(Diario de Jerez/InfoCatólica) Los vecinos explicaron al Diario de Jerez que "14 ó 15 zagales, que estaban celebrando un cumpleaños en uno de los salones que están al lado de la iglesia, quisieron entrar en la misa. Pero al cura le cayó mal eso, porque, según dijo, se trata de zagales que han hecho mucho malo en La Greduela. Y acabó echándoles. Luego nos dijo que nos saliéramos todos y nosotros nos fuimos". Los vecinos mantienen que el sacerdote avisó también a las fuerzas de seguridad, aunque éstas no tuvieron que intervenir para desalojarlos de la pequeña iglesia ya que ellos se marcharon antes, apuntaron. Finalmente el altercado ha acabado con un cruce de denuncias en la comisaría de Jerez.
Círculos próximos al sacerdote, Antonio Labrador, indicaron que las versiones proporcionadas por estos vecinos "no se ajustan a los hechos". Posteriormente, Antonio Labrador ratificó esas palabras dijo "no es justo, ni auténtico, ni verdadero" lo manifestado por los vecinos.
Comunicado de la diócesis
Por su parte, la diócesis jerezana ha publicado el siguiente comunicado:
Esta Diócesis de Asidonia-Jerez y su obispo Monseñor José Mazuelos Pérez, quieren manifestar ante la opinión pública lo siguiente:
1º.- Que el sacerdote Antonio Labrador Jurado está destinado por este pastor diocesano al servicio pastoral de las parroquias de Nuestra Señora de la Victoria (La Ina) y San Juan Bautista (Torrecera) así como que viene desempeñando este ministerio durante un tiempo de ocho años contando, en todo momento, con el apoyo del obispo.
2º.- Que se trata de un sacerdote entregado con esfuerzo generoso a su servicio pastoral en unas condiciones de especial dificultad tanto por la pobreza como por la dispersión de la zona rural a la que atiende.
3º.- Que uno de los múltiples enclaves donde presta su servicio pastoral es la capilla situada en la barriada de La Greduela, propiedad de la Iglesia católica y que ha sido recuperada desde el año 2002 para el culto en beneficio de todos los habitantes de la citada población y otros núcleos rurales que allí reciben catequesis tanto de niños como de adultos, además de una Eucaristía mensual.
Es deseo del obispo que conste todo ello en reconocimiento de este presbítero que cuenta con su apoyo, respaldo y aliento.