(Zenit/InfoCatólica) Ambos Patriarcas celebraron juntos, el pasado domingo, la Solemnidad de Pentecostés en la catedral de la Dormición, que se encuentra dentro del monasterio de San Sergio, según informa L'Osservatore Romano en su edición de hoy.
Les acompañaban el Metropolita Hilarion Alfeyev, del departamento de relaciones externas de la Iglesia ortodoxa rusa, los metropolitas Miguel de Austria, Ireneo de Myriophyton y Peristasis, y Emmanuel de Francia.
Tras la celebración, el Patriarca de Moscú se dirigió a Bartolomé I calurosamente, asegurándole estar “muy feliz de verle” en Moscú.
“No se trata solo de una visita de cortesía, percibimos que no es así. Todo protocolo se aparta para dejar lugar a la oración común ante el trono de Dios, a nuestro amor mutuo y a nuestra sincera disponibilidad”, afirmó Kiril.
“Frente a enorme responsabilidad que llevamos con nosotros, debemos seguir adelante como una familia, para dar prueba de la verdadera paz. Más se coopera y se interacciona, más fuerte es nuestra voz. Y Dios quiera que hasta el final no nos distraigamos de lo más importante de la ortodoxia, la Santa Unidad”, añadió.
Por su parte, el Patriarca Bartolomé expresó su emoción por haber vuelto a Rusia después de diecisiete años de su anterior visita, en aquella ocasión, al Patriarca Alexis II. El Patriarca Ecuménico mostró también su esperanza de que esta visita “contribuya a reforzar nuestras relaciones fraternas por el bien de toda la ortodoxia".
Los dos Patriarcas, con sus acompañantes, se dirigieron juntos a pie a la Iglesia de San Basilio el Beato para inaugurar, en presencia del alcalde, Yuri Luzhkov, las Jornadas de Literatura y cultura eslavas.
Está previsto que el Patriarca Ecuménico de Constantinopla permanezca de visita en Rusia hasta el 31 de mayo. Además de Moscú, tiene previsto dirigirse a San Petersburgo, donde volverá a concelebrar con el Patriarca Kiril, en la catedral de San Isaac.
Acercamiento
Esta visita, que responde a la anterior visita realizada por el Patriarca Kiril en julio de 2009 a Estambul, marca una nueva etapa en las relaciones entre ambos Patriarcados, que habían atravesado en las últimas décadas muchas tensiones y dificultades.
El distanciamiento entre ambos patriarcados quedó patente por las diferencias sobre la jurisdicción de Ucrania y de territorios como Estonia, escindidos de la antigua URSS tras la caída del comunismo en 1989.
El portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa, el arcipreste Nikolai Balashov, afirmó al respecto que “muchas cosas han cambiado desde entonces”.
De hecho, el Patriarca Bartolomé volvió a lanzar el año pasado la idea de convocar un Sínodo Panortodoxo, una idea que Constantinopla impulsa desde 1901, y que en los últimos meses ha cobrado nueva fuerza.