José Vicente Almela: “El Imperio Español fue el más extenso, poderoso y duradero que jamás ha existido”
José Vicente Almela Hijalva (Valencia, 1941) Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Ha sido profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y ha ocupado puestos directivos en una de las más importantes empresas constructoras de este país. Ha sido miembro de la junta directiva del SEOPAN y de la Junta de gobierno de la Confederación Nacional de la Construcción. Ha impartido numerosos cursos y conferencias. Estudioso infatigable, ha compatibilizado desde siempre su formación técnica con su pasión por la historia, lo que le ha permitido aportar claridad y concreción, sin perder amenidad, que no es fácil de encontrar en otros estudios históricos.
¿Por qué ha decidido acotar la historia de España en los últimos 1000 años?
Al abordar cualquier libro de historia siempre surge el problema de por donde se empieza. Lo usual en los libros de texto y en los grandes tratados sobre la historia de España es comenzar con los Íberos, Viriato, los Cartagineses, los Romanos, Sagunto, Numancia, los Visigodos, don Pelayo… Es indudable que todo ello pertenece a la historia de España pero acontecimientos tan alejados pierden interés a la hora de descubrir nuestro pasado. Siempre se ha dicho que todo comienza en Covadonga y que esa es la esencia de España, pero es muy posible que no sea así. Aquellos bravos guerreros solo eran en realidad un grupo de nobles godos, sin ninguna conciencia de nación que se refugiaron en los escarpados montes de Asturias para defenderse de los moros que intentaban arrebatarles sus posesiones.
En mi opinión cuando España adquiere su sentido de nación, semejante al que conocemos hoy en día, es durante el reinado de Sancho III el Mayor de Navarra. Es muy cierto que antes existieron los reinos de Asturias y León, cuyas fuentes históricas son pocas y dudosas, hasta el punto de que de algún rey solo recordamos que se lo comió un oso, pero solo Sancho III tiene el privilegio de haber sido el padre de los reyes de Castilla, Navarra y Aragón, y de haber extendido sus dominios por toda la parte cristiana de nuestra península; incluso los condes de Barcelona le rindieron tributo. Se puede afirmar que casi 500 años antes de los Reyes Católicos toda la España cristiana estuvo en sus manos.
Si además consideramos la coincidencia de que Sancho III vivió muy cerca del año 1000 de nuestra era, una cifra tan redonda me dio pie para comenzar una historia milenaria.
¿Le parecen más interesantes que los mil años anteriores?
No tienen porqué ser más interesantes, lo que si son es más cercanos y sobre todo más creíbles. Las noticias sobre tiempos tan antiguos son muy escasas y muchas se pierden en las brumas del pasado y de la leyenda. En realidad solo a partir de los albores de la Edad Moderna, hacia el siglo XV, las fuentes empiezan a ser mucho más numerosas y el estilo humanista se impone en los cronistas de la Corte.
Se ha escrito tanto de la historia de España que era necesario un enfoque diferente. ¿Qué es lo que tiene de original su trabajo?
La historia no puede ser original, su misión es contar con veracidad lo que pasó. Lo único que puede ser algo original es la forma de presentarla procurando hacerlalo más amena posible.
La costumbre tradicional es describir por separado la historia de los distintos reinos que formaron nuestra nación, sin embargo estos reyes se conocían, se relacionaban entre si, casi siempre estaban emparentados y sobre todo vivían el mismo mundo exterior. Por eso hemos optado por ordenar los reinados cronológicamente según el año de acceso al trono de los distintos monarcas.
De hecho no es un libro para especialistas sino para dar unas nociones básicas de historia, por eso uno de los méritos del libro es saber resumir lo más esencial de cada reinado.
Existen muchos y buenos libros sobre la historia de España, casi siempre escrita por anglosajones, pero todos ellos profundizan sobre un determinado reinado o sobre un periodo especial de nuestra historia. También existen complejos volúmenes de muchos tomos que pormenorizan nuestra historia, adecuados para personas especializadas, pero no para el lector medio que solo busca conocer lo esencial de nuestro pasado.
Con este trabajo hemos intentado acercar al lector, interesado en la historia, al conocimiento de nuestro pasado descrito de forma sucinta y lo más amena posible.
¿Por qué interesa conocer el árbol genealógico de cada monarca?
La esencia del sistema monárquico está basada en la sucesión automática y cuando esto no ha sucedido se han producido guerras y convulsiones que han cambiado la historia. Para entenderlo es de gran ayuda conocer el árbol genealógico de cada dinastía y quizás en ello esté una de las originalidades del libro.
