La unión virginal de María y José
Luego de que en mi post previo haya compartido la catequesis del Papa Juan Pablo II sobre la maternidad divina de María, pensé que no podían faltar el resto de las catequesis que ha dado al papa respecto a los dogmas marianos.
Catequesis de Juan Pablo II, 21 de agosto de 1997
1. El evangelio de Lucas, al presentar a María como virgen, añade que estaba “desposada con un hombre llamado José, de la casa de David” (Lc. 1, 27). Estas informaciones parecen, a primera vista, contradictorias.
Hay que notar que el término griego utilizado en este pasaje no indica la situación de una mujer que ha contraído el matrimonio y por tanto vive en el estado matrimonial, sino la del noviazgo. Pero, a diferencia de cuanto ocurre en las culturas modernas, en la costumbre judaica antigua la institución del noviazgo preveía un contrato y tenía normalmente valor definitivo: efectivamente, introducía a los novios en el estado matrimonial, si bien el matrimonio se cumplía plenamente cuando el joven conducía a la muchacha a su casa.
En el momento de la Anunciación, María se halla, pues, en la situación de esposa prometida. Nos podemos preguntar por qué había aceptado el noviazgo, desde el momento en que tenía el propósito de permanecer virgen para siempre. Lucas es consciente de esta dificultad, pero se limita a registrar la situación sin aportar explicaciones. El hecho de que el evangelista, aun poniendo de relieve el propósito de virginidad de María, la presente igualmente como esposa de José constituye un signo de que ambas noticias son históricamente dignas de crédito.
2. Se puede suponer que entre José y María, en el momento de comprometerse, existiese un entendimiento sobre el proyecto de vida virginal. Por lo demás, el Espíritu Santo, que había inspirado en María la opción de la virginidad con miras al misterio de la Encarnación y quería que ésta acaeciese en un contexto familiar idóneo para el crecimiento del Niño, pudo muy bien suscitar también en José el ideal de la virginidad.
El ángel del Señor, apareciéndosele en sueños, le dice: “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mt. 1, 20). De esta forma recibe la confirmación de estar llamado a vivir de modo totalmente especial el camino del matrimonio. A través de la comunión virginal con la mujer predestinada para dar a luz a Jesús, Dios lo llama a cooperar en la realización de su designio de salvación.
El tipo de matrimonio hacia el que el Espíritu Santo orienta a María y a José es comprensible sólo en el contexto del plan salvífico y en el ámbito de una elevada espiritualidad. La realización concreta del misterio de la Encarnación exigía un nacimiento virginal que pusiese de relieve la filiación divina y, al mismo tiempo, una familia que pudiese asegurar el desarrollo normal de la personalidad del Niño.
José y María, precisamente en vista de su contribución al misterio de la Encarnación del Verbo, recibieron la gracia de vivir juntos el carisma de la virginidad y el don del matrimonio. La comunión de amor virginal de María y José, aun constituyendo un caso especialísimo, vinculado a la realización concreta del misterio de la Encarnación, sin embargo fue un verdadero matrimonio (cf. exhortación apostólica Redemptoris custos, 7).
La dificultad de acercarse al misterio sublime de su comunión esponsal ha inducido a algunos, ya desde el siglo II, a atribuir a José una edad avanzada y a considerarlo el custodio de María, más que su esposo. Es el caso de suponer, en cambio, que no fuese entonces un hombre anciano, sino que su perfección interior, fruto de la gracia, lo llevase a vivir con afecto virginal la relación esponsal con María.
3. La cooperación de José en el misterio de la Encarnación comprende también el ejercicio del papel paterno respecto de Jesús. Dicha función le es reconocida por el ángel que, apareciéndosele en sueños le invita a poner el nombre al Niño: “Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt. 1, 21).
Aun excluyendo la generación física, la paternidad de José fue una paternidad real, no aparente. Distinguiendo entre padre y progenitor, una antigua monografía sobre la virginidad de María -el De Margarita (siglo IV)- afirma que “los compromisos adquiridos por la Virgen y José como esposos hicieron que él pudiese ser llamado con este nombre (padre); un padre, sin embargo, que no ha engendrado". José, pues, ejerció en relación con Jesús la función de padre, gozando de una autoridad a la que el Redentor libremente se “sometió” (Lc. 2, 51), contribuyendo a su educación y transmitiéndole el oficio de carpintero.
