Pérez Galicia analiza la obra del inquisidor Fray Diego de Deza, mediador entre Colón y los Reyes Católicos
Guillermo Carlos Pérez Galicia (Salamanca, 1984), es Doctor en Filología Clásica por las Universidades de Salamanca y Valladolid, refrendado Doctor Internacional por las Universidades Federico II de Nápoles, Von Humboldt de Berlín y Paul Valéry de Montpellier.
Familiarizado con el mundo académico y de la investigación por su mentor, el célebre helenista Antonio López Eire (de quien fue el último discípulo), y con el mundo empresarial por la dedicación de su padre y abuelo paterno (en especial del sector vitivinícola y alimentario) e iniciado en la afición genealógica por su padre (G. Pérez Villanueva, del linaje de los Condes de Albarreal y marqueses de Villalba y Peramán), ha sido entrevistado en varios programas televisivos a nivel regional, nacional e internacional. Habla nueve idiomas y ha enseñado varios de ellos y pronunciado conferencias y ponencias en varios congresos, seminarios y actividades de difusión en España y en el extranjero.
Además de tribunal de oposiciones en secundaria y fundador de una plataforma por su transparencia en oposiciones a la función pública, ha sido evaluador de diversas revistas académicas. Es jefe del departamento de Latín del IES Adaja (Arévalo) e investigador i+D del grupo de investigación en gastrónomos y dietistas de la Antigüedad de la Universidad de Oviedo. Tiene en su haber un buen número de libros, artículos y publicaciones propias y con otros autores (especializadas, interdisciplinares y de divulgación); y continúa trabajando en diversas investigaciones transversales junto con especialistas de otras ramas. El último de sus libros es España: esencia y origen.
Expresidente y uno de los refundadores de la Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas (AET), es desde hace tres años presidente de la Asociación Cultural Beatriz Galindo «la Latina» de Salamanca.
¿Por qué es importante celebrar el 500 aniversario de la muerte de Fray Diego de Deza?
Porque sin él no existirían la mayor parte de los actuales pobladores de América ni buena parte de los de España. Ni tampoco la Iglesia Católica ni Monarquía Hispánica habrían llegado a ser lo que han sido, ni se habría producido jamás eso que llaman Revolución Científica.
Háblenos de su etapa como prior del convento dominico de San Esteban…
Existe ahora una polémica acerca de si fue o no fue prior de San Esteban, en la que no nos interesa entrar, porque nos parece irrelevante para la labor que él realizó. En cualquier caso, para esa etapa de la que me preguntas, durante los más de catorce años que residió en el convento, llegó a ser doctor y elegido como catedrático de la Universidad de Salamanca, siendo pionero en los mayores logros que ésta y otras universidades iban a conseguir.
Ciertamente fue profesor insigne de Teología en la Universidad de Salamanca…
En efecto, no sólo eso, sino que fue elegido por unanimidad catedrático de Prima de Teología, la cátedra más importante de la época. Y en una época donde el acceso a ese tipo de cargos pesaba más el mérito que en nuestra época, tan frecuentemente sujeto a prevaricaciones.
Además, Deza es el primero en introducir la Suma Teológica de Santo Tomás como obra de referencia durante sus lecciones y abre camino así a su discípulo Francisco de Vitoria, quien lo va a convertir en libro de texto de la Universidad.
Pero no sólo fue importante para Salamanca y su universidad, sino también para otras ciudades e instituciones universitarias. Por ejemplo, es de quienes sientan los cimientos de lo que luego sería la Universidad de Sevilla, mediante la creación del Colegio de Santo Tomás. Y es el fundador del Colegio de San Gregorio de Valladolid.