"Madre, Ven", la imperiosa necesidad de recordar la venida de la Virgen a Zaragoza desde Éfeso
Una peregrinación a la española
Entrevistamos al padre Jaime Bertodano, coordinador general del proyecto “Madre, Ven”, que nos cuenta todo lo relativo al mismo desde sus orígenes.
¿Cómo nace la iniciativa Madre, Ven y con qué objetivo?
“Madre, ven” es un deseo del corazón que pide a ayuda a la Madre. Vemos claramente que estamos en una situación difícil y que necesitamos ayuda. No podemos pensar que podemos prescindir de Dios en la vida como el mundo moderno nos ha hecho creer. Ese es el objetivo de esta peregrinación: pedirle a nuestra Madre que venga con sus gracias en nuestra ayuda, como lo hizo con el apóstol Santiago. Y Ella está deseando acudir a estar con sus hijos. Por eso, también es un deseo de la Virgen. Cada vez estoy más convencido.
¿De quién parte la iniciativa?
A varios laicos y sacerdotes nos llegó por separado la iniciativa “M de Marie” que un grupo de laicos franceses habían puesto en marcha como una respuesta a la Virgen después del incendio de Notre Dame de Paris. Todos nos acordamos de aquellas imágenes. Así es como nos pusimos a hablar para ver si también en España sería posible responder a la Virgen con fe ante la situación que vivimos.
¿Cómo fue el proceso para elaborar el recorrido y darle forma al proyecto?
Teníamos claro que no podíamos copiar todo lo que hicieron en Francia en el proyecto “M de Marie”. Ellos trazaron una “M” en el territorio francés uniendo los lugares de apariciones marianas del s. XIX (Lourdes, La Salette, La Rue du Bac de París, Pontmain y Pellevoisin). Y sale una “M”, es sorprendente.
Pero la historia de la espiritualidad mariana en España es distinta a Francia, tiene otros acentos. Por eso quisimos “españolizar” el proyecto. La historia de la Virgen en esta tierra comienza en Zaragoza con la visita en el Pilar. Y la devoción a la Madre de Dios está aquí presente en sus ermitas, en sus pueblos y tradiciones, y está ligadísima a la historia del dogma de la Inmaculada. Además, se daba la providencia de que este 2021 es año Jacobeo, así que decidimos que queríamos recordar la visita a Santiago en el Pilar cuando éste estaba decaído y abatido en su primer intento evangelizador. Somos herederos de la fe de Santiago, pero nos sentimos como él, necesitados de fortaleza, consuelo y esperanza. Por eso quisimos recorrer el camino entre Zaragoza y Compostela, como una visita de María a Santiago y sus sucesores en la fe.
¿Por qué es tan importante el viaje de Éfeso al Pilar de Zaragoza?
Porque recuerda la idea de la visita. Y necesitamos pedir que venga como lo hizo en Zaragoza. La Virgen se apareció en un Pilar a orillas del Ebro entorno al año 40, d.C. Se trata de la primera aparición de María y la única que conocemos durante su vida. Más que una aparición podríamos hablar de un fenómeno de bilocación.
Según nos cuenta la tradición, tras la persecución de Jerusalén contra los primeros cristianos, María vivió en Éfeso con san Juan siguiendo las palabras de su evangelio “y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (Jn 19, 27).
Ella se encontraba con San Juan, hermano de Santiago y vino a visitar a Santiago y fortalecerle. La idea de traer a la Virgen de fuera era para nosotros la manera de expresar que la Virgen verdaderamente nos visita con sus gracias, que viene de una forma real en ayuda de sus hijos.
Por otro lado, la Inmaculada es la patrona de España y al ser una advocación doctrinal aúna todas las demás. Además, la imagen que hay actualmente en la casita de Éfeso es una Inmaculada. Por eso, decidimos que fuera una Inmaculada la que peregrinase.