Los falsos profetas de España e Hispanoamérica. Entrevista a Marcelo Gullo Omodeo
Marcelo Gullo Omodeo es argentino, Profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la Escuela Superior de Guerra, Doctor en CC. Políticas por la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y ha realizado estudios de postgrado en la Universidad de Ginebra y en la Escuela Diplomática de Madrid. Un geopolitólogo hispanista cada vez más en alza que ha alcanzado un notable reconocimiento por su anterior libro, Madre Patria, y que ahora vuelve con otra obra en la que reivindica la herencia hispánica: Nada por lo que pedir perdón.
Después del grandísimo éxito de su primer libro, Madre Patria, ¿qué le ha llevado a escribir una segunda obra sobre la necesidad de combatir la leyenda negra?
Hay una gigantesca falsificación de la historia universal. Hay una historia negra de España y de la conquista española de América que se enseña en todos los colegios y universidades del mundo y hay una historia rosa de Holanda, de Inglaterra, de Alemania, de los Estados Unidos y de sus respectivas conquistas que se enseña en todos los colegios y universidades del mundo. Hubo una guerra gigantesca, entre el protestantismo y el catolicismo, que ganó el bando protestante. Y como la historia la escriben los vencedores, las potencias protestantes falsificaron la historia. A esa jauría de potencias que falsificaron la historia, para presentar a España como la nación más abominable del mundo, se unió después de 1789, por odio al catolicismo, la Francia revolucionaria. Este libro es la otra cara de la moneda de esa historia falsificada. Si la historia la escriben los que ganan quiere decir que hay otra historia.
Demostrar que España fue juzgada por un tribunal arbitrario que tenía las manos manchadas de sangre y ninguna autoridad moral para llevar a España al banquillo de los acusados es lo que me ha llevado a escribir este libro que titulé Nada por lo que pedir perdón.
¿Por qué lo ha titulado Nada por lo que pedir perdón?
Justamente porque España no tiene nada por lo que pedir perdón porque la conquista de América fue uno de los mayores intentos que el mundo haya visto por hacer prevalecer la justicia y los valores cristianos en una época brutal y sanguinaria. Importa resaltar que ese intento fue exitoso y ese hecho convirtió a España en una excepción en la historia de la humanidad porque ni antes ni después una nación se comportó de esa manera. El pueblo español no era un pueblo de santos, porque eso no existe. Hubo españoles que en América fueron crueles y asesinos, como hubo otros que fueron santos y héroes. Cuando uno dice que España no tiene nada por lo que pedir perdón no está diciendo que España no cometió errores, pero en honor a la verdad cabe hacerse las siguientes preguntas
¿Si España conquisto América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios por qué España sembró América de hospitales de primer nivel? ¿Si España conquistó América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios por qué España sembró América de universidades de primer nivel? ¿Si España conquistó América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios, por qué en esas universidades -pobladas de criollos, indios y mestizos- se enseñaba que el rey tenía que ejercer el poder como un padre y que, si no lo ejercía de esa manera, el pueblo tenía derecho a destituirlo e incluso a asesinarlo?
La labor educativa y la multitud de universidades no tiene parangón en otros imperios, ¿qué opina usted?
Es a partir del año 1538, con la fundación de la Universidad de Santo Domingo, que España se lanza febrilmente a la fundación de Universidades en América. España, como poseída por un impulso irrefrenable, año tras año, crea universidades, desde la meseta mexicana, hasta las sierras de Córdoba, en la actual Argentina. Y ese impulso, no se detuvo nunca. El “rosario” de fundaciones que trascribimos a continuación, aunque su simple lectura causa un gran aburrimiento, es una prueba irrefutable de ello. La Universidad de Santo Domingo, en Santo Domingo, en el año 1538. La Universidad de San Pablo, en México, en el año 1551. La Universidad de San Marcos, en Lima, en el año 1553. La Universidad de Santiago de la Paz, en Santo Domingo, en el año 1558. La Universidad de Santo Domingo, en Santa Fe de Bogotá, en el año 1580. La Universidad de San Fulgencio en Quito, en el año 1586. La Universidad de Santa Catalina, en Mérida de Yucatán en el año 1622. La Universidad Javeriana, en Bogotá, en el año 1622. La Universidad de San Ignacio, en Córdoba, en el año 1622. La Universidad de San Gregorio, en Quito, en el año 1622. La Universidad de San Ignacio, en Cuzco, en el año 1623. La Universidad de San Javier, en Charcas, en el año 1624. La Universidad de San Miguel, en Santiago de Chile, en el año 1625.
