El P. Santiago Cantera hace un análisis exhaustivo sobre el origen de España y su esencia católica

El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, de la que actualmente es prior administrador. Es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y fue profesor de Historia en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha participado en diversos proyectos de investigación y labores docentes. Tiene 20 libros publicados en España y en el extranjero sobre Historia de la Iglesia, de la vida monástica y de España, y sobre Teología y pensamiento. Entre ellos resaltan su tesis doctoral “Los cartujos en la religiosidad y la sociedad españolas (1390-1563)” y varios que ya han conocido dos y tres ediciones como “La crisis de Occidente” (Madrid, 2008, 2011 y 2021), “Hispania-Spania. El nacimiento de España” (Madrid, 2014, 2016 y 2021) o “Ángeles y demonios. Criaturas espirituales” (Madrid, 2015 y 2017).

En esta entrevista, con motivo de uno de sus libros ya publicados: Hispania Spania, reflexiona sobre el origen de la patria española y su esencia católica.

¿Por qué un libro sobre el nacimiento de España llamado Hispania-Spania?

La idea se fue gestando a raíz de la lectura de diversos textos de época visigótica en los cuales aparecía claramente reflejada la existencia de un concepto de España. Además, según señaló uno de los más eminentes conocedores del período, como fue José Orlandis, el reino visigodo de Toledo fue el primer reino español. Y varios historiadores españoles y franceses (Luis Agustín García Moreno, Jacques Fontaine, Suzanne Teillet…) habían dedicado también una atención considerable a esta realidad. Si bien existían monografías sobre el concepto de España en la Edad Media como es el caso del magnífico estudio de José Antonio Maravall, faltaba una monografía en España y en español que se ocupara expresamente del tema para la época visigótica. El título del libro responde al nombre que se daba a España entonces: Hispania, como la llamaron los romanos, o Spania en una forma muy típica de tiempos de los godos. No obstante, como bien ha demostrado García Moreno, desde el siglo IV la fonética ya utilizaba la forma “España” que hoy mismo usamos. Era asimismo un tema sugerente, dado el cuestionamiento que hoy se hace de la propia realidad de España, y prueba del interés del tema es que el libro ha visto ahora su tercera edición.

¿Qué importancia tuvo especialmente el III Concilio de Toledo en la consolidación de la unidad católica de España?

El III Concilio de Toledo del año 589 supuso la superación de la división religiosa entre la minoría dominante de los godos, que eran casi todos arrianos, y la mayoría de los habitantes de España, es decir, los hispanorromanos católicos. El Concilio fue convocado por el rey Recaredo, convertido al catolicismo dos años antes bajo la guía de San Leandro de Sevilla, quien presidió el mismo Concilio. Esta unidad religiosa de los dos grupos principales de población en la misma fe católica y asumida desde la monarquía gótica haría posible la mutua integración y el hermanamiento entre ambos. La unidad católica de España, alcanzada en el III Concilio de Toledo, hizo posible un camino de unión política y social desde la unión religiosa.

Era esencial el concepto: una fe, un reino…

En efecto, así se recoge en las actas de los Concilios de Toledo: la unión una fide et regno, es decir, en una misma fe y en un mismo reino. La unidad en la fe católica hace posible la unidad de godos e hispanorromanos en un mismo reino, que es el “Reino de los Godos”, con cuyos destinos pasan a identificarse los hispanorromanos. Esto es algo que se percibe nítidamente en las obras de San Isidoro de Sevilla, hermano de San Leandro: hispanorromano por parte de padre (no es seguro, aunque sí probable, que la madre fuera goda), se siente identificado de lleno con la causa del “Reino de los Godos”, sucesor de hecho y de derecho del Imperio Romano en España. Conforme se lee en las actas de los concilios toledanos y en otros documentos de la época, el “rey de los godos” (rex Gothorum) es el “rey de España y de la Galia” o “rey de las Españas y de las Galias” (rex Spaniae atque Galliae / rex Spaniarum atque Galliarum, entendiendo por “las Galias” la meridional provincia Narbonense que siempre permaneció en manos de los visigodos). Esa España y el sur de la Galia es la “patria de los godos”(patria Gothorum), del “pueblo de los godos” (gens Gothorum); y los hispanorromanos pasan a sentirse parte de este pueblo, pues los godos han asumido el legado de la antigua Hispania romana y la fe católica.

¿Cómo se fue configurando la Hispania romano-gótica en el pensamiento isidoriano?

