(AP/InfoCatólica) La revelación del obispo Thomas Tobin fue hecha después de que el legislador demócrata divulgase los detalles de su intercambio confidencial con el obispo en una entrevista al diario The Providence Journal.
"El obispo me ordenó que no reciba la Comunión y dijo que le había ordenado a los sacerdotes de la diócesis que no me den la Comunión", afirmó Kennedy en una entrevista realizada el viernes. El político aseguró que el obispo le aplicaba tal sanción porque "no soy un buen practicante católico debido a la posición que tengo como funcionario público", en particular sobre el aborto. Kennedy no dijo donde ni cómo recibió esas instrucciones de su obispo, ni tampoco si él ha obedecido tal mandato.
En respuesta a dichas declaraciones de Patrick Kennedy, monseñor Thomas Tobin ha confirmado que en una carta de febrero de 2007, instó efectivamente a Kennedy a que se abstuviera de comulgar, y ha difundido un extracto de la carta. "Por consiguiente, a la luz de la enseñanza clara de la Iglesia y de las acciones consistentes de parte de usted, creo impropio que usted reciba la Santa Comunión y ahora le pido respetuosamente que se abstenga de hacerlo", escribió monseñor Tobin.
El prelado y Kennedy han sostenido un debate público desde que el político, en una entrevista el mes pasado, criticara a los obispos de Estados Unidos por amenazar con oponerse a una reforma del sistema de salud pública a menos que incluyera restricciones más firmes sobre el aborto.y votó en contra de una enmienda que reforzaba las restricciones al aborto, como pedían los obispos; la enmienda fue aprobada; Kennedy votó no obstante a favor del plan de salud pública, enmienda incluida. Pero el debate se volverá a plantear en el Senado.
La carta de Ratzinger a McCarrick sobre la comunión de los políticos proabortistas
En la carta que el entonces presidente de la Congregación para la doctrina de la Fe, cardenal Ratzinger, dirigió al cardenal Theodore McCarrick y los obispos de Estados Unidos reunidos en la Plenaria de junio de 2004, se explica, respecto al "grave pecado del aborto", que "cuando la cooperación formal de una persona es manifiesta –entendida, en el caso de un político católico, como hacer campaña y votar sistemáticamente por leyes permisivas de aborto y eutanasia–, su párroco debería reunirse con él, instruirlo respecto de las enseñanzas de la Iglesia, informándole que no debe presentarse a la Sagrada Comunión hasta que termine con la situación objetiva de pecado, y advirtiéndole que de otra manera se le negará la Eucaristía", y que si "la persona en cuestión, con obstinada persistencia, aún se presenta a recibir la Sagrada Comunión, el ministro de la Sagrada Comunión debe negarse a distribuirla”.