(Intereconomía) Al finalizar la manifestación, un total de once personas resultaron heridas --entre ellos tres agentes de Policía Nacional-- a consecuencia de la carga policial efectuada contra manifestantes críticos con el apoyo institucional a la visita del Papa.
Según la denuncia presentada por Manos Limpias, la delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, autorizó la marcha 'antipapa' “a pesar de las advertencias de que se trataba de una marcha ofensiva y provocativa a los sentimientos religiosos de los componentes de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ).
Sentimientos religiosos
Tras la marcha se produjeron agresiones a peregrinos “pateándoles, insultándoles y arrollándoles”, según el sindicato de funcionarios, que añade entre los hechos denunciados las ofensas a los sentimientos religiosos “tales como llamar al Papa nazi, 'pederastas' a las juventudes y sacerdotes, lanzando consignas tales como 'cuidado con los niños que viene el Papa'“.
También denuncia Manos Limpias que se produjeron lanzamiento de botellas contra las Fuerzas de Seguridad del Estado y alteraciones del orden público con invasión de las calzadas, interrupciones de tráfico y libre circulación de personas.
“El derecho a la libertad de expresión no ampara la mofa, la burla, lel escarnio, la calumnia y la injuria al derecho fundamental a la libertad religiosa”, concluye la denuncia.