(Agencias/InfoCatólica) La ONG católica Manos Unidas ha señalado que de todos los menores que trabajan, hay 115 millones que lo hacen en las “peores condiciones de explotación”. Al respecto, ha dicho que estos trabajos “denigran al niño, le despojan de sus derechos fundamentales, marcan su salud y le dañan de por vida”.
La ONG Save The Children asegura, por su parte, que de los 40 millones de niños y adolescentes que trabajan como sirvientes domésticos en el mundo, cerca de 10 millones permanecen ocultos en las viviendas de sus empleadores. Estos niños, incluso con 10 años o menos, sufren en muchos casos condiciones de “auténtica esclavitud, sometidos a interminables jornadas de trabajo y abusos”. Para Save The Children, es prioritario que todos los niños que trabajan no sean explotados, para lo que promueve políticas que tengan en cuenta las necesidades de los menores trabajadores, así como promover la responsabilidad social de las empresas.
África, Asia, Oceanía y Latinoamérica
El número de niños que trabajan y estudian ha aumentado en algunas regiones hasta en un 300 por ciento. Las cifras obtenidas reflejan que el trabajo infantil está disminuyendo en todo el mundo, pero no de igual modo. En este sentido, Unicef advierte del “retroceso” en los progresos que se habían alcanzado con anterioridad en África subsahariana, donde uno de cada cuatro niños trabaja. En la región de Asia-Pacífico, trabaja uno de cada ocho niños, y en Latinoamérica y Caribe, uno de cada diez.
No obstante, advierte de que estas cifras “pueden ser engañosas”, ya que los niños emigrantes, huérfanos, víctimas del tráfico infantil y, sobre todo, las niñas se quedan de las estadísticas actuales. Por eso, Unicef pide desarrollar “nuevos sistemas de recogida de información para asegurar que los niños y niñas sean sistemáticamente incluidos en las estadísticas”.
Objetivos del milenio
Para la ONG Intervida, el segundo de los Objetivos del Milenio de la ONU –conseguir la educación primaria universal– es “prioritario” para combatir el trabajo infantil y dar una oportunidad de futuro a la infancia, así como establecer unas políticas que “mejoren la economía de las familias, para que puedan subsistir sin mandar a sus hijos a trabajar”. Desde esta ONG se pide “la implantación de políticas que garanticen un trabajo decente y educación para todos, a fin de retomar el ritmo en la erradicación del trabajo infantil”, añaden.