Reflexiones sobre el verdadero ecumenismo
El Concilio Vaticano II en su decreto Unitatis Redintegratio define al ecumenismo como el movimiento impulsado por el Espíritu Santo para restaurar la unidad de los cristianos. Exhorta también a todos los fieles católicos a que “reconociendo los signos de los tiempos, cooperen diligentemente en la empresa ecuménica” .
Define pautas muy claras para el movimiento ecuménico, las cuales por desconocimiento de muchos católicos, son ignoradas logando efectos adversos y perjudiciales para la Iglesia, al punto que muchos fieles terminan practicando una especie de pancristianismo sincrético contrario no solo al espíritu sino a la letra misma del Concilio.
Que no es ecumenismo
CASO #1: Hace unos años una vecina tenía un círculo de oración en su casa. Al querer participar del movimiento ecuménico invitó a participar a un grupo de evangélicos. Se cuenta que las oraciones –a las que llegaba a participar ocasionalmente algún sacerdote católico- eran “hermosas”. Posteriormente el ambiente terminó enrarecido debido a las enseñanzas que se estaban predicando, por lo que algunos católicos dejaron de asistir, otros sin embargo siguieron asistiendo. Hoy algunos de esos católicos son protestantes y la vecina terminó siendo la pastora de la Iglesia evangélica “El amor de Dios”. (Instalada en el garaje de su casa) .
CASO #2: Scoth Hann (ex pastor presbiteriano) narra en su libro Roma Dulce Hogar su camino de conversión a la Iglesia Católica:
“Fue duro, porque ella [aquí se refiere a su esposa] no quería saber nada de la Iglesia católica, y resultó más duro aún porque varios sacerdotes a los que visité tampoco querían hablar sobre su Iglesia. Cada dos por tres yo me escapaba en busca de un sacerdote que pudiera contestar a algunas de las dudas que aún me quedaban; pero uno tras otro me desilusionaban. A uno de ellos le pregunté:
-Padre Jim, ¿qué debo hacer, convertirme al catolicismo? -Antes que nada -me dijo-, no me llame «padre», por favor. En segundo lugar, creo que en realidad usted no necesita convertirse. Después del Vaticano II eso no es muy ecuménico. Lo mejor que puede hacer es, simplemente, ser mejor como presbiteriano. Le hará más bien a la Iglesia católica si usted se mantiene en lo que es.
Asombrado, le contesté:
-Mire, padre, yo no le estoy pidiendo que me tome del brazo y me haga católico a la fuerza. Creo que Dios puede estar llamándome a la Iglesia católica, donde he encontrado mi hogar, mi familia de alianza.
Él contestó fríamente:
-Bueno, si lo que quiere es alguien que le ayude en su conversión, yo no soy la persona adecuada.
-Me quedé helado.”
CASO #3: Hace unos meses, mi amigo Salvador Melara (ex pastor evangélico) fue invitado a un congreso católico de evangelización para compartir su testimonio de conversión a la Fe Católica y al mismo tiempo invitaron a un predicador internacional bastante conocido. Luego de que Salvador habló de las dificultades y renuncias que tuvo que hacer para regresar a la Iglesia escuchó pasmado como en la siguiente conferencia el predicador internacional decía que “ya los católicos no debemos creer que pertenecemos a la única Iglesia que Cristo fundó” y que “todas las Iglesias son iguales porque siguen al mismo Cristo” (Ver historia completa)
He aquí tres ejemplos reales de lo desastroso que puede ocasionar una mala comprensión del ecumenismo.
Que busca el verdadero ecumenismo
El decreto Unitatis Redintegratio establece que “solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos. Creemos que el Señor entregó todos los bienes de la Nueva Alianza a un solo colegio apostólico, a saber, el que preside Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al que tienen que incorporarse totalmente todos los que de alguna manera pertenecen ya al Pueblo de Dios.” (Unitatis Redintegratio 3).
El verdadero ecumenismo busca por medio del diálogo aumentar el entendimiento entre las distintas confesiones cristianas, para mover a la conversión a todos aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia Católica, a la plenitud de la fe que solo se puede encontrar en ella. La finalidad del diálogo es, atraer al que está alejado de la Iglesia a su seno, no dialogar por dialogar asumiendo que hace bien quedándose donde está.
