(El Nuevo Herald/InfoCatólica) El arzobispo, que fue el orador principal de una reunión de estudiantes y profesores que apoyan el proyecto de ley en la Universidad de St. Thomas, en Miami Gardens, dijo que historias de éxito de niños inmigrantes, como los cubanos traídos en la década de 1960 en la Operación Pedro Pan, hablan a favor de solucionar el problema jurídico de estos estudiantes. Muchos de esos 14.048 niños se convirtieron líderes ejemplares de la comunidad.
«El Dream Act cambiaría la vida de los estudiantes, y no sólo beneficiaría a ellos, sino a toda la sociedad'', dijo el arzobispo. Mons. Wenski, desde hace mucho tiempo defensor de los derechos de los inmigrantes, puso el ejemplo de un estudiante de St. Thomas presente en el evento: el argentino Miyen Spinelli, de 22 años, recientemente detenido por la Patrulla Fronteriza por no estar legalmente en el país.
En Washington, activistas a favor de los inmigrantes anunciaron el martes una campaña de prensa en inglés y español que se iniciará el viernes para exhortar a senadores de la Florida, Maine, Massachusetts, Nevada y Texas a votar por el Dream Act durante la sesión del Congreso saliente.
Estudiantes del sur de la Florida realizarán un mitin frente a la oficina en Miami-Dade del senador republicano George LeMieux, que votó contra el proyecto de ley en septiembre. LeMieux declaró el martes a The Miami Herald desde Washington que probablemente volvería a votar contra el proyecto, a menos que se priorice el control fronterizo. ‘Si se pudiera hacer más estricto el control fronterizo estaría dispuesto a volver a analizar el asunto'', dijo LeMieux. “Creo que se debe asegurar las fronteras antes de hablar sobre otros asuntos de inmigración''. Agregó que incluso así se solidariza con los estudiantes.
Hablan, piensan, comen, sueñan como americanos
Un estudio reciente del grupo Migration Policy Institute (MPI), de Washington, estimó que aunque unos 2.1 millones de jóvenes pudieran acogerse al DREAM Act, sólo unos 825,000 cumplen los requisitos educativos y militares. “Estos jóvenes hablan como americanos'', dijo Wenski. “Hablan inglés a la perfección. Piensan como americanos, a veces para consternación de sus padres. Ciertamente comen como americanos. Nuestra oración de hoy es que nuestros senadores hagan lo correcto para que estos jóvenes también sueñen como americanos''.
Spinelli contó su odisea después del discurso de Wenski. Traído desde Buenos Aires cuando tenía 13 años, estudia Administración de Deportes y es miembro del equipo de fútbol de la universidad. Había ido a Maine para un torneo y viajaba en un auto con un amigo cerca de la frontera canadiense el 19 de noviembre cuando fueron detenidos por policías locales, supuestamente por exceso de velocidad. La policía llamó a la Patrulla Fronteriza, dijo Spinelli, y permaneció detenido hasta hace unos días, cuando se le otorgó una suspensión de su deportación.