Los cristianos han reconocido siempre en José a aquel que vivió una comunión íntima con María y Jesús, deduciendo que también en la muerte gozó de su presencia consoladora y afectuosa. De esta constante tradición cristiana se ha desarrollado en muchos lugares una especial devoción a la santa Familia y en ella a san José. Custodio del Redentor. El Papa León XIII, como es sabido, le encomendó el patrocinio de toda la Iglesia.
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31 comentarios
Que Jesús sea en sus corazones.
Jesús es el Señor del sábado; la Biblia no tiene sentido sin Él, hasta el punto que los judíos no soportan que se ponga por encima de la Biblia, de Moisés y de Elías.
Ahora los protestantes no soportan que Jesús esté por encima del Libro.
El argumento de Mateo 1,25 para inferir que José conoció a María ya fue refutado varias veces, lee los comentarios anteriores. Pareciera que lo que se te dice no lo lees, o lo ignoras contentandote con repetir y repetir cual si con la sola repetición se probara algo. Los comentarios de esa objeción están en:
San Jerónimo y la Virginidad Perpetua de María
Los Reformadores protestantes y la Virgen María
La Virginidad perpetua de María en la Biblia
La Virginidad perpétua de María en la historia
Otro error es esa asunción de que hay un onceavo mandamiento que dice que la mujer debe satisfacer a su esposo. Eso saldrá en tu Biblia no la mía.
San Pablo por ejemplo, hablando a matrimonios consumados escribe:
No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia. Lo que os digo es una concesión, no un mandato. 1 Corintis 7,5-6
Si San Pablo, siendo apostol, hablando a matrimonios consumados, al hablar del tema, se encarga de aclarar que eso no es un mandato sino un consejo, a cuenta de qué te atribuyes la facultad de elevarlo a la categoría de mandamiento?
El ecumenismo es un movimiento inspirado por el Espíritu Santo, pero sucede que a veces se malentiende. El ecumenismo se refiere a buscar la unidad doctrinal con las comunidades eclesiales protestantes. Con las sectas no hay diálogo posible.
Quizá lo que te ocurrió es que te topaste con una de tantas sectas anticatólicas. En latinoamérica es lo que más hay.
Respecto a que Dios tiene mucha más consideración del matrimonio que Roma, veo esta objeción muy falaz. En primer lugar porque para los católicos el matrimonio es un sacramento.
Evidentemente una vida consagrada y célibre como medio de vivir plenamente entregado al servicio del Señor no solo es bien visto por la Iglesia, sino por los apóstoles y el mismo Jesús. (Mateo 19,12, 1 Corintios 7,33-35)
Y menos habría que decir de la suposición de si los cristianos del Nuevo Testamento eran completamente ajenos a este dogma. Tomando en cuenta que la Iglesia primitiva profesó sin duda la virginidad perpétua de María (tema que traté en otro post), es casi cuestión de comedia venir a lanzar una afirmación semejante tan campante y sin ningún tipo de evidencia.
1) "De tal palo tal astilla", el Señor me perdona el tratarle de "astilla".
2) "¡Bendito sea el vientre que te crió y los pechos que te alimentaron...Bendito el que cree la Palabra de Dios y la pone en práctica".
3) El matrimonio de José y María, sin entrar en exégesis y en filología grecoaramea, no fue un matrimonio común.Basta fijarse con un poco de detenimiento en la PERSONA de Jesús para entender cuánto había recibido de sus padres.
4) Si durante épocas de nuestra vida,los casados cristianos hemos de vivir en continencia, con la gracia de Dios, ¿no podrían vivir así el padre de Jesús("En sueños se le apareció un ángel que le dijo:-No repudies a María pues lo que hay en su vientre es obra del Espíritu Santo.Y José regresando tomó a María)" y la Madre, "llena de gracia.
