(ACIPrensa/InfoCatólica) El día de ayer, sábado 4 de mayo, bajo el lema «Colombia, con vida hay esperanza», tuvo lugar la 18º Marcha Nacional por la Vida, convocada por Unidos por la Vida. Decenas de miles de ciudadanos marcharon por más de 110 ciudades exigiendo a la Corte Constitucional que anule las sentencias que despenalizaron y posteriormente liberalizaron el aborto.
Varias organizaciones provida, incluyendo 40 Días por la Vida, el Rosario de Hombres y el Viñedo de Raquel, se sumaron a esta convocatoria, así como diócesis, fieles de vida consagrada, familias y una inmensa cantidad de laicos.
Las manifestaciones provida se llevaron a cabo en varias ciudades importantes de Colombia, incluyendo Bogotá, Medellín, Cali, Cúcuta, Montería, Pereira y Cumaral, entre otras.
En presencia de una multitud ondeando banderas celestes, Jesús Magaña, presidente de Unidos por la Vida, leyó un manifiesto denunciando que "se han producido cerca de 20.000 abortos sólo en la ciudad de Bogotá» cifra que supera «en 20 veces otras causas de muertes violentas».
En el mismo documento se exponía que la Corte Constitucional busca convencer a los ciudadanos de que «el aborto es un derecho fundamental, contra toda la letra y espíritu de nuestra Constitución, de los sentimientos del pueblo colombiano y de los tratados internacionales suscritos».
Y afirma con firmeza: «No estamos dispuestos a quedarnos callados y a permanecer inmóviles frente a la mayor masacre del país».
«Es por eso que, como ciudadanos de Colombia que aman, respetan y defienden la vida, nos movilizamos en 114 ciudades del país para llenar las calles y plazas, y proclamar de manera firme, fuerte y clara que la vida es sagrada, que se debe respetar y cuidar desde el momento de la fecundación hasta su muerte natural», prosigue el defensor provida.
Unidos por la Vida está haciendo un llamado enérgico a la Corte Constitucional para que anule las sentencias proaborto C-355 de 2006 y C-055 de 2022, las cuales están generando una situación catastrófica.
También aprovecharon el alcance de la marcha para llamar al Congreso a desechar los proyectos de eutanasia y promulgar leyes que salvaguarden la vida, el embarazo, la maternidad y la familia. Asimismo, piden al Parlamento que rechace el proyecto de ley 270 de 2024, que limita la libertad de los padres para elegir el tratamiento psicológico de sus hijos según sus creencias.
Durante la marcha provida también se crearon espacios para dedicar rezos por los bebés abortados y las madres embarazadas, mientras se enfatizaba la necesidad de combatir la explotación sexual infantil y brindar apoyo a las mujeres con embarazos inesperados mediante políticas públicas adecuadamente financiadas.
