Contreras reivindica la memoria de decenas de miles de españoles inocentes, asesinados por odio a la fe
El diputado de Vox, el catedrático Francisco José Contreras, tuvo recientemente un gesto sin precedentes en el Congreso, sacó de su bolsillo el crucifijo que llevaba su tío abuelo, el sacerdote Rafael Contreras Leva cuando fue asesinado el 29 de julio de 1936 a los pocos días de comenzar la Guerra Civil Española y que pronto será beatificado. “Fue despedazado con un hacha”, precisó Contreras. Nos atiende amablemente para reflexionar sobre su gesto.
En esta vida valen muchos los gestos, ¿Hasta qué punto es importante que un político muestre en el Congreso el crucifijo de un mártir?
Creo que es importante como gesto de reivindicación de la memoria de decenas de miles de españoles inocentes, asesinados por odio a la fe. La versión oficial y sectaria de la historia de aquellos años -impuesta por las leyes de Memoria a partir de Zapatero, y antes ya por los medios de comunicación, el cine y la historiografía universitaria- los había invisibilizado. También me parece importante como gesto de libertad y desafío, en una sociedad que más que laica, ha llegado a ser “laicista"; no neutral, sino hostil al cristianismo.
¿Se siente orgulloso de tener un mártir en la familia?
Es un honor del que hay que esforzarse por ser dignos. No conocí a mi tío-abuelo, por supuesto; ni siquiera mi padre llegó a conocerlo, pues tenía un año cuando le asesinaron. Pero su fotografía presidía la casa de mis abuelos paternos. Nos hablaban de él con veneración, pero sin odio.
Pareciera que la cruz está vetada en el ámbito público en una sociedad laicista…
Así es, y es una anomalía absurda. Más allá de si se tiene fe o no, es de mero realismo histórico reconocer que el cristianismo es la raíz de nuestros valores, historia y cultura. Una sociedad occidental que proscriba la cruz se está negando y odiando a sí misma.
Asociar derecha a crimen e izquierda a libertad es un insulto a la inteligencia, pero muchos compran ese discurso y el gran fraude de la llamada ley de memoria democrática.
Así es, como intenté explicar muy sintéticamente en mi breve intervención, y como he indicado ya en otras intervenciones en la Comisión Constitucional. En VOX pensamos que las leyes “de memoria democrática", con la excusa de honrar a las víctimas de hace 80 años, lo que buscan en realidad es imponer una versión maniquea de la Historia que identifique a la derecha con el fascismo y a la izquierda con la libertad. Esa versión es una burda manipulación de la realidad. La Segunda República fue un régimen sectario desde los comienzos, con su prohibición de la “apología del régimen monárquico", su Ley de Defensa de la República (que incluía censura de prensa y destierros sin juicio), su prohibición de la enseñanza católica y expulsión de órdenes religiosas, su inhibición frente a la quema de conventos por turbas fanatizadas por la propaganda marxista…
Cuando las derechas ganaron limpiamente las elecciones en noviembre de 1933, las izquierdas intentaron un golpe de Estado en octubre de 1934, causando 1400 muertos, sobre todo en Asturias, pero también en 25 provincias más. Después de 1934, las declaraciones públicas de la izquierda (incluido el PSOE, dominado por la facción bolchevizada de Largo Caballero, que prevaleció sobre la más moderada de Besteiro) hablaban abiertamente de revolución socialista y de ruptura con la “democracia burguesa": la derecha debía ser expulsada definitivamente del sistema. Y en febrero de 1936 se manipularon las actas electorales de muchas provincias para convertir en victoria aplastante de la izquierda lo que en realidad había sido un resultado muy ajustado. Lo que comenzó en julio de 1936 no fue simplemente un pronunciamiento militar, sino la sublevación de la “media España que no se resigna a morir” (Gil Robles) frente a ese estado de cosas. Tanto el ejército como la sociedad se partieron prácticamente al 50%. Ambos bandos se radicalizaron y cometieron crímenes. La versión oficial que se nos quiere imponer invisibiliza los de unos y magnifica los de los otros. En cuanto al resultado de la guerra, si hubiese vencido el bando republicano, habríamos tenido una dictadura estalinista, no una democracia. La comunistización del bando republicano era patente, hasta el punto de que los comunistas se permitieron perseguir a sus propios rivales dentro de la izquierda -anarquistas, POUM, etc.- llegando a la aniquilación física en la Barcelona de mayo de 1937.
En este sentido la batalla cultural que ofrece Vox es muy necesaria.