El Papa Juan Pablo II respecto al tipo de unidad que busca el ecumenismo explica:
“Jesús mismo antes de su Pasión rogó para « que todos sean uno » (Jn 17, 21). Esta unidad, que el Señor dio a su Iglesia y en la cual quiere abrazar a todos, no es accesoria, sino que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus discípulos. Pertenece en cambio al ser mismo de la comunidad. Dios quiere la Iglesia, porque quiere la unidad y en la unidad se expresa toda la profundidad de su ágape.
En efecto, la unidad dada por el Espíritu Santo no consiste simplemente en el encontrarse juntas unas personas que se suman unas a otras. Es una unidad constituida por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramentos y de la comunión jerárquica. Los fieles son uno porque, en el Espíritu, están en la comunión del Hijo y, en El, en su comunión con el Padre: « Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo » (1 Jn 1, 3). Así pues, para la Iglesia católica, lacomunión de los cristianos no es más que la manifestación en ellos de la gracia por medio de la cual Dios los hace partícipes de su propia comunión, que es su vida eterna. Las palabras de Cristo « que todos sean uno » son pues la oración dirigida al Padre para que su designio se cumpla plenamente, de modo que brille a los ojos de todos « cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas » (Ef 3, 9). Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad. Este es el significado de la oración de Cristo: « Ut unum sint ».”
Juan Pablo II, Ut unum sint 9
En Reconciliatio et Paenitentia el Papa sostenía:
“Hay que reafirmar que, por parte de la Iglesia y sus miembros, el diálogo, de cualquier forma se desarrolle —y son y pueden ser muy diversas, dado que el mismo concepto de diálogo tiene un valor analógico— , no podrá jamás partir de una actitud de indiferencia hacia la verdad, sino que debe ser más bien una presentación de la misma realizada de modo sereno y respetando la inteligencia y conciencia ajena. El diálogo de la reconciliación jamás podrá sustituir o atenuar el anuncio de la verdad evangélica, que tiene como finalidad concreta la conversión ante el pecado y la comunión con Cristo y la Iglesia, sino que deberá servir para su transmisión y puesta en práctica a través de los medios dejados por Cristo a la Iglesia para la pastoral de la reconciliación: la catequesis y la penitencia.”
El ecumenismo no aplica a las sectas
Otro error común difundido entre muchos católicos es el de creer que el ecumenismo aplica a las sectas. Frecuentemente encuentro a hermanos bienintencionados (pero no bien preparados) tratando de dialogar con testigos de Jehová, adventistas, pentecostales, mormones y otros grupos proselitistas, muchos de los cuales aprovechan esta disposición para minar su fe.
Es un hecho que estos grupos tienen una doctrina especialmente orientada a atacar puntos clave de la fe católica. En algunos casos pueden conocer escasos cinco o seis versículos bíblicos, pero especialmente seleccionados para confundir al católico de a pie. (No es desacertado aunque pueda sonar despectivo la frase “católico ignorante, seguro protestante” ).
Juan Pablo II en su discurso a la Conferencia Episcopal de las Antillas en visita “Ad Limina” el 7 de Mayo del 2002 afirmó que “es esencial desarrollar en vuestras Iglesias particulares una nueva apologética para vuestro pueblo, a fin de que comprenda lo que enseña la Iglesia y así pueda dar razón de su esperanza”. La necesidad de esta nueva apologética la explica enseguida: “En un mundo donde las personas están sometidas a la continua presión cultural e ideológica de los medios de comunicación social y a la actitud agresivamente anticatólica de muchas sectas, es esencial que los católicos conozcan lo que enseña la Iglesia, comprendan esa enseñanza y experimenten su fuerza liberadora. Sin esa comprensión faltará la energía espiritual necesaria para la vida cristiana y para la obra de evangelización” .
Yo opino que es momento en que la jerarquía eclesiástica tome serias medidas para atacar el problema sectario, y así como no escatima en sus esfuerzos en fomentar el ecumenismo, aumente sus esfuerzos en fomentar una nueva apologética que permita detener la hemorragia de católicos, que día a día abandonan la Iglesia por causa del proselitismo de las sectas.
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22 comentarios
"En otros lugares, a menudo, las comunidades evangélicas y pentecostales más recientes NO SUELEN SER CONSIDERADAS COMO GENUINAMENTE ECLESIALES, y el uso indiscriminado del término “secta” sigue provocando problemas en todos los continentes. Las comunidades eclesiales (baptistas, evangélicos, PENTECOSTALES) con las que la Iglesia católica mantiene un diálogo teológico y relaciones internacionales, que en algunos casos se llevan a cabo desde hace decenios, suelen incluirse en la lista de las sectas.”
