El capítulo del Pilar completará la presencia española en la 40ª edición de la peregrinación a Chartres
Carlos Paradela es el jefe del capítulo Nuestra Señora del Pilar, uno de los dos grupos españoles que participarán en la peregrinación París-Chartres que tendrá lugar el próximo mes de junio.
Madrileño, licenciado en derecho, trabaja en los servicios jurídicos del Banco Santander. Peregrinó a Chartres por primera vez en 2017 cuando se montó el capítulo y ha repetido dos años más, salvo por el parón del Covid de los años 2020 y 2021.
¿Qué supone para usted volver a Chartres tras varios años sin poder hacerlo?
Esta Peregrinación tiene un significado especial por diversos motivos. En primer lugar, el próximo 4 de junio los peregrinos volveremos a encontrarnos en París, después de dos años sin poder hacerlo como consecuencia de las restricciones impuestas por el Covid. Estar junto a miles y miles de católicos de infinidad de países del mundo es impresionante.
Destaco el tema de la peregrinación de este año, “Sagrado Corazón esperanza y salvación de las naciones”, muy acertado ante una Europa que quiere reducir la religión al ámbito privado. Además, este año se cumplen 40 años de la primera peregrinación de París a Chartres organizada por Notre-Dame de Chrétienté.
Es muy importante mostrar a todos, que la familia tradicional está unida, fuerte y siempre dispuesta a ser parte activa en la nueva evangelización, manteniéndose fuertemente apegada a la tradición, en particular a la tradición litúrgica.
¿Hasta qué punto es una responsabilidad ir como jefe de capítulo?
Es una gran responsabilidad. El jefe es responsable de asegurar el equilibrio material y espiritual de los miembros de su capítulo.
París-Chartres son tres días de peregrinación y un centenar de kilómetros a pie. En ese tiempo los peregrinos compartimos mucho más que la dureza del camino o el alivio de las pausas, porque nos une la misma fe. Durante la marcha, el jefe debe esforzarse por asegurar que su capítulo viva un ambiente fraternal de oración y apostolado, donde las conversaciones fortalezcan los ánimos de tantos peregrinos a perseverar en la vida espiritual y continuar siendo testimonio en un mundo que se ha olvidado de Dios. Es siempre un consuelo hallar otras personas que también experimentan las dificultades y las alegrías de la vida del católico actual.
Y lo hace bajo el manto de la Virgen del Pilar que capitanea su capítulo…
El capítulo porta un estandarte con la imagen de la Virgen del Pilar, la cruz de Santiago y la bandera de España con el Sagrado Corazón.
El Pilar es considerado como el símbolo de la firmeza de fe de los españoles y de toda la hispanidad y uno de los grandes santuarios marianos de la Cristiandad. A lo largo de la historia la Virgen del Pilar ha premiado con multitud de gracias e incluso signos espectaculares las abundantes muestras de fervor recibidas por sus hijos.
La Virgen prometió que al igual que el Pilar permanecería siempre firme en ese lugar, la fe no desaparecería de España. La Virgen del Pilar es símbolo de fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.
También les acompañará un sacerdote del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote y varios fieles vinculados a esta institución.
El capítulo nació del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote (“ICRSS”) en 2017. En él participan fieles de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, pero también de otras parroquias de Madrid y del resto de España e Hispanoamérica. Habiendo capítulos de todo el mundo, el capítulo Nuestra Señora del Pilar fue el primer capítulo español que se incorporó a Notre-Dame de Chrétienté hace ya seis años y nos llena de alegría saber que la presencia hispana es cada vez mayor.
Todos los años marcha con nosotros un canónigo del ICRSS. Este año nos acompañará don Francisco Palomar Andrés, cuya vocación surgió del apostolado de Madrid y que ya ha participado en la peregrinación como seminarista.