5) En el proyecto salvífico de Dios, Jesús viene al mundo por María, sin menospreciar la tarea, impresionante, de José.El trato mutuo debió ser especialísimo, creo que vivieron, anticipadamente, Cor13
6) Entender a María y José es fácil, si se hace desde Xto. una Cristología en sintonía con la Tradición produce una Marilogía recia y entrañable. Una Cristología flaca produce una Mariología débil y llena de tiquismiquis absurdos.
7) Si esto no se entiende pídanle a María que les ayude a entender, que como Madre sabrá lo que tiene que hacer."No tiene vino...haced lo que os diga"
Es una lástima que nodistinga entrelos bienes del Espíritu y lo que Vd. llama sin fundamento,ni justificación, ni argumentación "idea preconcebida" o "pura elucubración". He mencionado citas bíblicas en mi exposición,Vd. las ignora y desprecia, porque no sabe qué hacer con ellas ya que se le caeel tenderete.Por otra parte me parece una falta de respeto y un insulto a la inteligencia tildar de "suposiciones"la vivencia mariana de cientos de millones de católicos,parece que el listo es Vd. y los demás somos estúpidos.
Por lo demás la primera iglesia era muy mariana, es conveniente que se entere de cómo se produjeron los hechos que condujeron a la declaración del dogma MARÍA MADRE DE DIOS, antes de meter la pata como lo ha hecho con la primera iglesia
Un ejemplo es calificas a los argumentos del Papa de suposiciones, pero inmediatamente te arranca a suponer cuando dices:
"Si la primera iglesia hubiera sido mariológica, no cabe duda de que hubieran escrito tanto, o más, que Roma al respecto"
Si te fijas yo no me he limitado a afirmar, sino que puse un post donde es la misma primera Iglesia la que defiende la virginidad de María.
Y si a lo que te referías es que en el Nuevo Testamento no se habla expresamente de la virginidad de María, como base para asumir se desconocía, es peor porque tu argumento entero se sostiene en la falacia de suponer que si algo no se menciona entonces se niega.
Sería bueno que en vez de tanta afirmadera (e insistidera) aunque sea una vez soltaras un argumento que valiera la pena analizarse.
La perpetua virginidad de María desde el punto de vista judeocristiano
Está en el blog que tenía en Religión Digital pero lo he puesto en algún foro evangélico.... y silencio.
Noby:
1-"¡Bendito sea el vientre que te crió y los pechos que te alimentaron..., bendito el que cree la Palabra de Dios y la pone en práctica". "En sueños se le apareció un ángel que le dijo:-No repudies a María pues lo que hay en su vientre es obra del Espíritu Santo.Y José regresando tomó a María)". Totalmente de acuerdo.
2-"El matrimonio de José y María, sin entrar en exégesis y en filología grecoaramea, no fue un matrimonio común". Es verdad, pero lo que hizo especial a ese matrimonio no eran ellos, sino su primogénito: esto es lo que firma Dios en su Palabra.
3-"Entender a María y José es fácil, si se hace desde Xto. una Cristología en sintonía con la Tradición produce una Marilogía recia y entrañable". ¿Apuesta Noby por lo que la Tradición se saca de la manga, claro que hace muuuuchos siglos, levantando un culto totalmente ajeno a la citada Cristología?.
4-A María no hay que pedirle nada sino dejarla tranquila. "Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos...": Dios es el único que oye nuestras oraciones. Esto lo saben hasta los judíos.
Primero dices que María SIN DUDA tenía un proyecto de vida normal, pero ese sin duda ignora precisamente lo que plantea el Papa en este post. La idea no es que lo descartes simplemente porque lo diga el Papa o lo hayan dicho otros padres de la Iglesia antes que él, sino que puedas analizar al argumento pasando de la falacia adhominen.
Cometes el mismo error de los participantes nestorianos de este blog al decir que se le anuncia a María que será la madre de su parte humana, pero es que acaso dice eso la Escritura? donde?. En otro post hablabamos precisamente de como el Hijo de Dios (como Persona) quien ha nacido de mujer (Gálatas 4,4). Lo mismo cuando el ángel le dice "por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios no se está limitando a hacer referencia solo a su parte humana, sino al Hijo de Dios en su totalidad. Pero todo esto se hubiera entendido hace rato sin mayores contratiempos sino se llevara a cuestas el prejuicio protestante, y la incapacidad de entender que se es madre de la persona no de la naturaleza, porque la maternidad como dice Juan Pablo II es una relación persona-persona.