Y rescatar en pleno el sacramento de la penitencia y devoción mariana.
Asombra y entristece el que muchas veces te encuentres con hermanos con muchas dificultades para leer y entender las cartas paulinas,por ejemplo.
Quizá todo esto,y más,nos llevaría a entender mejor nuestra fe y que no se caiga en manos de de otras,con evangelizadores preparados-protestantes-o sinvergüenzas sectarios,amén de rechazar sincretismos.
Comentario del blogger: Por su puesto Cesar. Yo he conocido personas que se reúnen con protestantes a estudiar la Biblia, porque en su parroquia no hay ningún movimiento que lo haga.
Hace años tuve la ocasión de platicar largo y tendido con un ex-católico que leía unos debates que manteníamos en un foro. En aquella ocasión el me decía que a raíz de los argumentos expuestos el creía nuevamente muchas doctrinas de la fe católica, pero el se sentía a gusto estudiando la Biblia con los evangélicos, porque le dieron apoyo cuando tuvo problemas en su matrimonio (luego de haber visitado como 5 parroquias y ningún sacerdote les quiso ayudar).
Comentario del blogger: Cesar, la diferencia esencial es que los Ortodoxos afirman que el Espíritu Santo procede solo del Padre, nosotros en nuestro Credo profesamos que procede del Padre y del Hijo.
Hay un artículo bastante breve pero explicativo AQUI, te lo recomiendo.
1.-Menciona entre los grupos sectarios a los Pentecostales... Pero no hace mucho que el Card. Kasper hablo al respecto de este gran movimiento y referia que era urgente fomentar un proceso de acercamiento y dialogo. Y por si te parece que son unos cuantos, te invito a repensar. Los pentecostales hoy por hoy son poco mas de 450 millones en el mundo... Solo en America Latina andan alrededor de 70 millones... El 13% de la poblacion latinoamericana es pentecostal. Recuerda, el Vat. II hace ya 45 largos anos... es mucha el agua que ha corrido bajo el puente...
2.-Hablas que para detener la hemorragia de Catolicos hacia otras iglesias cristianas (aunque muchos seguimos enquistados en no reconocerle como tales, y de esto podemos discutir pa'largo) la solucion parece estar en una nueva apologetica. Lo primero que digo es que SI necesitamos dar a nuestros fieles una solida formacion, profundizacion y conocimiento de los cimientos de su fe en Cristo desde nuestra perspectiva y doctrina catolica. El problema aqui es que nuestra Jerarquia, por ejemplo, en America Latina, sigue optando por una pastoral devocionaria y de masas... Aclaro, que no es que la devocion sea mala... Pero devocion sin esclarecimiento del "dar razon de nuestra fe" es candidato en fila a ir a cualquier lado. Lo penoso de esto es que en la ultima conferencia en Aparecida, el mismo Papa en su discurso dejaba entrever la misma linea. Y actualmente los Sres. Obispos han estado mas en la linea de un movilizar multitudes, que en crear una base fuerte con un personal humano bien formado.
Y aqui es donde radica el problema mayor: no es un problema esencial de apologetica. Si tu te sientes preocupado por esto, magnifico... de verdad muchas gentes nuestra necesita que le expliquen bien las cosas. Pero el terrible problema que nos afecta es que nuestros servicios siguen siendo extremadamente deficitarios. Basicamente se trata de una pastoral sacramentaria-deficitaria. Una gran remora en todo esto sigue siendo la forma actual de comprender, organizar y proyectar el Orden Sacerdotal. Es decir, el sacerdocio catolico, tal y como lo conocemos en los ultimos siglos. Basicamente tenemos una cultura "padrista" y a vistas no hay forma de recuperar los reflujos vocacionales al estilo que lo seguimos entendiendo. Por mas que algunos se autoconsuelan, no hay manera de avanzar, sino de retroceder... en los ultimos 10 a 12 anos hemos estado ordenando a razon de 350 sacerdotes en todo el mundo... Cuando a las gentes no le damos lo que necesita, se va a otra parte y los busca, asi de simple...
Comentario del blogger: Norverto, gracias por tu aporte.
No todos los grupos pentecostales son sectarios, estoy consciente, pero muchos si lo son. Conozco muy de cerca el fenómeno pentecostal en latinoamérica porque he tenido la oportunidad de debatir largo y tenido con ellos (En nuestra comunidad de ex-evangélicos conversos a la fe católica participaban a menudo incluido el director de un seminario pentecostal en Colombia).
