La Eucaristía, remedio a la acedia moderna
El P. Joel Guibert acaba de publicar en Francia un libro sobre la eucaristía titulado «La Eucaristía: renovar nuestro fervor en la misa». Aún no he podido leerlo, pero sí me ha llegado un pequeño fragmento con una reflexión de enorme actualidad que quiero compartir con ustedes:
«Las sociedades modernas parecen sufrir una forma de depresión generalizada. Digan lo que digan, la causa profunda de esta acedia no se encuentra en el poder adquisitivo ni en la desigualdad, sino que es esencial y profundamente mística.
Al rechazar a Dios, el hombre moderno se vuelve indescifrable a sus propios ojos, el sentido profundo de su existencia cada vez se le escapa más. […]
La Eucaristía es el antídoto más eficaz contra esta inquietante depresión social. En efecto, la hostia consagrada contiene nuestro origen y nuestro fin, nuestro amor, nuestro Todo, un Dios que nunca nos abandonará.
Así pues, no estamos acorralados por un destino ciego, sino que somos amados en un plan de amor. Como dijo el santo Cura de Ars: «He tenido una idea rara durante la Santa Misa de esta mañana, le he dicho a Nuestro Señor: «Si, más tarde, no estuviera contigo, ahora que te tengo, no te dejaría jamás». No dejemos de abrazar a quien nos abraza y quedaremos preservados de los males de la acedia moderna».
8 comentarios
Imagino que este libro advertirá también del peligro de recibir La Eucaristía indignamente. Es un tema en el que se incide poco poquísimo y de suma importancia para nuestra salud física y espiritual.
Gracias D. Jorge
Nuestros antepasados tan sencillos y, a veces, analfabetos, sabían más del Cielo que muchos teólogos y exégetas de hoy, y eso constituía su profunda felicidad, tan ajena, en la mayoría de los casos, a depresiones y estreses.
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