Javier Barraycoa: “El globalismo busca liquidar a España como referente cultural, político y espiritual”
Un año más la asociación Somatemps organiza su congreso anual de “Catalanidad hispánica”. Esta asociación nos tiene acostumbrados a este evento que resulta una bocanada de aire fresco para una sociedad dominada por la corrección política y por el nacionalismo. Este año se nos presenta con el estimulante título: “El Globalismo contra Cataluña; Cataluña contra el Globalismo”. Entrevistamos a Javier Barraycoa, presidente de la Asociación, que nos desgrana las claves del Congreso que se celebrará el 1 y 2 de julio en Barcelona.
Ocho Congresos es un buen récord para una sociedad tan empobrecida culturalmente como la catalana.
Sí, empezamos en Ripoll, considerada la cuna de Cataluña por su magnífico Monasterio. Quisimos emular lo que fue la reconquista catalana por lo cual elegimos aquella población. Ciertamente es muy duro el combate cultural en Cataluña, pero es imprescindible para domeñar al separatismo. No puede darse una acción política efectiva si la población se limita a votar cada cuatro años. Tenemos que ganar las calles, las voluntades y las mentes. Y por eso emprendimos esta aventura que nos ha llevado por toda Cataluña. El esfuerzo vale la pena.
¿Por qué se han centrado este año en el globalismo?
La disolución de las patrias, uno de los objetivos del individualismo pasa por dos movimientos aparentemente contrarios: los movimientos secesionistas (en Hispanoamérica su equivalente es el indigenismo) y la imposición de diseños globalistas donde los Estados dejan de ser soberanos para convertirse en instrumentos de los grandes ingenieros sociales. Por eso, paradójicamente, aunque pueda parecer lo contrario el independentismo y el globalismo se complementan perfectamente.
¿Qué planes tiene el globalismo para España?
Si queremos ser tajantes, lo diré con una frase: liquidar a España como el referente cultural, político y espiritual que fue. Esta labor ya se inició hace siglos pero parece que por fin se está culminando. Podrá seguir existiendo una estructura administrativa llamada Estado español. Pero sin alma. Esta nos la están asesinando. Y un pueblo sin alma no puede existir. Por eso, podrán seguir habiendo españoles de DNI, pero no los descendientes de los protagonistas de las gestas que nos hicieron grandes.