(ENCLM/InfoCatólica) Así han respondido desde la Consejería a las críticas de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión –No Es Terapia–, que presentó la semana pasada una denuncia contra el Arzobispado de Toledo que está siendo investigada por la Fiscalía, y cuyo responsable ha afirmado que el Gobierno de Castilla-La Mancha conocía estos casos desde diciembre de 2022 pero «dio carpetazo» al asunto y «lo metió en un cajón», por lo que le ha acusado de «hipocresía».
En declaraciones a EFE, la Consejería de Igualdad ha argumentado que las denuncias recibidas en su momento fueron estudiadas y analizadas por los servicios técnicos, y que en función de la información de la que disponían y de las averiguaciones que podían llegar a hacer «no se encontraron elementos para permitiesen iniciar ninguna acción».
Han resaltado que manejaban una información previa que no permitía catalogar esos actos como terapia de conversión, y han indicado que también en la actual situación se habla únicamente de «castidad». Es decir, exactamente lo que desde la Iglesia se ha explicado en los últimos días tras la amenaza del gobierno central de llevar a los tribunales la actuación de la propia Iglesia.
En cualquier caso, desde la Consejería han ratificado las palabras de su titular, Sara Simón, este jueves en Azuqueca de Henares (Guadalajara) de total compromiso con los derechos de las personas LGTBIQ+, y la garantía de que se seguirán las investigaciones de la Fiscalía para «actuar» si fuera necesario.