse por nada. Preguntaba con ilusión por la marcha del Colegio: su organización, economía, los profesores y alumnos. Se interesaba por todo y por todos. Como tenía una memoria prodigiosa se acordaba de cualquier cosa que le dijeras y nada le pasaba desapercibido. Dos días antes de su muerte me hice un corte en el dedo abriendo una lata de salsa de tomate para sus spaguetti (que le encantaban) y me puse una tirita. El estaba ya muy débil y somnoliento pero al llevarle por la tarde la merienda, cuando ya me retiraba, sentado en su hamaca y sin levantar los ojos, me señaló con el dedo índice agitándolo, un gesto muy característico en él, y me dijo: Se ha cortado , yo, que ya estaba en la puerta, me volví sorprendida y contesté: “Sí", “¿Cómo se lo ha hecho?", siguió. Le expliqué y exclamó, sin cambiar el tono de voz: ‘¡Uuuy!, eso es muy malo, “¿ya lo ha desinfectado?’. Le dije que sí y se quedó tranquilo.

Ilusión y esperanza, eso transmitía todo su ser. A los 76 años tenía el alma de un niño y de ello les habló a los alumnos en el acto de clausura del Curso: ‘Yo tengo la misma esperanza que vosotros, aunque tengáis unos años menos, porque ésta no está en las cosas materiales, que tarde o temprano se acaban, sino en una vida eterna, eternamente feliz".

Pero, a pesar de todo, su estado físico no mejoraba. Auque el marcapasos cumplía su función perfectamente, su corazón estaba herido de muerte.

El 23 de Junio, víspera de S. Juan, subí por la mañanita, como todos los días, a tomarle la T: A. Me dijo que no se encontraba muy bien, tenía un “dolorcillo” en el estómago y prefería no levantarse. Me extrañó muchísimo pues no era amigo de estar en cama. Durante la mañana le dejamos descansar. Llamamos al Dr. Montserrat, de Caldas de Montbui, buen amigo del Colegio, y dijo que pasaría en seguida que acabara sus consultas, ya que no parecía nada urgente. Al mediodía, al llevarle la comida, seguía con ese “dolorcillo", decía él, y malestar general. A media tarde volví a verle, “¿Cómo se encuentra?", le pregunté y, con el semblante muy serio, impropio en él, contestó: ‘Llevo 17h con un dolor insoportable en la zona gástrica. Quizás haya algo que pueda aliviar un poco esto", fue la única queja, si se puede llamar así, que le oímos en todo el tiempo que le tuvimos entre nosotros. Apremiamos al médico. Le recetó un calmante con el que cedió el dolor, que no apareció más, y dijo que volvería al día siguiente, aunque era fiesta. Así lo hizo, mostrando su gran solicitud. Después de la exploración y en vista de la aparición de vómitos pensó que podrían ser cálculos en la vesícula por lo que quizás sería necesario una intervención quirúrgica. Mandó que ingresara en el hospital esa misma mañana para que se le hicieran las debidas pruebas. Nos instalamos en la habitación 313, desde donde se contemplaba la imagen del Sagrado Corazón del Tibidabo que está en la cima del Templo Expiatorio. Esto le alegró, “Y lo consideró un detalle” por parte de Él ya que las habitaciones del otro lado tenían una pared en frente.

El personal de la Clínica Tres Torres, tanto médicos como enfermeras le recibieron cordialmente y con todo respeto, y así fue durante toda su estancia allí. Siempre eficientes, amables y serviciales. Claro que él también era un paciente muy especial, nunca se quejó de nada, todo le parecía bien, siempre se mostraba alegre, aún en los momentos graves, que los hubo. Obediente, se sometió en todo a la autoridad médica, hasta en los mínimos detalles.

Iba mejorando, según los resultados clínicos: análisis, RX, Ecografías, T.A.C., E.C.G., “Sólo falta que me revisen el pie", decía con su humor característico, pero físicamente seguía muy débil, inapetente y con insomnio persistente, que tenía desde hacía ¡varios años!, según le confesó al médico.

Todas las mañanas recibía a Nuestro Señor de manos del P.Turú o el P.Alba. Si hubiera alguna duda de que Dios está en la Eucaristía, viéndole comulgar a él se despejarían todas, por la devoción con que lo hacía. Pasábamos el día hablando, escuchando música (le gustaba la clásica, folclórica y las marchas militares), hicimos también algún crucigrama, cuando se lo propuse me dijo humildemente: ” ¡Uuuy! esto es para inteligentes, o para hacerlo con la Espasa al lado". Rezábamos el Rosario todos los días, lentamente, sin prisas. Los únicos libros que leía eran los que se trajo de Madrid: los Evangelios, la Imitación de Cristo y el Breviario (que no dejó de rezar ni aún en los momentos de más debilidad). Cuando ya llevábamos casi una semana en la clínica, le pregunté: “¿Se aburre, Sr. Obispo?", “,No, en absoluto, estoy bien, tranquilo. Estas cuatro paredes ya no me inspiran nada más", “Quizás si pudiera trabajar en algo no pensaría en otras cosas". Continuó, “No, si no pienso en nada, uno le da vueltas a las cosas cuando ha dejado algo por hacer, algo pendiente, pero no es mi caso". Lo tenía todo hecho. Le ponían dos inyecciones intramusculares cada día, con lo cual a los pocos días tenía ya dificultad en estar acostado o sentado; denoté esa dificultad en sus gestos, porque no dijo nada, y pedí una pomada a la enfermera para aliviarle. El se dejó que le curara. Me horroricé primero y, cuando pude reaccionar, me edifiqué al descubrir lo que ví: un gran hematoma desde la cintura hasta la rodilla, en las dos piernas. “¡Pero, Sr. Obispo!, como no ha dicho nada. ,Si parece un Sto. Cristo!". Él encogió los hombros y sonrió. Quiero aclarar que esto no fue fruto de una mala técnica sino del tipo de medicación que le administraban y la frecuencia con que lo hacían.

Su corazón seguía estable, aunque muy dañado, el hígado y el riñón que se descompensaron hasta hacer peligrar su vida, se habían normalizado. Pronto le darían el alta. Nos preocupaba su futuro, queríamos que se quedara a vivir entre nosotros y así se lo propuso el P. Turú. Dijo que lo pensaría pues le parecía una carga para todos. En el fondo lo estaba deseando porque así lo reflejo en su agenda, donde escribía todos los días: Día 8 de Junio: Tarde = a casa (Sentmenat)".

Con gran alegría de todos, volvió, estábamos ilusionados pensando en que se quedaría con nosotros definitivamente. Y así fue. Al llegar dijo, como la primera vez: “Vamos a visitar al Señor” y , con gran esfuerzo, hincó su rodilla en tierra en señal de adoración y saludo. Cuando a veces le comentaba algo sobre Sta. Teresita, mi lectura espiritual entonces, siempre me decía: “Algunos creían y creen que no hizo méritos para ser santa porque con esto de la infancia espiritual todo le fue muy fácil. Se equivocan, claro, pues sufrió muchísimo, ni aún habiéndolo contado ella, podemos imaginar cuánto. Su vida estuvo hecha de actos heroicos ordinarios que se convirtieron en extraordinarios delante de Dios y de los hombres. En “Historia de un alma", donde ella cuenta su vida, dice, cuando ya se encontraba muy enferma: Todavía puedo caminar. Pues bien, debo cumplir mi deber". Así hizo también el Sr. Obispo. En esos últimos días desde que volvió del hospital, no dejó de cumplir con el horario establecido de levantarse y acostarse, de comidas y rezos, aunque estaba totalmente dispensado. No pidió nunca ayuda para nada, por no dar trabajo a los demás; por eso me extrañó, ciertamente y me dio que pensar, cuando, dos días antes de morir, accedió a que le pusiera los calcetines, después de haberle hecho el médico un E.C.G., habiéndose negado otras veces por aquella razón.