Y aunque los pentecostales son 450 millones en total, yo no los contabilizaría como una sola denominación, sino que son centenares, por no decir miles, con diferencias doctrinales tremendas entre sí. (Hay una rama del pentecostalismo que ni siquiera es Trinitaria, sino modalista). Yo opino que dialogar con ellos será cuesta arriba, no solo por su anticatolicismo, sino porque el acuerdo que llegues con unos no significará nada para el resto.
Estoy de acuerdo contigo en que los problemas de la Iglesia no se limitan a una falta de apologética, pero lo que si estoy convencido de que ha influido mucho, pues es lo que veo a menudo.
Esa es su propia opinión sobre el diálogo ecuménico. Pero no es lo que piensa el Papa:
"El diálogo es más que un intercambio de ideas, más que una empresa académica: es un intercambio de dones (cf. Ut unum sint, 28), en el que las Iglesias y las comunidades eclesiales pueden poner a disposición su propio tesoro (cf. Lumen gentium, 8 y 15; Unitatis redintegratio, 3 y 14 s; Ut unum sint, 10-14).
Precisamente, gracias a este compromiso, el camino puede continuar paso a paso hasta que, como dice la carta a los Efesios, finalmente "lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud" (Ef 4, 13).
Es obvio que un diálogo como este sólo puede llevarse a cabo en un contexto de espiritualidad sincera y coherente. No podemos "hacer" la unidad sólo con nuestras fuerzas. Podemos obtenerla solamente como don del Espíritu Santo.
Por tanto, el ecumenismo espiritual, es decir, la oración, la conversión y la santidad de vida, son el corazón del encuentro y del movimiento ecuménico (cf. Unitatis redintegratio, 8; Ut unum sint, 15 s, 21 etc.). También se podría decir que la mejor forma de ecumenismo consiste en vivir según el Evangelio."
No se trata estimado Arraiz entonces de mover a la conversión a los otros cristianos sin rogar por la nuestra en primer lugar, salvo que se tenga la arrogancia de creer que por el mero hecho de estar en la Iglesia católica se alcanza la perfección cristiana.
Durante el viacrucis ecuménico último en el cual participé el parróco durante la homilia dijo:
"La unidad (visible y plena de la Iglesia) se produce cuando todos los bautizados se transforman en otro Cristo (Ga 4, 19)."
Como dijo Benedicto XVI: "Estoy convencido de que, si un número creciente de personas se une en su interior a la oración del Señor "para que todos sean uno" (Jn 17, 21), dicha plegaria en el nombre de Jesús no caerá en el vacío (cf. Jn 14, 13; 15, 7. 16 etc.).
Con la ayuda que viene de lo alto, encontraremos soluciones practicables en las diversas cuestiones aún abiertas y, al final, el deseo de unidad será colmado cuando y como él quiera.
Os invito a todos a recorrer conmigo este camino, conscientes de que estar juntos en camino es un tipo de unidad. Demos gracias a Dios por esto y pidámosle que siga guiándonos a todos.”
Estimado Arraiz: ¿Alguna vez ha experimentado lo que dice el Papa: estar juntos en camino es un tipo de unidad? ¿Alguna vez ha agradecido y alabado a Dios por esa gracia?
Comentario del blogger: Estimada Ines, mi definición no es incompatible con la Unitatis redintegratio (que he citado). Al parecer te irrita que piense el verdadero ecumenismo busque traer de regreso a los cristianos no católicos a la Iglesia. ¿Acaso interpretas que cuando el Papa afirma que las oraciones que hagamos por la unidad de los cristianos no van a dejar de ser escuchadas, no está hablando de que esta unidad será también doctrinal?
Lo pregunto, porque este párrafo tuyo es bastante preocupante: "No se trata estimado Arraiz entonces de mover a la conversión a los otros cristianos sin rogar por la nuestra en primer lugar, salvo que se tenga la arrogancia de creer que por el mero hecho de estar en la Iglesia católica se alcanza la perfección cristiana."
Primero, porque empieza con un razonamiento tremendamente falaz (falacia de muñeco de paja): no es incompatible mover a la conversión de los no católicos con rogar por la propia conversión.
Segundo: Usa nuevamente el mismo recurso: Una cosa es asumir que el mero hecho de estar en la Iglesia Católica se alcanza la perfección Cristiana, y otra decir lo que dice la Unitatis Redintegratio, y es que “solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos". (Y no vamos a decir que dicho decreto es "arrogante" por decir eso).
