(Laprensa.hn/InfoCatólica) Para evitar que los enfurecidos manifestantes ingresaran al templo, un grupo de policías acordonó el lugar.
El viceministro de Seguridad, Roberto Romero Luna, dijo que la turba aprovechó para protestar, insultar y tratar de agredir al cardenal usando improperios o palabras soeces y lanzando todo tipo de objetos contra el vehículo del religioso.
Con el propósito de salvaguardar el orden público y la vida de los ciudadanos reunidos en la iglesia, fue necesario desplazar al lugar a quince policías.
La turba intentó ingresar por la fuerza en la iglesia, acción impedida por los policías, quienes les pidieron que se retiraran y respetaran la celebración cristiana. La acción dejó un policía herido, lo que derivó de la detención de un manifestante.