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7.11.23

El P. Christian Díaz Yepes habla de su libro Bajamar, canto a la necesidad de sentido y trascendencia

P. Christian Díaz Yepes. Nace en Caracas, Venezuela, en 1980. Ganador en Venezuela de los concursos Nacionales de Poesía Juvenil de la Casa de la Poesía y el Ateneo de Caracas en 1996.

Publicó su primer libro de poesía, Las Ruedas, a la edad de 19 años, después de que resultara ganador del Concurso de nuevos autores hispanoamericanos de Monte Ávila Editores Latinoamericana en 1999. Publicó el libro Una Barca bajo el sello de la Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello de Venezuela en el año 2004. Publicó el libro Aquedah, en Caracas, 2014.

Ha colaborado con diversas publicaciones dentro y fuera de su Venezuela y España, tales como la Revista Nacional de Cultura, la revista “Ateneo” en Venezuela y las revistas Gens, Sophia y Clan-Destino en Italia. Ha sido invitado a recitar su poesía en eventos como el Festival Mundial de la Poesía y la Semana Internacional de la Poesía de Caracas, la Bienal Mariano Picón Salas de Mérida, el Museo de Arte Contemporáneo y el Festival Atempo de Caracas, así como en el Festival de Culturas Contemporáneas en Sión, Suiza, y en el Centro Internacional de Castelgandolfo, Italia. En 2010 recitó parte de su poesía en el Aula Pablo VI del Vaticano, ante un público de más de siete mil personas, además de múltiples transmisiones en el mundo entero. Su poesía ha sido traducida al árabe, inglés e italiano y ha sido compilada en diversas antologías.

Es sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, donde sirve como Capellán de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense. También es profesor de Teología en Venezuela y articulista en el periódico La Razón.

En esta ocasión le entrevistamos acerca de su libro Bajamar, compuesto por poemas independientes, puede leerse como un único canto a la necesidad de sentido y trascendencia. La intimidad del mar, que se descubre con asombro y esperanza, es la metáfora que guía al lector a conocerse a sí mismo a la luz de aquello que las palabras no expresan. El autor vuelve a cautivarnos con su tono místico y gozoso, velando y esclareciendo la realidad que nos compone y nos supera. Un libro que no deja indiferente a nadie ni en su conjunto ni en cada una de sus partes. Así continúa el recorrido de los libros previos del autor, Una barca, Aquedah y La noche y el deseo, en esa exploración de la hondura del ser y del existir.

¿Por qué un libro de poesías sobre el mar?

En verdad, yo nunca he escrito uno o varios libros de poesía, aunque aparezcan publicados así. Lo que intento siempre es escribir un poema, un solo canto, compuesto por muchos poemas, epígrafes y apartados independientes que van relacionándose entre sí, abriendo dimensiones y conformando un único conjunto. Aunque esto no obsta para que también su contenido pueda leerse como poemas independientes, cada uno con un sentido, unidad temática y ritmo propio. El jugar con estos elementos estructurales es una de las posibilidades más fascinantes del género poético, tanto para el compositor como para el lector u oyente.

En anteriores obras como Una barca, ya está presente esa atracción por el mar…

Efectivamente, el mar suele ser una imagen muy recurrente en mi obra poética. Al contrario de lo que se pueda pensar, yo no soy hombre de mar; en cambio sí de montañas. Pero, como digo, la potencia simbólica y evocadora del mar siempre me ha cautivado y aparece con frecuencia en mis versos. Bajamar nació de una experiencia de contraste. Fue en mi ciudad de origen, Caracas, hace doce años. Allí estábamos viviendo los embates políticos y sociales que estaban llevando a Venezuela a su peor tragedia histórica. Uno de los países más bendecidos por la Providencia, tanto en recursos naturales como en la profunda fe y el sentido de excelencia de su gente, se estaba viendo asolado por las consecuencias de una ideología antihumanista que parecía arrasar con todo. Entonces coincidió con que vine a vivir a España y conocí la costa gallega. Una mañana, mi amigo y antiguo profesor de literatura, José Javier Míguez Rego, me llevó a ver la bajamar. Ese fue un fenómeno que yo nunca hubiera imaginado. El mío es un país con un millar de kilómetros de costa del Caribe, un mar exuberante y siempre abundante. Nunca se nos ocurriría pensar que se puede retirar y dejar al desnudo su profundidad. Al caminar cientos de pasos por el lecho del mar sin lograr atisbar donde se había marchado, relacioné todo lo que estábamos viviendo como venezolanos. Es como si el mar, por muy difícil de creer que sea para nosotros, se hubiera retirado y dejado solo sequedad y desierto. Entonces sentí de la necesidad de explorar esa metáfora, y la mejor forma era empezar a componer este gran poema.

