Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios
En mi primer post sobre la Trinidad estudiábamos la historia de la doctrina Trinitaria, para posteriormente analizar brevemente algunas prefiguraciones de esta doctrina en la Escritura, y finalmente vimos como al llegar la revelación a su plenitud se nos presenta a Cristo como Señor y Dios, El Alfa y Omega, Principio y Fin, el Todopoderoso.
Ahora quiero compartir una reflexión breve sobre el Trisagio, el cual fue visto por la Iglesia como una alabanza al Dios Uno y Trino, en el cual los ángeles alaban y glorifican a Dios diciendo Santo, Santo, Santo. Tres veces Santo porque son tres las Personas divinas, y se dice que es el Señor, por que hay un solo Dios. Pero sin más preámbulo les dejo con estas reflexiones de los santos padres.
San Ambrosio, El Espíritu Santo, III, 109-111: BPa 41,225-226
Los querubines y serafines con incansables voces alaban y dicen: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Sebaot (Isaías 6,3). No lo dicen una sola vez, para que no vayas a creer en una sola persona, no lo dicen dos veces, para que no excluyas al Espíritu, no dicen “santos”, para que no vallas a pesar en una pluralidad, sino que lo repiten tres veces y dicen lo mismo, para que también en el himno comprendas la distinción de la Trinidad y la unidad de la divinidad. Cuando dicen esto, alaban a Dios. Tampoco nosotros encontramos algo más precioso con que alabar a Dios, que el llamarle santo.
San Atanasio, De la encarnación y contra los arrianos, 10: PG 26,1000
Cuando los serafines glorifican a Dios diciendo tres veces: Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos (Isaías 6,3) glorifican al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Por lo cual, así como somos bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y también en el nombre del Espíritu Santo, somos hechos hijos de Dios, no hijos de los dioses. En efecto, el Señor Dios de los ejércitos es el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo. Una sola es la divinidad, un solo Dios en Tres Personas.
Teodoro de Mopsuestia, Homilía Catequística, 16,36; BAC 118,102
Cuando [Isaías] vio esta temible revelación, que era un indicio de al economía por Cristo –por la cual todo el Universo debía llenarse de la alabanza divina, aprender el misterio de la Trinidad y recibir la catequesis, la profesión y el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo-, para hacer conocer esto los serafines clamaban en voz alta este cántico: Santo, Santo, Santo el Señor de cuyas alabanzas están llenos los cielos y la tierra (Isaías 6,3)
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1 comentario
Gracias por el Post. Te dejo el Sanctus que se recita normalmente en Misa Tridentina, como apostilla para este post.
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt caeli et terra gloria tua. Hosanna in excelsis. Benedictus qui venit in nomine Domini. Hosanna in excelsis.
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