Sufrió mucho. Lo descubrí la mañana en la que tenía que pasar el día con mi madre y una hermana. Me fui preocupada. ¡Estaba tan débil!. Sentado en el comedor mientras acababa de desayunar, me despedí de él; con la cabeza erguida, levantando la mano derecha y desplegando una gran sonrisa me dijo, con voz ténue: ¡Que tengan una feliz jornada". Estas fueron sus últimas palabras para mí. Quería llegar pronto para verle y preguntarle cómo habla pasado el día pero una gran manifestación absurda me lo impidió. Al llegar a casa se había ya retirado. Cuando volví a ver su rostro estaba ya sin vida. Se fue al amanecer del 15 de Julio, a la hora en que resucitó el Señor, víspera de la Virgen del Carmen.

Cuando, en Madrid, preparábamos la maleta le dije: “¿No quiere coger su faja de Obispo?"; “No, para qué me contestó allí no voy a ejercer". Un día, guardándole la ropa limpia en un cajón, me encontré allí la faja …. ¿pensaría quizás en la frase de Jesús: ” … No sabemos ni el día, ni la hora". Lo cierto es que pudimos ponérsela sobre su impecable sotana. Nos decía en una ocasión: “Yo llevo y he llevado siempre la sotana con gusto y cariño, pero si el Papa dijera mañana que había que quitársela lo haría sin dudarlo, porque lo que importa es lo que dice la Iglesia, que es la voluntad de Dios".

Sentada junto a su cuerpo sin vida abrí, al azar, su libro del Kempis y leí:

Verdaderamente es grande el que tiene grande caridad.
Verdaderamente es grande el que se tiene por pequeño y tiene en nada la cumbre de la honra.
Verdaderamente es prudente el que todo lo terreno tiene por estiércol para ganar a Cristo.
Y verdaderamente es sabio aquel que hace la voluntad de Dios y deja la suya.

No pude seguir leyendo por la emoción que me embargaba, era como si alguien, en mi interior, me estuviera diciendo estas palabras que al mismo tiempo leía. Gran caridad, gran humildad, gran prudencia y sabiduría. Sí, así era él. Pasó por esta vida “haciendo el bien", como Jesús, siendo, como Él, olvidado e incomprendido.

Doy muchas gracias a Dios por haberle conocido y poderle servir como un discípulo a su Maestro. Pido al Señor que me conceda la gracia de imitarle en todas sus virtudes.

Recuerdo en mi adolescencia haber oído a mi padre, tradicional y buen católico, elogiar y ponderar las palabras y las obras de un Obispo que salía en la televisión. Más tarde, cuando empecé a asistir a las reuniones de Decuria en la Unión Seglar de Palma de Mallorca, Francisco Suñé, su Presidente, nos impartía la formación dirigida por el libro “El Octavo día", que recopilaba todos los programas de TV que sobre doctrina de la Iglesia hacía ese Obispo. Así fue cómo supe que existía D. José Guerra Campos. Quién me iba a decir entonces que, unos ‘"cuantos” años más tarde, recibiría ese libro de sus propias manos y en su propia casa con una dedicatoria de agradecimiento por los servicios prestados a su persona. Y, sobre todo, quién me iba a decir que de sólo saber que existía llegaría a conocerle personalmente y más aún, en la intimidad del sufrimiento, cara a cara con su santidad.

A lo largo del tiempo fui siendo más consciente de quién era Mnsr. Guerra Campos, sobre todo por su relación de apoyo y aceptación con nuestra Sociedad Misionera de Cristo Rey. Y cuando, en el mes de Mayo, el P.Turú me anunció la feliz idea de mandarme a Madrid con la misión de cuidar de él y de su prima Dª Mª del Pilar, tenía ya la convicción de que iba a servir a un santo Obispo. Confirmándome en ello viviendo a su lado sus últimos meses en este destierro.

Multitud de detalles y ejemplos de vida podría contaros que revelan sus virtudes y traslucen esa santidad. Su modo de hablar era siempre sereno y equilibrado, aún cuando tenía que reprender u ordenar. Uno de los días de su estancia en la Clínica Tres Torres de Barcelona, donde, como ya sabéis, estuvo ingresado por una descompensación hepática, le llamó una persona. Preguntándole por su estado, él le explicó su desgana para trabajar, para comer, etc …. El otro le sentenció: “Esto se llama astenia". En un tono un poco pedante le dio toda una explicación de la palabreja y acabó diciendo ” … Y es que los médicos y los teólogos a veces utilizamos palabras que quedan muy bien para parecer más importantes que los demás". El Sr. Obispo le contestó: “Hay una manera de hacerlo sin que dé esa impresión y es hacerlo con sobriedad". Fue una gran lección de humildad.

La alegría era una constante en él, su buen humor siempre medido y en su punto hacía que cualquier situación, por penosa que fuera, se convirtiera en llevadera e incluso agradable. En la Verbena de S. Juan, víspera de su ingreso en el hospital, cuando ya llevaba más de 17 h. con un dolor intenso en la zona gástrica, sin haberlo declarado hasta entonces, empezaron a sonar los cientos de petardos y cohetes: “Me parece, le dije, que hoy no descansará mucho con tanto ruido", “¡Ah, no importa, contestó, no me molesta. Tengo que confesarle que siempre me ha gustado el sonido de las bombas al caer. Esto me recuerda mis años de soldado". De los cuales estaba tan orgulloso.

Si digo que tenía una paciencia de santo no es un simple decir. Durante las semanas que estuve en su casa de Madrid lo descubrí. Su prima estaba postrada en cama con demencia senil y, por eso, le llamaba a gritos desde la habitación, muchas veces durante el día, a pesar de estar siempre yo con ella. Él nunca dejó de acudir a su llamada, interrumpiendo sus trabajos cada dos por tres; a veces la reprendía, como a una niña y otras le hablaba como si su cerebro no estuviera afectado, razonándole y dando explicaciones. Su corazón estaba “apañado” con un marcapasos, pero el alma de ese corazón estaba muy dañada: la situación actual de la Iglesia y de la Patria, su partida de Cuenca precipitada y ahora la enfermedad de su prima, estaban acabando con sus fuerzas anémicas y físicas. Sólo el esfuerzo que tuvo que hacer, en poco más de un mes, para ordenar y distribuir el material de libros y documentos de las cuatrocientas cajas que se embalaron antes de su partida bastaba para acabar con cualquiera. Pues él lo hizo, y con toda meticulosidad, a sus 75 años, enfermo, cansado. Le afectó muchísimo también, el crimen atroz llevado acabo por ETA tres días antes de morir. No digo yo que esto adelantara su muerte pero, con toda seguridad, sí aumentaría sus deseos de abandonar éste valle de lágrimas. “Yo digo como esa carmelita, decía: esto sólo se arregla con oración y metralleta".

Su generosidad no tenía límites, de acuerdo con su espíritu de pobreza. Solía regalar muchas de las cosas que le regalaban a la gente humilde: un cordero entero que le mandaban desde Cuenca para Navidad, litros de aceite, quesos, jamón … Se lo daba al portero, a la chica que les atendía en casa o a cualquiera que se presentase oportunamente. También se desprendía del dinero con mucha facilidad y alegría, repartiendo siempre propinas a donde iba. El día que fuimos a conocer la Residencia donde iba a vivir Mª del Pilar, su prima, como está muy cerquita del Convento Carmelita de la Aldehuela fuimos a visitar a las monjas. No os podéis imaginar lo que disfrutó hablando y riendo con ellas, que tanto le querían: “Me dan Vds una santa envidia, viéndolas tan alegres en el Señor", les dijo. La cosa fue que después visitamos el Museo que allí tienen de la Venerable Madre Maravillas y al terminar el recorrido le dio un billete a la chica que nos lo había enseñado; ésta, muy contenta por haberle conocido, se lo agradeció y nos hizo pasar al cuarto de los recuerdos, nos regaló algunos de ellos y folletos y escritos sobre la Venerable, entonces el Sr. Obispo sacó otro billete, de otro color, e hizo ademán de dárselo a la chica pero ella, educadamente, lo rechazó, él insistió diciendo: “Este señor que sale en éste papel (refiriéndose al billete), me cae muy mal, así que prefiero que lo tenga Vd", ella, con grandes risas, lo aceptó.