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6.11.23

P. Doñoro: «Los pobres nos llevan al cielo». Conozca el Hogar Nazaret y sus necesidades

Ignacio María Doñoro de los Ríos. Licenciado en Teología Dogmática, fue ordenado presbítero en 1989. Siete años más tarde ingresó en el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas como capellán, donde participó en misiones especiales de ayuda humanitaria internacional en Bosnia y Kosovo. En julio de 2001 fue destinado como capellán a la Comandancia de la Guardia Civil de Inchaurrondo, donde permaneció durante varios años. Tras haber fundado una ONG para salvar a niños en riesgo de extrema pobreza, abrió casas de rescate en Tánger, Mozambique, Colombia, El Salvador y otros países, hasta que en 2011 decidió pedir la excedencia para irse con los más pobres de los pobres. Desde hace unos años vive en la selva del Amazonas, en Perú, donde sigue rescatando de situaciones límite a niños y adolescentes.

¿Cuáles son las principales necesidades que tiene actualmente el Hogar Nazaret?

Son las mismas necesidades que puede tener cualquier niño: comida, vestido, educación y, sobre todo, hambre de muchísimo amor. Por eso procuramos que cada niño sepa lo importante e imprescindible que es, que sienta que sin él el Hogar Nazaret no es lo mismo.

En cada niño está Jesús y a cada uno le tengo que tratar como trataría al mismo Jesucristo si viniera a mi casa; bueno, en realidad, no como si viniera, porque verdaderamente es Jesús quien viene a mi casa en cada niño.

¿Por qué siguen siendo necesarios los apoyos para la continuidad del Hogar Nazaret?

Desde un principio, el Hogar Nazaret nació como una oportunidad para amar, para abrir el corazón, para pensar en los demás… No tiene detrás ninguna institución, no hay ninguna ONG ni una orden religiosa. Está abierto a cualquiera que desee amar a los últimos de la tierra y cumplir esas palabras de Jesús, que dice: «Lo que hicisteis con uno de estos, mis pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis»; «ven, bendito de mi Padre… porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber…».

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2.11.23

La periodista Mamela Fiallo analiza la película Barbie como experimento de ingeniería social

La periodista Mamela Fiallo Flor compagina actualmente su labor como columnista con su actividad como profesora de lengua e historia.

Emprendió una campaña denominada Femenina Sí, feminista no. No la creó, solo la popularizó en español. Busca dejar en claro que estar contra el feminismo no es estar en contra de la mujer. Por el contrario, es defenderla, amar serla y sobre todo no antagonizar con el varón sino inspirarlo a ser el héroe que siempre ha sido y podría volver a ser. Tras ver Oppenheimer hizo un vídeo sobre el hecho que las bombas atómicas fueron arrojadas sobre la población católica de Japón y de paso habló sobre los milagros que allí sucedieron.

¿Se podría considerar Barbie una película woke?

Desde el principio, cuando aparecen las niñas destruyendo muñecas como símbolo de “liberación” contra la maternidad, el mensaje es claro. Barbie, según su retórica, le permite a la mujer “lo que ella quiera ser”. Sin embargo, se choca con la realidad y permite una crítica constructiva. Pero es innegable que cómo retrata al hombre es un incómodo para el espectador. Es una especie de “rebranding” del feminismo que permite a la mujer vestirse de rosado, ser femenina, mientras intenta compaginarlo con una ideología que lucha contra la naturaleza de la mujer. Es decir, busca diferenciarse del “feminismo radical” y se extiende a un público más amplio, desde la nostalgia del pasado (sobre todo de la niñez) para promocionar una ideología que se ha tornado cada vez más extremista y apologista de lo feo de una forma más digerible.