1-"ESPOSA DEL ESPÍRITU SANTO": Vaya, ahora me entero de que el ES estaba casado, ¿o lo sigue estando? ¡Vaya trastornos que produce la dichosa Tradición! La relación entre el ES y María no era de esposo-esposa, sino meramente vehicular, dentro del plan de Dios de enviar a su Hijo al mundo. ¿Qué hay de malo en ello?.
2-"MARÍA PROHIBIDA A JOSÉ": ¡Toma ya! José y María proporcionaron una familia NORMAL a Jesús, que es lo que Dios deseaba. En esa familia normal, José tendría una relación NORMAL con su mujer, y NORMAL con sus otros hijos, hermanos del PRIMER NACIDO (Unigénito sólo de Dios). Hasta ahí es lo que podemos entender del NT, y nada más.
3-"EL CELIBATO DE ACUERDO A LA TRADICION": sí en algunos profetas, pero no en los apóstoles ni en los obispos de la primera iglesia. El celibato, fuera del llamamiento personal de Dios, es un intento del propio Yo de "ayudar" a hacer méritos ante Dios, como otros, olvidando que los méritos fueron completamente ganados en la cruz por Cristo. Célibes hubo muchos, pero siempre como un llamamiento personal. ¿Para qué se casó José si debía de ser célibe? ¿Te imaginas que te pasa a ti, dormir con una hermosa joven como su esposo, y ser célibe? ¡Dios no es tan rebuscado, amigos míos!
4-"Si María tuvo a Santiago como hijo, ¿cómo es que los Padres de la Iglesia creyeron que María permaneció virgen si su hijo Santiago era obispo de Jerusalén?" Amigo Luis Fernando, ¿de qué padres de la iglesia me habla?, ¿los del año 155?, que de padres ya no tenían nada. Ya en las primeras iglesias había problemas de desviaciones "personales" (Corinto, Galacia...), tanto más cuando Pablo se refería a los falsos maestros que se habían introducido en las iglesias del siglo I. Insisto: Dios únicamente firma su Palabra, pero no las Tradiciones de los ocurrentes cristianos que, en todas las épocas, han querido "decorar" con sus "hermosas ideas" la Revelación una vez dada a los hombres.
Pero hay tal tinglado montado con la dichosa Tradición, que estas modestas palabras no servirán de nada.
Pensar así en mi opinión es simplemente aberrante e inconcebible para un judío devoto de la época.
El tema del celibato aprovecharé de que se ha mencionado para dedicarle un post completo.
Por último, la afirmación de que Santiago era hijo de María, no tiene el más mínimo sustento bíblico ni historico. De los dos Santiagos mencionados en la Escritura (el mayor y el menor), uno era hijo de Alfeo y el otro de Zebedeo (ver Mateo 10,2-3). Basta decir que no hay ningún texto bíblico que insinúe esto y ya una completa refutación a estas objeciones se dieron en cuatro post previos.
Por último, debo decir que me da mucha tristeza la tan soberbia actitud protestante de menospreciar a aquellos cristianos que vivieron en el siglo II, insinuando que estaban ya corrompidos.
Menudo insulto para Policarpo, Ignacio de Antioquía, Justino Martir, y tantos otros, cuando cualquier cree poder venir a despreciarles. Pero si ellos que aprendieron directamente de los apóstoles corrieron a corromperse, que hace que los protestantes no?. No será por la Sola Scriptura, la cual no les ha permito ponerse de acuerdo nisiquiera en las verdades más fundamentales e la fe (tal como demuestro en el siguiente post).