Somos la nación más antigua de Europa y debemos estar orgulloso de nuestra historia, a pesar de las sombras que ha podido haber.
El Imperio Español es seguramente el más extenso y poderoso que jamás haya existido y sin duda el más duradero. Todos los Imperios han sido demonizados por sus enemigos teniendo que sufrir las consecuencias de historias inventadas con el fin de debilitarlos. En nuestro caso, la Leyenda Negra. Sin embargo lo que nos distingue de otros Imperios es que los españoles durante muchos siglos hemos aceptado sumisos los juicios extranjeros y mirado nuestra historia de forma sumamente crítica, dando pábulo a opiniones negativas y casi siempre falsas sobre nuestro pasado. No se puede juzgar el ayer con los ojos de hoy.
No aceptemos que Felipe II solo fue el rey de la Inquisición y de la intolerancia; no repitamos aquello de que nuestra colonización en América solo fue una serie de crueldades y exterminio de los indígenas. Porque no es verdad. Es cierto que en un momento de la historia fuimos un país intolerante y fanático, pero también lo es que mucho más lo eran los otros pueblos de Europa; es cierto que quemamos herejes pero no fuimos ni mucho menos los únicos ni los peores; es cierto que muchas veces impusimos nuestras ideas a sangre y fuego cuando no se conocían otros procedimientos para conquistar otros pueblos, pero también lo es que reconocimos la dignidad de sus habitantes a los que dimos nuestra lengua y nuestra religión y que en lugar de exterminarlos nos cruzamos con ellos.
En el libro se describe nuestra historia con sus sombras y sus luces, con sus aciertos y sus miserias, pero todas nos pertenecen y hemos tratado de describirlas con la mayor imparcialidad no siempre posible, pues es evidente que los cronistas casi siempre se sitúan al lado del vencedor.
Si analizamos lo sucedido a lo largo de estos mil años, encontraremos momentos espléndidos como el Siglo de Oro y otros amargos como la primera mitad del siglo XX, pero tendremos que concluir en que, a pesar de sus problemas, este viejo país vive el momento más tranquilo y civilizado de su larga historia.
Además de los reyes hay una serie de personajes históricos que marcaron la época de sus reinados. ¿Cómo fue el proceso de selección?
Los reyes son solo el hilo conductor del libro, una forma de ordenar los tiempos, pero sus decisiones siempre han estado condicionadas por los acontecimientos sociales, políticos y religiosos que son realmente los que hacen la historia. Al contar como sucedieron las cosas surgen automáticamente los personajes que con su intervención han sido capaces de cambiar el rumbo de nuestra historia.
Por Javier Navascués
11 comentarios
No es así. Los reconquistadores que se refugiaron en Covadonga aspiraban a restaurar el reino de Toledo. Así lo acredita la Crónica Albeldense, que cuenta como Alfonso II de Asturias introdujo en Oviedo el orden de los godos de la ciudad de Toledo. Eso fue dos siglos antes de Sancho el Mayor de Navarra.
Esto viene en cualquier libro de Historia:
"Alfonso VI de León llegó a titularse Imperator totius Hispaniae. En 1135, Alfonso VII fue coronado solemnemente emperador en León. Entre sus vasallos se contaban los reyes de Aragón, Navarra y Portugal, el conde de Barcelona y varios monarcas musulmanes."
"En el reinado de Alfonso VI se consolidó el poder del monarca leonés sobre Castilla, siendo reconocido «Emperador de los Reinos Hispanos» por el papa Gregorio VII."
"Alfonso IX, monarca del reino de León. Bajo su mandato se convocan las Cortes Leonesas de 1188, primeras cortes europeas en las que participó el tercer estado. En ellas se reconoció la inviolabilidad del domicilio, del correo, la necesidad del rey de convocar Cortes para hacer la guerra o declarar la paz, y se garantizaron numerosos derechos individuales y colectivos."
La discusión acerca de cuando nace España como país puede tener diversas interpretaciones y matices, pero mezclarlo todo en un totum revolutum no ayuda, aunque, claro, cuantas mas fuentes haya de un periodo histórico, mas fiable lo hace.
Tampoco entiendo por qué el entrevistado dice que "El Imperio Español es seguramente el más extenso y poderoso que jamás haya existido y sin duda el más duradero". Supongo que en lo de extenso incluirá como hacen algunos al océano Pacífico, pero esa es una opción bastante discutible. Desde luego no ha sido el mas duradero, no se puede hablar en los mismos términos de la monarquía antes y después de la pérdida de los virreinatos americanos. Llamar imperio a lo que vino después ...