Odiaba la mentira, incluso la que llamamos “piadosa". Vivía en verdad y éste era el sello de su gran humildad. Un día, al tomarle la T.A. por la mañana, cuando estaba ya en el Colegio, la tenía muy descompensada y, para no preocuparle, le mentí al preguntarme cómo estaba. La cosa quedó así, pero al día siguiente, como si intuyera que le había mentido me volvió a preguntar: “Así que ayer la tenia a tanto ¿no?’, yo entonces no supe seguir engañándole y le contesté que no, diciéndole la verdad. Él sólo dijo: “¡Ah!, vaya". Este hecho le disgustó mucho y por eso al día siguiente me volvió a decir: “O sea que ayer me dijo Vd una mentira “piadosa"". Le dije que sí, le pedí perdón y le prometí que no volvería a repetirse. Él sonrió y no volvió a hablar del tema, pero aún en otra ocasión me lo recordó de una manera indirecta, aleccionándome así en el camino de la perfección.

Cuando llegó el momento de trasladarnos de Madrid a Sentmenat, aceptando la invitación del P.Alba y el P.Turú para descansar y recuperarse de su afección cardiaca, se notó en él un cambio muy grande, de abandono total en la Providencia. Entre lágrimas se despidió de su prima en la Residencia, como si presintiera que no volvería a verla. “Voy a dejarme querer", le decía. También fue muy emotiva su despedida con el portero, hombre sencillo que le subía todos los días el correo y estaba siempre a su disposición. “Nunca se me olvidará esa imagen, le decía al P. Turú hace unas semanas, aquel día supe que no le volvería a ver".

Sus días aquí fueron de mucha paz. Vivía con ilusión y esperanza, con la alegría de ser cristiano, todos los momentos del día pero especialmente la Santa Misa, que movía a gran devoción a los que a ella pudimos asistir. Aunque su estado físico no mejoraba su alma, que a punto estaba de “darle a la caza alcance” crecía en santidad al crisol del sufrimiento. Noches sin dormir ¡durante años!, un dolor en el costado desde hacía meses, comidas poco apetitosas (por el régimen a que estaba sometido) y pocas ganas de comerlas, etc … Un día noté que cojeaba y le pregunté, me dijo que tenía la uña del dedo gordo que le fastidiaba un poco, me ofrecí para cortársela y aceptó pero me advirtió que necesitaría unas tenazas para pezuñas. Exageraba, pero no tanto. Había padecido repetidas veces de gota en ese dedo y la uña estaba durísima, muy larga e incrustrada en la carne, y no era cosa de unos días. Mientras practicaba la operación se lamentaba de que no era nada agradable para mí. Le contesté que era un honor porque me hacía la idea de que estaba sirviendo a cualquiera de los Apóstoles. “Bueno, dijo, a ellos no les pasarían estas cosas porque iban con sandalias". Siempre quitaba importancia a su persona.

Siempre obediente, me enseñó, con su humildad, que sin ésta no es posible la obediencia. Como ya os expliqué, insistía en que todos los demás pasáramos primero al entrar o salir de un lugar, pero yo me resistía y quería que él pasara primero, pensando que así, cumplía con mi obligación de dejar paso a la jerarquía. Nunca me hizo ningún comentario, tanto insistía yo que al final cedía. Pero, estando ya en casa, en Sentmenat, un día nos contó un hecho de la vida de Alfonso XIII, como si fuera una de tantas anécdotas que contaba. La cosa era que el Rey fue a una reunión (el Sr. Obispo lo contó con pelos y señales pero yo no me acuerdo y tampoco es importante para el caso) acompañado por algunos súbditos, al llegar a la puerta le hizo ademán a uno de ellos para que pasara primero pero el súbdito se resistía y después de unos minutos de forcejeo pasó el Rey primero. Cuando estuvieron ya en la estancia le dijo al súbdito algo así: “No me complace que me hayáis dejado pasar primero, más me hubiera complacido que con humildad, me hubiérais obedecido como superior vuestro que soy". Por supuesto me di por aludida y aprendí la lección. Ese era su estado de perfección.

Pasó en el hospital días muy graves pero a pesar de todo le dieron el alta y pensábamos, esperábamos, que se recuperara del todo quedándose a vivir entre nosotros. El Señor tiene sus planes, que no son los nuestros y quiso llevarse a su Siervo fiel y cumplidor para que gozase ya para siempre del banquete de su Reino, porque ya había hecho lo que tenía que hacer.

Dios me ha concedido, me ha regalado, una gracia muy grande a través de Monseñor Guerra Campos: la de entender qué es la santidad, por su doctrina y sus obras.

Testimonio de la Hna Ana Mª Lliteras Vidal en Meridiano Católico

3 comentarios

  
Jorge López Teulón
Impresionante, sencillo y desgarrador relato. Conocí a Monseñor Guerra Campos por la Hermandad Sacerdotal, gracias a Mn. Boltá.
Creo que podemos darle el título de Obispo santo y mártir. Que desde el Cielo ruegue por España. Gracias Javier por publicarlo y a la Hna. Ana María por contárnoslo
22/04/21 2:48 PM
  
Argia
HM Tv, presenta un documental titulado: Mons. Jose Guerra Campos. El pastor bueno el 24 a las 21,30.
22/04/21 7:40 PM
  
MARÍA NIEVES ZAFRA CALVO
Maravilloso testimonio!!...Es un retrato fidedigno de como era Mons. Guerra Campos: su gran humildad (siendo una persona de las más inteligentes que yo he conocido), una gran vida de pobreza : lo que le daban por un lado, él lo daba por otro...él nada dejaba para sí mismo, una perfecta caridad...En Cuenca, donde tuvimos el gran regalo de Dios de tenerlo como Pastor durante 23 años, sabemos muy bien que todo lo bueno que se pueda decir de él es poco.
Cuando hablaba en la Catedral, en una Parroquia, donde fuera, muchos teníamos que ir hasta 2 horas antes para coger sitio, sobre todo si queriamos grabarle (sé de alguien que llegó a grabar más de 200 cintas de cassette)...todo lo que decía era puro amor de Dios...y siempre acababa sus homilias haciendo referencia a la Cruz, a la Esperanza y a la Santísima Virgen, uniéndolas...
Cuando hacía las Visitas Pastorales era recibido en los pueblos con mucho amor...como anecdota diré que cuando un señor mayor se quitaba ante él la boina para saludarle, besándole el anillo pastoral, nuestro Obispo le cogía enseguida la boina y se la ponía...el abuelo decía : "Sr. Obispo, me tengo que descubrir ante usted"...y nuestro Obispo, con su gran humildad le decía: "si alguien tiene que descubrirse ante alguien soy yoante usted, porque debo descubrirme ante mis mayores"...el abuelo, no lo entendía y le decía :"pero es que usted es el Sr. Obispo (¡¡la gran fe de nuestras gentes!!)...pero, nuestro santo Obispo volvía a repetir :"las canas son fuente de Sabiduría y soy yo quién debo aprender de usted"...las gentes del pueblo quedaban emocionadas, edificadas, ante tanta humildad"...
En las audiencias de jóvenes, quedábamos siempre edificados...
En Cuenca...¡¡le amábamos tanto!!...¡¡nos enseñó tanto!!...
Sufrimos mucho cuando le dijeron que tenía que marcharse...¡¡qué pena!!...¡¡qué gran vacio nos dejó!!...porque D. José Guerra Campos, era el verdadero sucesor de los Apóstoles...el gran Pastor, que a imagen de Cristo, el Buen Pastor, supo dar la vida por cada una de sus ovejas...precisamente, en una ocasión que tenía una visita pastoral a un pueblo en el que sólo vivía un matrimonio anciano, le dijeron que delegara en un sacerdote, pero el contestó:" decía San Fco.de Sales que una sola alma valia una Diócesis, por tanto allí había 2 Diócesis que atender...
Nuestro amado Obispo, José Guerra Campos, desde el Cielo siga cuidando de Cuenca, su amada Diócesis y de España.
23/04/21 7:11 PM

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20.04.21

Juan Manuel Cotelo busca financiar su nueva película sobre la familia, un proyecto alegre y estimulante

INFINITO + 1 ha logrado producir cada una de sus películas gracias a personas que se han sumado a esta misión con generosidad y confianza. En esta ocasión buscan producir una película sobre la familia, en donde se cuentan historias estimulantes, positivas, preciosas, divertidas y emocionantes.