La Universidad de San Borja, en Guatemala, en el año 1625. La Universidad de San Idelfonso, en Puebla, en el año 1625. La Universidad de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá, en el año 1651. La Universidad de San Carlos, en Guatemala, en el año 1676. La Universidad de San Cristóbal, en Huamanga, en el año1681. La Universidad de Santo Domingo, en Quito, en el año 1688. La Universidad de San Pedro y San Pablo, en México, en el año 1687. La Universidad Jesuítica de Guadalajara, en el año 1696. La Universidad de San Antón, en Cuzco, el año 1696. La Universidad de Santa Rosa, en Caracas, en el año 1721. La Universidad de San Francisco Celaya, en México, en el año 1726. La Universidad de San Jerónimo, en la Habana, en el año 1728. La Universidad de la Concepción, en Concepción (Chile) en el año 1730. La Universidad de San Felipe, en Santiago de Chile, en el año 1738. La Universidad de San José, en Popayán (Colombia), en el año 1745. La Universidad de Gorjón, en Santo Domingo, en el año 1747. La Universidad de San Javier, en Panamá, en el año 1749. La Universidad de San Bartolomé en Mérida, en el año 1806. La Universidad de San Carlos en Nicaragua, en el año 1812.
Francia conquistó Argelia en 1830 y ésta permaneció como colonia francesa hasta 1962. Los franceses, al parecer sin mucha prisa, fundaron la Universidad de Argel, recién en 1909. Portugal comenzó la conquista de Mozambique en el año 1505 y fundó la “Universidade de Lourenço Marques”, el 23 de diciembre de 1968, es decir 463 años después del comienzo de la colonización. En las colonias británicas de la América del Norte, si es que generosamente se equipara un “College” a una Universidad, se puede decir entonces, que los ingleses fundaron la Universidad de Harvard en 1636. Nótese que los ingleses fundaron la Universidad de Harvard, 83 años después de que los españoles fundaran la Universidad de San Marcos.
Resulta interesante saber que la Biblioteca del Colegio Máximo de San Pablo de Lima llegó a reunir, en el año 1750, la increíble cifra de 43.000 libros. Cifra que se agiganta cuando tomamos conciencia que la biblioteca de la Universidad de Harvard tenía, por esas fechas, apenas 4.000 ejemplares.
Más bien habría que recibir la gratitud de la inmensa aportación de España, llevando la fe católica y la cultura clásica a América.
Como sostuvo el Padre Jorge Mario Bergoglio, el 27 de mayo de 1975, nosotros los hispanoamericanos “fuimos forjados por España que, más allá de las contradicciones y los límites en la concepción histórica, nos deslumbra con sus Leyes de Indias, con la conciencia misionera de una mujer maravillosa que la historia daría en llamar Isabel la Católica. Sí, la misma que hizo devolver a Colón los indios que él había traído a Europa, porque nadie osaría tratar así a sus vasallos. Somos hijos de una gran conciencia. Porque la obra de España en América, más que una empresa, fue una Misión. Una misión del pueblo español que se volcó a estas tierras con lo mejor que tenía: su cultura y su fe. Misión de los conquistadores que en cincuenta años recorrieron a pie el continente, fundando pueblos y mezclándose, sin miedo, con los indios.”
Como sostuvo, el 12 de octubre de 1947, el tres veces presidente constitucional de la República Argentina, el general Juan Domingo Perón: “La obra civilizadora de España cumplida en tierras de América no tiene parangón en la historia. Es única en el mundo. Su empresa tuvo el signo de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. Llegaba para que fuera cumplida y hermosa realidad el mandato póstumo de la reina Isabel de atraer a los pueblos de Indias y convertirlos al servicio de Dios. Venía para que esos pueblos se organizaran bajo el imperio del derecho y vivieran pacíficamente. No aspiraba destruir al indio, sino a ganarlo para la fe y dignificarlo como ser humano”.
¿Por qué afirma que América, antes de 1492, se asemejaba más al infierno que al paraíso? ¿De qué aberraciones liberó España a los nativos?