VOX ha nacido para eso: para dar la batalla cultural que el PP se negaba a dar, con el pretexto de que “la economía lo es todo", y con su sempiterno terror a que la izquierda le llame “facha". La interpretacion del pasado es parte esencial de esa batalla. El PP había entregado durante décadas a la izquierda el monopolio de la cultura y de la Historia. Con VOX, eso se ha acabado.
Por Javier Navascués
35 comentarios
También habló de la "represión brutal" en la retaguardia franquista, dando así por buena la propaganda comunista. "Nosotros asumimos los crímenes de ambos bandos", añadió.
En fin, creo que el discurso de este diputado estuvo muy próximo a la postura equidistante del PP en esta materia. Sin embargo, no se puede ser equidistante entre los buenos y los malos, aunque los buenos cometiesen errores.
Los liberales de Milei y Espert, Gomez Centurión son los más parecidos a VOX, aunque les falta mucho para llegar a ser una opción seria.
Puse esto mismo en el blog de Elentir, seguidor del diputado Contreras, y la censura me lo ha borrado. ¿Es ésta entonces la relación con la verdad histórica que alumbra la nueva derecha? ¿La misma insostenible, pero que sostienen desde la Transición, con los frutos terribles de repetición de la Historia que ahora estamos viendo...?
¿Son “caídos por Dios y por España” los milicianos rojos enterrados en el Valle de los Caídos? No. ¿Y?
Es la equidistancia respetuosa con los muertos.
Me parece muy injusto atribuir a la posición de VOX "confortable equidistancia", siendo el primer partido con representación parlamentaria que, en 43 años de democracia, ha hablado abiertamente del carácter sectario y antidemocrático de la Segunda República, de la enorme responsabilidad de la izquierda en su deriva hacia la Guerra Civil, del golpe de Octubre 1934, de los crímenes del bando republicano... Es descabellado comparar esa actitud con la de un PP que se ha limitado siempre a decir "amén" a la manipulación de la Historia que iba imponiendo la izquierda.
Por supuesto, nuestra actitud no consiste en invertir la jerarquía moral -españoles buenos vs. españoles malos- que la izquierda impone desde su maniqueísmo. Abascal ha dicho reiteradamente que "todos los españoles deben poder estar orgullosos de sus abuelos". Nos negamos a ver en ellos "fascistas" y "rojos": los vemos como compatriotas caídos en una tragedia nacional que no debe repetirse. Apelamos al espíritu de reconciliación y magnanimidad que presidió la Transición, arruinado después por el cainismo de la izquierda.
Personalmente, creo que, aunque la represión practicada por el bando nacional fue cuantitativamente más importante (entre 80.000 y 90.000 víctimas, si incluimos las ejecuciones de posguerra) que la republicana (unas 60.000: sigo las cifras del padre Martín Rubio), el segundo presenta rasgos cualitativos ausentes generalmente en el primero: frecuente ensañamiento y torturas; redes de robo y expolio; ingente destrucción de patrimonio histórico-artístico; odio anti-cristiano a veces rayano en lo demoníaco...
Parte de los ejecutados por el bando nacional habían cometido antes asesinatos, robos y torturas en la retaguardia republicana. Pero a muchos se les ejecutó simplemente por su filiación política, su militancia sindical, etc. Por tanto, ambos bandos cometieron crímenes. En ambos se mató a mucha gente por lo que ERA O PENSABA, y no por nada que hubieran HECHO. Y en la posguerra, un régimen que se decía católico hubiera debido exhibir mayor generosidad (como pidieron, por cierto, el cardenal Gomá o el obispo Elijo Garay). A Julián Besteiro, por ejemplo, que se había jugado el tipo para derrotar militarmente en marzo de 1939 a los comunistas que querían prolongar la resistencia hasta enlazar con la Segunda Guerra Mundial, se le mantuvo en prisión -exceptuándole de una orden de liberación de todos los presos mayores de 70 años- donde murió a consecuencia de una infección. Se encarceló a Melchor Rodríguez, el "ángel rojo" que había detenido las matanzas de Paracuellos y salvado muchas vidas -exponiendo la suya- en la retaguardia republicana.
Estamos aquí para defender la verdad y la magnanimidad, no para sustituir un sectarismo por otro de signo inverso.
En lo que se refiere a la II República, creo que habría podido triunfar si no dejara quemar una iglesia detrás de otra, que los españoles amamos a nuestros Cristos y nuestras Vírgenes, también al arte que contienen los templos. Parece que los dirigentes de entonces tenían pocas luces, aunque algo más que los de ahora. Que su tío y los muchos mártires que ha dado España, intercedan por nosotros, que buena falta nos hace.