En una semana, han logrado recaudar el 25% del objetivo. Aún queda el 75% para que puedan iniciar el rodaje. Cualquiera que desee ayudarles a producir esta película, puede hacerlo a través de este enlace: www.infinitomasuno.org/familia¡INFINITAS GRACIAS!

Una película muy oportuna, primero por ser el año de la Familia y también por ser una célula básica de la sociedad, hoy tan atacada…¿Infinito +1 tenía que estar en esa trinchera?

No me convence la metáfora de la trinchera, porque implica esconderse, protegerse y disparar. Nosotros somos más de campo abierto, sin camuflaje, a la vista de todo el mundo y sin ninguna agresividad. Ni atacamos, ni nos defendemos. Sencillamente, contamos historias estimulantes, positivas, preciosas, divertidas, emocionantes, a quien quiera escucharlas y verlas. La familia está ciertamente atacada, desde la política y los medios de comunicación. Nos contaminan con mensajes que son muy perjudiciales. Con la boca, los políticos y los medios dicen maravillas sobre la familia… pero en la práctica, promueven políticas y mensajes de entretenimiento que fomentan la ruptura familiar. Por ejemplo, se nos ha vendido que la infidelidad, la promiscuidad, es una maravilla, una diversión estupenda. Pero en la realidad, generan un sufrimiento terrible a las personas, a las familias. Podemos hacer chistes sobre estos temas… pero cuando el chiste se traduce en una situación real de infidelidad, deja de tener gracia.

¿Mostrar la belleza familiar es la mejor manera de ayudar a aquellas familias que estén atravesando una crisis?

No sé si es la mejor forma, pero sin duda es estimulante mostrar que el amor fiel es posible y merece la pena. Nos han contagiado el pesimismo en las familias, hasta hacernos creer que amarse toda la vida es un imposible o una cuestión de suerte, para algunos afortunados. Pero no es cierto. Amar es servir. Amar es sacrificarse. Amar es darse. El problema surge cuando se identifica amar con un sentimiento placentero incompatible con el sufrimiento. La medida del verdadero amor a alguien es la capacidad de sacrificio por esa persona. Si sólo amamos cuando es fácil… poco amaremos. Nosotros queremos mostrar la belleza y la alegría del amor sacrificado, generoso, fiel, capaz de superar cualquier dificultad. El amor por el que merece la pena vivir y morir. Todos los amores fáciles, tienen fecha de caducidad.

Tengamos la fiesta en paz. ¿A qué tipo de fiesta se refiere?

A la fiesta de sentirse deseado, amado, escuchado, comprendido, guiado, perdonado. A la fiesta del amor, tal como lo describe San Pablo: un amor que no juzga, que no lleva cuenta de las faltas, que es paciente, pacífico…

¿Quiénes son los principales aguafiestas de la familia?

Cualquiera de nosotros podemos estropear la fiesta familiar, de muchas formas. Quejándonos constantemente cuando algo nos disgusta, por ejemplo. O exigiendo a nuestros familiares una perfección inalcanzable, que estropea la convivencia. Siendo vagos, estando más pendientes de ser servidos, que de servir. Hablando mucho y escuchando poco. Trabajando a todas horas en casa, sin dar importancia al tiempo de juego, de descanso, de distracción. Todas estas actitudes estropean la fiesta familiar. Todo eso es previo a grandes problemas posteriores como la indiferencia, la infidelidad o la violencia. Si ponemos la medida del amor en aspectos sencillos y cotidianos, lo normal es que nunca nos enfrentemos a los graves problemas. Y si descuidamos esos pequeños gestos, será normal que un día nos encontremos con algún problemón.

Es curioso que esta película sea en un formato musical…un género que no está muy explorado en el cine musical católico. ¿Puede impactar por la novedad?

Me resisto a aceptar que exista un género cinematográfico llamado “cine católico". ¿Cuáles serían sus rasgos de identidad? Porque encuentro muchas películas escritas, producidas, dirigidas e interpretadas por personas que no son católicas… que muestran las verdades y belleza del Evangelio, de forma más pura que otras producciones a las que se pone el sello de “película católica". Y en nuestro caso, como productora y distribuidora que somos, en nuestro equipo siempre ha habido y habrá personas de cualquier creencia, pues a nadie preguntamos por su fe o sus devociones, antes de empezar a trabajar con nosotros. No olvidemos el significado real de las palabras. “Católico” significa “universal” y es un término que se atribuye al amor de Dios por las personas. Decimos que la Iglesia es Católica, porque la Iglesia es la alianza que Dios ha establecido con toda la Humanidad, no con un club de selectos. Es Católica si está abierta a todos. Si se encierra, deja de ser católica, aunque se llame así. Por eso me resisto al reduccionismo de atribuir la palabra “católica” a lo que hacemos los católicos. Nada en la Iglesia Católica pertenece en exclusiva a los católicos, empezando por Dios mismo, que es Dios y Padre de todos, no de algunos ni de muchos.

¿Nos puede adelantar algo más concreto sobre el guión o hilo conductor de la película.?

Puedo adelantar que será una película divertida, en primer lugar. ¡Muy divertida!, me atrevo a decir. Con unas canciones preciosas y… navideña. A partir de ahí… si siguiera hablando, haría spoiler.

No es la primera que vez que producen una película gracias a la financiación popular. ¿Cómo se les puede ayudar y por qué es importante hacerlo?

Hemos logrado producir cada una de nuestras películas, gracias a personas que se han sumado a esta misión con generosidad y confianza. Cuando mi esposa y yo pusimos en marcha INFINITO + 1, no teníamos dinero para producir ninguna película. Por eso, el primer trabajo fue y sigue siendo buscar el dinero para poder producir y distribuir cada nueva película. Y 12 años después, sentimos un agradecimiento indescriptible al ver cuántas personas se han sumado a la misión de INFINITO + 1, de un modo abrumador. Son personas que no se conforman con consumir o criticar, sino que empujan los proyectos libremente, como verdaderos protagonistas de la misión evangelizadora a través de los medios de comunicación, y aportan cuanto pueden, para sacar adelante cada proyecto. No hay aportación pequeña, todo suma. Para lograr producir esta película nueva sobre la familia, hemos abierto una campaña popular de financiación a través de Internet, que ha empezado muy bien. En una semana, hemos recibido el 25% del objetivo. Aún queda el 75% para que podamos iniciar el rodaje. Cualquiera que desee ayudarnos a producir esta película, puede hacerlo a través de este enlace: www.infinitomasuno.org/familia¡INFINITAS GRACIAS!

Han preparado interesantes regalos para los que donen, pero como usted dice no hay mayor regalo que ayudar a familias en crisis…

Esos regalos son sencillos detalles de agradecimiento, que en ningún caso igualan el valor de lo que recibimos. Es un modo bonito, alegre y divertido de recompensar la confianza en nosotros. El regalo más esperado es la película, ya terminada. Pero además, ofrecemos la posibilidad de participar en el rodaje, de aparecer en los créditos, de asistir al estreno y otros gestos atractivos, que gustan. Se dice que “es de bien nacidos, ser agradecidos". Nos encanta agradecer y corresponder, aunque sea mínimamente, con la confianza depositada en nosotros.