Porque lo que reinaba en el Nuevo Mundo era el canibalismo, los sacrificios humanos, la esclavitud, el machismo golpeador y la prostitución. En el actual territorio de Argentina, entre los indios mocovíes, cuando una familia con un hijo recién nacido debía emprender un viaje, el padre ordenaba a su mujer que diera muerte a la criatura para que no resultase una incómoda carga. En Colombia, cerca de la ciudad de Popayán, los indios pijaos tenían como práctica capturar a todas las mujeres de sus enemigos que pudieran para abusar de ellas y dejarlas embarazadas. A los hijos que nacían los alimentaban con mucho esmero hasta que cumplían 12 o 13 años, momento en el que, estando ya bien gorditos los comían con gran fruición. Entre los guaraníes la prostitución era impuesta por los padres a sus hijas e incluso a sus esposas. Los caciques disponían de todas las mujeres de su tribu, a las que utilizaban como objeto de trueque u ofrenda con otras tribus.
El indigenismo imagina que había un paraíso terrenal antes de la llegada de los españoles, pero lo que vivían las naciones sometidas, como los tlaxcaltecas en México o los huancas en Perú era un infierno. Realmente lo que existía en México era una nación dominante, que era la azteca, que oprimía a decenas de otras naciones de la peor forma posible, porque no les exigía materias primas sino vidas humanas para llevárselas a sus templos. No para sacrificarlos a los dioses, sino porque las élites aztecas habían hecho de la carne humana su principal alimentación. Williams Prescott calcula en 20.000 por año el número de las victimas sacrificadas por los aztecas, pero hay autores que dicen que mataban 150.000 personas por año.
La situación no era mucho mejor en el Perú, donde la nación quechua dominaba de forma brutal a cientos de naciones, haciendo tambores de la piel de los vencidos y vasos de sus cráneos. Cuando el inca Pachacútec murió, se enterraron junto a él mil niños y mil niñas de entre cuatro y cinco años pertenecientes a los pueblos que los quechuas habían dominados.
Potencias como Gran Bretaña, Holanda, Estados Unidos, Francia y Alemania tienen el gran cinismo de exigir a España que pidan perdón, olvidando sus propios crímenes.
La crueldad holandesa en sus colonias llegó a tal extremo que Karl Marx escribió: “A la juventud raptada se la sepulta en mazmorras secretas, hasta que estaba lista para enviarla a los barcos esclavos. Donde los holandeses ponían el pie, la devastación y el despoblamiento señalaban su paso. Una provincia de Java, Banyuwangi, tenía en 1750 más de 80.000 habitantes; en 1811, solo quedaban 8000”.
Por cierto, no se portaron mejor los ingleses en América del Norte, ni sus hijos los estadounidenses. En 1703, el gobierno de Massachusetts pagaba doce libras por cuero cabelludo, cantidad tan atrayente que la caza de indios, no tardó en convertirse en una especie de deporte nacional. El 27 de noviembre de 1868 el Séptimo Regimiento de Caballería, liderado por el general Custer, atacó por sorpresa uno de los campamentos cheyenes y ni siquiera tuvieron piedad con las mujeres embarazadas ni con los bebés recién nacidos, que murieron aplastados por las patas de los caballos del Séptimo de Caballería para ahorrar municiones. En la propia Francia durante la guerra de la Vendée el general Francois Pierre Joseph Amey se hizo célebre por la práctica de encender hornos y meter en ellos a las mujeres y los niños católicos. Nadie recuerda hoy en Alemania que Martín Lutero traicionó a los campesinos alemanes que en un primer momento le habían brindado su apoyo y que, en una de sus arengas dirigidas a los nobles, llegó a decir: “Todo el que pueda debe aplastarlos, degollarlos y ensartarlos, en secreto y abiertamente, lo mismo que se mata a un perro rabioso”. La represión del campesinado ordenada por Lutero le costó al pueblo alemán 130.000 vidas. Por último, me gustaría decirle que en la Segunda Guerra Mundial la política adoptada por Churchill para la India provocó que alrededor de tres millones de indios murieran de hambre. Churchill los despreciaba profundamente y los consideraba “seres repugnantes e inferiores que se reproducían como conejos”.
Lamentablemente continúa la oleada neomarxista indigenista en Hispanoamérica, como se ha visto en Chile y Perú. ¿Cómo se puede luchar para que el indigenismo no se adueñe de Hispanoamérica?
La Leyenda Negra es hegemónica en toda Hispanoamérica, pero tiene pies de barro porque es una mentira histórica. Por eso, con solo explicar la verdad, se cae como un castillo de naipes. De ahí que impongan en universidades, colegios y medios de comunicación la dictadura de lo políticamente correcto. No permiten que nadie cuestione el relato negrolegendario porque no quieren que haya debate, saben que si hay debate perderían.
