«El hecho inesperado. Mujeres en el Opus Dei», Alva y Montero
Las historiadoras Inmaculada Alva y Mercedes Montero afirman que el mensaje de san Josemaría Escrivá –cuya fiesta litúrgica la Iglesia celebra hoy (26 de junio)- tiene una actualidad creciente para la mujer, en la medida que la actividad de la mujer abarca más campos en la vida pública. Lo público necesita la aportación del genio oculto femenino en una nueva cultura».
Estas autoras acaban de publicar «El hecho inesperado. Mujeres en el Opus Dei (1930-1950)», que se centra en las distintas fases de consolidación del trabajo del Opus Dei entre mujeres durante sus primeros veinte años de existencia, y las distintas actividades apostólicas que desarrollaron en la universidad, la enseñanza y la solidaridad.
Sobre la visión de san Josemaría acerca de la mujer, señalan que «no era la habitual de la época. Habló a las mujeres de la Obra desde el principio de estar presentes en todas las profesiones: arquitectas, abogadas, alta cultura, dirección de revistas, de casas de moda… Aunque en aquellos momentos lo más urgente era liderar el proceso de dar al Opus Dei el aire de familia que estaba en el centro de su carisma».
Según las autoras, los comienzos no fueron fáciles, ya que «la mentalidad de la época no entendía la entrega a Dios en celibato si no era en un convento. Por lo tanto, si vivías una entrega en medio del mundo, mucha gente pensaba que te habías quedado a medio camino entre el matrimonio y el convento».
Los mensajes de san Josemaría Escrivá son los mismos ahora que en 1930, «porque el mundo actual reacciona casi únicamente ante el trabajo bien hecho, y es algo que compete también a las mujeres en su conquista progresiva del espacio público», señalan Alva y Montero.
Las autoras de «El hecho inesperado» destacan la igualdad de mujeres y hombres, sin olvidar, como dice san Juan Pablo II en su encíclica «La dignidad de la mujer», que «lo esencial de esta es la apertura a los demás. El mundo, la humanidad, está a su cuidado».
Noventa años después de la fundación, Alva y Montero afirman que «también ahora es momento de expansión y apertura a nuevas culturas, además de profundización en el carisma fundacional, con una dedicación a Dios basada en la respuesta personal y libre».
Fotos de Manuel Castells
5 comentarios
2. ¿Cómo puede servir la mujer a Dios? En Familia y en familia, porque la mujer es vida para la Iglesia y para la Humanidad.
3. La mujer que sigue a Cristo tiene como modelo a María no a Eva. María en Familia en los Conventos y en la vida de la Iglesia. María en Familia al cuidado y educación del hogar. María prefigura la misión encomendada por Dios a la mujer para que se haga en ella por Su Palabra Su Voluntad. Misión en vida consagrada y laical que es la vida espiritual y carnal del hombre nuevo.
El lío de la mujer en el trabajo, tampoco lo tienen claro. Trabajar, lo han hecho las mujeres de todas las épocas según su condición y status, lo mismo que los varones. Por ejemplo, entre varones, había en la época señores cuya profesión era la de propietarios y así constaba en los documentos y hablo de padres de compañeros de instituto de san Josemaría. Los ricos estudiaban poco. Y los no ricos algunos estudiaban -se necesitaba el salario en casa y poder prescindir de él durante bastante tiempo- o la mayoría trabajaban y no precisamente en profesiones liberales sino fábricas, talleres, etc.
Las mujeres rurales, entonces el mundo era más rural que ahora, trabajaban en casa -con su huerto, sus cerdos, gallinas, etc., y en el campo ayudando al marido... que los varones también trabajaban duro tanto en el campo como en la ciudad y la fregona es un invento de los años 60 y la lavadora automática por ahí anda. Y que se iba en caballerías en las ciudades. Hay que recordar que tampoco había agua corriente en muchas ciudades.
Ah, hay un olvido grande en cuanto el papel de la mujer en el hogar de tipo medio y bajo. Por lo común administraban el salario que cumplidamente les entregaba el marido ¡y los hijos!, aunque la legislación fuera por otro lado.
A las mujeres y a los varones nos han puesto en pie los electrodomésticos y similares y que estudiar también es un sacrifico personal que no a todas les gusta.
Lo siento, el exordio tan feminista, no me convence.
"A las mujeres y a los varones nos han puesto en pie los electrodomésticos y similares y que estudiar también es un sacrifico personal que no a todas les gusta".
¿Así, sin anestesia? Me parece que este libro te queda un poco grande.
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