Tercero, y lo más grave, es que si dices "No se trata .. de mover a la conversión a los otros cristianos", pregunto ¿De que trata el ecumenismo entoces? ¿O es que en tu concepción de unidad no está incluido aquello de un solo Señor, un solo bautismo y UNA SOLA FE? Repito la pregunta: ¿Acaso interpretas el ecumenismo como un mero caminar juntos pero sin buscar la unidad doctrinal?
Me da la impresión de que ves el ecumenismo como lo ven los progresistas: Unidad exterior solamente, que no es verdadera unidad ni verdadera comunión. Te sugiero seguir la recomendación del Papa y leer el Concilio Vaticano II en la línea con la Tradición. Y no deja de ser curioso que tanto lefebvristas como progresistas vean el ecumenismo de este modo, por eso los primeros lo rechazan y los segundos lo adoran.
Comentario del blogger: Completamente de acuerdo Ana.
Pienso que están haciendo un buen trabajo comunidades católicas carismáticas con un enfoque ecuménico, como Espada del Espíritu y otras similares: tienen 100% clara la doctrina católica, son conservadoras, provida, profamilia, etc... pero pueden crear fraternidad con protestantes y pentecostales "serios".
En Sudamérica es dificil porque muchos pentecostales y pentecostaloides son depredadores contra los católicos ignorantes.
Pero en EEUU (con la lucha provida en zonas secularizadas) y en muchas zonas descristianizadas de Europa (o dominadas por el protestantismo liberal de obispas lesbianas abortistas) empieza a ser común que católicos carismáticos y pentecostales abiertos y respetuosos no solo recen juntos, sino que colaboren en asociaciones provida y profamilia y pro-valores cristianos.
Es un ecumenismo de la acción y la oración, más que de los teólogos. Y creo que Dios lo pide y lo bendice.
Es su impresión sobre mi como son sus opiniones sobre la finalidad del diálogo ecuménico. No son la verdad.
En su experiencia con la comunidad de ex-evangélicos conversos a la fe católica qué menciona: ¿cuántos de ellos eran bautizados fuera de la Iglesia Católica previamente? ¿Cuántos cristianos no bautizados en la Iglesia conoce en realidad?
Es de lo más común en los foros confundir con hermanos separados a católicos que se han apartado de la Iglesia donde los han bautizados sus padres. Es tergiversar el concepto de diálogo ecuménico con la pastoral que corresponde a personas católicas apartadas o con algún grado de apostasía como su vecina, la que se puso una iglesia en el garage y se hizo pastora o de su amigo Salvador.
Los obispos en el documento en Aparecida separan una pastoral de la otra. No se puede seriamente decir que se participa de un diálogo ecuménico con un bautizado y criado católico sólo porque este se fue alabar a Dios a las Iglesias de Dios o se puso una iglesia en el garage.
Otro caso que presentó no es ejemplo de ecumenismo ni falso ni verdadero sino de personas bautizadas en otras iglesias o comunidades eclesiales cristianas que quisieron convertirse al catolicismo. Por cada uno de ellos hay un católico que se pasa a otra iglesia o comunidad eclesial o lo que sea. No son ejemplos de frutos del diálogo ecuménico ya que este no tiene como finalidad la anexión de los otros cristianos sino la unidad plena y visible de todos los bautizados para que se cumpla la oración de Jesús al Padre. El hecho de que el sacerdote que lo recibió, el tal Padre Jim, no diferenciada entre lo que es una conversión individual y la finalidad del diálogo ecuménico no es ejemplo precisamente de este último.
Un ejemplo de fruto del diálogo ecuménico es la reciente incorporación a través de los ordinariatos personales de una rama tradicional que previamente se separaron de la comunión anglicana y pidieron ser recibidos en la Iglesia Católica. Si cada uno de los miembros se hubieran convertido individualmente no podríamos hablar propiamente de unidad. Sólo serían casos de conversiones individuales en los que el diálogo ecumenico no tiene razón de ser.
Por eso el Papa, Benedicto XVI es claro, no está por un ecumenismo de regreso sino por caminar juntos (a los bautizados en otras tradiciones eclesiales claro está) hacia la unidad plena y visible de la Iglesia. Por eso habla de la unidad en la diversidad y de la diversidad en la unidad.
¿Qué sentido tiene hablar de diversidad con su vecina católica que se hizo pastora? ¿Que aportó a la diversidad de la tradición en la Iglesia su amigo el pastor Salvador Melara si no es más que un ejemplo de católico que se apartó de la Iglesia y luego volvió?