San Jerónimo y la Virginidad Perpetua de María
Sobre los protestantes, decir que, aunque no estemos de acuerdo con la iglesia de Roma, nadie puede negar que nuestra aspiración y apuesta vital es por una fe limpia y ceñida escrupulosamente a la Palabra revelada de Dios. ¿Que estamos equivocados?, pero eso no nos tiene que privar del debido respeto y consideración, y viceversa. ¿Tan difícil es llegar a esto? ¿Tan metidos estamos aún en las tinieblas del siglo XVI? Creo que los que estamos en este foro deseamos amar y servir a Dios, y es Él quien tiene que juzgarnos (y lo hará) según la luz que hayamos recibido. Insisto, creo que todos estamos en la misma nave (no la de Pedro, claro), la que mantiene en alto los principios cristianos que han hecho de Europa lo que es y ha sido, a diferencia de los demás continentes.
Sí, ya sé que usted dirá que lo que digan esos le da lo mismo pues son hombres como usted y como yo. Pero yo es que no creo en los hombres, sino en la infalibilidad en materia de fe de la Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica. Y creo en ello porque de lo contrario, la Biblia mentiría al decir que la Iglesia es "columna y baluarte de la verdad". Por tanto, me basta y me sobra con que la Iglesia diga que la perpetua virginidad de María es un dogma de fe para aceptarlo. Si además veo que los principales reformadores pensaban lo mismo, pues miel sobre hojuelas, aunque eso es un simple detalle.
El texto que he citado de los hebreos católicos es de la suficiente contundencia como para que todo aquel que no tiene un prejuicio previo admita el menos la seriedad de la postura católica. Si no se quiere, no se acepte. Pero concédase que tiene un razoanamiento bíblico 100%.
No podía conciliar el sueño, dándole vueltas y más vueltas al asunto, él mismo trataba de encontrar una explicación, pero las voces de sus amigos resonaban una y otra vez, hasta que, rendido, empezó a dormir.
- Ioshua, Ioshua ya es la hora, tenemos que irnos al trabajo, despierta. Era la voz rotunda y viril de su padre pero, como siempre, con cariño, con mucho cariño.
- Ya voy, ya voy,¡qué sueño tengo, uuaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!.
Frotándose los ojos, dió un salto, la pereza no hacía buenas migas con él, y fue a lavarse la cara en la jofaina que mamá había dejado junto al ánfora de agua y la toalla limpia.
- Mamá por qué te has levantado, si no hace falta yo puedo solo.
- Bueno, si no quieres que te ayude, pero tómate esta jarra de leche y miel, que te hará falta para andar el camino y no desfallecer, hasta el mediodía.
El padre sonreía, mientras tomaba su jarra de leche y miel, satisfecho de ver cómo su hijo Ioshua empezaba a ser un hombrecito; el muchacho, mientras desayunaba observó como sus padres se miraban como dos enamorados, llevaban casados por lo menos un año más, aproximadamente, de los que él tenía, o sea unos diez. El no había visto, ni parecido, algo igual en los padres de sus amigos, y, no es que tuvieran un trato, digamos malo, pero lo que veía en sus padres, eso no lo veía en ninguna familia del pueblo.
Ensimismado en esos pensamientos y tras haber dado y recibido los besos de despedida y la caricia de su madre, eso, la caricia, le daba, además de cariño una, digamos, confianza y tranquilidad al mismo tiempo que fuerza…algo muy especial.
Antes de salir habían rezado un salmo, ellos lo sabían recitar de memoria; el muchacho, por el camino, mentalmente, repetía unos versículos que le daban paz y estímulo a la vez, “…Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho.”
El padre Josef, miraba de reojo al muchacho, atisbando un rictus de preocupación en su infantil rostro, estaba ensimismado; de continuo, el muchacho lo mantenía, durante el trayecto al trabajo, bien ocupado tratando de responder a la copiosa tanda de preguntas, sobre el tiempo, los pájaros, las cosechas, la vid, el trigo, además de los frutales, la higuera…y un largo repaso sobre todas las criaturas y faenas del campo próximas a su pueblo.
Sin embargo hoy estaba callado, con la mirada perdida, abstraído en sus pensamientos; el padre decidió que, por si pasaba algo, tomaría él la iniciativa a ver qué le sacaba al muchacho.
