InfoCatólica / Caballero del Pilar / Categoría: Entrevistas

25.07.23

Luis Del Río: “Soy católico porque vi que el protestantismo no podía tener sus raíces en la cristiandad”

 Luis Del Río, argentino afincado en Estados Unidos, es músico de profesión, tarea que compagina con sus labores de traductor. En esta entrevista nos cuenta de manera sencilla su conversión al catolicismo y cómo se decantó por la Iglesia Católica en vez de por el protestantismo.

¿Por qué en un momento de su vida vio claro que tenía que decantarse entre el catolicismo y el protestantismo?

Porque ya había abrazado a Cristo como mi guía y Salvador. Como yo venía de una familia laica y una vida de gitano espiritual (ateo, agnóstico, budista, un poco pachamamo en algún momento) no tenía referencia sobre cuál sería el camino cristiano a seguir.

¿Por qué intuía que debía empezar conociendo la Iglesia original, la que venía del mismo Cristo?

Ya sintiendo a Jesus en mi vida, ahora me enfrentaba a un par de vías claras a seguir. Catolicismo o Protestantismo. Era obvio para mi que este último había empezado en el 1500 y por lo tanto era una versión muy posterior. A primera vista no podía ser el que hundiera sus raíces en la historia de la cristiandad. Me pareció en aquel entonces empezar por el original y ver. También la religión católica se vinculaba directamente con mis raíces hispanas, había una cuestión de lealtad inicial. En lo filosófico, teológico más bien, el protestantismo me dejaba todo a mi interpretación. Eso me parecía lo más peligroso que me podía pasar. Ya estaba harto de mis ideas, planes, gustos, de esa suerte de reverencia al YO, había llegado el momento de escuchar y aprender, de obedecer.

Por otra parte vivo en EE.UU, donde el protestantismo tiene más peso. Empezar por ese lado me olía a cobardía, es decir “ir por el lado donde iba a tener más aprobación y todo me iba a ser más cómodo”. No me sentía bien con eso. Por lo menos debía empezar por aquello que parecía más difícil y que parecía que me iba a complicar la vida.

En la Iglesia Católica, aún dentro de sus múltiples carismas, veía unidad frente a la gran dispersión en el protestantismo…¿En qué medida no le encajaba tanta división y tantas iglesias protestantes?

La división del protestantismo también era otro tema. ¿Cómo podría unirme a algo que no se pone de acuerdo? ¿A cuál de todas las ramas de protestantismo me uniría? ¿Y cuánto tiempo tardaría yo mismo en crear mi propia rama?. No mucho, conociéndome como me conocía hasta entonces. Por otro lado la Iglesia Católica tenía muchas órdenes dentro de sí, pero era una sola.

Debo decir que ahora, católico, y más informado sobre la Iglesia me duelen las divisiones actuales, que aunque no son cismas suelen parecerlo. Es algo con lo que lucho internamente.

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24.07.23

Horacio Fernando Giusto analiza en profundidad El libro negro del Ecologismo

Horacio Fernando Giusto Vaudagna. Docente en Lic. de Filosofía (IEX – Ecuador). Diplomatura en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino. Certificación de IEX – Ecuador, con aval de la Universidad Católica de Nueva España, en “Introducción a la Filosofía”, “filosofía medieval,” “Lógica y Pensamiento Crítico” y “Gnoseología”. Autor del libro “El conservadurismo en 10 reflexiones” y “El libro negro del ecologismo”. Conferencista internacional y ensayista. Director del medio periodístico independiente “La Resistencia Radio”.

¿Por qué un trabajo titulado El libro negro del Ecologismo?

La presente obra es una continuación de aquella tradición que surge primero con “El libro negro del comunismo” y luego siguieron Agustín Laje y Nicolás Márquez con su obra “El libro negro de la nueva izquierda”. En este sentido, “El libro negro del ecologismo” expone tanto una crítica a la hegemonía progresista como al metacapitalismo que se protege políticamente bajo el poder de organismos internacionales.