Acabo de recibir el libro "La Guerra de Papel" de Melquiades Prieto en la que se ve el uso que se le dio a la imprenta en el S. XVI, a esa propaganda antiespañola y anticatólica se contestó con libros de teología. A la agresividad si se contesta con la mesura la primera es la que gana hasta el hartazgo. "No me rebajaré a su altura", no te rebajarás pero eso es lo que entiende la mayoría de la gente así que perderás la guerra de papel.
El corto discurso del Profesor Contreras en el Congreso enarbolando el crucifijo de su abuelo mártir es un gesto valiente de reivindicación de las víctimas inocentes de una tragedia que no debe volver a repetirse… YA ERA HORA que alguien lo hiciese, por lo que estoy muy agradecido; además de hacerlo con nobleza y con un espíritu magnánimo que reconoce a las víctimas de ambos bandos asesinados por sus ideas.
Y SI, hubo persecución religiosa en ese periodo, y no debe silenciarse, está plenamente documentada, llega a los niveles de un GENOCIDIO. En una obra más de 800 páginas de obligada referencia: “Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939” de Antonio Montero Moreno, la web infovaticana resaltaba sobre esta extensa investigación que: “Debido al número de víctimas y al breve tiempo en el que fueron asesinadas, la persecución religiosa de la Segunda República, indudablemente, figura como la más intensa de los veinte siglos de historia de la Iglesia Católica, mayor incluso que las diez que llevaron a cabo los emperadores romanos durante 250 años, el islam, los luteranos, calvinistas y hasta la Revolución francesa, o la comunista rusa y china”
https://infovaticana.com/blogs/criterio/historia-de-la-persecucion-religiosa-en-espana-1936-1939/
Poco después de publicado ese libro, dejó de ser de obligada referencia para la Iglesia y para los del espíritu magnánimo, hasta el punto que ni a su episcopal autor se le podía sacar ya una palabra al respecto. A los pocos que aún apreciaban la obra, se les censuraba a derecha y a izquierda con la cantinela de que «reabre las viejas heridas de la contienda». Ha bastado con que esa misma izquierda decida por su cuenta desenterrar el hacha de guerra, para que el dichoso libro vuelva a ser 'de referencia'. Pero eso sí: junto con el consabido 'espíritu magnánimo', que consiente el mercadeo con la verdad y la segura repetición de la Historia cuyo aliento roza ya nuestro cuello...
La memoria histórica es un gran error. Está planteada para que de una visión parcial e interesada de la historia se desprendan acciones contra las cosas y las personas hoy, 80 años después. Porque se podía quedar en las interpretaciones de los historiadores, y que cada cual saque sus conclusiones, pero no, quieren que repercuta en la sociedad, limitando a unos y exaltando a los que consideran de los suyos. Y se ve el partidismo mientras ocultan, minimizan ó tergiversan los crímenes y actos delictivos de los republicanos, también los de antes de la guerra. Y como se empeñan en remover la historia, recordarlo es un acto de mínima justicia hacía las víctimas de la persecución en la zona republicana, que además en su mayor parte no habían tenido que ver con el alzamiento.
La memoria histórica ha llevado a discordias y tensiones que antes no existían. Ni siquiera en el franquismo, pasado el efecto de la guerra se tendió a la reconciliación, la misma idea del Valle de los Caídos está pensada para enterrar con la misma dignidad a los caídos de ambos bandos, podemos suponer el efecto en las mentalidades de la época. Luego se puede revisar la legislación y como también se tendió a la reconciliación. El otro día Pablo Iglesias comentaba en una entrevista que su abuelo estuvo en la cárcel por luchar contra el franquismo, pero no contaba que fue condenado a 20 por un presunto delito, de los que sólo cumplió 4, y nada más salir de la cárcel se colocó como funcionario en el ministerio de trabajo dirigido por un falangista, hizo carrera y llegó a ocupar un puesto de cierta importancia.
Al final creo que si hay que remover la historia lo que se debe buscar es un juicio justo, sin temer a la verdad. Hoy como se ha tergiversado tanto, sencillamente decirla es casi un acto de provocación. Sobre el franquismo juzgar de forma objetiva lo que se hizo bien y lo que se hizo mal, pero con un estudio serio y sin juicios superficiales. Y también comparándolo con lo que se hizo en otros conflictos, etc.
Sigan ustedes por ese camino de tibieza, y ya verán cuántos votos pierden.