- Ioshua, ves ese cerco que tiene la luna, pues es posible que a la vuelta nos llueva, no sé si te lo he dicho antes pero ese cerco……. El muchacho miró a su padre, prestándole atención, pero el padre observó que la mente de su hijo estaba en otra parte; la aurora anunciaba al amanecer y el padre decidió hacer una parada, para echar un trago de agua del odre que llevaban, y, entonces, el muchacho, tal vez aliviado por el frescor del agua, dijo:
- Abbá, ¿puedo hacerte una pregunta sobre la familia?, antes de que me contestes te digo que a lo mejor no te gusta ¿sabes?. El padre sonrió, y con su voz viril y rotunda pero llena de afecto, como siempre, le dio autorización y puso los cinco sentidos en lo que su hijo iba a plantear.
- Abbá, ¿por qué no tengo hermanos?. El padre sonrió y miró, emocionado, a su hijo con esa mirada de satisfacción y preocupación, a la vez, pues sintió que algo importante iba a suceder, su hijo iba a dar un paso importante, en los designios de Yahvé, el tendría que explicar cosas que solo los anawin de Yahvé pueden entender, el muchacho estaba a punto de dar un paso de gigante en esa dirección, Josef captó, de inmediato, lo delicado de la situación. Un pellizco en el estómago y un nudo en la garganta casi le hacen tartamudear, sin embargo tuvo la sensación, sí esa sensación de que Yahvé estaba con el y le ayudaría a superar el trance además de satisfacer la pregunta del muchacho.
- Ioshua, ya es hora de que sepas que tu concepción es obra del Espíritu Santo, yo tan solo cuido de ti por encargo de Yahvé, y te quiero como si yo mismo te hubiese engendrado. Estoy prendado de tu madre, que te gestó en su seno, así pues, tras haber pasado el puerperio nos pusimos a la escucha para conocer y obedecer (ob audite) la voluntad de Yahvé, en esta ocasión no tuvimos una revelación directa pero entendimos, y así lo decidimos, que tener más hijos era profanar el seno de tu madre, ¿lo entiendes?.
El muchacho empezó a sudar, y se encontró inundado de dicha y paz, miró a su padre y se fundió con el en un abrazo que le pareció eterno; podría repetir al dedillo lo que su padre le había dicho, apenas entendía lo que le había confiado pero era muy feliz…mucho.
Tuvieron que acelerar el paso para no llegar tarde a la obra, al regreso volvió a preguntar como siempre, y cuando regresaron a casa abrazo a su madre y la besó una y mil veces; a cada beso le decía un te quiero, ella miró de reojo a Josef y él le hizo el gesto de girar el dedo índice, ese gesto que significa “después”.
Dormido el muchacho, y, una vez en su alcoba, tras recitar un salmo de acción de gracias, Josef le contó a Miriam lo sucedido, ella no pudo contener unas lágrimas de felicidad, él tampoco. A sus mentes volvieron los intensos episodios vividos, parecía que la noche sería en vela pero una dulce fragancia, como venida del cielo inundó la alcoba y sintieron cómo el sueño les vencía llenándose de paz.
Pocos años después, por una confusión, y, tras creer que Ioshua se había extraviado en Jerusalén, una vez encontrado le escucharon decir:
-¿No sabíais que tenía que ocuparme de las cosas de mi Padre?, ellos se miraron y no pudieron contener una sonrisa de satisfacción al recordar el episodio sucedido pocos años antes.
¿Pudo haber sucedido así?,quizá.
Por muy buenos que fueran Policarpo, Ignacio de Antioquía, Justino Martir, y tantos otros, su obligación era de OBEDECER lo que Dios revelaba en su Palabra, y no salirse de ella. ¿O no?
El punto que ni en este post y en el otro haz logrado entender, es precisamente como puedes saber tu que interpretación de las Escrituras es más correcta que la de estos ilustres cristianos, siendo que ellos aprendieron de los apóstoles y sus sucesores y tu no.
Cuando a mi me llega un adventista diciendome que yo me he apartado de la palabra de Dios por no guardar el sábado, será que es cierto, o será que el confunde su interpretación herética con la Palabra de Dios. Lo mismo sucede con cada denominación que anatemiza a las demás pensando que es ella la que interpreta correctamente y no las otras.