Básicamente, esta visión que hemos expuesto es la que ofrece San Isidoro de Sevilla en sus obras históricas, sobre todo en su Historia de los Reyes Godos, Vándalos y Suevos, considerada como la primera historia nacional de España, en paralelo con las de San Gregorio de Tours y San Beda el Venerable para los casos de Francia e Inglaterra. Esta obra va precedida por una alabanza de España (Laus Hispaniae/Spaniae) y habitualmente se coloca al final otra que el autor realiza del pueblo de los godos (Laus Gothorum), lo cual revela la identificación que lleva a cabo. Además, la propia obra en su desarrollo narrativo de los acontecimientos va mostrando cómo los reyes y el pueblo de los godos han arribado providencialmente a España, han terminado abrazando la fe católica y han asumido la tradición romana, de tal modo que se han convertido en los legítimos herederos de Roma en España y son el pueblo elegido por Dios para vivir pacíficamente en ella, integrando en este proyecto a la gran población hispanorromana.

Laus Hispaniae, fue una obra muy representativa del naciente sentimiento hispano…

No cabe duda de que el texto más famoso de la Historia de los Reyes Godos, Vándalos y Suevos y el que expresa mejor el patriotismo de San Isidoro es la llamada Laus Hispaniae/Spaniae con que comienza la versión larga. Es un texto retórico en el que se perciben dos elementos principales: un enamoramiento hacia la España geográfica, un enamoramiento territorial, con una exaltación de la riqueza natural o material de España, que supone la parte central y más extensa del texto; pero asimismo un enamoramiento de la Mater Spania por su grandeza histórica y humana como “sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos”, “rica en hijos, fertilísima en talentos y regidores de imperios”. San Isidoro, al presentar a España como madre, también se siente hijo de España; hay una clara conciencia filial y un nítido afecto de piedad filial. Y junto a la idea de la maternidad fecunda de España, hay otro elemento de notable interés y que supone igualmente una personificación de España: la imagen nupcial o esponsal, de raíces a la vez bíblicas y clásicas; a España la deseó “la áurea Roma” y la poseyó más tarde “la floreciente nación de los godos”, que la conquistó y la amó y la goza ahora segura. El amor de San Isidoro a España es inmenso y se dirige a ella en segunda persona (“tú”) y con admiración (“oh España”); trata a España personificándola, reconociéndola como una entidad viva y personal, algo que se pone de manifiesto también al verla como madre y como esposa en su relación con Roma y con el pueblo de los godos. Se percibe, en definitiva, la herencia de la Roma que deseó y poseyó a España con amor, juntamente con la identificación con el pueblo de los godos, el cual ahora se ha unido y desposado con España. En esta visión de San Isidoro, por tanto, confluyen y se fusionan lo romano y lo gótico.

¿Cómo fue naciendo y creciendo la conciencia hispana?

En época romana, Hispania es percibida como un territorio inserto dentro del vasto Imperio, si bien con un carácter propio y singular, a la vez que diverso internamente según la herencia de los pueblos prerromanos y las grandes provincias. Pero siempre, esto debe quedar muy claro, España se concibe dentro del mundo romano. Será bajo el reino de los godos y en concreto a raíz de que éstos pasen definitivamente de las Galias (salvo la meridional provincia Narbonense o Septimania) a la Península Ibérica y asienten la capital en Toledo, y de un modo muy especial a partir de las campañas militares y la unificación territorial llevada a cabo por Leovigildo, cuando comience a gestarse una identificación de la antigua Hispania con una entidad política, cual es dicho reino. La unidad católica de España alcanzada en el III Concilio de Toledo y afianzada en los posteriores concilios toledanos, donde se reúne la cúspide eclesial y política del reino, y la unificación jurídica realizada a mediados del siglo VII por el rey Recesvinto, facilitan el proceso de integración de la población hispanorromana y de la germánica. Todo ello va quedando reflejado en las actas de los concilios generales y en diversas obras historiográficas que nos transmiten la existencia creciente de una conciencia hispana: Hispania o Spania se identifica con el “reino de los godos”, gobernado por el “rey de los godos”, y los hispanorromanos se sienten parte esencial de dicho reino y asumen su mismo proyecto en esa “patria de los godos”.

San Fructuoso tuvo gran importancia en la vida monástica española en el Medievo. ¿Por qué una figura de su importancia es tan poco conocida?

San Fructuoso de Braga es una de las figuras más eminentes de la denominada “era isidoriana” del siglo VII hispanovisigótico. De familia de la alta nobleza goda, su vida y su espiritualidad permiten ver cómo entre la población germánica ha calado el cristianismo católico en toda su profundidad y ha sido asumido el sentido romano de la norma y la organización: San Fructuoso lo plasma en la regulación escrita y práctica de la vida monástica y en la confederación de cenobios fundados por él en el Occidente peninsular. Su proyección además se alargaría en buena parte de la Edad Media española, hasta que la Regla de San Benito y el rito romano acabaran implantándose en los reinos hispanocristianos. En los monasterios masculinos y femeninos fructuosianos, descubrimos la integración de hispanorromanos, suevos y godos. No sin razón, el autor de la Vita Fructuosi lo equiparó con San Isidoro y presentó a ambos como lumbreras de España y del Occidente, a la par que San Braulio de Zaragoza le llamó “esplendor sagrado de España”.

