(TheCatholicHerald/InfoCatólica) El Pew Research Center publicó la semana pasada una nueva encuesta sobre la religión en los Estados Unidos, el primer estudio importante de este tipo desde 2014. Aunque los resultados muestran que el pronunciado declive de la población católica en EE.UU. experimentado en las décadas de 2000 y 2010 se ha estabilizado, el panorama general sigue presentando desafíos para la Iglesia Católica.
Según el informe de Pew, solo el 19% de los estadounidenses se identifican como católicos, una disminución desde el 24% en 2007. Este 19% incluye tanto a quienes asisten a Misa con cierta regularidad como a aquellos que no han acudido a una iglesia en años o incluso décadas. La disminución de fieles ha ocurrido a lo largo de aproximadamente tres generaciones, lo que representa un declive significativo para una institución que suele medir su evolución en siglos. Desde la finalización del Concilio Vaticano II en 1965, la Iglesia Católica ha experimentado una notable pérdida de miembros en los Estados Unidos.
En 1965, aproximadamente 60,000 sacerdotes católicos atendían a una población católica de 45.6 millones. Para 2022, el número de sacerdotes había descendido a unos 35,000, mientras que la población católica había aumentado a aproximadamente 72 millones.
Aunque el informe de Pew indica una estabilización en la disminución acelerada de la feligresía, los datos continúan reflejando una tendencia descendente. La cuestión sobre cómo mejorar esta situación ha generado debates entre sectores progresistas y conservadores dentro de la Iglesia en EE.UU., sin que hasta el momento se haya identificado una solución exclusivamente política al problema.
El periódico National Catholic Reporter, de línea editorial progresista, destacó en su cobertura del informe que «la mayoría de los católicos estadounidenses apoyan políticas progresistas en cuestiones de la ‘guerra cultural’, como el aborto y el matrimonio homosexual, según una nueva encuesta sobre el panorama religioso del país».
Según el artículo de Heidi Schlumpf, «casi tres cuartas partes de los católicos creen que la homosexualidad debería ser aceptada por la sociedad, el 70% apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo y el 59% quiere que el aborto sea legal en todos o en la mayoría de los casos». Además, menciona que «casi cuatro de cada diez católicos consideran que una mayor aceptación de las personas transgénero es un cambio positivo». La publicación también señala que «la aceptación de políticas progresistas ha aumentado entre los católicos en los temas rastreados a lo largo del tiempo».
Por otro lado, la revista Crisis Magazine, de tendencia conservadora, analiza diversas razones por las que los fieles han dejado la Iglesia. Entre los factores mencionados se encuentran la indiferencia religiosa, la falta de catequesis, los escándalos y las Misas «irreverentes». Entre las soluciones planteadas desde esta perspectiva se incluyen la educación religiosa en el hogar, la restricción de actividades interreligiosas, la reinstauración de la abstinencia de carne los viernes durante todo el año (práctica aún vigente en Inglaterra) y el aumento de la disponibilidad de la Misa en latín.
El informe de Pew también señala que solo el 44% de los católicos que se identifican como tales consideran que la religión es «muy» importante en sus vidas, en comparación con el 55% de los cristianos en general. Menos del 30% asiste a Misa semanalmente. Esto sugiere que muchas parroquias, especialmente en áreas urbanas, pueden no tener una idea clara de quiénes son sus miembros activos.
Algunos casos observados en comunidades católicas en Estados Unidos indican que la falta de contacto directo con los fieles puede contribuir al distanciamiento. Ejemplos de parroquias donde los laicos dejaron de asistir debido a la falta de seguimiento o integración han sido reportados en diversos contextos. También se han señalado dificultades logísticas, como la accesibilidad a las iglesias, y la percepción de que la Iglesia no se involucra lo suficiente en el acercamiento a ciertos grupos, incluyendo comunidades inmigrantes.
El estudio sugiere que, además de las diferencias ideológicas dentro de la Iglesia, factores como la conexión personal con la comunidad y el sentido de pertenencia pueden desempeñar un papel crucial en la retención de fieles. La forma en que las parroquias aborden estos desafíos podría influir en la evolución del catolicismo en Estados Unidos en los próximos años.