El extremo más grave que me he encontrado lo he visto en ciertas sectas que afirman que la Biblia no hay que interpretarla, sino que se interpreta sola, y luego ellos comienzan a decir que este pasaje interpreta aquel y así sucesivamente. Lo gracioso es que ellos no se dan cuenta que inconcientemenet al elegir que pasaje según ellos explica cual, ya están interpretando y haciendo exégesis (o mejor dicho, eiségesis)
LF, se me olvidaba: Santiago hijo de Zebedeo (al que mató Herodes -Hech. 12) y Santiago hijo de Alfeo formaban parte de los 12 apóstoles iniciales. Santiago el hermano de Jesús era contado a parte, el cual se convirtió probablemente después de del Señor
Esto de que el hermano de Jesús era otro Santiago, debes probarlo bíblicamente, y no solo afirmarlo porque no es más que una suposición.
Se solía diferenciar entre los dos Santiagos llamando a uno el mayor y a otro el menor. Ese tipo de diferenciación establecen una relación entre dos, no entre tres.
Además, es ilógico que el evangelista presentara primeramente a Santiago y José como hermanos de Jesús (Mateo 13,55), para luego identificar a otra María como madre de unos Santiago y José que antes no ha mencionado (Marcos 15,40).
Pero inclusive suponiendo que Cleofás no sea el mismo que Alfeo, entonces tendríamos que tenemos tres Santiagos:
1) EL hijo del Alfeo (Mateo 10,2-3)
2) El hijo de Zebedeo (Mateo 10,2-3)
3) El hijo de María, la mujer de Cleofás (Marcos 15,40; Juan 19,25).
De hecho, un análisis completo de esto ya lo hice en un post previo.
Segundo, el hecho de que el grupo familiar este junto quiere decir que esos hermanos de Jesús son hijos de María? que tiene de curioso que los parientes de Jesús vallan a verlo juntos?
Tercero. Que te hace suponer que no debes considerar la influencia del arameo en el griego del Nuevo Testamento?
Lo digo porque asumes que Adelfos solos e utiliza para "hijos del mismo vientre", pero es incorrecto. En Lucas 3,1 se utiliza adelfos con Herodes y Filipo y no eran hijos de la misma madre (por ende no nacidos del mismo vientre).
Lo digo por tu forma ambigua de argumentar que Gálatas 1,19 se complementa con algunos supuestos textos de Hechos y Gálatas.
Textos que más bien prueban todo lo contrario, por ejemplo cuando en Gálatas Pablo escribe:
"y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas" Gálatas 2,9
De verdad crees que ese Santiago, que junto con Pedro y Juan eran considerados columnas no era uno de los apostoles?
Como es posible? Sería que llegó a ser obispo de la Iglesia de Jerusalén otro Santiago distinto a Santiago el menor, hijo de Alfeo (Mateo 10,2-3) o a Santiago el mayor hijo de Zebedeo?, siendo que el resto de parientes de Jesús englobados en la expresión "sus hermanos" ninguno tuvo un papel preponderante siendo que hasta la resurrección ninguno creía en él? (Juan 7,5)
El libro de los hechos menciona a Santiago 5 veces:
"Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago". Hechos 1,13
Y nuevamente se mencionan solo a dos Santiagos, y se diferencian porque uno es el menor (El hijo de Alfeo) y el otro el de Zebedeo. Ninguno hijo de José el carpintero y por ende tampoco de María.
En Hechos 12,2 solo se menciona que muere el Santiago hijo de Zebedeo y hermano de Juan.
En hechos 12,17 dice:
"El les hizo señas con la mano para que callasen y les contó cómo el Señor le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar." Hechos 12,7
Aquí tampoco hay nada para asumir que este Santiago fuera otro distinto al apostol hijo de Alfeo mencionado poco antes en el mismo libro y cuidadosamente diferenciado de el hijo de Zebedeo.
Lo mismo en Hechos 15,13 y 21,18.
Así que de donde sacas esas especulaciones?
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