La Eucaristía, remedio a la acedia moderna

El P. Joel Guibert acaba de publicar en Francia un libro sobre la eucaristía titulado «La Eucaristía: renovar nuestro fervor en la misa». Aún no he podido leerlo, pero sí me ha llegado un pequeño fragmento con una reflexión de enorme actualidad que quiero compartir con ustedes:

«Las sociedades modernas parecen sufrir una forma de depresión generalizada. Digan lo que digan, la causa profunda de esta acedia no se encuentra en el poder adquisitivo ni en la desigualdad, sino que es esencial y profundamente mística.

Al rechazar a Dios, el hombre moderno se vuelve indescifrable a sus propios ojos, el sentido profundo de su existencia cada vez se le escapa más. […]

La Eucaristía es el antídoto más eficaz contra esta inquietante depresión social. En efecto, la hostia consagrada contiene nuestro origen y nuestro fin, nuestro amor, nuestro Todo, un Dios que nunca nos abandonará.

Así pues, no estamos acorralados por un destino ciego, sino que somos amados en un plan de amor. Como dijo el santo Cura de Ars: «He tenido una idea rara durante la Santa Misa de esta mañana, le he dicho a Nuestro Señor: «Si, más tarde, no estuviera contigo, ahora que te tengo, no te dejaría jamás». No dejemos de abrazar a quien nos abraza y quedaremos preservados de los males de la acedia moderna».

8 comentarios

  
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El Rosario nos prepara para una celebración más profunda de la Santa Misa, y ésta extiende su influencia en nosotros durante el día mediante el Rosario. Esta combinación, tan amada por los sencillos como menospreciada por los "sabios" de este mundo, es el gran remedio para la acedia y la depresión la depresión espiritual del mundo actual.
19/03/24 9:29 PM
  
Adriana
Agregaría, que lo anteriormente escrito, se debe unir a la práctica de las virtudes. Todo eso en conjunto es el mejor contra la acedia. Desafortunadamente la práctica de las virtudes ya no se enseñan y hay que buscar formarse en esto por otras fuentes, porque ni los colegios católicos las enseñan y los padres de familia poco sabrían explicarlo a sus hijos, a no ser que estén bien formados y pertenezcan a comunidades de familias que las enseñen bien, pienso que es la mejor vacuna para nuestros hijos que ya se enfrentan a un futuro muy dificil.
19/03/24 10:05 PM
  
Maria
La Eucaristía es nuestro alimento espiritual, de nuestra alma. Nos da sabiduría espiritual, fortalece nuestra voluntad, inteligencia, deseos de hacer lo que agrada a Dios, su voluntad. Porque es El, JESUS, con quien podemos tener intimidad, unirnos a El y en consecuencia nos transmite lo que es: amor, paz, confianza en su amor, alegría, seguridad...TODO, pues este Rey es rico en misericordia
20/03/24 10:24 AM
  
Maria
JESUS encontro la forma de quedarse con nosotros hasta el final, como un enamorado de todos los tiempos. La Trinidad unida en un Corazón. A veces parpadea la vela junto al sagrario y yo imagino que es el latido de ese Corazón. Y en cada Misa, el Milagro, Viene a la llamada de un pobre sacerdote. Por qué no lo valoramos? Los católicos lo tenemos todo
20/03/24 10:40 AM
  
Almudena1
Bien que lo sabe el demonio y sus secuaces, mucho mejor que los que deberíamos saberlo.
Imagino que este libro advertirá también del peligro de recibir La Eucaristía indignamente. Es un tema en el que se incide poco poquísimo y de suma importancia para nuestra salud física y espiritual.
Gracias D. Jorge
20/03/24 5:22 PM
  
Vladimir
Desciendo de padres y abuelos de condición pobre y, en algunos casos, extremadamente pobre. Víctimas de una sociedad desigual e injusta, sin embargo, no dominaba el resentimiento, sus corazones, porque su profunda y sencilla Fe, los mantenía unidos a Dios mediante la frecuencia de los Sacramentos y la esperanza cierta en la futura realización de sus promesas.
Nuestros antepasados tan sencillos y, a veces, analfabetos, sabían más del Cielo que muchos teólogos y exégetas de hoy, y eso constituía su profunda felicidad, tan ajena, en la mayoría de los casos, a depresiones y estreses.
20/03/24 9:30 PM
  
M.M.T.
Qué gracia de Dios poder recibir la santa comunión, pues sólo Él nos puede santificar. Agregar sólo que para recibir la eucaristía hay que estar en gracia de Dios, que aunque lo doy por sabido, no lo has mencionado y es muy importante.
21/03/24 11:27 AM
  
María E. Palacio
¡Qué hermoso! : "Al rechazar a Dios, el hombre moderno se vuelve indescifrable" ¡Claro! Sólo en Dios y con Dios, "somos, nos movemos y existimos"...Gracias.
21/03/24 3:34 PM

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