Aun en el caso de que cuantitativamente la represión ejercida por el bando nacional fuese mayor que la ejercida por el bando frentepopulista (no republicano: la legalidad republicana de 1931 naufragó en febrero de 1936 y se hundió del todo el 19 de julio con la entrega de armas a los partidos y sindicatos de izquierda), se explica porque los nacionales llegaron a controlar todo el territorio nacional, a diferencia de sus oponentes.
Por lo demás, la represión de posguerra se hizo con muchísima generosidad, a pesar de que las heridas estaban tan recientes. Las conmutaciones de penas fueron numerosas y muchísimos condenados a muerte salieron a la calle a los pocos años. Existen casos muy sonados. Julián Besteiro, tan admirable por una parte, por otra nunca rompió con un PSOE que fue el principal causante de la Guerra Civil.
Y, en fin, no es cierto que el PP siempre haya dicho amén a la versión de la izquierda sobre la Guerra Civil. Ahí está, por ejemplo, el concejal madrileño Pedro Corral, que se enfrentó a Manuela Carmena por la "depuración" que ésta hizo del callejero de Madrid. Sinceramente, señor Contreras no veo mucha diferencia entre la postura de usted y la de Pedro Corral.
¿Desenterrar en qué sentido?
Porque desenterrar a los muertos que yacen en las cunetas y enterrarlos en un cementerio, es decir, es muy digno.
Si algunos no han pasado página y se aprovechan de los acontecimientos para sucios fines, como es el caso, lo peor es darles una respuesta equivalente.
La reconciliación verdadera sólo se alcanza en Cristo, pero cada uno, con los medios a su alcance, debe fomentar la reconciliación en todo momento y lugar.
Execrable gesto del diputado de VOX para ganar un puñado de votos en un "totum revolutum" asociando a los católicos a las derechas y a los conservadores.
Lo que me parecedigno es que se entierre a los muertos como cristianamente se debe hacer y se deje que descansen en paz, ah, y que se ore por ellos porque la piedad sólo es de Dios.
Juan Mariner:
Execrables son tus palabras. No se puede comparar a unos políticos de mierda que por pasarse de gamberros están en un hotel con calefacción con aquéllos que murieron en el campo de batalla.
Muchos murieron por la unidad de España, todavía no conozco ningún caso, a nadie, que haya muerto por la independencia de Cataluña. Pero vamo, NI UN SOLO CASO. Eso sí, muchos originarios de esa región cayeron heroicos por Dios y por España, o te lo reformulo: por Dios y por cuarto mandamiento.
Quiero recordar cuando un eurodiputado polaco se levantó para defender a Franco; Maciej Marian Giertych de la Liga de las Familias, el día que el PSOE llevó a este parlamento una condena de ese régimen, ¿llevaría la izquierda también una condena de lo que hicieron en la República y la zona republicana?.
A mí, por lo menos a mí, no me vas a tocar a los muertos o a los represaliados de NINGÚN BANDO. Y mucho menos me los vas a comparar con esos maleantes, vagos, cobardes, ladrones políticuchos catalanes de medio pelo que están de vacaciones en un hotel pagado por todos.
Que Dios te reprenda, duro, por haber comparado a los caídos en combate, de cualquier bando, con esa bazofia civil que es la cobarde representación parlamentaria del independentismo catalán.
Me repugna tu comparación. Para que
veas hasta qué punto, te enviaría a abrir las tumbas, las fosas comunes
de esos que murieron en la Guerra Civil, de esos que no reponsan en
ningún cementerio. Y te obligaría a abrir las tumbas, las fosas comunes,
con los dientes. Te obligaría, porque es el colmo de la INDIGNIDAD comparar a un caído en el campo de batalla, a cualquier
caído en el campo de batalla, con esas nulidades, con esos cobardes, con
esos ladrones de políticos catalanes que justamente están en la cárcel.
Te llevaría comer tierra y a abrir las tumbas de todos esos soldados
muertos en combate, de cualquier signo y color, de todos esos que aún no
reposan dignamente, por tus palabras.
Y luego te llevaría a hacer las camas, fregar el suelo y fregar los wateres de esos cobardes presos... para que veas la diferencia.
Me siento orgulloso de haber votado a los siguientes partidos: Familia y Vida, SAIN, Falange y VOX.
¿Ojalá fuera VOX católico? Sí.
No, macho, no. NO te equivoques machote.
Yo no respeto las ideas de todos.
Yo no respeto ni la blasfemia de san Agustín cuando niega la voluntad salvífica universal, ¡cómo para respetar un planteamiento político!
Estás muy equivocado.
Infernalmente equivocado.
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