El rosario como escala celestial. Profetismo, sacerdocio y realeza. Análisis de Dionisio Romero
Dionisio Romero es en la actualidad profesor de Prácticas de Realización Cinematográfica en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia. Ha escrito seis libros, entre ellos Kaligandaki; un viaje andando al Tibet y premio Nacional de Poesía José Hierro o el último “Naturaleza Intangible; textos para los que resisten y recuerdan” . Como director de documentales su último trabajo es “Sagrado mantel de Coria: testigo de un acontecimiento que cambiaría el mundo” y anteriormente “Felix Rodríguez de la Fuente; Vida y obra” para TVE.
¿Por qué decidió escribir un libro sobre el rosario como escala celestial?
En principio me animaron unos amigos recién llegados a la Iglesia Católica, a que escribiese las observaciones y meditaciones que sobre el rosario había ido desarrollando y que a ellos les resultaron motivadoras. El libro fue apareciendo en el proceso de su escritura, en una suerte de engarzamiento de temas, que ya manifiesta la consistencia y riqueza de esta práctica. Es siempre un motivo de inspiración confirmar la coherencia de la doctrina, donde cada aspecto particular resuena en una visión de conjunto.
La idea de escala, que hunde sus raíces espirituales en el sueño de Jacob, nos da a su vez, una imagen fecunda de la unión del cielo y la tierra, imagen que para Cirilo de Alejandría y otros padres, se encarna en Jesús.
La escala hace alusión al movimiento ascendente de las potencias del alma y al descenso de las gracias, dado que el cristianismo ni es solo una metodología, ni participa de la visión gnóstica de la auto-realización, nada somos sin esa irrupción de la Gracia en nuestras vidas. En otro sentido, por completar un poco más la imagen, una escala se representa como un itinerario, donde cada peldaño o parada del viaje, nos lleva a otro estado, así Benedicto XVI nos señalaba en un escrito sobre la santa escala de Juan Clímaco: “Para mí es particularmente importante el hecho de que el culmen de la escala, los últimos peldaños sean al mismo tiempo las virtudes fundamentales, iniciales, más sencillas: la fe, la esperanza y la caridad”. Recordemos que el rosario se inicia con el misterio de la Anunciación y en quince escenas nos adentramos en el misterio de la Coronación. Este viaje es lo que nos promete y dona el rosario. No hay peregrinación más audaz, más hermosa y comprometida que este viaje de la mente al corazón de nuestro ser, al núcleo donde se ha impreso, como un sello, nuestra imagen divina.
¿Por qué en esta oración esta muy presente la revelación y la Tradición?
En todo lo bueno que existe en nuestra fe católica, la revelación y la tradición son inseparables, este es el fundamento de la doctrina y de la Iglesia. Por eso hay que desconfiar de aquello que no tenga impreso este doble testigo. En el rosario se hace un recorrido esencial de la revelación de Cristo, y este desvelamiento lo hacemos desde la autoridad y maestría de la Virgen María. Ella nos habla en cada misterio, nos invita a entrar en su intimidad para transformarnos en y con Jesús.
Con el rosario, pasa como con la Santa Misa, para ayudarnos a su eficacia sagrada, a su correcta teosis, la tradición lo ha ido modelando con una forma y con un método perfecto. Todo en el rosario transmite y comunica esta coherencia, esta resonancia de significados y secretos. Precisamente, mostrar esta riqueza, fue el motivo central de escribir el libro, dado que no siempre los católicos toman conciencia de su belleza y su potencial.