(InfoCatólica) La ley firmada por el gobernador de California, conocida como la AB1955, prohíbe al personal escolar notificar a los padres cambios en la identidad de género de estudiantes
Elon Musk explica en X lo que para él significa dicha ley:
El gobernador de California acaba de firmar un proyecto de ley que provoca una destrucción masiva de los derechos de los padres y pone a los niños en riesgo de sufrir daños permanentes.
The governor of California just signed a bill causing massive destruction of parental rights and putting children at risk for permanent damage.
— Elon Musk (@elonmusk) July 16, 2024
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«El año pasado le dejé claro al gobernador Gavin Newsom que legislaciones de esta naturaleza forzarían a familias y compañías a abandonar California para proteger a sus niños», ha recordado Musk.
El gobernador Newson ha restado importancia a la medida:
«La última vez que Elon Musk mudó unas oficinas, Tesla acabó expandiéndose en California, incluso relocalizando sus oficinas de Ingeniería Global e Inteligencia Artificial»
Sin embargo, todos los analistas económicos aseguran que la decisiòn de Tusk es un duro golpe para la economía de California
Texas se verá beneficiada por la decisión. Su gobernador, el republicano Gregg Abbott, lo celebró de inmediato con un mensaje en X. «Esto consolida a Texas como líder en exploración espacial», escribió. Más explícito sobre las razones del cambio fue senador republicano Ted Cruz. «¡Que suene la libertad!», escribió.
El mensaje de Elon Musk en X es una respuesta a la explicación que da el periodista Michael Shellenberger sobre la ley:
Tengo una noticia preocupante. El gobernador del estado más grande y rico de Estados Unidos acaba de firmar una ley que pone a 10 millones de niños y adolescentes en grave peligro de sufrir malos tratos médicos. Los titulares de los medios se equivocan. Afirman que la nueva ley del gobernador de California, Gavin Newsom, protege a los niños al impedir que las escuelas públicas revelen su nuevo género a sus padres. Pero en realidad, hace todo lo contrario. Esta ley hace que los niños sean vulnerables a abusos y malos tratos médicos irreversibles y de por vida, basándose en la idea pseudocientífica de que algunos niños nacen en cuerpos equivocados y que podemos cambiar el sexo de una persona mediante drogas y cirugía.
Para entender la gravedad de esta situación, es importante observar lo que está ocurriendo en Gran Bretaña. Hace varios años, el gobierno británico nombró a la pediatra Hillary Cass para investigar si era ético bloquear la pubertad de los niños, darles hormonas del sexo opuesto y realizar cirugías para que se sintieran mejor con su género. Hace unas semanas, la Dra. Cass concluyó que no era ético en absoluto. Casi simultáneamente, el gobierno británico prohibió los bloqueadores de la pubertad en todo el país, y recientemente, el nuevo gobierno del Partido Laborista afirmó que mantendría la prohibición. En su informe, Cass afirmó que la llamada «transición social», por la cual un niño adopta la identidad del sexo opuesto, no es un acto neutral y tiene consecuencias psicológicas. Es decir, es el primer paso hacia la intervención médica.
Gavin Newsom ha impedido que las escuelas informen a los padres sobre la «transición social» de sus hijos, colocándolos en un camino médico sin su conocimiento. Esto es un ataque a los derechos de los niños y de los padres. Los niños tienen derecho a pasar por la pubertad sin interferencias, y los padres tienen derecho a saber si sus hijos piensan que son del sexo opuesto o si creen haber nacido en el cuerpo equivocado. Documentos internos filtrados del principal grupo de medicina de género, WPATH, muestran que intervenciones como bloqueadores de la pubertad, hormonas y cirugía no sólo son irreversibles, sino que resultan en esterilización y pérdida de la función sexual. Los niños y adolescentes no tienen la madurez suficiente para comprender los efectos de los llamados «cuidados de afirmación de género», lo que significa que no pueden dar su consentimiento informado.
La nueva ley crea el grave riesgo de que profesores, estudiantes y grupos activistas convenzan a los niños de que nacieron en el cuerpo equivocado y oculten a los padres su «transición social», conduciendo a malos tratos médicos nocivos. En realidad, esta ley es lo opuesto a lo que necesitan tanto los niños como sus padres. Las escuelas deben advertir inmediatamente a los padres si sus hijos piensan que son del sexo opuesto. La disforia de género es una afección psiquiátrica diagnosticable, y los padres tienen derecho a saber si su hijo la padece. Las escuelas deben dejar de enseñar, o permitir que se enseñe, la idea pseudocientífica de que es posible nacer en el cuerpo equivocado y cambiar de sexo. Es necesario que la legislatura, los tribunales o una iniciativa electoral anulen la ley de Newsom. Hasta entonces, es crucial informar a los padres de que las escuelas públicas de California no son seguras para los millones de niños que asisten a ellas.