Santiago López, Samlo, un artista que pretende llegar al Cielo dibujando y seguir dibujando en él
Santiago María López mejor conocido como Samlo en el mundo de las comunicaciones y las redes sociales, es un director creativo, ilustrador y comunicador católico que actualmente vive en España y que ha trabajado con influencers y celebridades de renombre tales como Yes Theory, Jordan Taylor Wright, Will Smith y Charlie “Rocket” Habaley, entre otros. También ha creado contenido para marcas reconocidas tales como Headspace Studios, Mc Donalds, Coca Cola, Blue Sky Studios y Marvel, entre otros. El ilustrador ejerce como director creativo en distintos proyectos de la mano de distintas empresas, se dedica a compartir contenidos de fe en redes sociales, trabaja en el área de comunicaciones de la Asociación Hogar de María y desarrolla labores sociales en donde ayuda niños en situaciones desfavorables a través de su arte y la creatividad.
Usted tenía una “vida normal” como cualquier joven, con novia, amigos, pero no terminaba de estar bien consigo mismo…
No estaba haciendo lo que quería hacer y lo sabía desde el principio: Siempre supe que el talento del dibujo me lo habían dado para algo y siempre quise dedicarme a ello pero, en Argentina que es donde he nacido, no era posible. Con 18 años había comenzado a estudiar el grado de arquitectura en la Universidad de Buenos Aires y, desde el minuto cero, sabía que por ahí no iba mi camino. No estaba a gusto con mi realidad ni disfrutaba mi vida diaria. Necesitaba urgentemente cambiar el rumbo porque no iba a terminar nada bien aquello.
¿Por qué al no vivir con Dios a su lado es más difícil estar centrado en lo importante?
Cuando no le damos espacio a Dios en nuestras vidas, nuestra vida termina careciendo de sentido. Al fin y al cabo, todo lo que nos rodea, incluso las personas, tienen un fin. Nada puede “saciarnos” o “llenarnos” de modo infinito. Todo dura poco o relativamente poco y cuando depositamos toda nuestra vida en lo finito y en lo banal, nos perdemos. No porque sean cosas malas, sino porque carecen de plenitud y tienen sus limitaciones. Ocurre lo mismo con las personas: por eso nos encontramos con tanto desamor y rupturas…porque las relaciones de hoy se terminan centrando en el otro y no en un “caminar” con el otro. Por lo tanto, dentro de mi corta experiencia y humilde opinión, cuando uno aparta a Dios de su vida cotidiana y se centra en lo que le rodea, termina perdiéndose en el camino. Dios nos complementa y empapa de sentido todo lo que nos ocurre en nuestra vida. Dios te dice: tú solo/a no puedes pero juntos lo podemos todo. Además de que siempre nos está esperando a que le busquemos. Siempre está ahí, esperando en silencio.