Por Javier Navascués

15 comentarios

  
Forestier
Pues de acuerdo con lo que dice. Cotelo es una persona profunda con gran doctrina. Pero si le diría, que sin duda hay que respetar a las personas, pero las "ideas" diabólicas y denigrantes que pretenden injertar en la mente de los niños y adolescentes, hay que criticarlas con argumentos y también con metáforas e ironías que ridiculicen estas ideas. Por eso no me agrada el buenismo que en parte permite que esos/esas que blasfeman, se vayan de rositas. Es importante saber discernir entre las persona y las ideas,
20/04/21 6:48 PM
  
nicodemus
No estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el señor, pero bueno. Lo Católico está hecho para todos los que quieran La Verdad, no para que ella se adapte a todos. Esta bien que haya gente diversa en su compania pero debería también proclamar el evangelio ya que se topa con ellos, que maravillosa oportunidad. En fin, cada quien.
20/04/21 7:46 PM
  
Alban
Deseo lo mejor para el proyecto, pero creo que sería más interesante si fuera un poco más agresivo y con agallas. Creo que a los católicos el buenismo nos sale por las orejas. Lo que hace falta ahora son proyectos bien armados para la guerra cultural y espiritual.
20/04/21 8:00 PM
  
Miguel
"Nada en la Iglesia Católica pertenece en exclusiva a los católicos"
Todo en la Iglesia católica pertenece en exclusiva a los católicos... y a cada uno de los que se conviertan. Fuera de la Iglesia, no hay salvación.
Somos criaturas del mismo y único Creador; no, hijos del mismo Padre, pues no todos estamos bautizados ni somos hijos adoptivos.
Estas vías de Franciscus van, a mi entender católico, al precipicio directamente.
Muchos son los llamados y pocos los escogidos.
20/04/21 10:16 PM
  
Yolanda
Nicodemus:

¿Pero por qué cree usted que este señor, que tiene en su equipo a gente de todo tipo, no aprovecha para evangelizar? Dígame de otro, ¡pero Cotelo, si no hace otra cosa que proclamar el Evangelio!

Albán:
Para "estilo" agresivo ya tiene usted este portal. No sé con qué resultados.
20/04/21 10:29 PM
  
Nicodemus
Miguel, de acuerdo con su comentario, usted lo ha dicho mejor y acertadísimo.
21/04/21 12:06 AM
  
Miguel
"Nada en la Iglesia Católica pertenece en exclusiva a los católicos"
Es o no la Eucaristía exclusivamente para los católicos?
21/04/21 12:09 AM
  
Nicodemus
Sra. Yolanda, tenga usted la amabilidad de no atacar a los comentaristas que solo expresan su humilde opinión y a este portal que le brinda la libre oportunidad de expresarse incluso en manera non grata.
Alban simplemente ha querido decir agresivo en sentido lleno de fervor por amor a la Santa Iglesia.

21/04/21 12:15 AM
  
Yolanda
Nicodemus: no he atacado a nadie. He ensalzado a Cotelo.

Nunca creí que "agresivo" significara fervor y amor.
Gracias.
21/04/21 1:14 AM
  
Luis Piqué Muñoz
El Cine moderno ¡los bodrios! ¡Ay! está dominada ¡esclavizado! por la Vulgaridad y la Inmanencia ¡y un plomizo y mortal aburrimiento y Repetición ad Naúseam! Es un Milagro que todavía haya Católicos que lo sea y hagan Buenas Películas ¡Ay! ¡Muera los bodrios! ¡Viva los Clásicos! ¡Viva el Cine, el Arte de Dios! ¡Viva Dios!
21/04/21 11:49 AM
  
Avelina
Porque lo he podido comprobar por mí misma y por familiares muy jóvenes que estaban distanciándose de Dios, llevados por la inercia del ambiente, doy fe (y nunca mejor dicho) del bien que hacen las películas y la infinidad de intervenciones públicas de J.M. Cotelo (que se pueden seguir por tierra, mar y aire, porque no para). El denominador común de su testimonio no es otro que la Verdad esencial del Evangelio: "Tú eres amado por Dios, eres esperado por Dios, eres perdonado por Dios; sólo tienes que dejarlo entrar en tu alma; a partir de ahí empieza la fiesta de tu conversión, déjate llevar por el Señor de los imposibles". Si queremos mejorar nuestro entorno, sigamos la invitación de Jesús, "Vosotros sois mis testigos". En este sentido, para confirmar este testimonio de fe, hoy y ahora, es aleccionadora la lectura del libro del cardenal R. Sarah, "Se hace tarde y anochece"; lo aconsejo.
21/04/21 1:34 PM
  
Santiago Ll
En el catecismo pone que el bautismo nos hace hijos e Dios, y para ser católico hay que adherirse a la Fe Católica. Qué Dios ame a todos los hombres y desee su salvación es otra cosa distinta. Cualquier persona que quiera ser hija de Dios puede serlo si lo desea. A nadie se le niega el bautismo . Así como a nadie se le niega acercarse a Dios.
21/04/21 3:32 PM
  
Sacapuntas
Pues hay un cine masónico, el que nos domina casi, últimamente siempre tiene candidatos a los Óscar
22/04/21 5:05 AM
  
Raquel D. Catequista
A mis 82 años... estoy ayudando en la preparación espiritual, sobrenatural y económica, a una "familia natural" porque viven a lo natural... simplemente, sin SACRAMENTOS.
Al solicitar en una parroquia el Bautizo y el Matrimonio, me encontré con que No se puede hacer... y estoy de acuerdo:
El papá es bautizado, hijo de una mamá casada en sagrado Matrimonio. Pero la mamá de los dos chiquitines de 3 y 1 año, no es bautizada. Claro que el papá no recibió los demás Sacramentos de Iniciación, la Confirmación y La Confesión. De manera que, aunque manifiestan "urgencia y deseo" sinceros de arreglar su vidas, veo que en ellos se empieza a cumplir aquello de la Sagrada Escritura: Ya no podrán hacerlo, ya no habrá permiso, o ya no habrá Sacerdotes... y por lo tanto los Sacramentos ya no se estarán dispensando... como en las antiguas misiones!
Grave!... Creo que está llegando el momento! Pudieron hacerlo, pues la mamá del señor era casada por la Iglesia, y NO cumplió con sus deberes espirituales con sus hijos...
Ya es el tiempo? Ya es tarde? Sólo Dios lo sabe! Pero esa es la realidad... que empiezo a vislumbrar.
22/04/21 6:11 PM
  
Raquel D. Catequista
Respecto de la película, la considero : ¡ Light !
Ya... ¿ no es tiempo? Sólo Dios lo sabe!
22/04/21 6:13 PM

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16.04.21

El P. Gonzalo Raymundo fue mi compañero de clase. Una vida muy edificante y santa. Pidamos por su alma

El pasado miércoles amanecía con la triste noticia del fallecimiento del P. Gonzalo Raymundo, sacerdote de los Heraldos del Evangelio, una persona muy querida para mí, pues fue mi compañero de COU en el Instituto Miguel Servet de Zaragoza y un buen amigo. Por aquella época un servidor estaba alejado de la fe y Gonzalo con su celo apostólico, ejemplo y sus buenos consejos me fue acercando al buen camino con mano de hierro y guante de seda.

Recuerdo perfectamente que providencialmente me tocó compartir pupitre con él en una esquina de la clase en la última fila. Despertó mi curiosidad el hecho de que leía libros en portugués y que le gustaba mucho la heráldica y las partituras de música. Gonzalo era muy alto y delgado. Me llamaba la atención que siempre llevaba un bocadillo muy grande, pues me decía que el guerrero debe coger fuerzas para la batalla, que él no era calvinista.

Yo le preguntaba por sus aficiones y él siempre me decía que eran los grandes ideales que le habían inculcado en el club católico a donde iba, algo que fue despertando mi deseo de frecuentar ese club.

La sede de la entonces Tradición Familia Propiedad (TFP) estaba muy cerca del instituto, un sencillo chalet en la calle Maestro Estremiana de Zaragoza. Gracias a Gonzalo no tardé mucho tiempo en frecuentar la sede y quedé fascinado por la espiritualidad de la TFP y su fundador Plinio Corrêa de Oliveira. Gonzalo me enseñó a amar a la Iglesia y a la cristiandad, cuyo apogeo se produjo en la Edad Media, que yo hasta entonces creía un época oscura.

Gonzalo me animaba a ser miembro del grupo, aunque en aquella época no estaba dispuesto a dejarlo todo para ser miembro de la TFP. A pesar de mi inconstancia, frecuenté la sede durante varios años e hice varios viajes y campamentos con Gonzalo. Fue una época maravillosa con él de la que guardo un gratísimo recuerdo y me marcó de por vida para bien.

Gonzalo fue clave en esta época de mi vida y me presentó a muy buenos amigos, entre ellos a Gustavo Villarrubia, con el que conservo una buena amistad. El propio Gustavo me informó de la enfermedad y muerte de Gonzalo. En enero me animó a escribirle unas líneas de apoyo en las que le decía que rezaría por él, cosa que el Padre Gonzalo agradeció mucho.

