(LSN/InfoCatólica) La nominación de Lori Chavez-DeRemer como secretaria del Departamento de Trabajo en la nueva Administración Trump ha provocado un intenso debate debido a su pasado laboral y sus posturas sobre temas sensibles como el aborto y la fecundación in vitro.
Según confirmó NBC News, Chavez-DeRemer trabajó en la recepción de una clínica de Planned Parenthood en Fresno entre enero de 1989 y mayo de 1990. Aunque este episodio ocurrió hace más de tres décadas, su vínculo con la organización ha sido objeto de escrutinio por parte de sectores provida.
En respuesta a las críticas, Chavez-DeRemer ha asegurado su lealtad a la agenda provida de Trump. En un comunicado dirigido al Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, afirmó: «Este breve trabajo a tiempo parcial de hace más de treinta años no tiene ninguna relación con mi apoyo a la implementación de la agenda provida del presidente Trump. Durante mi tiempo en la Cámara de Representantes, mantuve un historial de votación 100 % provida».
No obstante, su postura sobre el aborto ha sido ambigua en algunas ocasiones. Durante un debate en 2024, declaró:
«Nunca soy lo suficientemente provida para la derecha, ni lo suficientemente proelección para la izquierda. Estoy donde está la mayoría de los estadounidenses: quieren acceso, no romperé esa promesa y protegeré su acceso al aborto».
Además, su apoyo a la fecundación in vitro (IVF, por sus siglas en inglés) ha generado nuevas dudas en sectores conservadores. La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) ha respaldado su nominación, destacando su compromiso con la financiación de tratamientos de fertilidad, incluyendo la IVF. La organización elogió a Chavez-DeRemer por coauspiciar una legislación que exigiría a los seguros médicos cubrir estos procedimientos.
Por otro lado, grupos provida han criticado su historial legislativo, señalando que, si bien ha votado en contra del aborto en varias ocasiones, también se ha opuesto a propuestas para prohibir permanentemente su financiación pública por el gobierno federal.
A nivel político, la nominación de Chavez-DeRemer podría ser un intento de Trump por atraer a los trabajadores sindicalizados, ya que ha sido respaldada por el sindicato Teamsters y ha mostrado un enfoque pro-laboral en su trayectoria política. Sin embargo, esto también le ha generado oposición dentro de su propio partido. El senador republicano Rand Paul ya ha manifestado que votará en contra de su confirmación, aunque algunos analistas sugieren que podría recibir apoyo de senadores demócratas.
La audiencia de confirmación en el Senado, inicialmente programada para esta semana, fue pospuesta debido a una tormenta de nieve y se ha reprogramado para el miércoles 19 de febrero.