En la parte III aborda algunas cuestiones relativas al norte hispano en el período visigótico.

Efectivamente, lo hago en una labor de síntesis de lo que otros investigadores han demostrado en sus estudios, en los cuales han dejado en evidencia las contradicciones y errores que habían sido sostenidos por los nacionalismos catalán y vasco y por una corriente de materialismo histórico marxista representada sobre todo, en este caso para el ámbito de Asturias y Cantabria, por los historiadores Barbero y Vigil, a quienes el serio trabajo desarrollado por Novo Güisán, entre otros, ha rebatido sobradamente. Cabe destacar, con respecto al área nororiental de la provincia Tarraconense, la fortísima impronta hispanovisigótica en el origen de lo que sería la Cataluña medieval, según se reflejaría en las leyes, las costumbres y las concepciones políticas acerca del poder y de la misma comprensión de España: tal es lo que se observa con nitidez en la promulgación de los Usatges por Ramón Berenguer I y Almodis. Historiadores catalanes de la talla de Ramón de Abadal no pasaron por alto esta realidad.

¿Por qué no trata ampliamente el período de la Reconquista?

El libro se centra en el período visigótico, que es en el que se gesta propiamente la conciencia de España, si bien sobre fundamentos anteriores y sobre todo romanos. Para la época de la Reconquista, es obligado remitir a obras como El concepto de España en la Edad Media de José Antonio Maravall y las reflexiones y estudios de historiadores de la talla de Menéndez Pidal, Sánchez Albornoz, Vicens Vives, Ladero, etc. No obstante, sí trato de ofrecer una síntesis acerca de un elemento fundamental de raíz visigótica en los siglos de la Reconquista: tal elemento es el denominado “neogoticismo”, es decir, la conciencia de la herencia visigótica por parte de los diversos condados y reinos hispánicos, así como de las familias de la nobleza y en las leyes y ciertas costumbres del pueblo, que confieren a esas entidades políticas y a los linajes la legitimidad para considerarse verdaderos herederos del reino de los godos. Ésta idea va unida indisolublemente a la de Reconquista: existe el derecho y el deber de recuperar la España perdida, arrebatada por los musulmanes, y devolverla a Cristo y a los cristianos de España.

Dedica unas páginas como colofón de la Reconquista a los Reyes Católicos y a la importancia del concepto “Reyes de España”.

He recogido en un apéndice un artículo y una conferencia que había elaborado con anterioridad al conjunto del libro, así como otro apéndice de mi buen amigo Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña. Como consecuencia lógica de ese neogoticismo, los Reyes Católicos, según señaló Luis Suárez, se tuvieron a sí mismos más como “restauradores” que como “fundadores”: al unir dinásticamente por medio de su matrimonio las Coronas de Castilla y de Aragón y al reconquistar el reino de Granada completando la Reconquista, habían culminado el proceso de recuperación del reino de los godos y de la España católica que ocho siglos antes había estado unida bajo los reyes godos, de los cuales Isabel y Fernando se consideraban verdaderos herederos. Maravall estudió en su monografía el uso y el sentido del término “Reyes de España” que aparece en numerosas ocasiones en la Edad Media; por mi parte, aquí me he acercado al uso y sentido que tiene bajo los Reyes Católicos e incluso por parte de los Austrias Mayores. Es cierto que, hasta el siglo XVIII, los monarcas españoles mantuvieron la fórmula oficial de una intitulación larga de todos sus territorios (“Reyes de Castilla, de Aragón, de León…”). Pero también es verdad que de forma oficiosa e incluso también oficial emplearon la fórmula “Reyes de España”. Es absurda la postura de quienes niegan la realidad de España antes del siglo XVIII o de la Guerra de Independencia y es absurdo e ignorante decir que no hubo Reyes de España como tales hasta el siglo XVIII.

Para ir concluyendo, ¿cuándo y cómo nace realmente España?

Según hemos podido ir viendo en esta entrevista, España nace realmente bajo el reino de los godos y más concretamente a raíz del III Concilio de Toledo, que hizo posible la conformación de un pueblo al llevarse a cabo la conversión de los visigodos al catolicismo y su integración mutua con la población mayoritaria hispanorromana. Es lo que San Leandro cantó en su sermón conclusivo del Concilio. La unidad católica hizo a España. La Reconquista fue un proyecto de recuperación de esa España perdida, tal como lo han entendido historiadores de la talla de Sánchez Albornoz y Vicens Vives, poco sospechosos de “nacionalcatolicismo” franquista. Y digo esto porque no faltan los que, para descalificar a quienes siguen sosteniendo una visión clásica de la gestación de España, traten de menospreciarla tildándola de “nacionalcatólica” para reducirla a “historiografía franquista” o, como mucho, a una postura recibida por ésta de Menéndez Pelayo (por otro lado, figura eminente de la intelectualidad española de todos los tiempos). De otra parte, la enorme riqueza de la diversidad regional de “las Españas” (término de herencia romana usado también en el período visigótico y de gran éxito en la Edad Media y hasta el siglo XVII inclusive), aglutinadas en una empresa común y en una conciencia superior, nace fundamentalmente en los siglos de la Reconquista: es la España de reinos y coronas que, por no haberla sabido comprender, fue prácticamente anulada por el centralismo liberal y ha sido esperpénticamente reinterpretada por los separatismos.

