Inaceptables irreverencias contra la Virgen, ignorando su grandeza, desde la Pontificia Academia Mariana
Han pasado casi inadvertidas estos días las lamentables palabras del P. Stefano Cecchin, recién nombrado presidente de la Pontificia Academia Mariana. Lo siento mucho, pero en los momentos en los que estamos ya no se pueden pasar por alto lo que son insultos y desprecios gravísimos a la Santísima Virgen, desde un estamento vaticano:
“Ciertas imágenes de María, como mujer esclavizada y sumisa ya no son comprensibles hoy ni pueden ser recibidas. Y a la inversa, en el pasado siempre hemos hecho hincapié en la mariología de las glorias, con una Virgen vestida de oro, de luz, de estrellas. Para llegar al Cielo, María era, en cambio, una niña, una mujer que sufría por su hijo, que lloraba, que reía. Debemos recuperar la imagen de una María caminando con nosotros", ha dicho Cecchin.
Es decir, prosigue la reinvención de la Virgen como una heroína feminista que por supuesto no es esclava de Dios ni de nadie ni se sacrifica ni por su Hijo ni por los hombres (perdón ni por los hombres ni por las mujeres). Eso ya no hay que decirlo porque según Cecchin el mundo no puede recibir esos mensajes tan “carcas". Si estamos en la era feminista, por supuesto la Iglesia y la Virgen se han de adaptar a ella, parece querer decir el presidente de la Academia Mariana Pontificia.
Una Virgen “empoderada” pero a la manera feminista, no a la tradicional, por supuesto. Pues como nos dice Cecchin hay que acabar con la idea de que la Virgen es Reina de Cielos y Tierra, coronada de Gloria y Estrellas en el Cielo. Y no parece que según Cecchin, María sea ya tampoco nuestra Madre. Todo eso es “mariología de las glorias” como afirma despectivamente Cecchin. María es simplemente una chica del pueblo, una joven normal sin ningún don especial. Una idea que ya ha transmitido hasta el mismo Papa en otras ocasiones. Una Virgen Sinodal que “camina” con nosotros (¿en dirección hacia donde?). ¿Se acuerdan que hace unos pocos años el entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro, dijo que hoy la Virgen participaría en las manifestaciones feministas del 8 de marzo?. Pues en esas seguimos, por lo visto.
¿Cuanto tardaremos en oír desde el Vaticano que lo mismo da si María fue o no Virgen, o si su Concepción fue inmaculada o no?. Todo eso parece “mariología de las glorias” y es de temer que esos dogmas pronto sean desechados también, no solemnemente por supuesto, pero sí en el discurso habitual.
Ciertamente de vez en cuando se oyen insultos repugnantes y soeces o de tipo sexual contra la Santísima Virgen por parte de feministas radicales o enemigos declarados de la religión. El que esto escribe escuchó algunos por parte de contra manifestantes en marchas contra el aborto, por ejemplo. Debemos rezar por supuesto, para que esos desgraciados reciban la gracia de la conversión por parte del Señor y entiendan que la Santísima Virgen es su Madre.
Pero me temo que las palabras contra la Virgen que realmente son graves, las que más duelen al Señor y traen consecuencias dolorosas sobre el mundo, son las que llegan con el lenguaje melifluo y aparentemente respetuoso, de los documentos de algunos prelados de la Iglesia, de influencia protestante. O de sus declaraciones públicas, que prescinden de toda la Doctrina de los Padres de la Iglesia y del testimonio de los videntes de las apariciones reconocidas por la Iglesia.
Cuando desde la Iglesia se le quitan a la Virgen todas las excelsas atribuciones que el Señor le otorgó; su condición de Madre de Dios y su rango de Reina de Cielos y Tierra, Reina de los Santos, de los Ángeles y de todo lo creado y se niega o se desprecia su maternidad sobre los hombres, para reducir a la Virgen a una simple joven y mujer normal que no merece ningún culto especial, ¿nos extrañamos de como están las cosas en el mundo?
Por Javier Navascués
19 comentarios
Un cordial saludo.
Saludos cordiales.
Los canallas nos tendrán enfrente .
2. Gracias por defender a la Mujer.
3. Y gracias por recordar a nuestros pastores que el silencio no va a ser reconocido por Nuestro Señor.
4. Mateo 10:
31 Así que no temáis; más avaléis vosotros que muchos pajarillos. 32 A cualquiera, pues, que me aconfiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me aniegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Lo que no entiendo, porque jamás lo he visto, es ninguna imagen de la Virgen esclavizada????
La única imagen es la de la Anunciación en que ella misma dice He aquí la ESCLAVA del señor.
Sobre la inclinación de cabeza cuando se nombran al mismo tiempo las tres Divinas Personas, y al nombre de Jesús, de la bienaventurada Virgen María y del Santo en cuyo honor se celebra la Misa.
¿Los fieles también tenemos que inclinar la cabeza en esos momentos o sólo el sacerdote?
Por otro lado tengo entendido que en el Credo, cuando confesamos nuestra Fe en la Encarnación del Verbo, todos (sacerdotes y fieles) debemos realizar una inclinación profunda. ¿Es correcto?
Desde ya muchas gracias
Y si lo entiendo bien es porque a mi me ha tocado explicar en infinidad de ocasiones, como esclava de María que soy (que es la condición que asumimos quienes nos consagramos formalmente a Ella), que la "esclavitud mariana" no se traduce en una esclavitud como la que habitualmente tenemos en mente, cuya principales característica son la falta libertad y la sumisión forzada. Porque es todo lo contrario: es una entrega desde el fondo del corazón, voluntaria y libre, de todos nuestros dones y virtudes, nuestros bienes espirituales, personales y hasta materiales, para quedar firmemente atados (encadenados) a Ella. Con la confianza ciega de saber que Ella está unida a Su Hijo por una cadena indestructible de Amor, que es el Espíritu Santo.
Animar a conocer mejor esa dimensión de María, sencilla y cercana, no la hace en absoluto de menos. Al contrario, creo que es la que más idónea para aprender a quererla como Madre y, sobre todo, para decidirse a imitarla en esa confianza y abandono radicales a la voluntad de Dios,
Pero es una realidad que en tiempos pasados se "aprovechó" este mal entendido sentido de las palabras de la Virgen, para limitar a las mujeres en muchos campos. Doctoras hay de la Iglesia que ya en su tiempo lo declararon. Así que no veo donde está el escándalo.
Pero este mal viene del Papa. Primero, porque este señor Stefano está donde está porque lo designó el Papa; y el Papa sabe, o debe saber, a quién designa.
Por otra parte estas blasfemias contra la Santísima Virgen no merecen ni la más mínima corrección de parte del Papa. Ergo, en buena lógica, puedo concluir que el Papa las aprueba.
Finalmente, en su última Exhortación Apostólica sobre Santa Teresa del Niño Jesús, el propio Papa la emprende contra los predicadores del tiempo de la Santa a los que tilda de "triunfalistas" en supuesta oposición a Santa Teresita que amaba en María su humildad.
Así van las cosas.
Pido perdón: pero estoy harto de este Papa y le pido a Dios que lo convierta o se lo lleve cuanto antes.
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