(Efe/InfoCatólica) La carta pastoral pretende ser “un canto a la vida”, ha dicho Mons. Ureña, quien ha hecho hincapié en que el ser humano “no puede ser tratado como cosa”, ya que “es inteligente y libre y dueño de sí mismo”, lo que hace que “la vida humana sea intocable”, y no se puede incidir de ningún modo en ella “desde el momento de su concepción hasta la muerte natural”.
El arzobispo ha subrayado que “lo que hace que el ser humano sea persona no es un decreto de los gobernantes ni una decisión de los parlamentos”, al igual que la “justicia no es creada por los parlamentos”, sino que “existe a priori” y lo que puede hacer un parlamento es “reconocerla y gestionarla”.
A su juicio, la sociedad debe “escuchar a la ciencia” y “levantar la mirada a la sabia antigüedad”, para defender una doctrina -la cristiana-, “que está basada en la ley de naturaleza humana”.
Así ha mostrado el arzobispo de Zaragoza su rechazo tajante a la nueva Ley del Aborto, aprobada en el mes de marzo y que entró en vigor el 5 de julio, desde el punto de vista de que “nadie tiene derecho sobre la vida” y “debe ser respetada” en todos los casos, incluido en el de aquellos hijos concebidos como fruto de un abuso sexual.
El prelado ha apostado por mostrar “la mayor comprensión” a las mujeres que ya han abortado, pero antes de llevar a cabo esta práctica se debe ofrecer alternativas a estas personas, y una de ella es la adopción, cuyos trámites habría que agilizar para hacerla “más fácil y más sencilla”.
En la carta pastoral contra la ley del aborto, firmada con el lema “No podemos callar, debemos actuar”, los obispos consideran que en España ya existía aborto libre antes de la aprobación de la última ley al respecto, y prueba de ello son los 150.000 practicados al año, dicen, una situación “devastadora” que “ahora lo va a ser más todavía”.
Carta pastoral de los obispos de Aragón con motivo de la entrada en vigor de la nueva Ley del aborto