Por un lado parece una apología del feminismo, pero ¿considera que a la vez acaba siendo una parodia?

La película tiene elementos rescatables. Por un lado, muestra como algo natural que la mujer quiera ser cortejada y que el hombre ocupe un lugar de liderazgo. A la par, muestra cómo para imponer el feminismo es necesario adoctrinar a las mujeres, como sucede con las barbies. Sin embargo, es ineludible que la figura masculina, sobre todo representada por el único papá que aparece en la película, es ninguneado, nada menos que por su hija y esposa. Considero que la labor de Ken como personaje, y del actor que lo representa, expone desde la sátira al punto que ha llegado el feminismo y cómo causa rechazo en la sociedad. Pero hay un trasfondo que insiste en que es necesario.

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José María Zavala: “Jesús de Nazaret sigue siendo hoy, 2023 años después, un gran desconocido”

José María Zavala es periodista, historiador, cineasta y autor de referencia de la divulgación histórica en España. Miembro de la Real Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, es Caballero de la Orden de Calatrava La Vieja y está en posesión de la Cruz de Plata con distintivo rojo.

Colabora en el diario La Razón y con Iker Jiménez en Cuarto Milenio. Resultado de sus investigaciones en los archivos y en la documentación de la Casa de Borbón, ha publicado libros tan importantes como Dos infantes y un destino, La maldición de los Borbones, Bastardos y Borbones o Infantas. Otras de sus obras de referencia son: El Santo, la biografía del Padre Pío, El secreto mejor guardado de Fátima o Medjugorje, que han merecido numerosas reimpresiones.

Ha dirigido y escrito seis películas estrenadas con gran éxito en más de veinte países: El misterio del Padre Pío (2018), Renacidos (2019), Wojtyla. La investigación (2020), Amanece en Calcuta (2021), El Cielo no puede esperar (2023) y El latido del Cielo (2023).

Le entrevistamos sobre su reciente libro Últimas noticias de Jesús, del que la editorial Espasa ha lanzado ya la segunda edición y el libro está ya entre los más vendidos en Amazon, El Corte Inglés y la Casa del Libro.

¿Por qué era necesario que hoy en el siglo XXI tengamos nuevas noticias de Jesús?

Aunque parezca mentira, Jesús de Nazaret sigue siendo hoy, 2023 años después, un gran desconocido. Y sin embargo, es el personaje más relevante de la Historia, tanto si se cree en él como hombre de carne y hueso, como si se le considera también Dios. El libro que acabo de publicar está dirigido así a todos los públicos. Cualquiera que quiera conocer la verdad sobre Jesús de Nazaret puede leerlo sin prejuicios y con un anhelo sincero de conocer la verdad histórica a la luz de los últimos descubrimientos arqueológicos que resultan sorprendentes.

¿Por qué usted considera que se equivocan grandemente los que piensan que la historia no es tan importante como la teología a la hora de abordar la majestuosa figura de Jesús de Nazaret?

La fe y la ciencia deben ir juntas de la mano por la sencilla razón de que se complementan. El caso de Jesús de Nazaret es paradigmático. Gracias a la arqueología conocemos las pruebas fehacientes de que Poncio Pilato o el sumo sacerdote Caifás existieron, lo cual ratifica a su vez la veracidad de los Evangelios y refuerza si cabe aún más la historicidad de Jesús. Por desgracia, durante demasiado tiempo –hasta el último tercio del siglo XVIII nada menos- no se había abordado la crítica bíblica. Fue Reimarus, catedrático alemán de lenguas orientales, el pionero de la crítica bíblica.

Incluso para saber más detalles de nuestro Salvador también es importante servirnos de otras ciencias como la arqueología. ¿Cuáles han sido los últimos hallazgos al respecto?

En Getsemaní (en hebreo Gat shemanim, “prensa de aceite” o “almazara”), un pequeño huerto situado en el valle del Cedrón, al este de Jerusalén, brotó de las mismas entrañas de la tierra en diciembre de 2020 una miqweh, es decir, uno de los escasísimos baños rituales judíos datados en el siglo primero.

