González Martín analiza en su nuevo libro la relación del casticismo con el catolicismo y con las ideologías
Francisco Javier González Martín es doble doctor en Historia Contemporánea y Derecho por la Universidad Complutense, Académico correspondiente de las Reales Academias de Jurisprudencia y Legislación de Madrid y Barcelona. Fue profesor titular de la Universidad Alfonso X, el “Sabio” (1994- 2003), donde ocupó cargos de responsabilidad, Vicedecano de Extensión universitaria, Secretario de Departamento, coordinador del Área de Estudios Sociales. Ha dado cursos monográficos en las Universidad Católica de Lisboa, y en las Universidades públicas de Oporto y Lisboa así como diversas conferencias. Concretamente a través del Centro de Estudios Europeos de Lisboa (CREPUL) actualmente trabaja en la Universidad de Alcalá, desde 2011. Ha publicado varias colaboraciones en libros, aparte de libros propios hasta una treintena, especialmente sobre la División Azul y es, sobre todo, especialista en la Literatura como fuente histórica para el siglo XIX, concretamente en Pío Baroja. Como discípulo del historiador y antropólogo Julio Caro Baroja, ha publicado a este respecto. Tradición, revolución y religión en la España de Pío Baroja. UCM, Madrid 2004; Regeneracionismo y revisión históricoliteraria de España en Baroja.
En esta ocasión analiza su obr Casticismo e ideología en la corte de Carlos IV de Benito Pérez Galdós de la editorial Almuzara.
¿Por qué decidió escribir un libro sobre casticismo e ideología en la corte de Carlos IV?
Incidieron varios asuntos. Uno mi especialización en la literatura como fuente histórica, los análisis metodológicos nuevos desde la historia de los conceptos de Reinhard Koselleck y de la antropología histórica heredada de mis maestros Julio Caro Baroja y Antonio Morales Moya, ya fallecidos o del francés Jacques Le Goff. Un modelo de historia no usual aquí, en España donde por un lado tenemos la historia positiva y de otro la marxista. También la existencia de un proyecto de investigación sobre Nobleza y redes de poder 1788-1931 donde este libro se empezó, pero no fue prorrogado el proyecto por el ministerio. Agradezco a María Crespo y a Almuzara la oportunidad y sus ánimos a este respecto para sacarlo adelante.
¿Cómo podemos definir el casticismo y qué importancia tuvo en la historia de España?
El casticismo ha sido un tema no tratado históricamente o reducido a la condición de manifestación folklórica. Pero más allá de su naturaleza cultural, este fenómeno adquiere connotaciones populistas desde el motín de Esquilache de marzo de 1766, acto en que son atacados los italianos al servicio del rey (Grimaldi, Sabatini (no solo Esquilache). Para identificar ambas cuestiones en una idea de sentimiento pre nacionalista, en el seno de un fenómeno popular cabe analizar el concepto en si, una golpe palaciego de Aranda y Campomanes que se les escapa de las manos y trasciende a la nación, pues no solo repercute en Madrid sino a nivel nacional, aprovechando la crisis de las harinas, subida de precios no solo es el bando de recorte de Capas y cambio de sombreros, los hechos se extrapolan y tendrán identidad o correspondencia con los hechos históricos que desarrollan ese espíritu nacional, xenófobo antifrancés. Casto significa ser puro, algo genuino, original hay una búsqueda de lo auténtico, como etapa de crisis, de agotamiento de un sistema. Lo difícil es determinar qué es lo puro en el acervo cultural y de costumbres, salvo que hablemos de procesos de nacionalización. Se trata del final del antiguo régimen y el principio del nuevo. Y estos fenómenos son sentimientos, actitudes que configuran una reacción, una contestación a la crisis de un mundo, como también ocurre en otros lugares.