Tras esta introducción necesaria para explicar mi fuerte vínculo de amistad con él, quiero hablar de cómo era Gonzalo para edificación de los que lean estas líneas. Quiero escribir cosas muy bonitas y florituras, pero no puedo…pareciera que Gonzalo me inspira a ser sencillo y directo como era él.

Gonzalo era un hombre de Dios, una persona recta, íntegra, un perfecto caballero cristiano. Una persona que creo que siempre fue casta y valoraba como un gran tesoro la santa pureza y así lo transmitía. Un católico coherente y cabal, muy recto, muy enamorado de Dios y de la Iglesia, detestaba, con santa ira, el pecado, el error y toda herejía, aunque era muy dulce y caritativo en su apostolado. Era un gran apóstol, muy humilde y cercano y con gran sentido del humor. Atesoraba muchas virtudes, una gran devoción a la Virgen y a la Eucaristía. Tenía, como he dicho, verdadero horror al pecado y una gran gravedad y peso sus palabras y su vida.

Recuerdo que una vez enfrente de la Basílica del Pilar me preguntó que haría si se me caía una estatua encima y estuviese agonizando y le contesté que llamar a un médico. Me respondió que estaba fuera de la pista, pues era más importante llamar a un sacerdote. Así era él, un hombre que tenía muy claro que el alma valía más que el cuerpo y que la vida era muy seria, pues en ella se dirimía nuestro destino eterno, algo que siempre me repetía.

Perdí el contacto con él durante varios años, especialmente cuando nuestros destinos geográficos se separaron, aunque siempre me quedó su recuerdo y su buen ejemplo como el mejor de los legados. Acabo de ver emocionado el vídeo de homenaje que les ofrezco a continuación. Así era él, grave y profundo, pero muy sencillo y cercano, un gran apóstol e intuyo que un santo, con una vida ejemplar y una aceptación heroica de su enfermedad. Sólo me queda pedir oraciones por su eterno descanso, pues así nos lo enseña la Iglesia por más que creamos que era un santo varón.

Por Javier Navascués

Breve semblanza

El P. Gonzalo nacía en la ciudad de San Sebastián en 1971; posteriormente cursó sus estudios en Zaragoza, São Paulo y en Roma; siendo ordenado diácono por el Cardenal Arzobispo de São Paulo, D. Odilo Pedro Scherer y sacerdote el 30 de septiembre de 2010.

D. Gonzalo residió durante muchos años en Camarenilla y allí además de dirigir el coro y la banda de música de los Heraldos del Evangelio, fue superior de la Casa. Organizó diversas Misiones Marianas en parroquias de la Archidiócesis, así como conciertos catequéticos en varios pueblos. También, como sacerdote, fue invitado a presidir la Eucaristía en fiestas patronales de algunas parroquias. “Era muy conocido y querido en nuestra archidiócesis de Toledo” subraya José Alberto Rugeles, Heraldo del Evangelio residente en Camarenilla.

Extraordinariamente dotado para la música, hizo de ella una herramienta de evangelización. En Roma prestó sus servicios en la Casa de Procura y los últimos años ha trabajado en Centroamérica como misionero en varios países. Allí, su fallecimiento ha producido una gran consternación.

“Enfrentó la enfermedad con resignación y gallardía, dando a quienes le cuidaron en sus últimos meses, ejemplo de fe, de entereza y de preocupación mayor por quienes le atendían que por sí mismo. Ofreció su vida por las necesidades de la Santa Iglesia, y en las manos maternales de María Santísima, a quien había consagrado su vida y su sacerdocio”. Así explica Rugeles los momentos de su enfermedad.

8 comentarios

  
Luis Fernando
Recé por él durante su enfermedad. Recibí su bendición sacerdotal gracias a José Alberto. No le he conocido en persona pero sí le he escuchado predicar. Era sin duda un hombre de Dios.
16/04/21 9:58 AM
  
Carlos
Magnifico artículo. Gracias
16/04/21 3:46 PM
  
Milu Rios
Estoy convencida que Dios, Nstra. Santa Virgen María, y la corte celestial, han recibido con tanto amor al P. Dn. Gonzalo Raymundo E.P. D.E.P. Un Pastor de nuestra Santa Iglesia Católica que nos deja sus sabias enseñanzas, gracias padre hasta siempre. "El señor es mi pastor nada me falta".
16/04/21 4:20 PM
  
Lola Carayol Marín
Tengo gran admiración y respeto por P. Gonzalo, por lo que mi hijo José Manuel G. C. Me ha hablado de él.
Recuerdo que una vez compartimos la Misa y la mesa en la casa de los Heraldos de Huéscar.
Me llamaron la atención sus getos, los movimientos de sus manos consagradas, como nos hablaba de la Virgen y de su amor hacia Ella.
En estos últimos meses, D. José A. Rugeles y mi hijo, nos han pedido muchas oraciones por este padre al que ambos tenían en gran estima.
Ahora pido yo a este padre que interceda por nosotros, por nuestra perseverancia.
Y sólo me queda decir que es cierto que Dios coge a sus mejores guerreros para las más grandes batallas.
16/04/21 4:47 PM
  
Rodrigo Silva Molina
Soy chileno y aunque nos separa una gran distancia geográfica, conocí también el Padre Gonzalo antes de ser ordenado como sacerdote. Seguí su apostolado a distancia, por este sistema oyendo prédicas y escuchando estupendas manifestaciones de amor a Dios a través de la música del coro y sus presentaciones de navidad maravillosas y llenas de unción, era su maestro.
Me impresiona y admiro su Fidelidad, pureza verdadera, amor a Dios por medio de la Virgen y su caridad para con el prójimo que se deja ver como en Centroamérica le quieren entrañablemente.
Rezo por él, pero más le pido sea intercesor por mi familia, pues no me cabe duda que está junto con todos los santos en el cielo para ayudarnos más todavía desde allá.
16/04/21 7:37 PM
  
Un aragonés
Quien tuvo la dicha de frecuentar la sede de TFP-Covadonga siente la autenticidad de este mañico llamado Javi Navascués, sobre el ambiente que allí se vivía y sobre la persona de D. Gonzalo que tan bien llevó adelante su llamado a servir a Dios, primero en la TFP y luego en los Heraldos, dentro de los cuales, como excelente sacerdote en sus últimos años.
Que ahora interceda por nosotros, pues sin duda no tardará, si es que ya no está, en estar con el Señor.
Rezamos por ello.
16/04/21 9:22 PM
  
Laura de Saballos
Que hermosas palabras. Tuvimos mi familia y yo la bendición de estar muy cerca de él, nuestro Señor y nuestra Señora nos permitieron conocer un santo en vida. Nos duele mucho su partida, era un ejemplo de vida. Sin duda ya está en el cielo. Jamás podremos agradecerle todo lo que hizo por nosotros. Nuestro protector desde el cielo.
19/04/21 3:12 AM
  
Maricruz
Javier,
Conocí al padre y me cautivó desde el primer momento por el amor con que hacía todo y debido a que hacía sonar maravillosamente al coro.
Bajo su dirección también realizaron una espectacular presentación navideña.
Me parece que es una de esas personas que pasan por la vida dejando tras de sí un haz de luz.
Es lo que ha sido para mí el padre Gonzalo.
21/04/21 12:23 AM

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15.04.21

Juan Carlos Corvera reflexiona sobre el XI Congreso de la Familia y Docentes Católicos, evento organizado por la Fundación Educatio Servanda

 

 a sus 51 años está casado y es padre de 4 hijos. Emprendedor empresarial y social. En su etapa profesional en el mundo de la empresa puso en marcha y gestionó varias compañías en diversos sectores, recibiendo varios premios como directivo. Desde 2007 hasta hoy iniciador y presidente de la Fundación Educatio Servanda, a la que se dedica por completo desde el año 2013 promoviendo nuevos centros educativos y relanzando los ya existentes de otras instituciones católicas. Educatio Servanda tiene obras educativas en las diócesis de Madrid, Getafe, Toledo, Almería y Cádiz.