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1.11.23

Ciudad esquizofrénica. Una reflexion sobre Halloween

Compartimos por su interés una interesante reflexión sobre Halloween a cargo de Anacleto González Flores:

Cada año nos sorprendemos en estas fechas cuando nos percatamos de la antelación con la que se empieza a vestir nuestra ciudad con las luces de Navidad. Quedan siempre más de dos meses para conmemorar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo cuando ya se pueden ver algunas calles de Barcelona engalanadas con lucecitas de diferentes formas, tamaños y colores – unas más elegantes y armónicas, otras más estroboscópicas y epilépticas -. A pesar de expresar nuestro sentimiento de sorpresa, el hecho de que se embellezca nuestra ciudad por este motivo, no nos suscita desasosiego de ninguna clase, ni nos enturbia el corazón, ni tiene implicaciones negativas más allá de aquel que manifiesta dócilmente: “Ya podrían invertir ese dinero en las pensiones de nuestros mayores!".

No le falta razón al que quiere que se le dé una justa retribución al anciano necesitado, pero hay un matiz tan sustancial como insoslayable, y es que eso nunca debe ocurrir a costa de dejar de dar gloria a nuestro Salvador. La Navidad, el nacimiento de Jesús de Nazaret, nos vincula – tengamos fe o no – con nuestra tradición. Una tradición que implica un mensaje claro, bueno, bello y verdadero. Ese Evangelio, el cual se puede llegar a resumir en un solo versículo “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 13,34). Hallamos en él, el ejemplo ideal del amor, al que nada ni nadie se puede comparar. “Solo tú eres Santo” decimos en el Credo, el único no pecador - con el permiso de Nuestra Señora - de toda la historia de la humanidad. Aquel que se encarnó para posteriormente entregar su vida para nuestra redención, clavado en una cruz después de recibir todo tipo de humillaciones. Hallamos en Jesucristo las claves para entender lo que es el amor (entrega sacrificada, sufrida, para siempre y sin esperar nada a cambio), el significado y práctica del perdón (siempre y para con todos sin excusarnos por las circunstancias), el sentido del sufrimiento humano (entendiendo y esperando que todos nuestros sufrimientos serán compensados una vez muramos con la visión beatífica de Dios).

Pues mientras dirigimos nuestra mirada a ese niño Dios rodeado de armonía, de paz, de esperanza, de cercanía, de ternura y de Verdad, algo sucede en nuestra ciudad simultáneamente. De manera absolutamente penosa e irracional, hemos marcado e incluido en nuestro calendario una fecha para ‘’celebrar'’ un rito explícitamente satánico. Ahora muchos dirán “¡Hala! ¿Pero qué dices exagerado?”. Bien, cabe apostillar una cosa de antemano, y es lo siguiente. Cuando no se tiene conocimiento de algo, cuando no se han reflexionado los datos de manera concienzuda, cuando no se ha buscado información ni se ha indagado lo más mínimo, cuando todo nuestro juicio sobre algo se encuentre fundado en una mera impresión, en un pálpito que bebe de un instinto, en un sentimiento pasajero, o en una percepción subjetiva, eso no nos da ningún tipo de derecho a emitir una opinión.

Principalmente porque el error no tiene derechos, y además, que no se sepa algo, que no se conciba como verdadero o posible, no quiere decir que no sea verdadero. Retomemos la cuestión: celebración de un rito explícitamente satánico. De un tiempo a esta parte hemos adoptado el festejo que tiene su génesis en una burla a la festividad de Todos los Santos (esas personas que vivieron imitando al niño Dios del principio, aquel que amalgamaba todos las virtudes en grado infinito). Todos los Santos sabemos que se celebra el día 1 de noviembre, pues bien, para el 31 de octubre la gente tiene decorada sus casas con calabazas endemoniadas, telarañas, arañas, unos se disfrazan de monstruos, otros de zombies, y las pobres muchachas que padecen daddy issues en su grado sumo, en no pocas ocasiones se disfrazan de monjas con crucifijos invertidos, etc. Podría seguir pero la náusea me redirige al orden y pasaré muy por encima, de puntillas y velozmente al describir tan escabroso aquelarre. 

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