Carlos Dueñas: “La catedral de Toledo, con su cúmulo de maravillas, es un templo difícil de igualar”
Carlos Dueñas Rey es toledano de nacimiento y autodidacta. Desde muy joven comenzó a trabajar en una farmacia cercana a la Catedral de Toledo y ahí empezó su fascinación por este templo, uno de los emblemas de la patrimonial y mágica ciudad toledana. Interesado por la historia, las tradiciones, las leyendas y los misterios que recorren la ciudad, decidió compartir sus conocimientos a través de las redes sociales. Algún amigo y escritor le incitó a dar el salto al papel y es así como surge esta publicación. Es autor de Enigmas y misterios de Toledo y Toledo mágico y misterioso (Almuzara). Nos habla en esta ocasión de su libro La catedral de Toledo.
¿Por qué decidió escribir un libro sobre la catedral de Toledo?
Fue la librería Hojablanca de Toledo (que habitualmente hace mis presentaciones, la que me propuso escribir este libro de la catedral de Toledo ya que me dijeron que había muy poco actualizado.
Con todo lo que se ha escrito sobre esta catedral, ¿Qué es lo que quiere aportar?
Este libro no pretende aportar nada nuevo, lo único que he tratado de hacer es que sirva para realizar una visita al templo primado mediante un lenguaje sencillo y muy práctico para visitarlo.
¿Por qué, dentro de lo monumental que es Toledo, la catedral es la joya de la corona?
Siempre refiero que la catedral es la “joya de la corona” de Toledo, porque además de por la larga historia de esta ciudad y sus muchos monumentos, es la seña de identidad por la cual se nos reconoce en el mundo entero. No en vano es la Dives toletana: (la rica toledana), por la riqueza que contiene en su interior.
¿No exageraba Blasco Ibáñez al definirla como una ciudad dentro de la propia ciudad?
Blasco Ibáñez a lo que se refería es a que las personas que vivían dentro de la catedral: (empleados, familiares, clérigos y personas allegadas al templo), no solían hacer mucha vida en común con el resto de la población toledana. No lo decía en tono peyorativo, sino para darnos a entender que no había mucha comunicación entre la vida social toledana y los habitantes de la catedral.
¿Qué trascendencia ha tenido para el templo el hecho de ser la catedral primada de España?
El título de catedral primada de España, (antiguamente de las Españas), le viene dado por el arzobispo, ya que, desde tiempo inmemorial, el titular de la diócesis toledana, es el Primado de España. Esto siempre ha supuesto que la iglesia de Toledo gozase de muchas riquezas y privilegios y, bajo mi punto de vista, no se escatimaba en gastos a la hora de dotar a la catedral de las obras más bellas posibles, contratando a los mejores artistas de las distintas épocas. Esto nos lleva a tener un cúmulo de “maravillas", a cada cual más bella, que además del rango episcopal, la hacen ser un templo difícil de igualar, por lo que también por eso es la “primada".
¿Hasta que punto podemos hablar de un patrimonio artístico, histórico, cultural de primerísimo orden?
Me remito al punto anterior para decir que en nuestra catedral, además de los primeros maestros y demás arquitectos que han intervenido a lo largo del tiempo, en Toledo hubo arzobispos llamados “mecenas” que, con su impronta, embellecieron la catedral de Toledo y gracias a ellos hoy en día es lo que es. Me refiero, entre otros, a Mendoza, Cisneros, Tavera, Fonseca, Lorenzana y otros; mediante su mecenazgo, a esta catedral vinieron a trabajar no solo artistas españoles, sino de toda Europa. Como muestra, puedo hablar de la Custodia de Arfe o del Transparente de Narciso Tomé. Estas son dos obras sin defecto, únicas en el mundo, que por sí solas merecerían una visita a Toledo; podríamos mencionar muchas más.
¿Considera que su libro puede convertirse en un compendio de referencia?
No he pretendido hacer un compendio de referencia ni mucho menos. Como dije antes, solo he tratado de hacer una visita sencilla a nuestra catedral con un lenguaje coloquial y sin grandes aspiraciones. He trabajado durante casi 50 años al lado de la torre de este singular templo en una farmacia y lo que he intentado proponer o transmitir en esta visita es lo que he aprendido a través de estos años. Hay historiadores y escritores mucho más preparados que yo por supuesto. Ellos tienen sus luces, sus estudios y sus vivencias, yo tengo las mías atesoradas en el tiempo y es lo que me he atrevido a ofrecer sin pisar el terreno a nadie y a petición de la antes citada librería. Lo que sí es cierto es que, a pesar de visitar muy a menudo el templo, cada vez que entro siento como un pellizco en mi interior.
Por Javier Navascués
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