¿Hasta qué punto la fe católica y su misión evangelizadora es esencial en el nacimiento de nuestra patria?

En su último viaje a nuestra patria, Juan Pablo II se despidió de ella como “España evangelizada y España evangelizadora”. España fue evangelizada desde el siglo I de nuestra era y la tradición apunta incluso a la venida de los apóstoles Santiago y San Pablo, si bien el cristianismo penetraría sobre todo desde el norte de África. El arraigo que pronto alcanzó se manifestó en el ejército de mártires hispanorromanos que con su sangre fecundarían el suelo hispano y que serían profundamente venerados en tiempos del reino de los godos y hasta nuestros días. La fe católica hizo posible la unidad entre hispanorromanos y visigodos (y suevos), gracias a que ella desea abrazar a todos los hombres en el seno de la Iglesia como hijos de Dios. Este mismo impulso de facilitar a todos los pueblos el camino de la salvación, conduciría a una pléyade de misioneros al Nuevo Mundo y a otros continentes a partir de finales del siglo XV y el XVI, a la par que los reyes españoles se comprometían en la defensa de la fe frente a los nuevos peligros que la amenazaban en la Edad Moderna, continuando así lo que había supuesto el proyecto de la Reconquista. La Monarquía hispánica fue oficialmente denominada “Monarquía Católica”, a raíz del título otorgado por el Papa a Isabel y Fernando. España, en su historia y en su ser como patria común, no se puede comprender sin la fe católica.

 

Por Javier Navascués

31 comentarios

  
pedro de Madrid
Diariamente le rezo al benedictino fray Rosendo Salvado, civilizador de Australia, para que no molesten a los benedictinos del Valle de los Caidos, que tanto bien hacen allí
12/07/21 8:29 AM
  
Juan Mariner
Faltan territorios a la España histórica: Portugal, Andorra, parte de euskalherría y el Rosellón y la Cerdaña; al traste todo por los monarcas que hemos sufrido. España capital, Lisboa.
12/07/21 10:00 AM
  
Scintilla
Aunque sea con un día de retraso, felicidades a los benedictinos, y en particular a aquel monasterio. Qué poco eco ha tenido este año la memoria de san Benito.
12/07/21 11:45 AM
  
Mundo Editorial
La entrevista está bien, sin duda, pero la idea de la España goda no es la que existe en la reconquista, ya que esta es llevada a cabo por reinos que se forman a partir de Asturias, y son independientes entre sí. Cuando se solo queda en pie el sultanato de granada, son tres reinos lo asedian: Castilla, Aragon y Portugal. España, en el sentido actual aun no existe, pues se forma al conquistar Granada finalmente. Y en España no cabe Portugal, que es un reino independiente desde su nacimiento. El resto de los reinos, (incluida Cataluña, que evidentemente no es ningún reino), formaron España.

Por tanto Juan Mariner dice algo improcedente en su comentario. España nunca tuvo a Portugal, ni Andorra ni la Cerdaña. La España actual es la de la Reconquista, no la de los godos. Supongo que nadie aquí pensará que es posible volver a esa España. Sería una idea ridícula.

Saludos señor Navascues. Felicidades por su blog.
12/07/21 4:06 PM
  
José Ramón.
Sin animo de ofender está usted mezclando churras con merinas. Una cosa es la realidad material de la reconquista, pegada a linajes en conflicto, e intereses múltiples en lucha permanente , etc. Y otra, es la justificación "ideológica" que daba un sustento moral al empuje cristiano hacia el sur. Se puede discutir el alcance, pero no se puede negar que la recuperación del reino perdido estuvo presente desde el inicio al final de la reconquista.
Con todas las matizaciones que usted quiera, el Fuero Juzgo estuvo vigente hasta el siglo XIX. Todos somos hijos de un padre y una madre, pero también tenemos abuelos. Y uno de los abuelos de España es, sin duda alguna, el Reino Visigodo.
Si se acepta que el catolicismo romano es la espina dorsal de lo español, se tiene que aceptar la tesis del Abad.
12/07/21 7:52 PM
  
Óscar Garjón Zamborán
Ciertamente. Una auténtica DISTORSIÓN de la Historia de España. Está más que comprobado que el inicio de "España" como tal surgió durante el reinado de Carlos I de España y V de Navarra. Y sin extenderme en demasía en la argumentación histórica que ofrece el benedictino yo diría que no ha sabido apreciar los distintos reinos peninsulares que formaban "estados independientes". Numerosos expertos en Historia de España ya dieron su opinión cuando el Sr. Mariano Rajoy dijo que España era uno de los reinos mas antiguos de Europa, cosa falsa, porque España como tal no EXISTÍA. Se tiende a pensar que Hispania era la antigua España, pues la verdad es que no. Si que es cierto que dentro de Hispania estaba lo que hoy conocemos como España pero no olvidemos que Hispania era Portugal también y que el denominado territorio era una "provincia" más de Roma con sus distintas divisiones.