Para acabar de una vez por todas con la falsificación de la historia, los españoles y los hispanoamericanos que dicen amar la verdad y amar la Hispanidad, deben combatir una “guerra cultural”. Obviamente, las guerras culturales no se ganan en un día. Para la vida de los pueblos las décadas son como un día en la vida del hombre. Ni en España ni en Hispanoamérica podremos salir de la situación en la que nos encontramos si no ganamos la guerra cultural que se dirime entre quienes odian a la Hispanidad y quienes la aman. Si los que dicen amar la verdad y amar a la Hispanidad no están dispuestos a dar esta batalla de largo plazo, entonces apaga y vámonos.
La Corona española nunca impuso un régimen opresivo, sino que aportó muchos elementos de civilización y colaboración con los pueblos indígenas. ¿Por qué se sigue negando esto, incluso en la misma España?
Se niega porque en España hay un sector político-intelectual de izquierda que odia a España. Odia todo lo que España representó en la Historia. Sector cuya figura más representativa es nada menos que el señor Pedro Sánchez. Para él España es un error y el descubrimiento, por tanto, otro error. Él es simplemente la expresión política de un grupo de militantes políticos disfrazados de intelectuales que tienen un Sumo sacerdote en la Universidad Complutense de Madrid, pero que en realidad este Sumo sacerdote no es otra cosa que un monaguillo de la oligarquía financiera mundial. Asimismo, la izquierda que hoy gobierna España no es más que un caniche de la oligarquía financiera mundial. Con ese sector no hay nada que hacer. Porque es como querer hablar de colores con los ciegos. ¡No hay nada que discutir! Ellos parten de la idea de que España es un mito, que no existe. Tampoco tienen buena voluntad, ni predisposición de llegar a la verdad. Son, repito, militantes políticos disfrazados de intelectuales, disfrazados de investigadores, disfrazados de profesores.
¿No es mejor la situación en Hispanoamérica?
Los falsos profetas de Hispanoamérica: los señores Evo Morales, Pedro Castillo [recién detenido], Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Boric y Gustavo Petro, creyéndose anti imperialistas, resultan ser la mano de obra más barata de la que han dispuesto el imperialismo anglosajón y el imperialismo internacional del dinero a lo largo de su historia.
¿Por qué yo afirmo que estos señores (Morales, Boric, Petro…) son la mano de obra más barata del imperialismo internacional del dinero? Porque, en mi opinión, el objetivo de las potencias anglosajonas (primero Inglaterra, después EEUU) es la fragmentación territorial de las repúblicas hispanoamericanas. ¿Acaso son malvados? No. Pero saben que los Estados pequeños y minúsculos (cuanto más pequeños mejor) son más fácilmente dominables. Entonces, ellos buscan la fragmentación territorial de las Repúblicas hispanoamericanas.
Si esto es así, ellos fomentarán el indigenismo, puesto que el indigenismo nace del mito de que antes de la llegada de España había un paraíso terrenal. Si existió un paraíso terrenal precolombino en el que se hablaban cientos de lenguas distintas, había cientos de naciones y pueblos distintos, hay que volver a ese paraíso. Y para ello se debe rechazar la lengua y los valores llevados por España a América, hay que rechazar la catolicidad y reconstituir las repúblicas indígenas. Tarde o temprano van a imponer, en determinadas regiones, el uso obligatorio en las escuelas, en los colegios, en la administración pública –como ocurrió en Cataluña con el catalán- de la lengua guajira, de la lengua mapuche, de la lengua quechua provocando la fragmentación étnico-lingüística. Esta fragmentación cultural, como afirma Manuel Ugarte, siempre anuncia la fragmentación política. Pues bien, cuando el señor Evo Morales, el señor Pedro Castillo, el señor Boric y compañía toman el indigenismo y pretenden caminar hacia la existencia de una pluralidad de naciones y lenguas se ponen en el camino que conduce inevitablemente a la balcanización de las repúblicas hispanoamericanas. Y, por tanto, se alinean con los intereses de la oligarquía financiera mundial que necesita de Estados más y más pequeños. ¿Qué son ellos? Por lógica consecuencia, la mano de obra más barata del imperialismo anglosajón y del imperialismo internacional del dinero.
Por Javier Navascués
15 comentarios
Me gustaría poder adquirir sus libros.
Que la Virgen del Pilar lo bendiga.
Alejandro
Estamos en un pais dirigido por la mentira y asi sera nuestro final. Y no soy pesimista.
