Habla el Prefecto de Doctrina de la Fe: “El particularismo, como el centralismo, es una herejía”
Presentamos nuestra traducción de la entrevista publicada en el Corriere della Sera al Arzobispo Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 66 años de edad, elegido el año pasado para ese oficio por el Papa Benedicto XVI y confirmado en el mismo por el Papa Francisco.
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Hijo de un obrero, por dieciséis años docente en la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich de Baviera, Müller es el teólogo elegido por Ratzinger como encargado de la propia Opera Omnia y, al mismo tiempo, el amigo y “discípulo” de Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación. Así lo pintan como conservador o progresista, según el caso, “¡pero la esquizofrenia no es mía!”. Ciertamente tiene en claro su tarea: “El primer fin de la Congregación es promover la fe para la salvación del hombre, pero el segundo es defenderla”. Y no escapa a ninguna pregunta: desde los sacramentos a los divorciados en nueva unión hasta las nuevas “herejías”, incluyendo el “riesgo de particularismo” en la Iglesia: “Algunos interpretan la Evangelii Gaudium como si el Santo Padre quisiera favorecer una cierta autonomía de las iglesias locales, la tendencia a distanciarse de Roma. Pero esto no es posible. El particularismo, como el centralismo, es una herejía. Sería el primer paso hacia la autocefalía”.
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¿En qué sentido, Excelencia?
La Iglesia Católica está compuesta por iglesias locales pero es una. No existen iglesias “nacionales”, somos todos hijos de Dios. El Concilio Vaticano II explica en concreto la relación entre el Papa y los obispos, entre el primado de Pedro y la colegialidad. El Romano Pontífice y los obispos en forma individual son de derecho divino, instituidos por Jesucristo. También la colegialidad y la colaboración entre los obispos, cum Petro et sub Petro, tienen aquí su fundamento. Pero los patriarcados y las conferencias episcopales, históricamente y hoy, pertenecen sólo al derecho eclesiástico, humano. Los presidentes de las conferencias episcopales, aunque importantes, son coordinadores, nada más, ¡no son vice-papas! Cada obispo tiene una relación directa e inmediata con el Papa. No podemos tener una descentralización en las conferencias, existiría el peligro de un nuevo centralismo: con la presidencia que tiene todas las informaciones y los obispos inundados por documentos sin el tiempo de prepararse.
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¿Y qué quería decir Francisco cuando hablaba de “conversión del papado” y escribía que las conferencias deberían tener “alguna auténtica autoridad doctrinal”?
El Papa partía de la reflexión sobre el ejercicio del primado que Wojtyla hizo en el `95 con la Ut unum sint. El sentido es claro en la dimensión ecuménica y también respecto a la colegialidad. En cuanto a las conferencias, con ciertas condiciones, tienen una autoridad también magisterial: cuando, por ejemplo, preparan un catecismo local, se ocupan del misal, gobiernan universidades y facultades teológicas. Trabajan en la dimensión concreta, el Papa no puede saber todo lo que ocurre en cada país. Se trata de encontrar un equilibrio práctico. No podemos aceptar antiguos errores, como el conciliarismo, el galicanismo o lo opuesto a un cierto curialismo…
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El 2013 ha visto la renuncia de un Papa. ¿Ha cambiado algo en el papado?
Ciertamente la renuncia de Benedicto XVI ha sido sorprendente, un caso absolutamente nuevo: ha dicho que le faltaban las fuerzas para llevar a cabo esta gran tarea, tanto más pesada en el tiempo de la globalización de las informaciones. Ha decidido para que se pudiera elegir al nuevo Papa, y ahora Francisco es “el” Papa. Ratzinger es como un Padre de la Iglesia y su pensamiento permanecerá; Francisco se refiere a menudo también para subrayar la continuidad teológica. Pero solo una persona puede ser el Papa, no un colectivo. No hay dos. Es el fundamento y principio permanente de la unidad de la Iglesia. Elegido por los cardenales pero instituido por el Espíritu Santo.
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¿Y su rol ha cambiado? Francisco dice que la Iglesia “no es una aduana”…
Es cierto, ¡tampoco la Congregación lo es! El Papa tiene el carisma de expresarse no sólo con conceptos teológicos sino también a través de imágenes cercanas al corazón de la gente, que expresan la cercanía de Jesús a todos nosotros. Nosotros, los teólogos, corremos siempre el riesgo de cerrarnos en el mundo de la reflexión académica. Pero Francisco no va por otro lado: combina la ternura del pastor y la ortodoxia, que no es una teoría cualquiera, sino la recta doctrina expresada en la plenitud de la Revelación. El primer guardián de la fe es Pedro y su sucesor como Obispo de Roma. Y nosotros, en la Congregación, estamos en esto a su directo servicio.
