Mª Ángeles Almacellas habla de I Jornada de Análisis del Cine Católico que se celebra hoy en Madrid
Mª Ángeles Almacellas es directora de CinemaNet en Madrid y Vicepresidenta de SIGNIS-España. En esta entrevista analiza la I Jornada de Análisis del Cine Católico, que tendrá lugar hoy en Madrid, concretamente en el salón de actos de la Fundación CEU San Pablo.
¿Qué supone para ustedes organizar la I Jornada de Análisis del Cine Católico con directores, productores y distribuidores?
Se trata de una iniciativa pionera en España. Pensamos que un encuentro como este puede ser ocasión de reflexiones rigurosas sobre distintos aspectos de ese tipo de cine en España en la actualidad. Y solo eso ya sería muy bueno.
Pero, además, pretendemos poner en contacto a un buen número de directores, actores, productores, distribuidores… A partir de esas interrelaciones, pueden surgir sinergias y colaboraciones entre ellos. Muchos pequeños unidos pueden alcanzar la fuerza de los grandes.
¿Qué nos podría decir acerca del elenco de participantes?
En la «mesa redonda» estarán como ponentes Paula Ortiz, Pablo Moreno, Filomeno Martínez, Andrés Garrigó, Juan del Santo, Jesús García Sánchez Colomer, Pietro Ditano, José María Zavala y todavía pendiente de confirmación definitiva, Juan Manuel Cotelo.
En línea participarán también Lucía González Barandiarán y Paco Arango.
En la llamada Fila 0 de expertos, que entrarán en diálogo con los componentes de la mesa, muchos otros nombres de la industria del cine y críticos destacados, como Santos Blanco, Alfredo Panadero, Juan Jesús Cózar, Inés Zavala, Juan Carlos Londoño, Inmaculada Hoces, Juana Samanes, Juan Carlos Sánchez, Juan Orellana, Jerónimo José Martín…
Eso significa que contaremos con un elenco muy amplio de creadores de cine católico en España y también con críticos interesados en ese tipo de cine. O dicho de otro modo, críticos que no ignoran las películas de tipo religioso.
Hay que tener en cuenta que junto a CinemaNet, en en la organización del evento están también Signis-España, la Fundación cultural Cardenal Herrera Oria y el Observatorio Religioso del Instituto de Estudios de la Democracia del CEU. Es decir, son cuatro importantes vectores para hacer avanzar el interés porque ese ámbito de la cultura cinematográfica no quede silenciado.
¿Qué temas principales abordarán en las jornadas?
Son unas jornadas abiertas. Por tanto, se tratará de cualquier tema relacionado con el cine católico que consideren los ponentes.
Pero está claro que se hablará del desarrollo y expansión que ha tenido este tipo de cine en los últimos años y sus aspectos positivos y negativos, de su calidad cinematográfica, de posibles nuevas orientaciones, de colaboración entre productoras, etc.
¿Qué nos puede decir acerca de la calidad del cine católico actual?
No es fácil responder de forma tajante a esta pregunta, porque hay de todo, películas muy buenas, otras no tanto, algunas muy flojitas. Digamos que esto es lo normal en cualquier género cinematográfico. Pero, en todo caso, será bueno revisarlo y analizarlo, con vistas a mejorar la calidad.
Además, hay un detalle muy curioso, y es que muchísimo cine religioso que se está produciendo en España en este momento es cine documental. Hay que plantearse hacer más ficción. Llega a muchísima más gente.
¿Cuáles son las principales dificultades para introducirse en un mercado cada vez más competitivo?
El mundo del audiovisual es complejo, difícil, dominado en gran parte por majors, y por las grandes plataformas. No es fácil penetrar. Por ello, en primer lugar, es necesario aportar calidad, en segundo lugar poder sumar energías y colaboración para que las empresas tengan mucho mayor volumen y, en consecuencia, muchos más recursos, y, por tanto, mayor capacidad de acción, más publicidad, etc.
¿Por qué es tan difícil que este tipo de cine encuentre financiación?
Por lo mismo que no tenemos potentes editoriales de libros cuya base sean principios católicos, o cadenas de periódicos y de televisiones. Por otra parte, nuestras entidades (y en ellas incluyo a la propia Asociación CinemaNet) no pasamos de ser organizaciones pequeñas con escasos recursos.
Una gran parte de los cristianos, y en concreto personas que disponen de recursos económicos significativos, no se han dado cuenta, o no quieren darse, que estamos en una gran batalla cultural. La mayor parte del mundo no está en línea con principios cristianos. Luchamos a contracorriente. Y para ganar esta batalla hacen falta algunas cosas, pero también dinero. Poner dinero en las televisiones, en el cine, en las entidades sociales y culturales, en los medios de comunicación, en el teatro, en las editoriales, etc.
¿Por qué de este tipo de películas no informan los grandes medios o si informan, no lo hacen con respeto y objetividad?
Como le decía, nadamos a contracorriente y no solo se nos ignora, sino que estamos sometidos a la «cultura de la cancelación», de silenciarte. Pasa con el cine, pero también con los libros, conferencias de personas relevantes que se silencian, actos destacados que no logran una línea en los periódicos, etc.
Le pongo un ejemplo. Grandes actividades en favor de la familia y de la vida no hallan eco en los medios. Y, sin embargo, vea lo que ocurre con cualquier asunto relacionado con los LGTBI+
Igualmente el cine católico es ninguneado en los grandes premios y festivales, como si no existiera…
En efecto, así es. Y este es un asunto que considero debería ser tratado en profundidad en esta jornada.
Para concluir, ¿por qué merece la pena asistir a la jornada?
Para quienes forman parte de la industria del cine, ya lo hemos comentado, pero para el público en general, es conveniente conocer cómo está el cine católico y con qué dificultades se enfrenta constantemente. Estamos hablando de algo tan serio como es la libertad, de algo tan serio como es tratar de imponernos a todos el pensamiento único. Si yo no fuera católica o no fuera creyente, también estaría en la primera línea de combate en defensa de la libertad.
Pero, además, los asistentes conocerán a los protagonistas de este cine en España, a la mayoría de los cuales no conocen o, por lo menos, no en persona. Y podrán hacer aportaciones para sacarlo adelante en bien de todos, porque el cine, el buen cine en general y el buen cine católico en particular, es un instrumento formativo de primer orden. El buen cine, cuando es veraz y auténtico, no es manipulador, no impone, sino que expone, se dirige a la sensibilidad y a la razón, es arte que deleita y, al mismo tiempo, proporciona elementos de juicio. En definitiva, permítame que me repita, se mueve en el ámbito de la libertad. Por eso los censores de nuestro tiempo quieren silenciarlo.
INSCRIPCIÓN:
Por Javier Navascués
2 comentarios
Es posible, Mel Gibson lo está haciendo
la vida de San Pablo, en mi opinión, sería una excelente temática
como se desprendió de su viejo yo, y como nació en San Pablo; como decidió servir a la Palabra; como lloró tantas noches, por Aquel Valiente muchacho que tanto defendió a Su Maestro, y fue muerto apedreado; como empleo sus conocimientos en Servir a Su Señor
cualquier Justo; San Juan María Vianney, San Martín de Porres, San Felipe Neri, San Padre Pío..., Merecen una película de calidad, bien realizada, con respeto y Fe a Cristo
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