Leamos su testimonio: "Saludos de paz y bien. Mi nombre es Salvador Melara, tengo 39 años, nací en la Iglesia Católica, fuí bautizado, hice mi primera comunión, desde que tengo memoria siempre me gustó la vida religiosa a tal punto que en algunos juegos de mi niñez jugaba que era sacerdote. Cuando llegué a la adolescencia tuve el deseo de ser sacerdote, se lo comuniqué a mi mamá pero lejos de apoyarme me dijo que estaba loco, que pronto iba a conocer alguna muchacha bonita y me iba a enamorar y si me hacía cura no iba a poder porque ellos "no se casan". En 1983, un compañero de escuela comenzó a "evangelizarme", el era de las Asambleas de Dios. Después de tanto insistirme en acompañarlo al culto al fín me decidí a ir y... me gustó!. Me gustaron las alabanzas, la predicación (ya no había aquel "ritual aburrido, monótono y rutinario" de las misas), y un día antes de cumplir 16 años (30 de agosto de 1983) "acepté a Cristo como mi Salvador".
Nada, no aporta nada a la riqueza de la tradición, solo testimonia la Misericordia de Dios con los católicos que se aburren en misa.
Comentario del blogger: Estimada Inés, eres por su puesto, libre de clarificar tu posición si es el caso, pero por lo que te sigo leyendo me confirmo en mi opinión de que tu lectura del Vaticano II respecto al ecumenismo luce progresista.
Pero lo que me parece más grave es que sigues tergiversando mis argumentos (no es la primera vez, pues en anteriores ocasiones has tenido que reconocerlo). Primero insinuabas que yo creía en un ecumenismo que busca la conversión de los no católicos olvidando la propia (falso) y ahora insinuando que esos ejemplos que coloqué fueron ejemplos de diálogo ecuménico. Te sugiero rectificar porque no es honesto endosar a otros posiciones que no han tomado.
Por su puesto que al dialogar con protestantes, me encuentro con muchos que han sido antes católicos, como también otros que nunca lo fueron, pero basta leer medianamente bien lo que escribí para darse cuenta lo que hice fue colocar casos que los católicos suelen creer que son ecumenismo, pero no lo son, sino una falsa concepción del mismo. No quiero pensar que lo haces deliberadamente, pero trata de leer con meticulosidad.
Ahora, ¿De dónde sacas eso de que el Papa, Benedicto XVI es claro en que el ecumenismo no busca la conversión de los no católicos a la plenitud de la fe? ¿Te das cuenta de la magnitud de lo que dices?. Yo creo que tu confusión, que ya te la aclaró Fran hace bastante tiempo en nuestro foro (ver AQUÍ ) es que malinterpretas tanto el Concilio Vaticano II, como las palabras de Benedicto XVI, por lo que vuelvo a preguntar:
1) ¿Tú crees que la unidad que busca el ecumenismo es unidad en la diversidad que no incluye la unidad doctrinal?
2) ¿Está bien pensar que los no católicos están bien donde están y no buscar su conversión a la plenitud de la fe católica?
3) ¿Tu sabias que aunque no de manera excluyente, es un dogma que fuera de la Iglesia no hay salvación?
Agradezco responder brevemente…
Nota: Aunque no tiene relación directa con el tema, el testimonio de Salvador Melara enriquece porque es un ejemplo de alguien que estudiando la Tradición encontró la plenitud de la fe y de los medios de salvación que solo se encuentra en la Iglesia Católica, cosa que afirma el Concilio Vaticano II de forma bastante clara y que algunos cuando escuchan algo así se irritan y confunden con arrogancia. Y que haya sido católico no quita que lo mismo haya acontecido a otros pastores que jamás lo fueron (Como Scoth Hann, Marcus Grodi, etc.).
En cuanto a su pregunta acerca de si la unidad plena de la Iglesia supone una unidad doctrinal yo le contestó que si pero es insuficiente como meta del diálogo ecuménico y mucho más insuficiente como camino a la unidad. La unidad plena y visible de la Iglesia o sea de todos los bautizados, supone un plus sobre la unidad doctrinal supone la unidad mística con Cristo mismo. Sin el desarrollo de una piedad ecuménica no habrá unidad por más acuerdos doctrinales que se firmen o debates que se ganen con la razón. Dice el directorio ecuménico: “Quienes se identifican profundamente con Cristo deben configurarse con su oración, en especial a su oración por la unidad; quienes viven en el Espíritu deben dejarse transformar por el amor que, por la causa de la unidad, “lo soporta todo, lo cree todo, lo espera todo, lo aguanta todo” [44]; quienes viven en espíritu de arrepentimiento serán particularmente sensibles al pecado de las divisiones y pedirán por el perdón y la conversión. Quienes buscan la santidad serán capaces de reconocer sus frutos fuera también de los límites visibles de su Iglesia [45]. Serán llevados a conocer realmente a Dios como el único capaz de congregar a todos en la unidad, porque es el Padre de todos.”
