(InfoCatólica) El extenso análisis del Cardenal Müller sobre la Declaración 'Fiducia suplicans' del cardenal Víctor Manuel Fernández y aprobada por el Papa, que para multitud de católicos resulta al menos ambigua, ha suscitado el interés de la prensa generalista. El Prefecto del Dicasterio de Doctrina para la Fe ha tenido que comenzar una ronda de entrevistas, siempre por escrito y sin posibilidad de repreguntas, pero en las que no responde a las objeciones principales.
Las respuestas del cardenal «Tucho» Fernández en sus dos últimas entrevistas provocan vergüenza ajena, según han afirmado varios eclesiásticos consultados por InfoCatólica. Los intentos de justificar lo injustificable empiezan a recordar a la lamentable afirmación del jesuita protegido por el Papa, Spadaro: «en teología a veces 2+2 es igual a 5». De otro modo no es posible comprender la afirmación de que una pareja no es una pareja.
Una de las afirmaciones del cardenal Müller que ha llamado la atención es que califique la propuesta de la declaración Fiducia supplicans como de blasfemia. Así lo ha ratificado en una entrevista al periódico anticlerical La Repubblica, que le pregunta: ¿Por qué habla de blasfemia?
«No lo digo basándome en mi autoridad oficial o personal sino sobre la base de la autoridad de la revelación divina.. En la Sagrada Escritura, el Apóstol Pablo afirma que el comportamiento inmoral, incluidas las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, es objetivamente la expresión de la adoración a la criatura y no al Creador» -explica-. «Correspondemos a la 'verdad de Dios' en la obediencia a los mandamientos del Decálogo. Actuar voluntariamente contra ella es un pecado grave que destruye la vida de la gracia en nosotros, 'y los que están de acuerdo con esto cometen también un pecado mortal'. Sin embargo, como cristianos no debemos olvidar que Dios, en su bondad y misericordia, siempre perdona y nos da un nuevo comienzo si nos acogemos a la gracia de Cristo, que se nos transmite a través de la Iglesia'».
Al ser preguntado si no le basta que el Vaticano haya dejado claro que no cambia la doctrina del matrimonio y que la bendición no legitima la homosexualidad, el cardenal Müller responde que
«Esto es obvio y no hay necesidad de nuevas explicaciones complicadas. Si las relaciones sexuales fuera del matrimonio contradicen la voluntad de Dios, entonces no pueden ser bendecidas, es decir, declaradas buenas según la voluntad del Creador»
El Prefecto emérito de Doctrina de la Fe continua explicando que «las oraciones de bendición sobre las cosas y los animales son una imitación de la bendición de Dios sobre todas las criaturas, que expresa en última instancia su voluntad sobre el hombre como persona. En la bendición de Dios sobre el hombre y la mujer, y sobre el matrimonio, se revelan el sentido y la finalidad últimos de toda la creación y de la historia de la salvación. Sería una contradicción bendecir lo que nos separa de Dios. Los mandamientos de Dios no son absurdos, son siempre mucho más útiles que las doctrinas de salvación inventadas por la gente, como podemos ver cada día en las ideologías totalitarias de nuestro tiempo», al ser cuestionado sobre si los fieles están acostumbrados a la bendición de casas, animales, frutos, imágenes sagradas: ¿no basta esto?
A diferencia de Fernández, Müller no rehúye explicaciones y repreguntas. Cuando el diario italiano le pregunta por qué, si Jesús no aparece en los evangelios que hablara nunca habla de homosexualidad, aunque en su tiempo también había homosexuales, según dicen los historiadores, p.ej. entre los soldados romanos presentes en Palestina, ¿por qué expresar un juicio tan claro sobre un tema sobre el que Jesús guardó silencio?, el cardenal alemán responde:
«Es conmovedoramente ridículo reducir al absurdo el rechazo de los actos sexuales homosexuales sobre la base de la Sagrada Escritura con un argumento ad hominem, precisamente citando a Jesús, que no vino a abolir la ley moral divina y los profetas, sino a darle cumplimiento. Cuando los fariseos quisieron socavar la indisolubilidad del matrimonio citando la autoridad de Moisés, Jesús respondió: «¿No habéis leído que en el principio el Creador creó al hombre como varón y hembra... y que son una sola carne?».
A la cuestión de que mientras los obispos de Alemania y también de otros países europeos y americanos aprueban la declaración, hay muchos obispos africanos que protestan o resisten las bendiciones que ahora se permiten, y si existe el riesgo de una división como la que existe entre los anglicanos, el cardenal Müller responde:
«No se puede entender a estos obispos que traicionan la verdad católica y relativizan gravemente las enseñanzas reveladas de la Iglesia. El nivel intelectual de algunos puede verse por el hecho de que se sienten confirmados en la preparación de bendiciones litúrgicas oficiales para las parejas homosexuales, mientras que el documento rechaza, en plena conformidad con toda la tradición católica, prácticas de este tipo».
La entrevista termina una pregunta personal:
Usted saludó al Papa con ocasión de la felicitación de Navidad. ¿Qué se dijeron?
«El Santo Padre fue muy amable y me agradeció expresamente mi testimonio. El Papa sabe bien que nunca me he comportado como un cortesano que pide favores o doblega su conciencia por miedo. Un cardenal de la Santa Iglesia Romana hace justicia a su eminente dignidad sólo si aconseja con incorruptible competencia teológica y espiritual al sucesor de Pedro, que es obispo de Roma por derecho divino, lo defiende de ataques injustos y mantiene siempre el bien de la Iglesia de Cristo».