Si hubiese sido tal y como afirma el benedictino ni siquiera habría existido más tarde los reinos peninsulares, tales como el de Asturias, el de Galicia, el de Castilla o el de Navarra.

Así que sería bueno que rectificase en tales y erróneas argumentaciones.
12/07/21 8:05 PM
  
Juan Mariner
En absoluto, Mundo Editorial, España tiene su origen en los reinos godos y su referente es la Hispania romana, sus territorios históricos, sino tendríamos que devolver a los musulmanes hasta Bilbao.
12/07/21 8:28 PM
  
África Marteache
Cierto. San Benito no está de moda y no es porque sea antiguo.

La existencia de reinos peninsulares después del 711 es lógica porque "España" era musulmana ¿o no era España? A ver si va a resultar que Muzza y Tarik invadieron tierra de nadie. Lógicamente un territorio que llevaba 800 años luchando se tuvo que rehacer a pedazos porque de una sola vez no pudo, que cada uno de esos pedazos adoptase un nombre distinto y tuviera un rey distinto va en la misa dirección.
El reino más antiguo de Europa es Portugal, que también pertenecía a Hispania en época visigoda, otra cosa es que, aprovechando que el Tajo desemboca en Lisboa, los portugueses se separaran. El territorio portugués acabó su reconquista particular mucho antes que los Reyes Católicos y rápidos como un rayo se dirigieron a Ceuta y la liberaron en 1415. ¿Por qué hicieron tal cosa? Obviamente porque fue territorio visigodo y ellos eran sus herederos. De manera que Ceuta fue conquistada casi 80 años antes que Granada. Se hacía lo que se podía y cómo se podía, pero se sabía muy bien de quién éramos herederos.
Para los portugueses, que eran los mejores navegantes del momento y se lanzaron a costear África y luego el Índico, Ceuta no era lo mismo que Macao, era la herencia de sus padres, y lo mismo habrían podido hacer los Reyes católicos si no se les hubiesen adelantado ellos.
12/07/21 9:35 PM
  
Cos
Óscar Garjón Zamborán
Ciertamente. Una auténtica DISTORSIÓN de la Historia de España. Está más que comprobado que el inicio de "España" como tal surgió durante el reinado de Carlos I de España y V de Navarra. [...] Numerosos expertos en Historia de España ya dieron su opinión cuando el Sr. Mariano Rajoy dijo que España era uno de los reinos mas antiguos de Europa, cosa falsa, porque España como tal no EXISTÍA.
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Jeje. Está mas que comprobado y numerosos expertos dicen . . .
Ya el padre Santiago Cantera apunta en la entrevista que otros expertos aseguran que España no nació hasta el siglo XIX.
Incluso uno de esos expertos fue elegido ex profeso por el gobierno para "conmemorar" el centenario de la conclusión de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano, la travesia marítima mas grande e importante de la historia. Su conclusión era que la gesta no era debida al mérito español, sino que era un logro "de la humanidad" (sic) -se dejó fuera a los peces, a los árboles y, desde luego, al viento-. Ese mismo experto que declaraba en una entrevista que esperaba que España se diluyera pronto entre las entretelas de la UE.
Los expertos . . . ya saben.
12/07/21 9:57 PM
  
Cos
Juan Mariner
[..] al traste todo por los monarcas que hemos sufrido. España capital, Lisboa.
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Desgraciadamente solo hemos heredado sufrimientos y vergüenzas y así no se puede. Por ejemplo: los reyes, ¡menudo desastre! No como los reyes de otros países que sí eran estadístas normales y civilizados. Ni, desde luego, como los presidentes de la Generalitat -esa entidad milenaria- u otras institruciones locales. Esas sí que eran cosa seria ¡Qué ejemplo!¡Patrones de virtud!¡Modelos de maestría!¡Vanguardias de todas las bondades!¡Hasta cuándo tendremos que seguir penando por los Austrias menores!

