(Zenit/InfoCatólica) Peter Jacob, de visita en Europa para participar en el Pakistan Support Group en Ginebra (Suiza), “una red de grupos internacionales que trabaja bajo la égida de las Naciones Unidas”, ha declarado que “los pronunciamientos de la Unión Europea y de Washington sobre el tema nos dan a entender que no estamos solos en nuestra lucha”.
Jacob se refirió a la ley sobre la blasfemia, que castiga con la muerte a quienes profanan el Corán y al profeta Mahoma, y a las ordenanzas Hudood, que imponen a la población varios comportamientos en la línea de las enseñanzas religiosas: “La nueva ley sobre la escuela es sustancialmente idéntica a la antigua, y discrimina a los no musulmanes, introduciendo en las lecciones y en los libros de texto mensajes equivocados y peligrosos”.
Por otra parte, los parlamentarios “están muy asustados por la cuestión religiosa, y los lobbies extremistas que presionan para mantenerla en vigor trabajan con mucha fuerza”, dijo, añadiendo que no puede pensarse en cambios a corto plazo, porque “son leyes que requieren tiempo para cambiar”
“Presionar a nuestro Gobierno para que haga algo concreto no es muy fácil porque Islamabad tiene una serie de excusas para mantener su posición”, destacó el secretario general de la Comisión episcopal pakistaní Justicia y Paz:
“Por una parte, está la lucha contra el terrorismo, que impone mantener en el país el estado de emergencia y, en consecuencia, no hacer nada. Por otra parte, está la cuestión de la identidad pakistaní: a pesar de tener Constitución y leyes laicas, algunos políticos presionan para mantener la situación tal y como está en nombre del Islam”, lamentó.
La Iglesia católica denuncia sobre todo en los foros internacionales
En este contexto, la Iglesia católica intenta hacer oír su propia voz “de todas las maneras, sobre todo en los foros internacionales”. “Afortunadamente, esta batalla contra la discriminación es compartida por muchos sectores de la sociedad civil pakistaní”, constató Jacob, por lo que “esperamos que antes o después llegue el día en que también el Gobierno entienda la inutilidad y la crueldad de estas leyes y haga algo para mejorar la situación”.
En ese contexto situó la reunión del Pakistan Support Group. “Nos encontramos una vez al año para debatir sobre los problemas que afligen a nuestro país: esta vez, los puntos principales eran las leyes de discriminación religiosa y el problema de la educación, cada vez más interconectada con el extremismo”, explicó.