(KathPress/InfoCatólica) El Año Santo 2025 se acerca inevitablemente a su final y, como signo externo de ese desenlace, la Iglesia va cerrando de manera gradual las Puertas Santas de las cuatro basílicas papales de Roma. Después de la clausura realizada en la basílica de Santa María la Mayor, este sábado 27 de diciembre se ha cerrado la Puerta Santa de la basílica de San Juan de Letrán, la catedral del Papa en cuanto obispo de Roma.
El rito fue presidido por el cardenal Baldo Reina. Con este acto, queda clausurado el segundo de los cuatro portales de las basílicas papales, puertas que únicamente permanecen abiertas durante los Años Santos de la Iglesia Católica, celebrados por norma general cada 25 años. En el caso de Santa María la Mayor, el cierre tuvo lugar el jueves y estuvo dirigido por el cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste de esa basílica.
El calendario de los próximos días completa la secuencia final del Jubileo. Este domingo será el turno de la basílica de San Pablo Extramuros. Posteriormente, el 6 de enero, el Papa Leo XIV cerrará la Puerta Santa de la basílica de San Pedro. Con ese gesto simbólico se dará por concluido el Año Santo 2025. Según estimaciones del Vaticano, para entonces habrán atravesado la Puerta Santa de San Pedro claramente más personas que los 32 millones previstos.
La ceremonia en San Juan de Letrán estuvo marcada por la sobriedad del gesto litúrgico. Durante la celebración, el cardenal vicario Reina se arrodilló en el umbral del portal de bronce. Tras una breve oración, cerró las dos hojas de la puerta, poniendo fin al paso jubilar en esa basílica.
En la homilía de la Misa posterior, Reina evocó a los numerosos peregrinos llegados de todo el mundo que cruzaron la Puerta Santa en busca de Cristo y anhelando la liberación de sus pecados y de las cargas que los oprimen. Recordó que el compromiso cristiano no puede encerrarse en un tiempo extraordinario, sino que debe prolongarse más allá del Año Santo. En concreto, señaló que es tarea de los cristianos mantenerse firmes contra la injusticia, la violencia y la pobreza, y también contra realidades como la desinformación, la falta de vivienda, el desempleo y la ausencia de perspectivas de futuro.
En ese contexto, el cardenal exhortó con palabras especialmente contundentes: «Y lo gritamos precisamente ahora con especial fuerza: contra la falta de paz en un mundo en el que impera la lógica del más fuerte; contra la falta de profecía, que amenaza con hacer callar a Dios». Y añadió: «En nombre de la amistad debemos transformar nuestras relaciones y revelar el rostro oculto de nuestro Redentor, que con su muerte venció a la muerte».
A la celebración asistieron, entre otros, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, y el responsable del Jubileo designado por el Papa, el arzobispo Rino Fisichella, presencia que subrayó el relieve público y eclesial del acto en la capital italiana.
Recordemos la relevancia histórica del Laterano en relación con las Puertas Santas. La Puerta Santa de San Juan de Letrán es la primera de la historia de los Años Santos: el papa Martín V la atravesó durante el Año Santo de 1423. Más tarde, en la Navidad de 1499, el papa Alejandro VI introdujo también en la basílica de San Pedro el rito de la apertura de la Puerta Santa. El portal de bronce actualmente utilizado en el Laterano fue creado con ocasión del Jubileo del año 2000.
Según la doctrina católica, atravesar una Puerta Santa, unido a la confesión sacramental y a otras condiciones, es un requisito previo para obtener la remisión de las penas temporales debidas por los pecados. De este modo, el gesto jubilar se vincula a la llamada a la conversión y a la penitencia, lejos de reducirse a un mero simbolismo externo.
El cardenal Reina ya había cerrado en la Nochebuena la Puerta Santa del centro penitenciario romano de Rebibbia, puerta que el papa Francisco (2013-2025) había abierto el 26 de diciembre de 2024, por primera vez en la historia, en una institución penitenciaria. En cuanto al cierre de San Pablo Extramuros, se informó de que lo realizará este domingo, a partir de las 10:00, el cardenal James Harvey, arcipreste de la segunda iglesia más grande de Roma.