Parece claro que la capital histórica de España es Toledo ¿Lisboa? Mejor Barcelona, incluso Tarragona.
12/07/21 10:20 PM
  
Óscar Garjón Zamborán
Si señor Cos, los expertos que son los historiadores.
13/07/21 6:29 AM
  
SS
Hispania, ya con el imperio romano, tan odiada dentro y fuera.-
13/07/21 8:29 AM
  
África Marteache
Juan Mariner: Los musulmanes nunca estuvieron en Bilbao. Tengo aquí un número de la revista "Desperta Ferro" titulado "Ejércitos medievales hispánicos, Conquista y resistencia (711-929)" en la que se ve hasta dónde llegaron los árabes y, prácticamente, llegaron a todas partes, pero quedó la cornisa cantábrica sin conquistar, Bilbao está allí. No hay imperio alguno que lo conquiste todo, siempre quedan zonas; en el Imperio Español en América quedaron tres zonas, nominalmente españolas, pero que nunca se conquistaron: La Gran Chichimeca al Norte de México, el territorio al Sur del Bio-Bio en Chile y la Pampa argentina. Esos tres territorios fueron conquistados y colonizados por las naciones que se independizaron de España.
Yo que tú, Óscar Garjón, no llamaría a los historiadores, estos interpretan los hechos y no sé si se habrá enterado usía de la famosa polémica entre Claudio Sánchez-Albornoz y Américo Castro.
13/07/21 9:01 AM
  
Mundo Editorial
Vamos, seamos serios, España capital Lisboa? Volver a la España visigoda? Pongamos los pies en el suelo, por favor. Estoy de acuerdo en los españoles todos tenemos una herencia visigoda, lo que demuestra que somos europeos como los centroeuropeos o cualquier otra parte. Todos entroncamos en los mismos ancestros: bárbaros del norte o greco romanos. Tengo un gran respeto por mis antepasados, lo que no quiere decir que no respete a los que tienen otros antepasados y han elegido España para vivir. El mundo actual es así y no hay vuelta atrás, y en el futuro quien sabe si habrá una sola raza humana, que integre a todas las demás. Yo no lo veré ni quiero verlo. Mis hijas y mis nietos no han absorbido genes de otras razas, pero mis biznietos pudiera ser que lo hicieran. Y yo lo aceptaría sin problemas.

Por otro lado, no hubo ninguna España musulmana. Eso es un total despropósito. Los musulmanes crearon su propio país, que llamaron Al Andaluz. Eran invasores de África, no europeos. No venían a integrarse en la España visigoda, no, venían a destruirla e implantar su propia cultura. Y siguieron hacia Francia, además, y la fueron conquistando también por un tiempo, hasta que Charles Martel los paró en seco y los mando hacia España. Debió echarlos a África, pero es comprensible que desistiera de semejante hazaña. Él liberó sus tierras en unos años. Nuestros antepasados tuvieron que emplear siglos.

A los que piensan que Al Andalus era una tierra idílica, donde las tres religiones se daban besitos y todos eran felices, les digo esto: que clase de idilio podía existir con unos invasores que te obligaban a pagarles un tributo de cientos de vírgenes cada año para dejarte existir? Y de lo contrario vendrían con sus tropas a masacrarte. Donde está el famoso idilio entre españoles y musulmanes? El Estado Islámico y los talibanes son una sombra a su lado. Aquella gente siempre fue extranjera, y nuestros antepasados así lo veían. No había posibilidad alguna de llegar a entenderse con ellos.

En cuanto al nacimiento de España como reino (que no país, ni nación, esos conceptos no existían entonces), ocurrió con la toma de Granada. Portugal ya se había formado y existía por derecho propio, desde que el Papa (la ONU de la época) reconoció su existencia. Portugal es anterior a España, pero no a Castilla y Aragon. Cataluña? Nunca tuvo un papel relevante en la historia. Era un condado de Aragon lo que no le quita importancia. Pero nunca fue un reino independiente, y la alucinación que tienen muchos ahora en esa región es solo eso: pura locura que se cura con tratamiento de Litio. Lo que hace falta es enviar una división allí, pero no de tanques, sino de psiquiatras.

Saludos
13/07/21 9:33 AM
  
África Marteache
Es también perfectamente posible obviar el Islam e interpretar la Conquista de España por los árabes acompañados de bereberes y otras hierbas silvestres que se llevaban entre sí a matar. De esa manera no habría ningún lazo cultural entre ellos y no se podría hablar de un pueblo conquistador sino de múltiples pueblos sin conexión alguna. Lo mismo que se les atribuye a los reinos hispánicos.
Aparte de los hechos puntuales, que exigen datación, todo lo demás es cosa del enfoque que el historiador le dé.
La Leyenda Rosa de la España de las Tres Culturas es un buen ejemplo de ello. Jamás se ha podido demostrar que en el Califato de Córdoba los mozárabes pintaran nada, ni en la arqueología hay rastros de tal cosa, ni hay nombres de ningún mozárabe ilustre, pero se le puede llamar "Tres Culturas" si al historiador le parece bien esa interpretación.
13/07/21 10:05 AM
  