Le recomiendo la meditación de la catequesis de Benedicto sobre San Buenaventura del 3 y 10 de marzo y en especial la del 17 de marzo de 2010. “Habría que dejar que las últimas palabras del Itinerarium de san Buenaventura, que responden a la pregunta sobre cómo se puede alcanzar esta comunión mística con Dios, llegaran hasta el fondo de nuestro corazón: «Si ahora anhelas saber cómo sucede esto (la comunión mística con Dios), pregunta a la gracia, no a la doctrina; al deseo, no al intelecto; al clamor de la oración, no al estudio de la letra; al esposo, no al maestro; a Dios, no al hombre; a la neblina, no a la claridad; no a la luz, sino al fuego que todo lo inflama y trasporta en Dios con las fuertes unciones y los afectos vehementes… Entremos, por tanto, en la neblina, acallemos los afanes, las pasiones y los fantasmas; pasemos con Cristo crucificado de este mundo al Padre, para decir con Felipe después de haberlo visto: esto me basta» (ib., VII, 6).”
Comentario del blogger: Ines, te voy a demostrar puntualmente como una mala comprensión de las palabras del Papa te puede llevar no solo a malinterpretarlo sino a tergiversarlo.
Ines: “Benedicto XVI es muy claro: el diálogo ecuménico no es una empresa intelectual o académica sino un intercambio de dones”
Benedicto XVI: “El diálogo es más que un intercambio de ideas, más que una empresa académica: es un intercambio de dones”
Hace poco habría un post donde aclaraba la confusión de algunos medios que publicaban que el Papa Juan Pablo II había negado la existencia del infierno. El Papa dijo “El infierno, más que un lugar, es la condición del que se aparta definitivamente de Dios” (parafraseo) y ellos entendieron “El infierno no es un lugar” . El mismo error lo cometes tu ahora, pensando que el Papa excluye , cuando lo que hace es que incluye y extiende el significado del diálogo ecuménico.
Una lectura cuidadosa también te hubiera permitido percatarte de esto, ya que el Papa está citando allí a Ut unum sint de Juan Pablo II, donde escribe “El diálogo no es sólo un intercambio de ideas. Siempre es de todos modos un « intercambio de dones” (Ut unum sint 28). Y allí mismo explica cual es el tipo de unidad que busca el ecumenismo: “En efecto, la unidad dada por el Espíritu Santo no consiste simplemente en el encontrarse juntas unas personas que se suman unas a otras. Es una unidad constituida por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramentos y de la comunión jerárquica.” (Ut unum sint 9)
El problema de tu argumento es que es una falacia de dos puntas: Por un lado asumes que yo sostengo que el ecumenismo excluye el intercambio de dones (falso) pero por el otro distorsionas las palabras del Papa para hacer parecer que este excluye el diálogo teológico para lograr la unidad doctrinal indispensable que busca la empresa ecuménica. El católico está llamado a proclamar la verdad, y parte de esa verdad es que solo en la Iglesia Católica se encuentran la plenitud de los medios de salvación que Cristo entregó a su Iglesia. (Si no se reconoce esto, no se pueden contestar mis últimas dos preguntas, que veo no te animaste a responder).
Otro problema es que veo que esto lo interpretas como “proselitismo”, y si es un proselitismo en el buen sentido de la palabra (y no en su sentido negativo). A este respecto te sugiero leer: El proselitismo y la libertad religiosa. Fernando Ocáriz .
Alli se explica que el proselitismo negativo del que habla la Dignitatis Humanae a la que cita El directorio ecumenico es a este: "En la propagación de la fe y en la introducción de las prácticas religiosas, hay que evitar siempre actuaciones que huelan a coacción, a persuasión deshonesta o simplemente poco leal, sobre todo si se trata de personas sin cultura o sin recursos". El articulo también enfatiza que hay un proselitismo positivo, que no se sirve de estos métodos deshonestos.