No existe la derecha mariacomplejada.
Eximio hispanista y digno argentino, denuncia contundente la falsificación de la historia desparramada por sectarios europeos antihispánicos.
Su tesis es ampliamente respaldada por los hechos que enumera. Los que prueban de modo acabado que la España católica comprendió hasta el extremo la misión que tenía frente al Nuevo Mundo.
Comprensión que necesariamente es iluminada con el andar de los años, cuando los vástagos van tomando fisonomía adulta.
No hay duda que el Descubrimiento, Conquista y Civilización encuentran la más plena confirmación de su trascendencia a la luz del carácter esencialmente mariano del acontecimiento.
Baste señalar dos fechas, la del inicio definitivo del viaje por el mar océano desconocido: “Sábado 8 de Setiembre. Tres horas de noche. Sábado comenzó a ventar Nordeste, y tomó su vía y camino al Oueste” (M. Fernández de Navarrete-Viajes de Colón), Natividad de María; y la de llegada a tierra firme 12 de Octubre, Fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Preciso: el 8 de setiembre inicia la Escuadra el viaje definitivo, luego de detenerse varios días en las Canarias a fin de reparar un grave desperfecto del timón de la Pinta. Se suma este hecho notable: partieron las Carabelas el 6 de Setiembre de las Canarias, pero “Todo el Viernes y el Sábado, hasta tres horas de la noche, estuvo en calma” (id).
Si hubieran podido navegar sin estas demoras, el inicio no hubiera coincidido con la Natividad de la Virgen, ni la fecha del Descubrimiento, con la Fiesta de la Virgen del Pilar. Hay en esto un signo evidente de que la nave Capitana Santa María cumplía su Misión.
Queda establecido en la exposición de Marcelo Grullo Omodeo el espíritu con que España y sus Reyes Católicos abordaron el Descubrimiento. No podían conocer plenamente lo que la Providencia reservaba a estas tierras que llamaron Nuevo Mundo. Aún hoy nos preguntamos por nombre de tan amplio significado.
Ante el ocaso del Occidente cristiano, podríamos atrevernos a concebir el Nuevo Mundo como una reserva providencial de la cristiandad. Tal parece indicarnos la Virgen en sus Mensajes dados en San Nicolás (Argentina), respaldados por los Mensajes de Jesús.
En efecto, María reitera durante los ya treinta y nueve años de Mensajes diarios ininterrumpidos, desde el 13 de octubre de 1983 hasta la fecha, que Ella cumple desde la Argentina, con sede en su Santuario de San Nicolás, la Misión dispuesta por Su Hijo de anunciar y hacer efectiva la “Nueva Alianza que viene del Sur”, por la que llama a toda la humanidad a la Conversión. Todo el plan de María se orienta a “preparar el Camino a la Venida del Señor”. Lo que exige por parte de la Iglesia y de la humanidad una respuesta de grandes proporciones.
La inepcia del autoproclamado “primer mundo” da relevancia a esta elección del hemisferio sur, en particular de la Argentina. Me limito a esbozar uno de los muchos anuncios y promesas de la Virgen.
Visto así, España aparece vinculada de modo íntimo y necesario a la suerte profética del Nuevo Mundo, cuyo nombre puede sugerir el advenimiento de un Mundo Nuevo.
S.J:P: II lo llamó “umbral de la Esperanza”; siendo Karol Wojtyla, en Signo de Contradicción, concluye: “Tiempo de grandes pruebas, pero también de gran esperanza. Precisamente para este tiempo se nos ha dado la señal: Cristo, “Signo de Contradicción” (Luc 2, 34). Y la Mujer revestida del sol: “Señal grande en el cielo” (Ap 12, 1).
La misión de la Hispanidad se inscribe en esta realidad escatológica, que le confiere trascendencia a su patrimonio, proyectado en una nueva empresa de Descubrimiento allende el mar tempestuoso del presente.
El Ancla y la Cruz que Colón clavó en el Nuevo Mundo son Signo de María y de Cristo, de la Primera Evangelizadora y del Evangelio. “Yo soy el Ancla. Yo he anclado aquí” (Mens. de María en S. Nicolás).
Juan Antonio Ahumada, hombre de letras y poeta cordobés, fue parte de esa generación de sabios, virtuosos y católicos que militaron para abrir un camino nuevo al Occidente que se derrumbaba. Guilermo Martínez Villada, Nimio de Anquín, P. Leonardo Castellani, José María Martínez Carreras, Rodolfo Martínez Espinosa, Alberto y Santiago Chávez, Tomás García Vieyra, Fr. Jaime García Vieyra O.P., Mario Martínez Casas, Francisco J. Vocos, Ernesto Pueyrredón, y muchos otros imposible de enumerar. Miembros de una falange combativa, hispánica, argentina, católica.
