(Agencias/InfoCatólica) Hasta el templo se trasladaron una quincena de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional de la Comisaría de Córdoba, que detuvieron a dos de los turistas por amenazas y atentado contra la autoridad.
Otras fuentes policiales indicaron que este grupo de turistas habrían planeado esta acción, ya que contaban con distintos walkie-talkies para estar conectados entre sí y han entrado por diferentes puertas del templo. Además, según estas fuentes, uno de los detenidos amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones a uno de los miembros de la seguridad privada, así como a uno de los agentes, por lo que, según estas fuentes, se le imputa un delito de tentativa de homicidio. Tanto el cuchillo como los walkie-talkies han sido intervenidos por la Policía. Según estas últimas fuentes, en el forcejeo resultaron heridos leves un vigilante de seguridad y un agente.
La diócesis de Córdoba ha emitido el siguiente comunicado:
La Diócesis de Córdoba lamenta el desagradable incidente ocurrido en el recinto de la Santa Iglesia Catedral, donde un grupo de ciento dieciocho visitantes extranjeros han provocado de manera organizada un reprobable episodio de violencia. Tras ser advertidos –como marca el protocolo de visita turística del templo catedralicio- de que no podían celebrar ningún acto de culto musulmán en dicho recinto, se les invitó a continuar la visita o a abandonar el templo. Ante esta advertencia de los responsables de seguridad, respondieron agrediendo a dos de los guardias, lo que hizo que, tras ser requeridos, tuviera que actuar la Policía Nacional para poder desalojarlos y garantizar la seguridad de las personas.
Desde la Diócesis queremos, en primer lugar, manifestar nuestra gratitud y solidaridad a los dos guardias de seguridad, que en el impecable cumplimento de su deber profesional, han sufrido serias lesiones físicas en sus personas, y manifestamos igualmente nuestro agradecimiento a los mandos y agentes policiales que actuaron con prontitud y eficacia para evitar consecuencias mayores. Así mismo, deploramos el daño que se puede hacer a la imagen de nuestra ciudad, y a la cotidiana y pacífica convivencia de sus ciudadanos y visitantes. Pedimos a todos los fieles cristianos que recen en estos días santos, en los que contemplamos los grandes misterios de nuestra salvación, para que ninguna persona o institución legitime el uso de la violencia para ninguna causa, y afirmamos nuevamente que este incidente puntual no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica. Esperamos y deseamos que este tipo de incidentes no se vuelvan a producir en el futuro.
La Junta Islámica lamenta el incidente pero vuelve a pedir el uso compartido del recinto
La Junta Islámica ha lamentado el altercado ocurrido el miércoles por la tarde en la Mezquita-Catedral de Córdoba, cuando guardias de seguridad y un grupo de musulmanes austriacos se enfrentaron "violentamente", al impedir los primeros que éstos rezaran; además cree que el culto compartido reforzaría la imagen de la ciudad.
Al respecto, la entidad islámica ha destacado, en un comunicado, que "tanto los musulmanes como los encargados de la seguridad del templo deberían evitar llegar a este tipo de situaciones en cualquier sitio y, más aún, en un lugar sagrado".
Asimismo, explicó que "las diferencias en la denominación o en las formas de culto no deberían ser un impedimento para que en un lugar tan singular como la Mezquita-Catedral, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y en la que en ciertos periodos históricos se llevó a cabo un culto compartido, pudiera de nuevo permitirse éste".
Para la Junta Islámica, compartir reforzaría la imagen de Córdoba como lugar de encuentro y cooperación entre las diferentes confesiones, aumentaría sus posibilidades de nominación como capital cultural europea en 2016 y daría sentido a las declaraciones de ecumenismo que, en repetidas ocasiones, ha hecho la Iglesia católica.
Según recordaron, las reiteradas peticiones que la organización musulmana ha hecho de "una forma pacífica y desde el más estricto respeto a la legalidad, en el sentido de que se permitiera el uso compartido ecuménico del templo, de haberse atendido, hubieran evitado incidentes" como el que se produjo el miércoles.