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Sobre los divorciados y los vueltos a casar excluidos de los sacramentos, Hans Küng ha escrito: “El Papa quiere avanzar, el Prefecto de la Fe frena”.
Mire, en Maguncia tenemos una gran tradición del Carnaval… Yo estoy y estaré siempre con el Papa. La verdad es que no podemos aclarar estas situaciones con una declaración general. Sobre los divorciados y vueltos a casar civilmente, muchos piensan que el Papa o un Sínodo pueden decir: recibirán sin más la Comunión. Pero no es posible así. También la praxis ortodoxa de la “segunda unión” no es uniforme y los mismos ortodoxos la toleran sin favorecerla. Un matrimonio sacramental válido es indisoluble: esta es la praxis católica reafirmada por Papas y Concilios, en fidelidad a la Palabra de Jesús. Y la Iglesia no tiene la autoridad de relativizar la Palabra y los Mandamientos de Dios.
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Francisco ha dicho que los sacramentos no son para los “perfectos” y pueden ser una “ayuda”…
Ciertamente que el sacramento es una gracia, ¡no somos pelagianos! El Papa ha hecho referencia justamente a este aspecto medicinal. Pero hay condiciones objetivas. Una situación irregular en el matrimonio es un obstáculo objetivo para recibir la Eucaristía. No debe ser visto como un castigo: no lo es. Y no impide participar en la Misa.
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¿Y entonces no hay nada por hacer?
Las cosas no son así. Debemos buscar una combinación entre los principios generales y la situación particular, personal. Encontrar soluciones a los problemas individuales, pero siempre sobre el fundamento de la doctrina católica. No se puede adecuar la doctrina a las circunstancias: la Iglesia no es un partido político que hace encuestas para buscar consenso. Es necesario un diálogo concreto, pastoral. Hay situaciones diferentes que deben valorarse de manera diferente.
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¿La solución es la anulación del matrimonio?
Si se dan las condiciones para declararlo nulo, sí. Para esto tenemos los tribunales eclesiásticos…
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¿Pero es posible si tienen hijos?
Sí, no son los hijos los que hacen la validez sino el consenso entre cónyuges conscientes del sacramento. En muchos países hay sólo restos de la tradición cristiana, se ha perdido el sentido, hay una confusión total.
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¿Cuáles son hoy las nuevas herejías?
Los problemas se concentran en la antropología. Falta una conciencia de la dimensión trascedente del hombre, de su vocación divina. El sentido de la dignidad humana. Pienso en las nuevas esclavitudes, en los pobres, en el aprovechamiento de las mujeres, en los abusos no sólo sexuales sobre menores, en los enfermos vistos como un costo a eliminar, en la vida reducida a la funcionalidad productiva, en las condiciones de trabajo: una organización económica que tiende a destruir la vida de la familia con grave daño para la vida misma, los hijos…
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Habiendo fracasado las tratativas, ¿cuál es la posición de los lefebvristas?
A los obispos se les ha revocado la excomunión canónica por las ordenaciones ilícitas, pero permanece la sacramental, de facto, por el cisma: se han alejado de la comunión de la Iglesia. No cerramos la puerta, nunca, y los invitamos a reconciliarse. Pero también ellos deben cambiar de actitud, aceptar las condiciones de la Iglesia católica y el Sumo Pontífice como criterio definitivo de pertenencia.
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¿Qué puede decir del encuentro entre Francisco y Gutiérrez, el 11 de septiembre?
En las corrientes teológicas se dan momentos difíciles, se discute y se aclara. Pero Gutiérrez siempre ha sido ortodoxo. Nosotros, europeos, debemos superar la idea de ser el centro, sin tampoco subestimarnos. Ampliar los horizontes, encontrar un equilibrio: esto lo he aprendido de él. Para abrirme a una experiencia concreta: ver la pobreza y también la alegría de la gente. Un Papa latinoamericano ha sido un signo del Cielo. Gustavo estaba emocionado. También yo. Y también Francisco.
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Fuente: Corriere della Sera
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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25 comentarios
¿Gustavo Gutiérrez siempre fue ortodoxo? ¿Entonces por qué debió concurrir numerosas veces a Roma a explicarse ante el Card. Ratzinger, entonces Prefecto de la CDF, y, eventualmente, tuvo que corregir sus libros y hacer profesión pública de arrepentimiento?
Además, ha creado ahora una nueva "categoría" teológico-canónica: la excomunión "de facto".
¿En vez de hablar en entrevistas o publicar artículos periódisticos no hace las definiciones del caso desde su cargo en la Curia Romana como corresponde a través de los medios que tiene a su alcance?
Supongo que Walter E. Kurtz es ministerialmente infalible y que su juicio es inapelable, pero ¿no sería posible tratar con más respeto y caridad al Prefecto de la Doctrina de la Fe?