Juan Antonio Ahumada, siendo profesor, publicó en la Revista de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Univ. Nac. de Córdonba (Año V – 1953 – Nros.1-2-3) un extenso poema con visión profética: El Hombre de los Ojos Nuevos.
Ignoro si fue comprendido debidamente en su momento.
Cito de su capítulo Concepto: “ Esta leyenda tiene una conceptuación, es la leyenda del hombre posible, del hombre de la esperanza, del hombre de América como ser y acontecer de un mundo que, además de ser tal, mundo mismo, es un mundo nuevo…Porque el hombre nuevo tiene que ser la forma de una esencia desinteresada y de una inteligencia regulada por los más altos valores del espíritu. Tal el hombre de la criolledad, el criollo: la cría, criatura hijo de Dios, no mero instrumento de Dios. Tal el hombre de la liberación del Continente de la Conciliación. El hombre de la esperanza, realidad de identidad en la alegría, y en la belleza a que puede aspirar el género humano sobre la tierra”.
El Nuevo Mundo se encamina en silencio entre estrépitos, en perseverancia entre derrumbes, en sosiego entre tragedias, entre horizontes de luz que rompen las tinieblas, hacia un Mundo Nuevo.
Oremos que quienes militan en la Hispanidad no sólo puedan hablar, sido además ser escuchados.
Me gustaría matizar esta afirmación por cuanto en la época virreinal el español era la lengua de la administración pero no la lengua oficial, de tal modo que los indios pudieron seguir manteniendo sus lenguas. La obligatoriedad del español es una imposición de los criollos revolucionarios que en su proceso de "construcción nacional" impusieron la lengua española como oficial y como lengua de la enseñanza.
Esta dimensión aún no investigada, no explorada, ofrece a la Hispanidad un campo de amplitud extraordinario. En efecto, urge llenar el vacío existencial que pesa sobre la realidad del universo por parte del irracionalismo-nihilista-ateo. Es menester restablecer los quicios del ser profanado, y honrarlo en su sacralidad de obra divina.
Es un abismo que abre una nueva dimensión de la realidad que nos rodea e integramos. Proyecta el horizonte del cosmos en medida cuasi infinita, tanto hacia el micro-cosmos subatómico, como hacia el macro-cormos de los espacios siderales.
Esta nueva dimensión comprende también los procesos múltiples y complejos seguidos por el universo desde sus inicios, guiados por un principio geo-céntrico que ha permitido constituir el sistema Tierra-universo, una recíproca relación entre el cosmos material y el hombre espiritual que lo conoce, investiga y gobierna de modo creciente.
Asociación demostrable por la evidencia empírica de los hechos que muestran la vida vegetal y animal como condiciones previas a la existencia del hombre. Esta realidad biológica perfecciona la condición material del cosmos y lo eleva a un orden superior, que necesariamente ha orientado sus procesos desde su inicio.
El sistema Sol-Tierra de Copérnico y Galileo encuentra adecuada disposición en el sistema Tierra-universo; lo constituye parte excelente e inmediata de un mundo que adquiere trascendencia por el espíritu del hombre que lo preside.
La Fe católica que anima a la Hispanidad de modo esencial, ilumina en plenitud este camino seguido por el universo. Porque el Hecho dominante de la Redención señala la razón eminente de lo acontecido desde el inicio. La contundencia de la Fe no deja margen a la duda:
“15 El es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él. 17 El existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él” (Col 1, 15-17).
Así, cabe desear que quienes llevan adelante la Hispanidad, asuman la responsabilidad de colmar el vacío de la modernidad, y abran un camino hacia los horizontes ilimitados del Mundo Nuevo que viene, traído por la Aurora de María, Luz de la Gloria de Cristo que se manifiesta en el horizonte de la Iglesia, de la humanidad y del universo todo.
Si el Imperio Español, hubiese realmente acabado con los indígenas, no existirían ahora mismo los movimientos indigenistas, todos vivitos y coleando. Como dice Marcelo "mano de obra barata" al servicio de las élites imperialista/financiera.
Y sí; hay tendencias a crear más "leyendas negras" sobre otros países.
Lo estamos viendo día a día.
Muchas gracias.
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