El doctor Matías Santos explica qué es la geopolítica y su importancia para comprender el mundo de hoy
Juan Matías Santos es médico, especialista en Psiquiatría y Doctor en Medicina. Pero su gran afición desde que era adolescente ha sido la Geopolítica, de la que ha sido gran lector y estudioso. Es invitado a participar con cierta frecuencia en programas virales sobre temas de Geopolítica e Hispanidad, así como en tertulias radiofónicas y conferencias sobre temas geopolitológicos. Ha vivido casi un cuarto de siglo en países anglosajones e hispanoamericanos.
¿Cómo podemos definir la Geopolítica?
Es el estudio de los factores geográficos que intervienen en las relaciones de poder entre las naciones y pueblos del mundo. Podríamos hablar de la Geopolítica como de una suerte de saber estratégico enfocado hacia la dominación. Dominación, he de decir, no sólo militar, sino también política. Esta sería una aproximación sucinta, pero espero poder ir matizando más a medida que avance la entrevista.
¿Cuáles son sus orígenes y quiénes crearon el término?
En nuestros días muchos expertos señalan que la Geopolítica, en un sentido moderno, fue creada por Alfred Thayer Mahan, un contralmirante useño, y Halford Mackinder, un británico. Mahan insistió en lo imperioso de controlar las llaves marítimas del mundo, todos los estrechos. Mackinder elaboró la teoría del control del centro terrestre del mundo, del corazón eurasiático. Ambas ideas-vector han sido determinantes para las políticas internacionales de la anglosfera. No son meras consideraciones teóricas.
Lo cierto es que la Geopolítica tiene veneros antiguos. Algunos autores clásicos, como Heródoto o Tucídides, ya comentaron acerca de cómo ciertos factores ligados a la Geografía podían influenciar asuntos, digamos, de poder. Se suele atribuir a un autor sueco, Johan Rudolf Kjellen, haber sido el primero en acuñar el término Geopolítica.
¿Cómo ha ido evolucionando el término hasta nuestros días?
Ha evolucionado muchísimo. Y recientemente mucho más si cabe. Piense Vd. que para cualquier Estado Mayor hay dos espacios geográficos claros y básicos: el terrestre y el marítimo. De hace un siglo para acá el vector aéreo y las fuerzas aéreas otorgan el tercer componente de la tríada clásica: tierra, mar y aire.
Pero ahora hasta el Pentágono declara otros espacios. El espacial, porque hay armas espaciales y la misilística ha copado el espacio. En estos días de atrás, por ejemplo, ¡menuda se ha montado por la utilización de misiles anti-satélites por los rusos o las armas hipersónicas chinas! Y también el ciberespacio. De hecho vemos cotidianamente los ataques de hackers, trolls u otros soldados; porque son verdaderamente soldados entrenados y pagados, para doblegar o laminar al enemigo … o al amigo.
Lo más novedoso, aunque en realidad se venía incubando durante décadas, es el espacio cognitivo. El Pentágono habla sin tapujos de guerra cognitiva. Cierto es que los británicos vienen trabajando en operaciones psicológicas hace muchas décadas, y el Instituto Tavistock es una prueba irrefutable de ello. Incluso la primera gran psy-op de la historia fue la negro-legendaria, básicamente un trasunto anglo-holandés. Pero ahora ya es abierto y oficial … ¡y muy sofisticado!
¿Por qué es clave saber de Geopolítica para comprender lo que está pasando?
¡Uff, menuda pregunta …! Muchas y poderosas razones. Diré, parafraseando a un exiliado y conocido periodista español que, sin ánimo de ser exhaustivos, la primera es porque sin Geopolítica es imposible entender las verdaderas relaciones de poder que se dan en el mundo y, por tanto, realizar un diagnóstico adecuado sobre lo que nos está pasando. La segunda porque las explicaciones monodimensionales de estas relaciones, por ejemplo, la económica o economicista, son claramente insuficientes, y necesitamos abordajes multicapa y multi-vector, como los que la Geopolítica proporciona. La tercera porque estamos llegando a un momento de la Historia donde Metapolítica, Geopolítica y hasta la Filosofía de la Historia convergen. El mundo moderno es un vórtice sin parangón histórico. La Geopolítica arroja mucha luz sobre todo ello. La cuarta porque la Geopolítica puede ayudarnos a conseguir algunas herramientas útiles para lograr una inversión de flujo de nuestra civilización, que claramente parece abocada a un abismo si Dios no lo remedia.