Todo el articulo no tiene desperdicio, pero esta conclusión vale la pena rescatarla: "Por esto, es necesario reafirmar que la acción de invitar y favorecer que otras personas no cristianas o, en otro nivel, cristianas no católicas se incorporen a la plena comunión en la Iglesia católica, respetando la verdad y la intimidad y libertad de todos, es parte integrante de la evangelización."
Te vuelvo a advertir como cuando te advertí del ecumenismo pancristiano sincretista de Vásula Ryden: El católico que participa en el diálogo ecuménico que no comprende que su finalidad es buscar la unidad plena de la Iglesia (y aquí es indispensable que esté incluida la unidad doctrinal) cae en el riesgo de caer en el relativismo de los progresistas.
Siento una simpatía por ellos muy grande,pero como católico,me gustaría saber de esfuerzos de conversión-que me temo no existen-y por supuesto me alegro de cada judío que cree en Cristo y conoce Quien es en verdad el verdadero Mesías.
Comentario del blogger: El esfuerzo por tratar de convertir a los judíos debe también continuar, no solo de forma individual sino colectiva y para eso precisamente es el diálogo inter-religioso con los judíos.
Yo creo que lo que sucede es que la jerarquía eclesiástica lo intenta hacer muy diplomáticamente, porque ellos suelen entender cualquier intento de conversión como agresión. Observa como se irritan los lefebvristas, cuando ven al Papa en una sinagoga o orando en el muro de las lamentaciones, yo creo que el Papa lo que hace que a través del diálogo y la mutua comprensión dar pasos para llamarlos a la conversión.
Por cierto, Cesar, mira este artículo que me he encontrado muy interesante:
EVANGELIZAR A LOS JUDÍOS, ¿UNA TAREA A LA QUE RENUNCIÓ LA IGLESIA?
Recomiendo la lectura de este libro,un caso muy famoso de un musulmán convertido a la Verdad:
Vencer el miedo, Mi vida contra el terrorismo islámico y la inconsciencia de Occidente, por
Magdi Cristiano Allam
Comentario del blogger: Gracias por la recomendación Cesar, he arreglado el enlace para que sea accesible.
Comentario del blogger: Bienvenido Antonio. Te comento que esto no es un foro, sino un blog, los comentarios tienen la finalidad principal de que los lectores puedan interactuar con el blogger. La mayoría de los temas que aquí se tratan son temas de apologética desde el punto de vista bíblico, patrístico e histórico.
Comentario del blogger: Silveri, no es que le mensaje haya cambiado, sino que por un lado ha aumentado la comprensión de ciertas verdades de fe (lo que no es sino el desarrollo –no evolución- de la doctrina cristiana), y por el otro se busca decir las mismas cosas de una forma más diplomática.
Hoy puede ser que no escuches frecuentemente al Papa decir que la única religión verdadera es la Católica (y cuando digo “frecuentemente”, es porque si lo ha dicho, y tienes razón, lo tomaron como un insulto), pero aunque no con esas palabras, sigue siendo parte de la enseñanza de la Iglesia, y una verdad tan grande como una casa.
Si te fijas, en este mismo post cité el decreto Unitatis Redintegratio que dice que “solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos. El mismo decreto señala que “aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación”. Todo esto, no está diciendo otra cosa, que aunque pueden haber otras religiones que tengan partes que será verdad, pues tienen errores, por ende, no son verdaderas.
Respecto a la enseñanza “Fuera de la Iglesia no hay salvación” –profundizar en esto requeriría un post completo- me limito a puntualizar que es dogma de fe. Pero este dogma aun formulado de forma absoluta al resto de las religiones, abunda en matices cuando a la salvación efectiva de las personas se refiere. (A este respecto sugiero leer: ¿Hay salvación fuera de la Iglesia? ¿Se salvan las personas de otras religiones?).
Por cierto, yo no pondría como ejemplo el artículo “101 herejías del Papa Juan Pablo II” para comparar la enseñanza de los Papas actuales versus los antiguos. El artículo –evidentemente sedevacantista- peca grotescamente no solo al presentar posiciones que no necesariamente se contradicen, sino en malinterpretar, descontextualizar y parafrasear lo dicho por los Papas.
Por cierto,gracias por el enlace de los judíos. Había oído hablar del fenómeno de los judíos mesiánicos y me parece fascinante. Buscaré más por ahí de este tema.
Feliz día y a cuidarse,José Miguel.
Gracias de nuevo
Comentario del blogger: Soy yo quien agradece, saludos
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