José Luis Orella es Historiador de la Edad contemporánea, especializado en pensamiento político en España y Europa central. Inició su investigación en Bilbao, ya que es egresado de la Universidad de Deusto, con trabajos sobre la pluralidad política vasca en la actualidad. Otra línea dominante en su investigación ha sido el catolicismo social, principalmente en la primera mitad del siglo XX, centrándose en el corporativismo. Ahora trabaja comparativas del XX entre Polonia y España, pero también los populismos identitarios postindustriales que cobran fuerza en Europa como nueva fuerza emergente. Varios de estos trabajos pueden seguirse en www.arbil.org revista electrónica de pensamiento, de la cual es uno de los fundadores, y es la primera en divulgacion en lengua española.
Países como Polonia (y extensible a Hungría) son un ejemplo de como ha reaccionado ante la pandemia en contraposición con la negligencia de España…
Los gobiernos de Polonia y Hungría han sabido aprovechar la experiencia de los casos anteriores, cerrando las fronteras con los primeros casos, poniendo en cuarentena a todos los nacionales que retornaban al país, y realizando pruebas masivas a la población para detectar a todos los presuntos contagiados, algo posible al haber en el momento inicial pocos casos.
Ellos se lo tomaron con mucha seriedad desde el principio poniendo todos los medios que recomendaban los expertos….
En efecto, no se dejaron llevar por motivos políticos o de niveles de popularidad en las encuestas, China e Italia, ya estaban en niveles elevados y prefirieron optar por prevenir. En un mundo tan globalizado como el nuestro demostraron tener razón, ahora el virus se desarrolla muy lentamente en aquellos países centroeuropeos.
Cerraron fronteras y escuelas y prohibieron eventos desde el primer momento…
Son las principales medidas a tener en cuenta, y se tomó el 11 de marzo, cuando Polonia y Hungría, no tenían ni ochenta casos entre los dos países, mucho antes que España, que esperó a cuando se ya había más de 2.500 casos confirmados.
Y se han dado los resultados, pues las cifras de Polonia son mucho más reducidas que las de España…
No cabe duda, y sus medidas, aunque han ido ampliado las restricciones, no son como las españolas, tomadas para intentar cortar en seco el contagio masivo. Sus medidas previas han ralentizado los contagios, y no han tenido la progresión que en España.
En cambio España se cometieron gravísimas negligencias, permitiendo eventos por temas ideológicos pese a ser conscientes de la gravedad…
Ese fue el principal problema, eludir los consejos de los expertos, mantener por interés político, las concentraciones feministas, la independentista catalana con Puigdemont en territorio francés o el mitin de Vox. Las autoridades tenían que haber evitado aquellas aglomeraciones, aunque el propio gobierno francés favoreció la primera vuelta de las elecciones municipales con parecido resultado.
También contrasta que en Polonia la Iglesia ha reaccionado con mucha fe y los feligreses también…..
La iglesia católica ha sabido actuar con inteligencia, aunque han ido homologándose a la situación de Europa cerrando los templos, favoreciendo la religiosidad mediática, durante las últimas semanas han podido estar los templos abiertos, celebrándose un mayor número de Misas, para poder garantizar la ausencia de contagios limitando los fieles a 50 en cada celebración.
¿La epidemia puede traer una mayor religiosidad a Europa?
Es posible, los grandes acontecimientos provocan grandes cambios. Esta cuarentena coincide con la Cuaresma, y toda una nación está viviendo que el dinero no lo es todo, el amor, la entrega y el sacrificio sí lo es. Quizás sea una oportunidad para una nueva recristianización.