Lo mínimo es un poco de respeto al hacer las críticas, si es que tiene uno que hacerlas, cosa que dudo en este caso.
¿Y este Arzobispo es actualmente el paladín de la ortodoxia en el Vaticano?
- ¿Gustavo Gutiérrez siempre fue ortodoxo? ¿Entonces por qué debió concurrir numerosas veces a Roma...
Exacto, un ortodoxo y ortopráctico no va y vuela a Roma dando explicaciones, y explicaciones, y explicaciones.
Que sepa, Gutiérrez fue el profesor del alumno Gerhard Ludwig Müller, por lo que de objetividad, a montones.
- Además, ha creado ahora una nueva "categoría" teológico-canónica: la excomunión "de facto"
Pues sí, me parece que sólo hay dos excomuniones, latae y ferendae sententiae. A lo mejor, el Prefecto inventa una nueva excomunión, la serpentae sententiae.
- ¿En vez de hablar en entrevistas o publicar artículos periódisticos no hace las definiciones del caso desde su cargo en la Curia Romana como corresponde a través de los medios que tiene a su alcance?
Parece que ha cogido la misma dicha que su jefe Francisco, el palabreo por los medios.
Muchas gracias y feliz Navidad, queridos Buhardilleros.
Se les lleva en el corazón.
En cuanto al resto, me parece que Müller está cumpliendo la función de calmante. Intenta poner paños fríos a las polémicas encendidas por Francisco y los 8, y así tranquilizar a los conservadores.
Y yo que pensaba que el Papa era el que tenía que confirmarnos en la Fe... ¡Qué tiempos que vivimos!
Pero me pregunto cuál es el ministerio laical de los que se dignan juzgar al prefecto de la doctrina de la fe, insultándole de paso.
El colmo es la alusión a "su jefe" que hace alguien que debería mostrar más respeto al máximo representante de la jerarquía católica. Claro que los filolefebvristas deben de tener poco de cristianos católicos, por lo que parece. Van de escribas entendidos en leyes y Jesucristo ya dio su opinión sobre ellos.
"han de superarse visiones eurocéntricas"
Que sepa, el marxismo y el anarquismo son europeos (Marx y Bakunin) y muchos liberacionistas son españoles y de otros países europeos, como demuestra esta que dicen que es la obra fundacional del liberacionismo:
Teología de liberación - Perspectivas, Leonardo Boff (brasileño), Jon Sobrino (español), Camilo Torres Restrepo (colombiano), Pablo Richard (chileno), Manuel Pérez Martínez (español), Juan Luis Segundo (uruguayo) y Gaspar García Laviana, (español
Les recuerdo a todos ustedes que para que alguien pueda ser acusado canónicamente de herejía -o heterodoxia-, debe darse la circunstancia de que sea pertinaz en el error. Si un teólogo es llamado a Roma para corregir sus errores y lo hace, entonces no se le puede acusar de tal cosa. A eso se refiere Mons. Müller.
Sin embargo, los obispos lefebvrianos están demostrando ser pertinaces en su oposición al Concilio Vaticano II y a aceptar la autoridad de la Iglesia sobre su situación canónica de suspensión a divinis.
Saludos.
Otros son sostenedores pertinaces de sus desvíos. A ellos se aplica el calificativo de "heterodoxo".
Gutiérrez no fue tan pertinaz en sus deletéreas posturas primeras, como lo siguen siendo Boff, Frei Beto, J. Sobrino y otros. Pero que fueron claramente desatinadas lo dieron a entender cantidad grande de teólogos europeos y latinoamericanos.
Si siempre fue ortodoxo, ¿por qué fue llamado a Roma?
Si lo fué no fué siempre ortodoxo.
Luego el defender que fué siempre ortodoxo es faltar a la verdad.
De hecho, ¿abrió o no abrió caminos a la TL que ha dejado el continente de la espoeranza como un erial para la Iglesia católica, aunque luego se hable de otras TL no heterodoxas, siempre, claro está, después de obrado el mal?
Por sus obras los conoceréis.
Además, ¿Me podrá decir alguien algo de la heterodoxia doctrinal que se le ha abtribuiodo al Prefecto de la CDF?
Cosas muy santas en la Iglesia han tenido como guardianes a lobos rapaces, cardenales concretamente, y, si se me pregunta, no tengo porqué callar Decir para que no se me publique, no.
Yo no adhiero contra viento y marea a nada ni nadie, aunque respeto y más que eso -tanto que a veces lo considero una responsabilidad para quien lo vive- el discernimiento, incluso carismático -por ejemplo, la paz que le producen al director las intervenciones del prefecto- de las personas, pero si no juzgo, en sentido de condenar, puedo preguntar, por que de ahí también viene la luz, y no me duelen prendas decir que temo que alguien dañe a Francisco, lo cual podría ser pecar contra la confianza que ahuyenta el temor, pero.. yo pregunto.