Hay más pero, ya digo, sin ánimo de ser exhaustivo …
¿Cuáles son los principales conceptos geopolíticos desarrollados por Yves Lacoste?
¿Y por qué me pregunta Vd. sobre este geopolítico marxista heterodoxo francés …? (Sonríe y pausa) Bueno, es uno de los más notables geopolíticos franceses. Eso sin duda. El Zeitgeist geopolítico de él es el conflicto de Argelia y la Guerra de Vietnam. Lacoste está marcado por él, así como por su formación como geógrafo.
Fue pionero en adentrarse en una suerte de epistemología de la Geopolítica. Y tuvo también el acierto de integrar aspectos sociales y económicos en lo geopolítico, algo, por ejemplo, muy evidente en su libro Geografía del subdesarrollo. Integra, como pocos, los movimientos histórico-políticos en la Geopolítica, zafándose así de ciertos determinismos que lastraban la escuela alemana geopolitológica. Una de sus aportaciones más notorias son las cartografías, muy creativas y sugerentes, que él realiza.
Y para los que amamos la Geopolítica la revista fundada por él, Hérodote, ha sido siempre un referente. Uno de sus puntos más débiles ha sido su estructuralismo, parte del mismo Zeitgeist de la generación de Yves Lacoste, especialmente para los franceses.
¿Por qué los expertos comparan las relaciones geopolíticas con una partida de ajedrez?
El ajedrez es un juego fascinante que combina lógica y predicción de situaciones, exactamente como en Geopolítica. Es un juego de estrategia, y la Geopolítica es un saber estratégico. El buen ajedrecista sabe que un movimiento suyo puede desencadenar varias posibles situaciones, y anticipa todas ellas y diseña planes para cada situación. Son situaciones, como las que se dan en Geopolítica, que son dinámicas, cambiantes. Más aún, en Geopolítica, y en ajedrez, se sabe que un movimiento puede ser un inductor de una respuesta buscada o deseada para luego dominar.
Alfredo Jalife suele insistir que rusos, o iraníes, son muy aficionados al ajedrez, y que esto es algo que los define como pueblos. Jalife lo contrapone al póker, el juego por excelencia de los estadounidenses, donde los faroles son una táctica decisiva. Por eso hay tantos paralelos y por ello, quizás, los rusos, muy particularmente, promueven este juego entre aquellos a quienes forman como geopolitólogos.
¿Qué lecturas o autores nos podría recomendar para saber más de Geopolítica?
Restringiéndonos a lo que podemos encontrar en castellano los libros del Coronel Pedro Baños, que fuera el jefe de la contrainteligencia militar europea, son una excelente, y amena, introducción a la Geopolítica.
También en español recomiendo seguir al Profesor Alfredo Jalife Rahme, al que acabo de mencionar, un mexicano que dirige el Máster de Geopolítica de la UNAM. Personalmente tengo discrepancias con él, pero me parece imprescindible. Su capacidad de análisis geopolítico es muy buena. Sale mucho en la red dando conferencias y charlas.
Otro hispanoamericano que me parece fundamental es Marcelo Gullo, profesor de esta disciplina en la Escuela de Guerra argentina. Su libro sobre la insubordinación fundante, así como otro muy conceptual que escribió, Relaciones Internacionales, me parecen cruciales. Y no hablemos de su más reciente obra, Madre Patria, una refutación inapelable a la patraña de la Leyenda Negra. Thierry Messan, un periodista francés muy independiente, dirige Red Voltaire, y maneja información de primerísima, poco habitual en los cada vez más conglomerados y teledirigidos grandes media. Su página es actualizada semanalmente y está traducida al castellano.
También suelo frecuentar Asia TV, que tiene una gran producción de contenido geopolítico, con entrevistas, mesas redondas, etc. La dirigen Marcelo Ramírez, también proveniente del mundo académico de la Geopolitología, e Ivone García y me parece un sitio hoy día harto recomendable.
Desde luego hay que leer información de otros países, y se puede leer hasta prensa china en inglés hoy día, y no tragar sin más con lo que los mass media repiten machaconamente. Buscar información alternativa, contrastarla, pensar críticamente y no conformarse con la dictadura del pensamiento políticamente correcto. Sin ello nos convertimos en los esclavos dóciles, incluso sin darnos cuenta de ello, a lo que la brutal guerra cognitiva en curso nos quiere conducir.
Por Javier Navascués
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