(Aci/InfoCatólica) El Cardenal Ortega, según informa AFP, aseguró que las autoridades se comprometieron con él a permitir la marcha pacífica sin amedrentar a las mujeres. "Es un buen gesto un modo novedoso de actuar. En otros momentos se nos habría respondido con el silencio", dijo al explicar que había solicitado no se repitiera los "dolorosos" hostigamientos de anteriores domingos.
Las Damas de Blanco agradecieron a la Iglesia y calificaron la reanudación de sus caminatas como una "pequeña victoria", pues solo estarán satisfechas cuando sus familiares presos sean liberados por el régimen.
"Queremos agradecer la intervención de la Iglesia porque estábamos tercos el Estado y nosotras, lo admitimos", manifestó Loida Valdés, otra de las mujeres que se agruparon tras el arresto y condena de 75 opositores en la llamada "primavera negra" de 2003.
En opinión de Monseñor Emilio Aranguren, Obispo de Holguín y encargado de la Pastoral Penitenciaria del Episcopado cubano, el permiso del gobierno hacen parte de "gestos que van paulatinamente, pero esperamos que sigan avanzando. En estos momentos hay conversaciones, siempre planteamos las necesidades que tenemos para cumplir nuestra misión, en particular la situación de los presos".
El prelado comentó que las Damas de Blanco, "ante la situación de sus familiares tienen esa manera de expresarse - las marchas- y es una postura que merece respeto y consideración". "El comportamiento que tiene la Iglesia con los presos, incluidos los denominados de conciencia, es inherente a su misión. Ante ellos mantenemos atención de sus necesidades y la de sus familias", agregó.