Pueden inscribirse en el Congreso a través de la web: www.educatioservanda.org

¿Qué supone la organización del XI Congreso de la Familia y Docentes Católicos y qué importancia tiene su consolidación?

El Congreso anual de Educatio Servanda está muy consolidado. No sólo porque contamos ya con su undécima edición sino porque en estos años se ha constituido como uno de los Congresos de referencia en el mundo educativo y de la familia en España.

El Congreso supone para nosotros una oportunidad para reflexionar internamente sobre el tema de cada año y también una ventana de formación para aquellos que quieren participar de nuestras reflexiones.

Pareciera que cada año es más necesario que el anterior por los feroces ataques a la familia por parte de la ingeniería social anti cristiana…

Las leyes ideológicas que ya se han aprobado y las que se tramitan en este momento están conectadas entre sí. Responden a un único proyecto de ingeniería social que pretende cambiar la sociedad. Y para cambiar la sociedad la familia estorba. El ataque a la familia es el instrumento para conseguir ese fin.

Por eso todas estas leyes pretenden destruir a la familia embistiendo contra sus estructuras fundamentales, deconstruyendo los vínculos familiares entre padres, hijos, abuelos, nietos….

En primer lugar la llamada ley Celaá es un gran ataque a la ley natural y a la patria potestad. ¿Por qué es importante hacerle frente?

La Ley Celáa sobre todo es un ataque directo a la libertad de educación de los padres, un atropello del artículo 27.3 de la Constitución Española, porque excluye la elección de los padres de los criterios de asignación de colegio para nuestros hijos. Por eso fue tan necesaria la movilización de la plataforma MasPlurales en la que participamos desde el principio. Esa movilización ha herido de muerte a la octava ley educativa de nuestra democracia. Es muy mala noticia decir que habrá una novena ley, pero sería mucho peor que los efectos más dañinos de esta lleguen a tener grandes consecuencias.

¿Considera que la aprobación de la ley de eutanasia ha quizá sido la noticia más triste de los últimos tiempos?

Las leyes que van en contra de la vida, la del aborto y la de la eutanasia son muestra de ello.

¿Hasta qué punto le preocupan los borradores de ley trans y de infancia y adolescencia?

En relación a la familia, tienen la misma intención de fondo que las demás leyes ideológicas: la intromisión del Estado en las estructuras familiares. Bajo el nuevo mantra de proteger “el interés superior del menor” abren la puerta para inmiscuirse en decisiones educativas fundamentales de los padres con sus hijos: desde el tipo de colegio al que van, cuándo debe morir uno de nuestros familiares, qué tipo de educación afectivo sexual debemos darles o indicarnos cómo debemos proteger a nuestros hijos.

¿Por qué la familia es tan importante, incluso para la pervivencia de la civilización tal cual la conocemos?

Más allá de su función insustituible como fuente de la vida, la familia es la célula primera y vital de nuestra sociedad. En la familia la persona vive su primera experiencia de comunión y participación, determinante para su posterior vida en sociedad. En las familias sanas, los padres amamos a nuestros hijos hasta el punto de dar nuestra vida por ellos, prueba irrefutable de que deseamos siempre su máximo bien. Y ellos lo saben. Y esa seguridad les prepara para relacionarse con los demás bajo esta misma premisa de confianza y apertura al otro.

¿Qué tipo de sociedad crearíamos si, con la intromisión del Estado en los vínculos intrafamiliares, se sustituyesen esas relaciones basadas en el amor por otras basadas en el interés del Estado? No quiero imaginar esa sociedad, pero no sería la que conocemos

Como suele ser costumbre, destaca la calidad de los ponentes. ¿Por qué es importante que estos referentes hablen claro y nos den criterios firmes?

Porque en la vida diaria de las familias no nos es posible estudiar de manera directa todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Todos necesitamos referentes que nos ayuden con su tiempo, su estudio, su ciencia, y su palabra o su pluma, a discernir las situaciones que nos rodean para poder después tomar decisiones libres. Se trata del problema de la verdad. Si no conocemos la verdad sobre un tema no podemos hacer elecciones libres sobre él. Y en el mundo de la información y la pos-verdad son cada vez más necesarios estos referentes que actúan como pórticos de nuestra libertad.

¿Qué responsabilidad tiene la Fundación Educatio Servanda para ser uno de los referentes de la educación católica en defensa de la familia y la vida?

Si lo somos o no, no me corresponde a mí decirlo, en cualquier caso, agradezco mucho sus palabras. Para nosotros la educación, la enseñanza, que no es exactamente lo mismo, son inseparables de la familia y ésta a su vez lo es de la vida. Las instituciones educativas somos subsidiarias de la familia, en realidad todas las demás instituciones lo son, el Estado, la Iglesia… por eso no permitimos ninguna injerencia.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Pablo
Por eso, la educación y la familia son los primeros sitios donde quieren imponer su ideología los gobiernos. Una planta sin raices es débil.
15/04/21 12:53 PM
  
Luis Piqué Muñoz
Por desgracia en la Tiranía democrática del Perverso occidente ya está bastante destruida la Familia, incluida la minoritaria Católica ¡cada Vez se casan menos por la Iglesia! ¡Ay! De hecho los Padres, católicos o No, muchas Veces se desentienden de la Educación de sus Hijos, sobretodo cuando llegan a la adolescencia ¡No es extraño que el Hombre moderno ampare la Tiranía educativa de la Perversa democracia moderna! ¡Viva la Familia! ¡Viva el inocente! ¡Viva Dios!
16/04/21 2:34 PM

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14.04.21

Resumen de las intervenciones de la VII Jornada de estudio, organizada por la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona

Las intervenciones de la VII Jornada de estudio, organizada por la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona (FCMB), estuvieron centradas en los retos y dificultades que ha afrontado el sistema educativo desde el inicio de la pandemia.

El salón de actos del edificio de Fomento del Trabajo de Barcelona ha acogido una serie de mesas redondas y ponencias con el tema central de la relación entre el Covid-19 y su repercusión en la educación de los más jóvenes.

Dentro de la jornada denominada El impacto del Covid en la infancia y la juventud, el Cardenal de Barcelona, Juan José Omella, llevó a cabo una introducción con un discurso basado en la fraternidad en estos momentos difíciles: “Como dice el Papa Francisco, solo saldremos de esta pandemia si sabemos caminar y remar juntos, y si sabemos ayudar solidariamente a los más necesitados”.

Y es que, para Omella, el papel de los jóvenes a la hora de afrontar el Covid-19 es fundamental porque “muchos dicen que los jóvenes son el futuro de la sociedad y de la Iglesia, pero como dice el Papa, los jóvenes son el presente de la Iglesia y de la sociedad”.

La primera mesa redonda de la jornada estuvo centrada en las repercusiones que ha tenido la pandemia sobre la educación en los últimos meses, donde muchos estudiantes se han quedado sin la posibilidad de seguir su ritmo de aprendizaje creando lo que muchos denominan “brecha digital”.

Pese al esfuerzo de los profesionales de la educación para adaptarse al medio, para María Calvo de la Real Academia Europea de Doctores, no fue suficiente para que todos los estudiantes siguiesen las enseñanzas de forma telemática, por lo que los menos favorecidos fueron víctimas de una desigualdad destacable a la hora de acceder a sus estudios.

Más de la mitad de los centros educativos españoles no estaban preparados para afrontar las clases de forma telemática.

Según los datos aportados, 1.600 millones de estudiantes se quedaron sin poder asistir a clase debido al Covid-19 y más de la mitad de centros educativos en España no estaban preparados para continuar con las clases de forma telemática: “La educación tiene el reto ético y técnico de tener en cuenta la diversidad y la complejidad. Debemos ser capaces de alcanzar niveles de calidad y conseguir detectar y favorecer el talento diferenciado”. Por todo ello, la pandemia “ha planteado un reto importante para seguir adelante. Hemos aprendido mucho este año”, afirmaba la Doctora Calvo.

Por su parte, José Ramón Calvo, también miembro de la Real Academia Europea de Doctores, aportó una visión diferente a la conversación añadiendo el factor del cambio climático, que según su intervención ayuda a la transmisión de virus y enfermedades, como por ejemplo el Covid-19.