Para comprender la tesis principal vale considerar a Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en “Hegemonía y estrategia socialista”, publicada en el año 1985, que sostienen: “la nueva izquierda tiene que hegemonizar nuevos sujetos de la revolución que ya no necesariamente tengan que ver con el problema económico, pues es precisamente esta área en la cual la izquierda ha perdido terreno”. Tal como bien expone el gran pensador Pablo Muñoz Iturrieta quien prologa el Libro Negro del Ecologismo: “El ecologismo se ubica dentro de un marco ideológico que poco tiene que ver con la ciencia y mucho que ver con la renovación y recreación de la nueva izquierda, la que a su vez es usada como la mano de obra barata del poder financiero internacional, que en definitiva son quienes realmente gobiernan este mundo y en ese programa de reingeniería social buscan controlar la población, eliminar a los pobres (en vez de ofrecerles una solución y salida a su pobreza) y limitar el número de nacimientos para que en un mundo automatizado no exista ninguna persona “de más”.”

Por ello es que resultó prudente seguir con la tradición de exponer todo lo oscuro que hay en una izquierda que se ofrece al mundo como una nueva religión salvífica.

¿Dónde está la negrura de esta ideología verde?

Lo irónico es que antes de hablar de lo “negro” del libro, debería hablarse de lo “rojo”; de hecho, el libro menciona que el ecologista es similar a una sandía en tanto que verde por fuera mientras rojo por dentro. Bien se marca que el movimiento ecologista es, en esencia, un movimiento político-cultural que se consolidó en la agenda pública de los países de Primer Mundo durante la década de 1960, con autores como la bióloga marina Rachel Carson, en Estados Unidos, quien publicara en 1962 su obra culmine: “La primavera silenciosa”; el entomólogo Paul Ehrlich, cuyo best seller “The population bomb”, publicado en 1968, lo lanzara a la fama en la misma década; el ex-candidato presidencial estadounidense Barry Commoner; el profesor del MIT, Dennis Meadows; el ecólogo Garrett Hardin, o el padre de la ecología política francesa, André Gorz –sobre quienes volveremos más adelante-, entre otros.

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23.07.23

José Luis Gadea y Magüi Gálvez hablan del Proyecto Amor Conyugal

Entrevistamos a este matrimonio que nos habla de su vocación y misión en este apostolado desde sus comienzos.

¿Qué supuso para usted y su esposa peregrinar a Fátima?

Tuvimos lo que llamamos nosotros la “experiencia de conversión” en Fátima en 2002, que fue la primera gran sorpresa. Desde entonces hemos vivido sorpresa tras sorpresa: En nuestro camino espiritual, porque Dios te sorprende siempre, Él es muy grande y según le vas descubriendo te vas admirando más y más; en nuestro camino matrimonial porque hemos pasado de creer que nuestro matrimonio no tenía solución a ir descubriendo paso a paso la grandeza del matrimonio, ir enamorándonos cada vez más el uno del otro; y finalmente con esta misión de Proyecto Amor Conyugal, que nos sobrepasa y nos conmueve cada día.

¿Qué tipo de llamado recibieron?

Fue una experiencia profunda de oración con Ntra. Madre de Fátima, que vivimos los dos casi a la vez, pero por separado. La Virgen nos transmitió que nuestra vida iba a cambiar y también que nos encomendaba una misión para el matrimonio y la familia. Inocentemente, pensábamos que ese cambio y esa misión habían llegado cuando empezamos a dar prematrimoniales en nuestra parroquia. Luego llegó todo esto de Proyecto Amor Conyugal y no para de admirarnos.

¿Cómo lo fueron llevando a cabo?

No podemos decir que lo hayamos llevado a cabo nosotros. Nosotros no planificamos nada ni proyectamos nada. En honor a la verdad tenemos que decir que ha sido Ntra. Madre quien lo ha llevado a cabo y nosotros nos íbamos encontrando con las circunstancias adecuadas para que ocurriese Su plan. Así por ejemplo, surgió el primer grupo de matrimonios a partir de los prematrimoniales que dábamos en una parroquia. Éramos tan solo tres matrimonios, pero como ellos querían profundizar, a nosotros nos obligaba a aprender sobre el matrimonio y la familia para poder darles los temas a ellos. De esa forma nos vimos obligados a formarnos sobre este misterio que es el sacramento del matrimonio. Providencialmente, buscando temas, dimos con la Familiaris Consortio de San Juan Pablo, y a través de ella, con las catequesis del Amor Humano que él promulgó en las audiencias de los miércoles entre los años 1979 y 1984. Fue ahí, en esas catequesis, donde encontramos algo diferente, algo especial que no habíamos encontrado en ningún otro autor.

