(LasProvincias/InfoCatólica) Ahora, casi coincidiendo con la aprobación de la polémica norma en Madrid, que amplía las garantías en la interrupción el embarazo, el proyecto Más Vida se implanta definitivamente. A lo largo de este año se pondrán en marcha todas ayudas pendientes, especialmente las dedicadas a difundir el programa.
Desde la Conselleria de Bienestar Social, que ahora dirige Angélica Such, rechazan que se trate de un plan antiabortista, e insisten en que el programa se basa en ofrecer orientación y apoyo para que la embarazada tome una decisión libre.
Ayudas económicas y red de familias de acogida
Las mismas fuentes explicaron que ya hay mujeres que han podido acceder a las ayudas directas, que se ofrecen mediante la “renta garantizada de ciudadanía”, una cuantía económica que puede llegar a 600 euros y que se podrá percibir durante tres años. Las beneficiarias deben ser menores de 25 años y cumplir los requisitos para acceder a la subvención, que está ideada para personas sin recursos.
Otra de las medidas puestas en marcha es el sistema de acogida. En la actualidad la Comunitat dispone de una red de 60 familias especializadas en el acogimiento de menores desamparados y en situaciones especiales, desde discapacidades y enfermedades hasta grupos de hermanos. También se incluyen menores embarazadas, y desde la Conselleria aseguran que ya han sido varias las que se han beneficiado de este recurso, aunque reconocen que es necesario ampliar su difusión. Las “familias acogedoras” reciben una contraprestación económica por el servicio prestado, que será mayor en caso de tutelar embarazadas.
La orden que regula estas subvenciones ha cambiado este año, de manera que en estos casos “se computará como miembro de la unidad familiar al menor o menores no nacidos desde el momento de la fecundación”. Este cambio viene motivado por la herramienta legal que desarrolla el programa, la Ley de Protección a la Maternidad, aprobada en junio.
Vivienda y educación
La normativa ampara numerosas ayudas, algunas vigentes. En materia de vivienda, el embarazo también cuenta, y las gestantes tienen derecho preferente a las ayudas públicas. En educación, para el curso que viene el hijo en gestación será uno más de la familia a la hora de matricular a los hermanos y para optar a la gratuidad de los libros de texto. La ley incluye hasta supuestos de atención educativa domiciliaria para menores embarazadas. Y en pocos meses las gestantes en riesgo de exclusión tendrán subvencionado el gasto farmacéutico.
Entre las medidas pendientes, destacan las destinadas a difundir el programa. En dos semanas se firmará un convenio con los Colegios de Farmacéuticos para la difusión de los recursos del Más Vida. En breve se lanzará un teléfono de atención y se impulsarán los centros especializados en las tres provincias, primera puerta a la que llaman las mujeres que quieren continuar su embarazo con ayuda pública.