Sin embargo, en la práctica, la aparente retractación de Gutiérrez nunca se ha verificado en sus libros: la versión "corregida" de 1988 de su obra fundamental, "Teología de la Liberación - Perspectivas", mantiene aún afirmaciones que contrastan abiertamente con la doctrina católica. Lo mismo sucede con su obra nunca corregida "Fuerza Histórica de los Pobres". Ambas obras se siguen publicando en numerosos idiomas, con las mismas afirmaciones que motivaron la investigación de la obra de Gutiérrez por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Aquí se presentan algunas frases que aparecen en estas obras y que indican que Gutiérrez sigue siendo teológicamente problemático.
"Son muchos los que piensan, por eso, con Sartre, que 'el marxismo, como marco formal de todo pensamiento filosófico de hoy, no es superable'. Sea como fuere, de hecho, la teología contemporánea se halla en insoslayable y fecunda confrontación con el marxismo" [TL88, p. 77–78].
"En ella [la segunda dimensión de la liberación] se juega el proyecto de construcción de un hombre nuevo. No se trata aquí del sentido paulino y teológico de la expresión, sino de una referencia al empleo que se hace de ella en filosofía política y en enfoques históricos" [TL88, p. 47; el texto es de la nueva introducción: Mirar lejos].
"Únicamente una quiebra radical del presente estado de cosas, una transformación profunda del sistema de propiedad, el acceso al poder de la clase explotada, una revolución social que rompa con esa dependencia, puede permitir el paso a una sociedad distinta, a una sociedad socialista" [TL88, p. 97].
"Partiendo de estas primeras intuiciones Marx irá construyendo un conocimiento científico de la realidad histórica. Analizando la sociedad capitalista en la que se da en concreto la explotación de unos seres humanos por otros, de una clase social por otra, y señalando las vías de salida hacia una etapa histórica en la que la persona humana pueda vivir como tal, Marx forja categorías que permiten la elaboración de una ciencia de la historia" [TL88 p. 103].
"La cercanía con quienes ven el devenir histórico en una perspectiva marxista, lleva a revisar y reactualizar los valores escatológicos del cristianismo... Poco acostumbrados estamos en ambientes cristianos, sin embargo, a pensar en términos conflictuales e históricos. A lo antagónico preferimos una irénica conciliación... Debemos aprender a vivir y pensar la paz en el conflicto" [TL88, p. 226–227].
"La fe nos revela el sentido profundo de la historia que forjamos con nuestras manos, al hacernos conocer el valor de comunión con Dios —de salvación— que tiene todo acto humano orientado a la construcción de una sociedad más justa, e inversamente nos hace ver que toda injusticia es una ruptura con él" [TL88, p. 363].
Se trata del "Evangelio leído desde el pobre, desde las clases explotadas, desde la militancia en sus luchas" [FH, p. 36].
"La liberación auténtica será obra del oprimido mismo, en él el Señor salva la historia" [TL88, p. 317].
"La Iglesia debe convertirse a ese mundo, en el que Cristo y Espíritu están presentes y activos, debe dejarse habitar y evangelizar por él" [TL88, p. 378].
"El Evangelio leído desde el pobre, desde las clases explotadas, desde la militancia en sus luchas por la liberación convoca a una Iglesia popular. Una Iglesia que nace del pueblo, de un pueblo que arranca el evangelio de las manos de los grandes de este mundo, que impide su utilización como un elemento justificador de una situación contraria a la voluntad del Dios liberador" [FH, p. 37].
Una lista más completa de las afirmaciones de Gutiérrez que siguen sin ser corregidas, junto a un análisis de las mismas puede descargarse en pdf aquí:
web de aciprensa punto com raya vertical derecha controversias raya vertical derecha gustavogutierrez punto pdf
Sobre la TL, decía J.L Illanes: "en el transfondo de todo su empeño [de la TL], se percibe la enfermedad mortal de un teología que, perdida la confianza en la verdad trasmitida por la tradición cristiana y cortados los vínculos con su fuente originaria, se revela incapaz de aportar a la sociedad en la que vive la luz de la palabra evangélica tomada en toda su entereza."
Saludos.
"la remisión de la excomunión fue una medida tomada en el ámbito de la disciplina eclesiástica para liberar a las personas del peso de conciencia constituido por la censura eclesiástica más grave. Pero las cuestiones doctrinales, obviamente, persisten y, mientras no se aclaren, la Fraternidad no tiene un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no pueden ejercer legítimamente ningún ministerio."
Y en mi opinión los Lefebristas con sus "doctorados de feria" en Derecho Canónico y Teología dogmática deberían tener más respeto y humildad ante el Prefecto de la Doctrina de la Fe.
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