África Marteache
Mundo Editorial: Como vienes demostrando en tus intervenciones lo más que puedes editar son las novelas de Corín Tellado. La posibilidad de volver a la España Visigoda es nula, nadie defiende tal cosa, y Cataluña tuvo el papel relevante en la Historia, dentro del Reino de Aragón, lo mismo que cualquier otra parte de España, todas ellas relevantes en uno u otro periodo histórico, lo que hace a las regiones de España perfectamente reconocibles y nadie ha confundido jamás a un catalán con un gallego, ni ahora ni en los tiempos de Cervantes. Hay un episodio en "El Quijote" en el que Miguel de Cervantes demuestra conocer muy bien la sintaxis vizcaína, lo cual verifica que conocía el origen de cada español.
No hace falta ser una nación soberana para tener identidad propia y ese es el error de catalanes y vascos.
El Catolicismo, como bien dice el Abad, fue la señal de identidad común de los españoles desde la Monarquía Visigoda y no otra cosa, lo mismo que el Islam fue la marca de identidad de los invasores que no tenían nada más en común porque en aquel tiempo los bereberes todavía hablaban mal el árabe y, aún hoy, no le vayas a hablar a un egipcio de Aisha Kandisha porque te dirá: "¿mande?", fuera del Magreb no existe tal señora.
13/07/21 10:55 AM
  
Cos
Óscar Garjón Zamborán
Si señor Cos, los expertos que son los historiadores.
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¿Y qué es el padre Santiago Cantera?
13/07/21 3:11 PM
  
juvenal
África
Cataluña nunca perteneció al Reino de Aragón. Eran entidades independientes, pero gobernadas por la misma familia, formando con otros territorios la llamada Corona de Aragón
13/07/21 3:45 PM
  
Juan Mariner
Cos: tenga en cuenta que quien manda en la cúspide es el monarca, no el clérigo Pau Claris o Rafael de Casanova, que luchó por la "millor Espanya". Su visión autosatisfecha de la Historia ya preindica el fracaso de la empresa española.

No nombren más al nefasto Rajoy, que al igual que Sánchez de otra forma, jugaba al enfrentamiento entre territorios españoles para meterse en la Moncloa, y el daño ha sido inmenso; y eso de su eslogan "Somos una gran nación" es una copia de los gabachos que se lo inventaron antes que él (una copia barata, por cierto).
13/07/21 6:16 PM
  
África Marteache
juvenal: Sí, claro, eran entidades independientes pero solo había un rey y ese rey era de Aragón porque rey de Cataluña y de Valencia, entre los cristianos, nunca existió. El Señorío de Vizcaya era de la Corona de Castilla pero no era Castilla.


13/07/21 6:28 PM
  
Mundo Editorial
El P. Contreras sabe mucho más que yo, sin la menor duda. Eso no quiere decir que tenga que convertirme en su ciego seguidor. Yo he desarrollado mis puntos de vista también, merced a la edad y a mi pequeña dedicación a conocer mis orígenes.
13/07/21 6:28 PM
  
África Marteache
Mundo Editorial: En lo referente a la Historia no tienes por qué convertirte en ciego seguidor de nadie, pero eso te obliga a saber mucho y lamento decirte que la experiencia personal y el conocer los orígenes de tu familia no sirve para nada más que para lo anecdótico, eso es como querer saber lo que son los mamíferos estudiando al gato de tu casa. Vergüenza debería darte decir tal cosa.
13/07/21 7:44 PM
  
Juan Mariner
África Marteache: en Valencia sí había Rey, Reino de Valencia, sin interferencias de catalanes y aragoneses, pura estrategia de Jaime I con su reconquista y con Cortes propias, al igual que en Mallorca, con la división posterior de la Corona catalano-aragonesa es más claro aún. Jaime I declara la independencia jurídica del Principado de Cataluña retroactivamente cuando en tiempos del Conde Borrell II (no el ínclito cargo europeo) es atacado por los musulmanes y el rey franco, al deberse vasallaje mutuo, no acude en su auxilio.
13/07/21 9:42 PM
  
África Marteache
Mariner: Cuando hay algo que no conozco a fondo no discuto, pudieras tener razón lo que ocurre es que si ese Jaime I es Jaume I el Conqueridor, figura como rey de Aragón de Valencia y de Mallorca, pero la Corona es Aragonesa y jamás he oído hablar de Corona Catalana ni Valenciana. Se entiende que Aragón era primus inter pares o la corona no llevaría su nombre. ¿Qué sentido tiene una Corona a la que pertenecen varios reinos y solo lleve el nombre de uno a no ser que éste sea el principal y los otros subordinados a él?
13/07/21 11:47 PM
  
