(ACIPrensa/InfoCatólica) En conmemoración de la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, este 26 de noviembre, compartimos siete enseñanzas donde el Señor se expresó con «autoridad» acerca del fin de los tiempos y la redención. El Papa Benedicto XVI, el 29 de enero de 2012, destacó que la autoridad divina se fundamenta en el servicio, la humildad y en «el poder del amor de Dios que crea el universo».
Aquí están las referencias bíblicas donde Cristo se expresa con determinación y extiende la invitación a la salvación eterna.
1. «Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’. Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’» (Mt 25,37-40).
2. «No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?’. Entonces yo les manifestaré: ‘Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal’» (Mt 7,21-23).
3. «Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará» (Lc 17,30-33).
4. «Jesús les respondió: ‘Les aseguro que, si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día’» (Jn 6,53-54).
5. «Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron» (Mt 5, 11-12).
6. «Jesús respondió: ‘Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí’. Pilato le dijo: ‘¿Entonces tú eres rey?’. Jesús respondió: ‘Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz’» (Jn18,36-37).
7. «Acercándose, Jesús les dijo: ‘Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo’» (Mt 28,18-20).