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22.07.23

Isabel Joly Amat, presidenta de la Fundación Pro Vida de Cataluña, analiza la labor de esta institución

Isabel Joly Amat. Es la pequeña de 10 hermanos, casada, madre de 4 hijos y abuela de 4 nietos, por el momento. Nacida en Terrassa, estudió en el colegio Canigó de Barcelona. Licenciada en Farmacia por la Universidad de Barcelona, Facultad de Farmacia, especialidad Bioquímica Clínica (1981-1986) Investigación predoctoral en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Farmacia, Universidad de Barcelona (1987-1992) Postgrado en Matrimonio y Familia, Instituto de Estudios Superiores de la Familia, Universidad Internacional de Catalunya (2011/2012) Diplomada en Ciencia y Fe en diálogo I y II, Facultad de Teología, Universidad de Barcelona (2013-2015).

Inició el voluntariado en la Fundación Pro Vida de Cataluña en el año 1999 y entró a formar parte del órgano de gobierno en el año 2005 como miembro vocal del patronato. Posteriormente, en el 2015, fue nombrada patrona delegada y desde hace un año, en marzo del 2022, es la presidenta ejecutiva de la entidad.

¿Cómo se fue involucrando en la lucha a favor de la vida?

Crecí escuchando el mensaje provida en casa, en boca de mis padres. Mi padre era miembro del patronato de la Fundación Pro Vida de Cataluña y dedicaba parte de su tiempo libre a ayudar de forma voluntaria.

Estudiar la carrera de Farmacia me ofreció la oportunidad de entender y admirar, desde la perspectiva de la biología, el milagro de la vida humana y su maravilloso proceso natural de formación y desarrollo y me proporcionó argumentos científicos para defender que la vida comienza en el momento de la concepción.

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20.07.23

Juan Carlos Monedero analiza Sound of Freedom, fuerte denuncia a una de las mayores lacras de hoy

Juan Carlos Monedero es licenciado en Filosofía por la Universidad del norte Santo Tomás de Aquino. Escritor. Argentino. Autor de 4 libros. Docente y padre de dos hijos. Está preparando su siguiente libro titulado “Manual de maniobras para los combates culturales".

¿Cómo valora la película “Sound of Freedom”? ¿Cuál es su relevancia por los temas que denuncia?

Es única en su género. Retrata de manera muy frontal una problemática que, en el mejor de los casos, otras producciones toman como una ficción: se han filmado películas donde un personaje de acción irreal enfrenta distintos peligros para salvar niños… pero aquí es la historia real de Tim Ballard, su heroísmo (pues él va más allá de su deber) y la compleja red de complicidades y omisiones que hace posible esta organización criminal que es el tráfico sexual de infantes.

Sin duda estamos ante un filme que hace y que hará mucho bien. Primero, porque alertará a los padres a que estén más atentos sobre los lugares a los que llevan a sus hijos. Segundo, porque nos ilustra sobre un sub-mundo respecto del cual nuestra comodidad burguesa nos invita a ignorar una y otra vez. Es muy saludable que esta faceta del crimen organizado -poco conocida porque poco se habla de ella- quede expuesta y totalmente al desnudo.

Destaca usted, en un artículo de su autoría que ha publicado recientemente en su sitio web, que -por duro que sea el tema- es tratado con mucho pudor, algo que es de agradecer…

Sí, me pareció importante porque son demasiadas las producciones audiovisuales (películas, series) que ofenden la dignidad –particularmente la dignidad sexual- de las personas, al exponer su secreto. Su cuerpo es su secreto. Y lo cierto es que un secreto que todo el mundo sabe pierde sentido. Así, por ejemplo, cuando un cuerpo femenino desnudo se convierte en algo que cualquiera puede ver por menos de 1 dólar (que es lo que cuesta una conexión a internet en un local) pierde totalmente su valor -incluso su valor simbólico, ese que nos deslumbra- y queda reducido a un mero “trozo de carne”. Afortunadamente, Sound of Freedom ha logrado recrear la oscura atmósfera del tráfico sexual sin ofender la dignidad de sus actores, que por supuesto son niños. En efecto, hay una gran cantidad de niños que actúan a lo largo de toda la película.

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