África Marteache
Lo que quiero decir es que Valencia fue claramente un reino de taifas musulmán independiente de otros reinos de taifas, pero después de su conquista no tuvo un rey propio que no lo fuera de nadie más, ni una corona que fuera suya, lo que le liga a Aragón de todas, todas, tuviera cortes o no. Es decir que Valencia no podía tomar medidas ni políticas ni militares de propio cuño a las que Aragón se opusiera. ¿O sí?
Pregunto porque no lo sé, siempre existe la posibilidad de haber sido mal informada.
13/07/21 11:54 PM
  
Elisa
Dios bendiga si trabajo y proteja el Valle de los Caídos. Aguante, España, aguante, ya vendrá el triunfo del Inmaculado Corazón de María. Saludos desde América.
14/07/21 5:09 AM
  
África Marteache
Cuando tenía 20 años y, dándome cuenta que jamás podría pisar una universidad, escogí a un maestro que me guiara y éste fue Unamuno, así que me leí toda su obra. Unamuno tenía fuertes vínculos tanto con Portugal como con Hispanoamérica, me fui leyendo todos los libros que recomendaba, entre ellos "Martín Fierro" y "Tabaré", recuerdo muy bien. Y en historia era un gran apologeta del libro de Oliveira Martins "História da Civilização Ibérica" siendo la tesis de ese autor iberista, en la misma forma que en "A jangada de pedra" de Jaramago Iberia se parte por los Pirineos y va flotando en el mar, más difícilmente podría haberse desgajado Portugal. Lo que indica que en Portugal siempre ha habido iberistas o personas que han pensado que, por encima de nacionalidades, la Piel de Toro es una.
Así que ese es otro punto de vista distinto de un historiador. Como veis los hay para todos los gustos. ¿Qué es un destino común? Para los iberistas Portugal y España están ligados por la geopolítica desde siempre. Por eso la idea de la capital en Lisboa, que creo lanzó Mariner, en tiempos de Felipe II pudo haber sido una solución.
Las tres puntas del azulejo son: Lisboa-Sevilla-Valencia; las del bacalao: País Vasco-Portugal-Cataluña y en el S. de Oro había en España medio portugueses y medio españoles a punta de pala. Tú puedes estrechar lazos o aflojarlos. La Reconquista estrechó los lazos.
14/07/21 10:00 AM
  
José Luis
Como en tantas cuestiones, no estaremos todos de acuerdo. Si España lo es, en cierta época o en otra, no es importante. La historia claro que importa, pero importa más las buenas intenciones y siempre el presente mirando al futuro. Son los políticos, antes otros, los que unen o separan a las gentes. Toda aparente unión territorial, puede ser solo imaginaria. Los Estados tienen que tener algo grande en común, pero después, tiene que producirse un continuo esfuerzo de sus gentes en unirse y en desarrollar valores y cosas comunes, que no entren en conflicto grave. España entra en conflicto grave por los intereses mezquinos de sus políticos y la estupidez de sus gentes. Del pasado no es posible vivir. Manejemos el presente.
14/07/21 11:09 AM
  
Juan Mariner
José Luis: la Historia es importantísima en tanto en cuanto es lo que nos "legitima" ante la ONU y otros organismos internacionales que nos quieren subyugar, amén de algunos Estados vecinos a los que les sobra ánimo expansionista. Una disputa por aguas de un río fronterizo entre EEUU y México se dirimió en los Tribunales de Justicia internacionales en base a escritos y diarios de expediciones de los misioneros franciscanos en California.
14/07/21 2:06 PM
  
Víctor
Formidable entre Ista y una gran lección de nuestra Historia, que como comenta el padre Cabrera,ya San Juan Pablo II, dejó para los anales de los conocimientos de nuestra historia el " Evangelizada y evangelizadora". Si, desde el siglo primero. España es conocida en el pueblo de Israel, cuando veían regresar a las naves de tierras hispanas, y,más concretamente, desde Tharsis (para la generalidad Huelva, aunque Almería también quiere apropiarse de ese nombre), cantaba el pueblo de Israel por medio de los salmos: "ya llegan las naves de Tharsis y de las islas con ricos tesoros y sus velas parecen palomas que regresan al palomar". Habrá otras opiniones, pero yo me quedo con la que apunta el padre Cantera y que muchas veces repita Federico Jiménez Losantos. Paz y Bien
15/07/21 1:34 AM
  
juvenal
África
No, lo que ocurría es que la misma persona era Rey de Aragón y Conde de Barcelona, pero el Condado de Barcelona no era dependiente del Reino de Aragón. Es algo similar a lo que ocurrió con el Reino de la Gran Bretaña y el Electorado de Hannover (luego Reino) que durante bastantes años los ostentaba la misma persona, siendo entidades diferentes. Luego, como las leyes sucesorias eran distintas, la reina Victoria ocupo la trono de la Gran Bretaña, pero fue un tío suyo el que ocupó el de Hannover en aplicación de la ley sálica.
15/07/21 6:31 PM

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