“El cambio climático favorece a las pandemias porque crea condiciones ambientales favorables para los vectores de enfermedades”. Además de eso, el Doctor Calvo afirmó que “la pérdida de biodiversidad actúa como catalizador para la expansión del virus y las enfermedades infecciosas”.

La comunicación digital y la Iglesia

Miriam Díez, periodista de Aleteia, llevó a cabo una ponencia sobre la comunicación digital y los retos que afronta la Iglesia a la hora de adaptarse a la nueva realidad informativa que se plantea en nuestra sociedad. Una realidad telemática que se ha acelerado con la llegada de la pandemia del Covid-19.

Pese a la situación propuesta por la crisis epidemiológica, según Díez “no se trata de dividir a las personas y su realidad entre lo que es real y lo que es virtual, se trata de que esa persona esté informada por canales diversos”.

Para ello, la Iglesia afronta el desafío de entrar de lleno en el mundo digital: “La presencia de la iglesia en el mundo digital no es opcional, no es algo que se tenga que discutir si es necesario o no, porque la Iglesia no es una entidad que está jugando en otra liga, está jugando en este mundo”.

Ante esto, Díez apuntó que es muy importante que la Iglesia esté “cerca de las personas siempre”, y que sepa responder a las necesidades de las nuevas generaciones, más adaptadas a las nuevas tecnologías y que exigen un cambio de paradigma en la comunicación entre Iglesia y sociedad: “Los nativos digitales son muy exigentes con la iglesia. Quieren una Iglesia interactiva, dialogante, que no tenga una autoridad dictatorial”.

Pese a esta renovación que exigen los nuevos tiempos, para la periodista de Aleteia, la Iglesia no debe perder sus valores. Debe haber renovación, pero fiel a los principios originales, de la institución, “donde la misericordia sea la palabra de orden, donde el perdón sea lo que diferencie a los católicos del resto”.

Y en cuanto a cómo hacerlo, la periodista apuntó: “El mundo digital no es solo Internet”, y que el papel de la Iglesia es “estar siempre cerca de las personas”.

El impacto del Covid en la salud de los jóvenes

En la segunda mesa redonda de la jornada se realizó una mirada transversal a los efectos del Covid-19 en la salud de los jóvenes, tocando varios ámbitos en los que los niños y los adolescentes se han visto afectados por la pandemia.

Todo ello pese a que el efecto del virus ha sido inferior en las personas con menos edad. En cuanto a la causa que ha podido provocar que los niños hayan quedado prácticamente exentos del virus, la ponencia del Doctor Manuel Cruz, catedrático de pediatría, apuntó a la vacunación de la triple vírica como posible atenuante del Covid-19, lo que ayudaría a reforzar el calendario de vacunación como solución a posibles futuras situaciones parecidas.

En cuando al apartado de la salud mental, en comparación con anteriores pandemias, el aislamiento se ha convertido en más comunitario y menos duro, pero la mente y las emociones siguen siendo un punto a tener en cuenta a la hora de evaluar los daños de la pandemia en nuestra sociedad.

El impacto emocional del Covid no se puede medir”, apuntaba el Doctor Xavier Buqueras, médico psiquiatra, quien también destacaba que “hay que diferenciar entre los enfermos mentales antes del Covid y las patologías provocadas por el Covid”, puesto que ha habido enfermos mentales que han visto agravadas sus patologías y otros que las han desarrollado como fruto de la soledad y el alejamiento de la vida social provocadas por el Covid, con la soledad y la nostalgia como los dos elementos principales que han generado problemas mentales en los jóvenes durante la pandemia.

El médico pediatra Joaquín Callabed sacaba algunas conclusiones de lo que ha sido el Covid-19 para la sanidad en general. “La pandemia ha dejado al descubierto importantes déficits estructurales, asistenciales y de gestión en muchos casos. En el ámbito sanitario y económico los resultados han sido muy malos. Habrá que buscar soluciones nuevas”.

Y, ¿de cara al futuro? El Doctor Adalbert Marqués, presidente de Medicos Cristianos de Catalunya apunta a tres posibles escenarios: “optimista, intermedio y pesimista. Lo que va a definir cual es el que se dé es la implantación de medidas más eficientes, las vacunas y la aparición de fármacos”.

5 comentarios

  
Teofilo
¡¡ Pero aún no se han dado cuenta que esta llamada pandemia es una gran farsa mundial !! Señores hay miles de científicos (médicos, biólogos, veterinarios etc.) que lo están afirmando con argumentos apoyados en datos científicos, y por supuesto, con el sentido común no hay que ser muy listo para darse cuenta.
Me apena que la jerarquía eclesiástica participe de este montaje del NOM.
Me pueden llamar conspiranoico y negacionista, yo digo realista. Ya se darán cuenta dentro de unos meses, ni siquiera años, de que va esto.
15/04/21 1:02 AM
  
Roberto
Teofilo

Está claro que tu planteamiento es claramente negacionista.
Si es una gran farsa mundial ¿como se explica los miles de muertos en todo el mundo? ¿por otras patologías? ¿por una gripe? ¿a quien le conviene este desastre económico? ¿a los políticos? ¿para tener que lidiar con mas tensiones y conflictos sociales?
15/04/21 12:06 PM
  
enri
El impacto del Covid en la salud de los jóvenes ha sido grave. Por muchos motivos.
La salud se define como: un bienestar físico, mental y social.
El tema social con un enfoque en el que predomine el amor y la evidencia científica da confianza y seguridad; y la confianza y seguridad son buenas para la salud social y mental, lo cual repercute en mejor salud física.
Sin embargo, ha habido mucha confusión y muy poca voluntad para esclarecerla.

El tema es mucho más grave porque las vacunas están en una fase de experimentación y faltan unos 21 meses para, de una manera sensata y con rigor científico, poder emitir, de forma imparcial, los resultados del periodo de experimentación y obrar en consecuencia.
Que se induzca a la vacunación masiva a los jóvenes con la coacción de cierta "discriminación" si no se vacunan no me parece ético.
La ausencia de verdadero amor en este tema agrava mucho la situación y es un indicador de lo que siempre, lamentablemente, suele ocurrir:
que los intereses priman antes que el amor.

Únicamente mediante el Amor, la comprensión y la evidencia científica, desde la imparcialidad, conseguiremos caminar hacia un mundo mejor.
Ánimo y un abrazo.


15/04/21 1:08 PM
  
Teofilo
Roberto
Estamos viviendo unos tiempos en los cuales el que no vea lo evidente es porque no quiere. Si te das una vuelta por Internet, por ejemplo: médicos por la verdad entre muchos otros, comprobarás la gran farsa de esta plandemia. Insisto son médicos, virologos, microbiologos, etc de gran prestigio mundial los que afirman esto. Si nos fiamos de las TV, radios y periódicos que pertenecen a las élites mundiales, pues no nos enteramos de la VERDAD y luego están los que reciben subvenciones por ser la palabra del amo.
Ten en cuenta que el término negacionista es el único argumento que se usa contra los que aportan pruebas veraces a este gran genocidio.
Este desastre económico le interesa a los que ya han afirmado publica y abiertamente que hay que reducir la población del Planeta.
Las actuaciones de los políticos están siendo dirigidas por ellos, y se sabe.
Recuerda que estos grupos y políticos a su orden son los que crean las tensiones, conflictos y revueltas. A mayor tensión, más miedo y mejor control de la población.
No quiero extenderme más, hay mucho publicado en Internet, te recomiendo que lo consultes y, por favor, la tv solo para ver el tiempo, por lo demás todo mentira manipuladora.
Que Dios te bendiga.
15/04/21 2:18 PM
  
Roberto
Teofilo

Ya , pero como explicas lo de los miles de muertos en TODO el mundo ¿o no han muerto tantos? ¿o han muerto de otras enfermedades todos de vez?
Como se puede encubrir esta "farsa" según dices con tanto cadáver en la mesa.
Un desastre económico de ninguna manera puede interesar al gobierno de una nación, a no ser que quiera suicidarse y desaparecer (cosa que no les suele ocurrir a políticos y gobernantes); una conflictividad social que degenerará en una violencia desatada, es lo que menos desea un gobierno del tipo que sea.
16/04/21 12:13 AM

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