Javier Paredes analiza Las llagas de Sor Patrocinio, que fue uno de los grandes personajes del siglo XIX
Javier Paredes es catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá. Renovador del género biográfico, ha publicado varias biografías de destacados políticos y hombres de empresa de los siglos XIX y XX. Es autor de las biografías de Pascual Madoz, ministro de Hacienda de Isabel II, del militar y político de la Primera República de 1873 Serafín Olave o del empresario Félix Huarte. Es director de la Historia Contemporánea de España y de la Historia Contemporánea Universal de la editorial Ariel, utilizadas como manuales en muchas Universidades españolas desde hace años. Experto en Historia religiosa, ha sido director del Diccionario de Papas y Concilios de la editorial Ariel.
¿Qué le impactó al descubrir la figura de Sor Patrocinio al hacer su tesis doctoral?
En principio solo fue la curiosidad intelectual de descubrir la verdad, porque lo que se decía de ella no me encajaba con la realidad histórica. Eran unos tópicos tan burdos que no había por donde cogerlos. Fue así como descubrí que debajo de esas mentiras se escondía un personaje histórico de primera magnitud. Y después de tantos años he acabado por descubrir a una mujer muy santa. Después de una vida de sufrimiento y persecuciones injustas, estoy por encontrar la primera línea de queja por su parte. Todo lo interpretaba con sentido corredentor y transcendente de la existencia, que se resume en esta frase suya: “Todo esto pasa, y la eternidad sin fin se acerca”.
¿Qué importancia tuvo este personaje en la historia de España?
Si por historia se entiende algo más que la acción política, Sor Patrocinio es uno de los grandes personajes del siglo XIX. Si la historia solo es la acción política, Sor Patrocinio no tiene ninguna importancia, porque contra lo que de ella se dice no intervino para nada en asuntos políticos, a pesar de ser la mejor amiga de Isabel II. Sor Patrocinio es una figura decisiva de la Orden de las Concepcionistas Franciscanas, fundó 19 conventos de clausura y los llenó de monjas. Ya solo con eso… Pero es que en cada convento puso colegios de niñas y escolarizó a todas las niñas del entorno de los conventos, en una época en la que las niñas estaban sin escolarizar. Treinta años de poner en marcha el convento y colegio de Guadalajara, por sus aulas habían pasado 2.000 niñas. Fu pródiga y caritativa y era conocida como la Madre de los pobres, y esto lo hizo en silencio, sin salir en los medios de comunicación, como hacen caridad los cristianos: sin que una mano sepa lo que hace la otra.
¿Por qué, tras 40 años de estudios, decidió escribir un trabajo monográfico tan profundo sobre las llagas de Sor Patrocinio?
En enero de este año descubrí en el convento de San Sebastián, que ella fundó en 1866, 43 reliquias muy importantes: guantes que se ponía en las manos para ocultar las llagas y que empaparan la sangre, como hacía el padre Pío, vendas de la cabeza para proteger las tocas de la sangre, paños del costado… Todo esto lo fotografié y se lo enseñé a un personaje muy importante en el Vaticano, que me dijo “profesor, publique eso cuanto antes”. Y así lo hecho. He publicado todo lo que se de las llagas de Sor Patrocinio desde el día que se la imprimen hasta el momento en que sus hijas la amortajan y se las besan. Es impresionante lo que le sucede. Gracias a que la editorial San Román ha hecho una edición de lujo con cincuenta láminas a color y a toda página, se puede obtener una idea de lo que tuvo, porque esas reliquias son fotografías de las llagas.