García Herrería habla de su nueva newsletter, ámbito de reflexión para conocer la actualidad de la Iglesia

Javier García Herrería estudió Filosofía en la universidad de Navarra. Impartió clases de esta asignatura durante 17 años. Fue redactor de Omnes y actualmente colabora en InfoCatólica, Religión en Libertad y Mundo Cristiano. En esta entrevista nos habla de su nueva newsletter.

¿Por qué quiso dedicarse a la docencia y cómo fue su experiencia en estos años?

Porque ser profesor es una profesión decisiva para el futuro de la sociedad. Enseñé Filosofía durante 17 años en Bachillerato, una experiencia estupenda en la que disfruté y aprendí muchísimo con los alumnos.

¿Por qué decide clausurar su etapa como profesor?

Porque después de muchos años comprobé que muy pocos estudiantes se embarcaban en carreras profesionales que tuvieran un gran impacto social. Indudablemente toda profesión presta un servicio a la sociedad, pero algunas influyen mucho más a la hora de configurar la sociedad.

¿A qué tipo de profesiones se refiere concretamente?

Un profesor, un político, un periodista, un actor, etc. tienen una influencia enorme en comparación con un comercial, un abogado, un consultor o un ingeniero. Evidentemente hace falta gente buena en todos lados, pero si los creyentes no nos esforzamos por estar presentes en esos ámbitos, difícilmente daremos la vuelta a nuestra sociedad.

Como bien han puesto de relieve Quintana Paz y otros autores, los cristianos están perdiendo la batalla cultural, sobre todo, por incomparecencia en el espacio público.

Sin embargo la realidad es que muchos siguen por inercia el negocio familiar, las profesiones de sus padres o caminos profesionales más estables.

Efectivamente, así es. Ese es un camino fácil y seguro para tener una vida cómoda. Por esta razón, José María Torralba está hablando de nuevo de la influencia perniciosa del cristianismo burgués. Nos hace falta una audacia evangelizadora que nos sacuda la poltrona tibieza en la que vivimos. El cristianismo es arriesgado, requiere salir de la zona de confort.

Y que conste que entiendo que la mayoría de personas tiene que pensar en asegurar el futuro de su familia. Ahora bien, lo que yo he visto en los estudiantes es mucha más preocupación por tener una carrera profesional exitosa que un deseo real de cambiar la sociedad.

¿Por qué decidió a apostar por la creación de una newsletter?

Me pareció que dedicarme a la información religiosa era una forma de ayudar a la Iglesia y como vi que no existía un servicio que resumiera la actualidad de la Iglesia me animé a hacerlo. Los casi 3.000 lectores que reciben el boletín semanal son la prueba de que un producto así es demandado por mucha gente.

¿Qué tipo de contenido ofrece?

Dedico unas cuatro horas diarias a leer noticias sobre la Iglesia. Además de compartir los mejores artículos que veo, sintetizo las noticias de abusos, cristianofobia, moral sexual y otros temas de actualidad eclesial (el sínodo, la recepción de Fiducia supplicans, la situación de Alemania, etc.).

¿A qué público va destinado este tipo de artículos tan bien elaborados?

Interesa principalmente a los creyentes preocupados por la situación de la Iglesia. Calculo que el 10% de los lectores son sacerdotes. No la recomiendo para los creyentes que no suelen seguir la actualidad eclesial, pues las noticias muchas veces son negativas y a algunas personas les pesan más de la cuenta. En este sentido, creo que también es muy sano rezar por la Iglesia y tratar de santificarse en los quehaceres ordinarios sin seguir toda la actualidad.

¿En qué otros medios colabora?

Ahora mismo colaboro principalmente en InfoCatólica, Religión en Libertad y Mundo Cristiano, aunque puntualmente escribo en otros sitios.

¿Cómo es la responsabilidad de tener que abordar temas a menudo delicados?

Pones el dedo en la llaga. Este es, sin duda, el aspecto que más me preocupa. Soy consciente de la responsabilidad de poner el foco en unos temas y no en otros, pues se puede dar una visión real, pero parcial, completamente distinta. Normalmente las noticias de la Iglesia son como las de las compañías aéreas, se habla de los escándalos y los accidentes, no de todo lo que funciona y es positivo.

Por eso, la labor que realizan muchas webs catequéticas o de testimonios, las producciones audiovisuales de Zavala, Cotelo o Goya, me parecen muy positivas, pues muestran la labor más alegre y abundante de la Iglesia.

La gente se acostumbra a leer cosas cortas y le cuesta más entrar en artículos más densos…

De acuerdo, pero eso no es excusa para que los creyentes no aprendamos a evangelizar en un tweet o un vídeo de tik tok. Hay que adaptarse al medio y los cristianos tenemos el mejor mensaje que comunicar, una “buena nueva” verdaderamente liberadora para el hombre.

MERECE MUCHO LA PENA INSCRIBIRSE DE FORMA GRATUITA

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Por Javier Navascués