Para los Reyes Católicos era una locura ser neutral en materia religiosa. Entrevista a Rafael María Molina
La Inquisición o Tribunal del Santo Oficio fue creado por los Reyes Católicos en 1482 constituyéndose en uno de los pilares esenciales de su gobierno. Para tan egregios monarcas la unidad religiosa era clave en aras a gobernar una sociedad en orden y armonía. La diversidad religiosa equivalía en aquellos tiempos devastadoras guerras civiles. Por consiguiente es razonable que la multitud de religiones causase repulsa a prácticamente toda la población, que veía en los rebeldes religiosos como a una amenaza para el país.
Esta es la verdad histórica, por muy políticamente incorrecta que sea hoy en día. Entrevistamos al historiador D. Rafael María Molina sobre este aspecto tan discutido, de la historia de España.
¿Fue la Inquisición realmente un Tribunal temido y odiado por los españoles de la época, como nos cuentan actualmente?
Se ha dicho que la Inquisición fue una máquina de represión terrible, que atemorizaba a la sociedad. La realidad es que en casi 350 años de existencia de la Inquisición en España no se registró ni una sola revuelta popular contra el Santo Oficio. La realidad histórica es que los testimonios de adhesión a la Inquisición por parte de los españoles de la época son muchos.“Castilla, Castilla por el rey don Carlos y viva la Santa Inquisición” gritaba la multitud de diversas ciudades en el momento de la llegada a España de Carlos I, según los cronistas de la época y a los autos de fe acudían miles de personas.
¿Es cierto que era una máquina salvaje de tortura y que su número de ejecuciones fue enorme?
Se suele ocultar que menos del 10 % de los procesados fueron ejecutados. Sólo cuando el reo se obstinaba se llegaba al “tormento”. La tortura (habitual en toda la Europa de la época) estaba medida cuidadosamente para no causar daños irreversibles, mientras se daban muchas oportunidades de retractarse al reo. Eso provocaba que muchos presos comunes se hicieran pasar por herejes para pasar a la jurisdicción del Santo Oficio, mucho más garantista. En 350 años se produjo un número máximo de 10.000 ejecuciones, una cifra enormemente inferior a la de, por ejemplo, la quema de brujas en la Alemania y la Suiza protestantes que, solo en el siglo XVII, ascendió a cientos de miles de mujeres quemadas. (En España, por contra la quema de brujas fue un fenómeno extraordinariamente limitado e infrecuente)
¿Es verdad que la Inquisición supuso un gran lastre para la investigación científica y la producción artística en España?
Se ha dicho que la Inquisición limitó el desarrollo científico y artístico en España. Nada más falso. España lideraba entonces y durante casi un siglo la ciencia de la navegación oceánica y los estudiosos de la Escuela de Salamanca como Martín de Azpilicueta y Tomás de Mercado ponían las bases del estudio de la economía como ciencia. El nivel de la medicina española se consideraba en la propia Inglaterra superior al de la inglesa hasta bien entrado el siglo XVII.
Igualmente, hay que recordar que Colón tuvo su mayor apoyo en España en un monasterio, el de la Rábida en Huelva, lo cual demuestra el alto nivel intelectual de la Iglesia en España en aquel momento y que en la Europa renacentista, la cultura y la ciencia seguían estando básicamente en los monasterios. Respecto a las artes no hay más que recordar que la literatura y la pintura española vivían en aquel momento su siglo de Oro.
Se ha dicho que la Inquisición aisló a España del conocimiento intelectual europeo. ¿Que opina?
Se puede opinar lo que se quiera pero lo cierto es que la Inquisición al prohibir la entrada y difusión de la propaganda protestante, evitó que se diera en España el horror de las guerras civiles religiosas que devastaron Francia y Alemania en los siglos XVI y XVII. Por cierto sólo en la “noche de San Bartolomé” de 1572, un episodio de la guerra civil religiosa de Francia, fueron ejecutados por orden de la reina Catalina de Medicis más protestantes (casi 20.000) que todas las víctimas de la Inquisición española en 350 años.
¿Fue la Inquisición un Tribunal específicamente antisemita?
La realidad es que Inquisición no perseguía a los judíos sino a los falsos cristianos que eran judíos en secreto. Hasta que se produjo la expulsión en 1492 los judíos podían practicar su religión legalmente. Isabel y Fernando siempre buscaron la unidad religiosa. No practicaban una política “racista”, pues a veces conversos del judaísmo alcanzaron altos puestos en la Corte. La expulsión de los judíos debe verse como una medida de los Reyes Católicos por preservar la unidad religiosa como el fundamento necesario para establecer una sociedad en armonía y orden. Tampoco perseguía la Inquisición a los ateos ni agnósticos (que se sabe que los había) ni obligaba a nadie a asistir a ceremonias religiosas (al estilo de las policías religiosas de algunos países islámicos de hoy en día). Si las personas no creyentes no solían en aquella época expresar su opinión en público no era supuestamente por miedo a la Inquisición, sino porque tal opinión no estaba bien vista socialmente.
Sobre la Inquisición se puede pensar lo que cada uno desee y es cierto que la idea de una institución que salvaguardaba la unidad religiosa de una nación puede repugnar a nuestras mentalidades europeas del siglo XXI, educadas desde la misma cuna en la promoción de la “Tolerancia” como el valor supremo. Pero en la mentalidad de los siglos XV, XVI y XVII la disidencia religiosa era aborrecida por la sociedad de la época como sinónimo de revueltas y de sangrientas guerras civiles. En una sociedad auténticamente católica como la de entonces, la labor de la Inquisición era comprendida por el pueblo como una sólida defensa en la tarea de procurar la salvación de las almas. Esta es la verdad histórica por muy políticamente incorrecta que resulte para la mentalidad de nuestros días.
Javier Navascués Pérez
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