En cuanto a lo de poderoso, depende de la época de la que hablemos. Y por supuesto no es comparable un imperio anterior a la época industrial que los posteriores.
"Es cierto que en un momento de la historia fuimos un país intolerante y fanático"
¿Fanático?¿Qué entiende este señor por fanático? Fanático como sinónimo de irracional, no.
"otros (momentos) amargos como la primera mitad del siglo XX, pero tendremos que concluir en que, a pesar de sus problemas, este viejo país vive el momento más tranquilo y civilizado de su larga historia".
Momentos amargos ha habido muchos, pero la primer mitad del siglo XX también es la época de Gaudí, Falla y la edad de plata de la ciencia española. Se aprueba la jornada laboral de ocho horas, el derecho a la huelga y el seguro obrero. Se fundan los primeros parques nacionales, el avión Plus Ultra cruza el Atlántico Sur y España se consagra al Sagrado Corazón de Jesús.
" este viejo país vive el momento más tranquilo y civilizado de su larga historia"
Este viejo país vive una etapa oscura de involución y con un futuro incierto por delante. La soberanía ha sido aniquilada. Ha vuelto la superstición y todos las días se oye blasfemar por la calle. Un tiempo horrible en el que no hay asomo de la grandeza espiritual que sí hubo en otros tiempos.
Siendo aún Cardenal el Papa Juan Pablo II dijo en el congreso eucarístico en Filadelfia:
“Estamos ante la confrontación histórica más grande que los siglos jamás han conocido. Ante la lucha final entre la iglesia y la anti-iglesia; entre evangelio y anti-evangelio… pero ahora hemos llegado al final de esta batalla que muy pocos realmente perciben en el mundo actual y que los hace incapaces de discernir los signos de los tiempos y entender lo que está pasando en el mundo de hoy en sus más profundas causas ontológicas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden.” En efecto, en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: Ustedes oirán una y otra vez y no entenderán; mirando, no verán. Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, han cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos y no oír con los oídos, ni comprender con el corazón.
Daniel 9,27: a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.
Daniel 12,11: Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. 12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.
Catecismo 675:
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía
de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2,18.22).
Apocalipsis 14: quien se deje colocar el sello de la bestia (chip-666), se condenará.
Non Nobis.
Por lo visto Vd. quiere un libro de historia para que le cuente las cosas como le gustaría que hubiesen sido, no como fueron. No he leído el libro del entrevistado Almela pero sí el de Moa y, a diferencia de sus obras sobre la guerra y la República este libro, produce sonrojo.
Lo siento por él, pero sus últimos libros son absolutamente prescindibles.
Cos,
Sí, eran fanáticos. Como en toda Europa. No idealice tiempos pasados. Se sorprendería si pudiera darse un vuelta por ellos.
Conozco perfectamente de que hablamos porque he leído no solo literatura de la época, sino también crónicas de viajeros o correspondencias de la época. Lo que pasa es que hay que saber contextualizar.
Le voy a poner un ejemplo. A veces la gente llama superstición a comportamientos o creencias de otra época creyendo que estaban motivadas por lo que podríamos llamar pensamiento mágico, cuando en realidad muchas veces eran muestras de pensamiento racional que estaban equivocadas por no poder fundamentarse en principios que entonces no podían ser conocidos.
Hoy sí hay fanatismo porque la información está al alcance de casi todo el mundo y aún así el pensamiento mágico y la superstición campan a sus anchas.
Vamos a ver, eso no viene en ningún estudio histórico serio, ni en ninguna obra historiográfica que exhiba el mínimo rigor. A no ser que el autor pretenda hacer un libro de chistes, o copla de ciego, que entonces me callo.
Entonces, lo del encuentro con el oso, es una prueba de virilidad que desde tiempos remotos se hacía por aquellos ubérrimos paisajes. Consistía en ir al encuentro con el oso y abrazarse a él, armado de un largo cuchillo y darle muerte o morir en el intento. Cuanto más grande el oso, mayor prestigio acumulaba y lucía el guerrero ante la tribu. Estas pruebas aún pervivieron en la zona astur leonesa y parte de Cantabria hasta comienzos del s. XX.
Perdoneme pero es que no tengo tiempo de contestar sus simplezas habituales. Ya nos conocemos. Buen día. A aprender a la escuela, que le hace falta.
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